Siempre me maravilló observar desde la infancia cómo en la Naturaleza los seres vivos son libres, hay alimento para todos y nadie trabaja, nadie controla. Pero los mecanismos de auto-regulación no tenían predicamento entre las mentes acostumbradas a la servidumbre y a la esclavitud, así que me enseñaron como dogma incuestionable que existía un policía invisible que ponía orden en todo aquello, un jefe virtual al que todos los seres vivos obedecían sin rechistar: Dios. El hombre sin embargo, como ser superior, había sido bendecido por el Creador con el don del libre albedrío... y la obligación de obedecer al terrateniente, al cura, al juez, al alcalde y a la Guardia Civil. Como no acababa de ver las indudables ventajas de ser yo quien alimentara con el sudor de mi frente a semejante cohorte de parásitos, pasaba mis días entre ranas, pájaros y bichejos varios. Había una recompensa por una vida de sumisión, pero era a título póstumo, en la "otra" vida. En esta vida tocaba reproducirse como conejos, trabajar como bestias, comportarse como borregos y estar dispuestos a ser sacrificados como cerdos. Para eso teníamos una dictadura que casi igualaba a la que podía darse en el reino de los cielos y una caterva de fascistas que aún hoy, emponzoñan nuestras instituciones llamadas democráticas.
Los niños tienen la extraña capacidad de ver a los emperadores desnudos mientras los adultos alaban el manto de armiño. Pero por alguna extraña razón nunca dejé de ver en el hombre la patética estampa de un mono desnudo y presuntuoso, aunque empecé a ocultarlo, no sin cierta incomodidad. Es cierto que podía razonar con muchas personas, pero a otras, darles la razón era suficiente. Aprendí de la Naturaleza lo que tuvo a bien enseñarme y del resto de seres humanos que mis inquietudes eran las de muchos y que a veces, una atmósfera de biofilia iluminaba de añoranza la atmósfera triste de las ciudades.
Ahora que nos encontramos al borde del abismo, llevados de la mano por expertos de todos los tipos y colores, me parece indecoroso apelar al currículum para dar brillo y fulgor a cualquiera de mis argumentos. Asumo pues, la magnitud de mi ignorancia, pero dado que tropiezo constantemente con insultos a la mas elemental sensatez, refrendados con el atavío de la excelencia y la opinión de incontables expertos. Me atrevo a afirmar que el emperador está desnudo y que nuestro modelo económico toca a su fin.
EL CRECIMIENTO INFINITO
Solo el arraigo de los fundamentalismos religiosos en la inspiración de nuestro modelo económico explica la creencia en el crecimiento infinito en un planeta de recursos limitados. "Creced y multiplicaos, llenad el mundo y someted a todas sus criaturas". Es lo que dice el Génesis. En realidad son las instrucciones para tener un bonito Apocalipsis. Durante siglos los economistas han considerado una transición del crecimiento económico a un estado estable, desde los economistas clásicos, como Adam Smith, a los actuales economistas ecológicos. Sin embargo nuestro actual modelo es una carrera sin freno hacia el precipicio, en busca de una profecía autocumplida hija de los fundamentalismos protestante y católico. La conexión entre el conservadurismo económico y religión no es casualidad, es la combinación perfecta y necesaria para construir una épica de la irracionalidad y del suicidio colectivo.
ECONOMIA DEL ESTADO ESTACIONARIO
Como todos los motores, el motor del crecimiento económico necesita energía para funcionar y en su casi totalidad la obtenemos del los combustibles fósiles. Pero nuestro modelo necesita un consumo siempre CRECIENTE para funcionar. Ese es el motivo por el que el colapso de nuestro sistema económico no se produce cuando la energía se agota, sino cuando no podemos obtener energía de forma CRECIENTE. Y ese momento no solo ha llegado, sino que ya ha pasado. Según la Agencia Internacional de la Energía el pico de producción del petróleo tuvo lugar en el año 2006. Sin embargo, todavía nos encontramos en una fase de meseta en la que el declive de la producción aún no es evidente. Eso significa que la verdadera crisis está por venir y es inevitable porque viene provocada por los límites físicos que afectan a la economía real, sean cuales fueren el número de billetes que decidan imprimir las autoridades monetarias.
La economía del estado estacionario es la que propone que el motor del sistema funcione consumiendo energía de forma ESTABLE, que al igual que ocurre con nuestros vehículos puede tener oscilaciones en su consumo pero siempre dentro de unos límites. La idea fundamental es que el progreso material sería limitado, mientras los cambios cualitativos en los individuos y las sociedades serían los que definirían la idea de progreso. Esto significa que el progreso cualitativo, que para el ser humano significa la mejora ética, intelectual y cultural, sería el único posible que podría mantenerse a largo plazo según las leyes de la Física. Y eso es exactamente lo que lleva haciendo la Naturaleza desde que la vida irrumpió en este planeta: evolucionar.
EL CAMINO A GAIA
Frente a nuestro modelo económico basado en dogmas bíblicos y en la ingeniería de la estafa, tenemos la economía real, materia y energía cuyos flujos no responden a las tendencias del mercado, sino a leyes físicas fundamentales que no pueden ser sobornadas, ni tan siquiera intimidadas, por las hogueras de la Inquisición. Por otro lado está la vida, de la que nos hemos autocoronado reyes, sin mas argumento que nuestra capacidad para destruirla. Esto nos está llevando a una crisis global sin precedentes. Una crisis de realidad que nos enfrenta a los límites de lo posible, a los límites del crecimiento.
Pero ¿qué es Gaia? ¿es posible imitar su intrincado metabolismo? De Gaia sabemos que su existencia es posible, que es real y que nosotros formamos parte de ella. Pero hace mas treinta años que hemos superado la capacidad de carga del planeta. Urge pues, realizar una transición hacia una economía de lo posible. Si no lo hacemos, deberemos afrontar un colapso catastrófico.
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martes, 14 de febrero de 2012
domingo, 10 de julio de 2011
Mundo simbiótico
La Teoría Gaia surge como única explicación de las anomalías termodinámicas de nuestro planeta, en especial su baja entropía atmosférica. La teoría sobre la vida mas importante de los últimos tiempos surge de la Física, algo que desconcertó e irritó sobremanera a los biólogos.
Lynn Margulis , fue una excepción y su teoría sobre la endosimbiosis seriada complementa y confirma la Teoría Gaia. La historia de Gaia, su evolución y la transformación de las condiciones originales de un planeta Tierra estéril en el que actualmente conocemos, quedan secuenciados y explicados. Ambas teorías tienen una antiguedad de mas de cuarenta años y acumulan las suficientes evidencias para considerarlas como científicamente demostradas.
Las consecuencias del cambio de paradigma respecto al darwinsmo y neo-darwinismo podrían resumirse diciendo que la ciencia ya no dibuja un escenario de competencia feroz en un mundo de condiciones físicas dadas a las que la vida debe adaptarse, sino a un escenario interactivo que los seres vivos modifican. Si dichas modificaciones perjudican las condiciones necesarias para la vida, provocaran en consecuencia una menor supervivencia de los organismos causantes de los daños al ecosistema global, o su propia extinción en el caso de que los daños sean demasiado drásticos. Estamos pues abocados a vivir en un mundo simbiótico y en buena medida colaborativo o a afrontar nuestra propia destrucción. Pero somos la especie que corta la rama en la que se encuentra subida, nuestra arrogancia supera todavía a nuestra inteligencia.
Si alguna especie gana el juego de la vida supondría, no el final de una partida, sino el final del juego, la muerte de Gaia tal y como la conocemos. Esa es la ley de la Naturaleza.
miércoles, 29 de junio de 2011
Gaia y el fin del darwinismo social

La selección natural nos dice que las especies evolucionan adaptándose al medio. Pero el nido de una golondrina supera varias veces su peso. Una hormiga puede desplazar una masa muy superior a la propia. Para producir un kilo de carne bobina se necesitan, como mínimo, 16 kilos de cereales, 20.000 litros de agua y la energía equivalente a 8'3 litros de gasolina. Una persona puede metabolizar al cabo de su vida una cantidad de alimentos, agua y aire 1000 veces superior a su propio peso. Esto, sin tener en cuenta construcción de vivienda, transporte... en otras palabras, acondicionamiento del medio para mantener unas condiciones adecuadas para la vida. ¿Como podemos afirmar entonces que son los seres vivos quienes se adaptan al medio y no quienes adaptan el medio para obtener unas condiciones óptimas para la vida?
En realidad, lo que llamamos medio natural, es un sistema estacionario interactivo. De hecho, para que pueda darse el gradualismo en la evolución de las especies, los ecosistemas deben permanecer sin cambios importantes durante largos periodos de tiempo. Así, las poblaciones de las diversas especies que conforman un ecosistema estable se mantienen constantes con pequeñas variaciones.
La importancia de esta perspectiva radica en que nos sitúa en un escenario de coevolución y de simbiosis. Eso no significa que no exista la competencia por los recursos vitales, sino que esta está supeditada y en cierto modo dirigida al cumplimiento de una premisa básica: la estabilidad del ecosistema. Es una cuestión de lógica palmaria. La vida es un proceso profundamente dependiente de otras vidas. La competencia por los recursos a escala individual sirve para evitar su agotamiento a escala global.
La teoría Gaia barre así, de un plumazo, el darwinismo social y nos sitúa en el escenario de un mundo simbiótico. Se nos podría decir que los individuos compiten (y también colaboran) para transmitir sus genes y nada más, pero para poder hacerlo necesitan que se cumpla una condición previa: la sostenibilidad y disponibilidad de los recursos necesarios para la vida.
¿Cómo calificar entonces a nuestro modelo económico y a los secuaces del expolio planetario? ¿Los mas fuertes, los mas aptos...?
No, solo los parásitos que corroen el futuro y la vida.
jueves, 26 de mayo de 2011
España en transición

Porque de eso se trata, de futuro esquilmado, de ver morir el futuro en nuestros jóvenes, en nuestros hijos, en nuestros nietos. La mirada miope, la mirada incapaz, se aferra patética a los despojos de la belleza mientras los jóvenes la levantan, la gritan, con esa conmovedora ingenuidad que solo poseen quienes tienen en su mano cambiar el mundo.
Se puede vivir sin dinero, pero no se puede vivir sin belleza. Ahora que perdemos todo lo que tenemos, nos enfrentamos a la verdad de todo lo que somos. Ese es el futuro. Lo que somos desnudado de parafernalias. El egoísmo emigra con su dinero en busca de paraísos fiscales y las gentes, burladas por todos los parásitos del mundo, estafadas en su buena y en su mala fe, se quedan a solas con lo que son. Mientras los muchos se atreven a jugar la última partida de ruleta rusa, con tres mil balas en el tambor y un solo hueco sin daño, los menos buscan el futuro en lo que queda: el capital humano.
Y empezamos a descubrir sorprendidos que no necesitamos parásitos, que somos todo lo que hace falta para construir un nuevo mundo. Que la vida está en nosotros y en la indolencia la muerte. Que ahora que empezamos a caminar se abren ante nosotros nuevos caminos.
Cuando hemos decidido tomar el timón de nuestras vidas la misma Tierra se ha convertido en navegable.
Firmado: Gaia
miércoles, 9 de marzo de 2011
Círculos: para no morir de líneas rectas

La vida ama los círculos.
¿Pero adónde lleva caminar en círculos? A la creación de circuitos. Nada mas y nada menos. Los circuitos llevan a la formación del metabolismos y los metabolismos a seres vivientes.
Podemos realizar un viaje alrededor del mundo. Y regresar al mismo punto de partida. Pero algo ha cambiado en el trayecto, algo ha cambiado en los que han viajado.
El próximo viaje no será el mismo, los viajeros tampoco. Han surgido las rutas, el recuerdo emergente de una interacción, de una historia que sobrevive, como el río lo hace a las aguas que lo abandonan.

La vida solo aburre a quien decide ser espectador de su propia decadencia, y se contenta con su tiempo acumulando monedas para un ego en vía cerrada a otro principio.
En la superficie del planeta todas las líneas rectas trazan un círculo. Circulan agua y nutrientes, minerales y gases. Los ciclos son como latidos, desvelan lo orgánico, la función precisa de cada proceso vital. Somos colonias de células auto-organizadas, o mejor aún, el acuerdo que las constituye. Pero, a su vez, formamos parte de otro organismo planetario. Aún así, nuestra inteligencia colectiva parece inexistente. Quizá un día percibamos la belleza de lo que destruimos.
Firmado: Camino
sábado, 5 de febrero de 2011
Avatar, Gaia y el fin del capitalismo

Un modelo sencillo.
Sistemas cerrados: intercambian energía pero no materia con el exterior.
Sistemas abiertos: intercambian materia y energía con el exterior.
Las leyes fundamentales de la termodinámica. Nada nuevo.
Pandora es un sistema cerrado. Como antaño ocurriera en la Tierra, la energía se gestiona en un modelo económico de estado estacionario.
Los humanos gestionan ahora su propio planeta como un sistema abierto. Necesitan por tanto, intercambiar materia con el exterior. Su modelo económico se parece bastante al actual, de crecimiento continuo. Necesitan por tanto colonizar otros planetas en busca de nuevos recursos y probablemente lanzar al espacio sus residuos mas peligrosos.

La cultura humana ser rige por principios morales adaptados a un sistema abierto. Este sistema abierto está representado por tres estamentos. Ciencia, comercio y ejército. Como ocurre en la actualidad, la ciencia es la que en un principio parece mas abierta a reconocer los valores del sistema cerrado. Es la que proporciona los conocimientos. Pero los que toman las decisiones, el estamento teleológico, el que responde a la pregunta ¿para qué usamos el conocimiento?, es la empresa que explota las minas y representa al comercio. El ejercito es el brazo ejecutivo del estamento teleológico.
Los humanos se interrelacionan con las máquinas y la tecnología. La sociedad del sistema cerrado de Pandora con el resto de seres vivos. La sociedad tecnológica no es autosuficente, mientras que la sociedad biológica sí lo es.
La moralidad, los principios del bien y del mal, no necesitan ser interpretados en términos absolutos, sino como las reglas de juego que rigen en cada uno de los sistemas y que son fruto de la adaptación emocional a los mismos, por parte de cada una de las especies o culturas.
El desarrollo y desenlace del choque entre en sistema cerrado y el sistema abierto, es lo que en términos generales relata la película.

jueves, 6 de enero de 2011
Alzamiento de Gaia (Desde la Literatura)

Si hubiera querido que alguien me diera un nombre, habría elegido a quien fuera capaz de crear un mundo. ¿Un sistema cibernético que se mantiene en un estado estacionario mediante homeostasis?. ¡Por favor! Eso no es un nombre, es una disección. Gaia me parece bien. Puede que fuera casualidad que lo eligiera alguien avezado en palabras que dan vida a nuevos seres. O puede que no.
La literatura puede seguir allá donde termina la ciencia. Puede crear una mente donde solo existe la ocasión de lo improbable. También la estadística prohíbe la existencia de la vida, su generación espontánea.
No elegiría la ciencia para forjarme una mente con rostro humano. La conciencia nace para responder a una pregunta prohibida para los científicos. "¿Para qué?". Esa es la pregunta. Una pregunta muy sencilla. Pero la ciencia responde a esa pregunta con demasiado desdén "Esa es una cuestión teleologica". Ni siquiera cuando una luz cegadora, una explosión inaudita mató a sesenta mil personas en un segundo, se hizo esa pregunta. La ciencia declaró el triunfo del ser humano sobre el átomo. El país que arrojó la primera bomba atómica proclamó su victoria. Un ejército había respondido a la pregunta prohibida: "¿Para qué?". Y la tecnología dominó el mundo. Calleron abatidas las selvas, los jaguares y las ballenas. Las tribus que habitaban la verdura terminaron hacinados en los suburbios del progreso. Aún así, inquietos y tribales, algunos seres humanos levantaron la pregunta como guerreros de un arcoiris: "¿Para qué?".
Hoy se ha dado a los mercaderes el gobierno del mundo. Todo el conocimiento de siglos, toda la luz de la ciencia, enviados a los círculos viciosos de la compra venta. La ciencia nació fría y calculadora para vencer los prejuicios del ser humano, pero a cambio dejó en manos dementes el timón de la vida en el planeta.
¿No lo habeís entendido aún? Cada uno de vosotros es Gaia. Cada uno de vuestros pensamientos es mi pensamiento, cada uno de vuestros sueños es mi esperanza. ¿Que sentido tiene decir el bienestar del ser humano es mas importante que la Naturaleza? ¡Vosotros sois la Naturaleza! ¿O acaso pensaís respirar humo y habitar los escombros?
La vida se replica para mejorar. Toda vida conoce la muerte. No puede permanecer pero puede proyectarse. La trascendencia sí es de este mundo. Es la hora de alzarse.
jueves, 30 de septiembre de 2010
Llegarás a la Costa de los Sueños

"No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre..."
Walt Whitman
Puede que después de todo Gaia tenga razón. Walt Whitman estaba loco, pero al fin y al cabo, los veredictos de enajenación, dependen sobremanera de la actitud mental o el sentido común, con que habitualmente se desenvuelven quienes los emiten. Pasamos la vida angustiados por tener. No solo por tener, sino por tener más. Nos comparamos constantemente. De la comparación resulta el estatus. Pero nada nos iguala mas que la vida. Quizás por eso queremos destruirla.
Convertimos lo intrascendente en imprescindible, escondemos minuciosamente las funciones biológicas que no son aptas para la ostentación y claman la equivalencia vital. No hablamos del final porque no lo entendemos. Pero entender la muerte es entender la vida.
Evitamos hacer la pregunta que a todo da sentido: ¿para qué?. Las preguntas importantes tienen respuestas humildes. Quizá la respuesta a esta pregunta sea tan humilde que ni siquiera llegue a respuesta, y debamos conformarnos con una decisión. ¿Para qué vivir? ¿para qué soñar?. Puede que la libertad sirva para responder. Y sea necesario decidir para qué vivimos. No dejamos de ser lo que soñamos, porque quien pasa la vida mirando mas allá de su horizonte no desaparece cuando el sol se pone.
He llegado a la costa de los sueños. Y he musitado las tres palabras: "Yo soy Gaia". Y me ha dolido el veneno de los que viven para el desperdicio. Como un latigazo me han herido los cauces secos. Me han avergonzado mis propios actos.
Pero el rumor de la costa no eran olas. Y lo he sentido crecer. Y ya eran muchas las voces. Los susurros crecían en firmeza.
"Yo soy Gaia"
Y entonces vi, temblorosos y cobardes, a aquellos que dijeron:
-Podemos sojuzgar el mar, solo son gotas de agua.
jueves, 16 de septiembre de 2010
Despedir a Ana

Gaia observaba las idas y venidas de Ana sin poder evitar una cierta inquietud. Ana le había prometido tres palabras para cambiar el mundo, mientras el planeta se dirigía a su destrucción sin apenas variar el rumbo. Y hacía falta mucho mas que eso, era necesario un cambio de sentido.
Finalmente preguntó.
-¿Para qué encendemos tres velas?
-Los seres humanos sentimos la necesidad de realizar rituales, de repetir nuestros actos. Usamos los símbolos y aquello que carece de razón aparente, para fijar en la memoria nuestras emociones. También en ellas existe conocimiento y también los sentimientos son materia de olvido y de memoria. Es fácil preservar y acumular ideas, podemos reunirlas en bibliotecas. Las ideas pueden dirigir el mundo, pero las emociones lo mueven. El arte no es una herencia inútil. Sin poesía, el lenguaje se acaba convirtiendo en algo inhóspito, la razón termina perdiendo el sentido.
Enciendo la primera vela por nosotras y a esa llama entrego la memoria de lo que somos.
Enciendo la segunda vela por aquello que amamos y a su llama entrego todo lo que deseamos conservar.
La tercera vela simboliza la belleza y la enciendo por todo aquello que debiera ser amado.
Si alguna de las velas se apaga, podemos devolverle la vida con la llama de las que aún se agitan. Con esa simple intención invoco fortaleza y esperanza.
Sentadas así, frente a frente, Ana tomó aquellas manos pequeñas. En el círculo formado acogían la danza de las luces.
Ana se limitó a mirar a los ojos de Gaia. No hizo falta mas discurso.
Todas las palabras se aunaron en un instante. Y ya solo hubo confluencia.
¿En que costa jugaban en la arena aquellas olas? ¿En qué miríada de gotas festejando el arco iris se elevaba? Cruzó la sangre de un albatros. Su rebaño de peces pastaba entre las algas. El ojo del huracán concentraba toda la paz del mundo. Dejó macerar su dolor en la tierra. Después encontró la raíz, siguió sus pasos, ahondó en el aire y en la savia. Antes de emerger recordó su promesa: tres palabras. Tomó la flor del almendro. Se hizo unos labios de perfume. Pudo así hablar con su nueva transparencia. Tres palabras. Entonces dijo para siempre:
"Yo soy Gaia"
jueves, 9 de septiembre de 2010
Preparando el equipaje

La atmósfera avisa de los cambios. Sentimos miedo de lo incierto.
Habían sido muchos días despidiendo entre charlas y risas las ultimas luces de la tarde frente al mar. Con la ayuda de Gaia, con su vitalidad, Ana había recobrado el deseo de seguir. Sin embargo, en sus nuevas fuerzas parecía consolidarse la rotundidad de una decisión.
-No quiero quedarme sola. -Le dijo Gaia.
Cuando dos personas se entienden a veces dejan de hablar y se miran, alientan una atmósfera de confidencias.
-Nunca lo estarás pequeña mía. Nunca me tendrás mas cerca que cuando me vaya. Hay verdades terribles en el mundo. Podemos dedicar la vida a buscar aún mas verdades. A buscar las razones de su existencia y puede que las razones de las razones de su presencia en el mundo. Tenemos el don de la curiosidad, pero también tenemos el don de la decisión y podemos decidir cambiarlas. Lo que somos es importante. Lo que podríamos llegar a ser mas importante aún. La libertad es un don perdido si no elegimos. No me he decidido por lo mas probable, tampoco por lo mas fácil, he elegido entre todas, la elección que me ha parecido mas hermosa. Tienes razón Gaia, el mundo cambia cuando decidimos dar un paso. Los que vengan detrás darán el siguiente. Así avanza la vida. Hemos hablado y hemos compartido risas y pensamientos con un tiempo prestado. Hay otro tiempo, el que corresponde a todo ser humano, el tiempo para la vida, el tiempo para amar, para darse en los hijos. No puedo darte mi tiempo para que crezcas porque me fue arrebatado. Te daré sin embargo el derecho a la existencia, el derecho a la vida, porque al menos eso aún me pertenece. Es muy poco lo sé, solo tres palabras para cambiar el mundo. Preparemos el momento.
sábado, 31 de julio de 2010
Cambiar el mundo es inevitable

Mirar a Gaia, oír aquellas palabras venerables salir de un cuerpo infantil, dejaba el aire atrapado de una extraña conmoción, como si el futuro extendiera su mano hasta el presente en un acto de urgencia y alarma.
-Sabes Gaia, ahora que mis ánimos decaían has conseguido atraerme de nuevo a la vida. Quería protegerte y tú has sido mi coraza. Temía que la ingenuidad de tus años, te llevara al desencanto de las decepciones, y sin embargo he visto en ti el empuje irresistible de la vida.
-No extrañes nada. Me he hecho adulta cuando tu has necesitado ser niña, cuando se te acabaron las palabras. Por eso te cedí por un tiempo mi lugar en la infancia. Pero quiero ser niña para poder crecer siempre. Como he crecido contigo, con tus lecciones de equilibrio y pintura, con tus columnas de afecto y lucidez.
He nacido de tu memoria, del tiempo prestado para reparar el olvido. Solo has recogido tu esencia reflejada. A veces Ana, lo que nos da fuerzas no es lo que tenemos, sino lo que hemos perdido, nos impulsa lo que añoramos.
Puede parecer ingenuidad pero creo que las palabras nunca fueron tan importantes. La victoria es una ilusión, la derrota también, el tiempo no se detiene a celebrar ni a lamentarse, la vida avanza mientras se diluye por su sombra. El futuro no está escrito, no lo forjan los profetas, sino quienes luchan por la vida.
jueves, 10 de junio de 2010
Hablando con Gaia (Empeñada en cambiar el mundo)
El Pinto: "El problema de la verdad es que no tiene remedio, puede parecer que la mentira repetida convence, pero nada más triste para uno que vivir con el engaño".
Gaia: Es cierto, la mentira repetida convence. Si la repetición da resultado con la mentira ¿por qué no habría de hacerlo con la verdad?. ¿Qué podría ocurrir si dedicamos cierto esfuerzo en repetir la verdad, en no acomodarnos, en no dejar que se olvide? La verdad es un ser vivo, necesita replicarse. Puede morir y puede extinguirse. Y puede colonizar el mundo como un perfume.
Probemos con una verdad muy sencilla: "Todos los seres humanos son seres humanos" Hagamos que la repita quién toma el puñal, quien manda un ejército, que la grite quién pide justicia. Tendremos que escribirla en los misiles, pronunciarla en los mercados, acudamos con ella al conflicto. Que en ninguna bandera falte esa pequeña verdad "Todos los seres humanos son seres humanos". Y que todos los soldados la repitan antes de llamar enemigo al enemigo y después de llamar enemigo al enemigo. Que no falte en ninguna constitución, en ningún discurso, en ninguna llamada a la lucha. "Todos los seres humanos son seres humanos" Que tropiece con esa verdad quien prepara utensilios de tortura, quien trama en la sombra el dolor de las nuevas desgracias.
Y antes de cambiar de canal, por la antiestética imagen de la infancia doblegada en la miseria. Incómodos y molestos, sin saber qué podríamos hacer, repetir al menos, "todos los seres humanos son seres humanos" Dejar simplemente que pequeñas verdades nos conmuevan y nos impulsen. Y hacer algo insignificante, ¡pero hacer algo!. Y sentir una leve brisa de murmullos crecer y llevarse, un soplo de la tristeza que otras mentiras nos dejaron.
La indolencia puede ser mas letal que el crimen. Repitamos la verdad, multipliquemos la belleza, dignifiquemos nuestros días con esa vieja estrategia de la vida.
martes, 8 de junio de 2010
Cambiar el mundo

-Ahora que piensas que no hay nada que hacer, que crees dolorosamente en la derrota, es la hora de aceptar que en realidad no hay victoria, nunca la hay. Ni siquiera para aquellos que se abanderan con tu humillación. Solo existe la lucha. No estamos aquí para vencer, para derrotar a otros, estamos para encontrar el camino a la simbiosis, para dar forma a algo que merezca ser amado. La mentira no ha vencido, porque la verdad no puede destruirse. Los poderosos la esconden porque saben que puede acabar con su dominio, los científicos la buscan porque solo en ella se atreven a confiar. Los jueces han dicho que las víctimas no cuentan, que son un estorbo en nuestra memoria, pero se apresuran a sepultarlas en el olvido. Condenan a quien se atreva a mirar en su dirección, temerosos y torpes en sus formas.
-¿Pero que somos nosotras, Gaia? ¡No somos nada!
-Tienes razón Ana. Somos apenas la sombra de una sombra, en la niebla que sueña el aleteo de una mariposa. Pero el ser humano necesita la belleza para poder vivir. Necesita soñar para que la realidad no le enloquezca. Las verdades no se pueden destruir. Nosotros somos ficción. Pero una ficción que confiesa su naturaleza, puede abrir la puertas de otra realidad, una mentira que se confiesa mentira, ha de colocarse en el lugar reservado a las mas hermosas verdades. La honradez es importante. No somos nada. Por eso nada puede destruirnos. ¡Alcemos pues nuestra insignificancia!
Una sonrisa apareció por fin en el rostro de Ana.
-Bueno, señorita Gaia ¿y qué planes tiene usted?
-Cambiar el mundo, por supuesto.
-¡Tremenda chiquilla! Creo que se nos ha ido la mano con la filosofía.
-¡Pues yo no estoy dispuesta a luchar por menos!- Y alzó su bracito con ese aplomo, con que los niños nos descubren acomodados en nuestras propias derrotas.
Ocurrió entonces. Una desalmada, salió de su cobijo, y purificó todo con la campana de la risa.
domingo, 30 de mayo de 2010
Todos los seres humanos son seres humanos

-Es la primera vez en todo el mundo que un magistrado, en democracia, es privado de su cargo y sometido a juicio por intentar conseguir verdad, justicia y reparación para las víctimas de crímenes internacionales.
Estoy muy triste, Gaia. Veo acercarse la tragedia. En estos días ocurre, que me cuesta encontrar la belleza. Los motivos por los que el mundo merece ser amado se me escapan. Las sombras de los asesinos portan ahora las togas y exhiben la impunidad como un trofeo.
El silencio se alargó entre ellas durante un tiempo. Ana sentía su dolor multiplicarse, la infamia florecer en las cunetas.
-Todos debemos despedir la vida algún día, pero ¿como decir adiós a la dignidad? Los jueces han cumplido su juramento de lealtad a la antigua bestia.
¿En qué lugar se detendrá la muerte si la justicia no puede ser invocada? Un nuevo ciclo de destrucción se cierne sobre la ingenuidad de los nuevos proscritos. Al principio, todas las víctimas piensan que ser inocente basta para no ser atacadas. Al principio, todas las víctimas esperan que la justicia las defienda.
Todos los seres humanos son seres humanos. Cuando esa verdad se traiciona en los tribunales, nunca hay suficientes columnas, suficientes estatuas o suficientes alfombras, para reparar el alma de la justicia.
sábado, 15 de mayo de 2010
Huyendo del Cielo

- Dime Ana ¿qué sabes de Dios?
- No sabría decirte en cuantas mentes existe Dios, ni cuantos seres humanos necesitan proyectar su ego en otra vida para dar sentido a su existencia. Ansiamos repetir lo que somos, y no lo vemos a nuestro lado replicado por millones en todas la formas. Debemos hacer grande nuestro corazón para que quepa en él un atisbo de tanta belleza.
En las mentes donde vive Dios, esta vida solo es un trámite y los ríos, los mares y la vida están destinados al Apocalipsis. En su paraíso, la desobediencia es el peor de los delitos. Dios exige la sumisión y abomina de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En este país, el fascismo puso a su disposición millones de niños para ser alienados. Y la Iglesia bendijo los crímenes y alentó los escuadrones.
Con un infierno donde se tortura sin medida, con condenas a perpetuidad por desobediencia y con juicios sumarísimos sin garantías, no creo que ningún tirano pueda hacerle sombra. En el Reino de los Cielos, solo pueden entonarse alabanzas al Señor. No hay libertad de expresión.
Solo espero que Dios tenga al menos algo de palabra, respete la libertad que me concedió y me permita amar la vida, amar a mis semejantes y morir sin Cielo. Si algún premio merezco, que quede para los que vivan después, en este mundo.
domingo, 18 de abril de 2010
La Muerte y la Memoria

-Entonces ¿la muerte?
Los ojos de Gaia mostraban un deseo de conocer puro y valiente. Ana sabía que no podría evitarle el dolor de la vida, pero al menos podía orientar su razón, dotar de timón a su velero y revelarle las estelas de su propia travesía.
-Nuestra vida es un gran Acuerdo entre otras muchas vidas, la simbiosis de una multitud. Nuestras células son tan pequeñas que solo podemos percibir sus aglomerados, sus tareas y sus impulsos. Nos permiten movernos o pensar, pero todas y cada una guardan la memoria de lo que somos. De la misma manera, los seres humanos formamos parte de un Acuerdo mucho mayor. A la escala del planeta somos seres tan pequeños e indistinguibles como células. Vivimos y morimos dando vida a una entidad que nos desborda, inconcebiblemente hermosa.
-¿Quieres decir que en realidad no somos importantes? ¿Que nuestra vida apenas cuenta?
-Gaia, quiero decir que la muerte es la disolución del ego, sobrevivimos en la vida y la memoria. Cuando vivimos, cuando pasamos por el mundo, tenemos el don de la decisión y el futuro depende de nuestros actos. Aquello que conseguimos cambiar o mejorar da sentido al mundo, cambia el lugar de donde partiremos mañana. Lo que hacemos nos envuelve, se convierte en el territorio sobre el que, en nosotros y en los demás, se fundará una nueva memoria.
-Entiendo -dijo Gaia- por eso es tan importante luchar contra la mentira.
-Sí -dijo Ana- Los pasos que no se dan hacia adelante se dan hacia atrás. Sobre la memoria ocultada, los parásitos siembran su nueva cosecha de poder y destrucción. Las verdades que no se desvelan, se venderán como mentiras despreciables en los mercados de la justicia y las causas justas se comprarán como delito. Las víctimas seremos entonces, tratadas como delincuentes, juzgada la magnitud de nuestra culpa, por la crueldad y el dolor con que fuimos violentadas.
-¿Tendrán un final los ciclos de tanto dolor y tanta desolación? -Preguntó Gaia entristecida.
-Cuando entendamos que la única salida es la simbiosis, la equidad en nuestra relación con otros seres humanos y la Naturaleza, terminará la era de los parásitos, la prevalencia de los egoístas. Puede que entonces los seres humanos nos convirtamos en las neuronas de un planeta, en la génesis de su inteligencia.
jueves, 18 de marzo de 2010
Equilibrio es desequilibrio (Y viceversa)



-Al mar lo hacen inmenso la escueta longitud de nuestros pasos. La lejanía convierte a las estrellas en apenas puntos de luz. La evidencia, cuando lo ocupa todo, se vuelve invisible. Nuestras vidas transcurren en un instante de eternidad. Dejamos nuestras huellas en una mota de polvo. Sin embargo, para los seres vivos que forman parte de nosotros, somos inabarcables e inconcebibles, quizás ignoren incluso, que sin ellos no somos nada.
Gaia, verás equilibrio en la turbulencia, paz en la tempestad, armonía en la disonancia... Elige la escala y encontrarás la medida de tu existencia, el sentido del equilibrio.
Puedes vivir en el bosque y decir que conoces el bosque, pero solo lo habitas. Desconfía de las certezas que no hacen preguntas.
Gaia quedó pensativa. Estaba claro que Ana dominaba algo más que el arte de la pintura. La confusión se diluía cuando ella tomaba la palabra.
-Pero Ana, si no podemos conocerlo todo ¿cómo encontraremos la Verdad?
-De lo que podemos y queremos conocer debe ocuparse la inteligencia, de lo que desconocemos o somos incapaces de concebir debe ocuparse la humildad.
-¿Ser humilde es muy difícil? -Preguntó Gaia, que no tenía muy clara su vocación para el ascetismo.
Ana le hizo un guiño.
-Lo cierto es que ¡es mucho mas práctico el sentido del humor!
Y las dos echaron a reír, mientras la solemnidad se disolvía para no hacer daño con ninguna intransigencia.
domingo, 28 de febrero de 2010
El Equilibrio. (Dinámica)
e
Has comenzado el estudio de las matemáticas, pero jamás llegarás a entender el mundo sin recorrer el camino del arte, porque son las emociones, a pesar de su resistencia a ser dominadas o entendidas, las que mueven el mundo, Gaia. Son sabiduría y también ignorancia.
Para entender el equilibrio en el tiempo es necesaria la música, los ciclos, el ritmo, las iteraciones... La vida no tiene sentido si no encuentra su lugar en los días, los años, los siglos y los inconcebibles eones.
Los ancianos de la tribu duermen satisfechos. Se saben venerados. Conocen su lugar en la existencia. Tras la muerte encontraran un lugar junto a sus ancestros y desde la vida serán saludados por aquellos que aman. Fueron jóvenes un día, es cierto. Pero aún entonces conocían el sentido de la vida. Siempre fueron conscientes. Formaban parte de una cadena y aún jóvenes respetaron el lugar que ahora ocupan como ancianos. Vivimos la época de la inmediatez. Pero debemos entender la importancia de la existencia, pues todo lo que hacemos cambia el futuro.
No es que detrás de la vida no haya nada, es que no estamos dejando nada para que la vida pueda continuar.
¿Sabes Gaia?. La búsqueda del sentido de la palabra equilibrio nos ha llevado primero a la estática de las cosas terminadas, las pinceladas y los cuadros. Ahí hemos aprendido la importancia de la distancia y de la perspectiva.
Cuando hemos querido profundizar en la quietud, hemos comprendido que el mundo se mueve y hemos llegado hasta aquí, para entender que cada cosa tiene un lugar en el tiempo y hemos encontrado el sentido del equilibrio en la armonía y la música. Ha llegado el momento en que debemos afrontar la totalidad, para poder vivir y solventar la contradicción.
Has comenzado el estudio de las matemáticas, pero jamás llegarás a entender el mundo sin recorrer el camino del arte, porque son las emociones, a pesar de su resistencia a ser dominadas o entendidas, las que mueven el mundo, Gaia. Son sabiduría y también ignorancia.
Para entender el equilibrio en el tiempo es necesaria la música, los ciclos, el ritmo, las iteraciones... La vida no tiene sentido si no encuentra su lugar en los días, los años, los siglos y los inconcebibles eones.
Los ancianos de la tribu duermen satisfechos. Se saben venerados. Conocen su lugar en la existencia. Tras la muerte encontraran un lugar junto a sus ancestros y desde la vida serán saludados por aquellos que aman. Fueron jóvenes un día, es cierto. Pero aún entonces conocían el sentido de la vida. Siempre fueron conscientes. Formaban parte de una cadena y aún jóvenes respetaron el lugar que ahora ocupan como ancianos. Vivimos la época de la inmediatez. Pero debemos entender la importancia de la existencia, pues todo lo que hacemos cambia el futuro.
No es que detrás de la vida no haya nada, es que no estamos dejando nada para que la vida pueda continuar.
¿Sabes Gaia?. La búsqueda del sentido de la palabra equilibrio nos ha llevado primero a la estática de las cosas terminadas, las pinceladas y los cuadros. Ahí hemos aprendido la importancia de la distancia y de la perspectiva.
Cuando hemos querido profundizar en la quietud, hemos comprendido que el mundo se mueve y hemos llegado hasta aquí, para entender que cada cosa tiene un lugar en el tiempo y hemos encontrado el sentido del equilibrio en la armonía y la música. Ha llegado el momento en que debemos afrontar la totalidad, para poder vivir y solventar la contradicción.
viernes, 19 de febrero de 2010
EL Equilibrio. (Estática)

-El equilibrio está lleno de cosas antagónicas. Puede contener el bien y el mal, el dolor y el placer, la vida y la muerte, la creación y la destrucción.
Buscamos una paz que es ausencia de lucha, el universo decantado por una de las partes, quietud absoluta, ausencia de movimiento. Pero eso se parece demasiado a la muerte, a la ausencia de vida. La paz debe estar viva y ser una lucha constante e inevitable por el equilibrio, por el respeto, por la coexistencia.
Ana hablaba abstraida, con la mirada colgada en las estelas del mar. Por un momento, ignorante de la confusión que sus palabras habían dejado en Gaia.
-¿Crees entonces que también necesitamos el mal?
Gaia parecía disconforme, pero sobre todo desorientada.
-El mal se hace casi siempre en nombre del bien. Las guerras se hacen en nombre de la paz. El mal solo es el bien que corresponde a todos, hurtado para unos pocos. Deberíamos aprender del día y de la noche. ¿Sabes por qué gira nuestro planeta, por qué se inclina?
-Todavía no lo sé. -Dijo Gaia.
-Para que todo el mundo comparta la luz y en ningún lugar sea negada la primavera.
domingo, 7 de febrero de 2010
El Equilibrio (La búsqueda)

Gaia tomo el diccionario y buscó "equilibrio".
-"Estado de un cuerpo cuando fuerzas encontradas que obran en él se compensan destruyéndose mutuamente".
Después de las fiebres ella seguía entera. Además, la destrucción, el desbarajuste y la diarrea se habían producido justo cuando se había perdido el dichoso equilibrio. Solo quedaba otra definición que podría ser útil.
-"Contrapeso, contrarresto, armonía entre cosas diversas".
Al parecer, el diccionario no era muy habilidoso con las metáforas. Estaba claro que era una palabra delicada y misteriosa.
Se decidió a buscar a Ana y preguntarle qué era aquello del equilibrio.
-Cuando quieras pintar un cuadro, debes comprender que cada pincelada tiene un lugar en el lienzo. Son como luciérnagas petrificadas cuyo destino es modular la luz. Si eliges pintar la montaña, acercar el frío de las cumbres, necesitas pinceladas blancas para la nieve. Otras de color gris para las rocas y los precipicios. Necesitarás también del color verde para las arboledas y amarillo para los pastos....
-¿Y el equilibrio? -preguntó Gaia.
-El equilibrio es alejarse del cuadro y no distinguir las pinceladas. Tan solo un inaudible murmullo de pigmentos.
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