Usando bloques de cemento de unos 25 cm de altura, acoto sobre el pavimento de hormigón de un patio interior un espacio de casi tres metros cuadrados. En días y meses sucesivos voy añadiendo materia orgánica variada, desde una bolsa de serrín hasta desperdicios de cocina, así como restos finos de poda y algo de ceniza. Avanzada la primavera consigo pasto verde procedente de las limpiezas y desbroces que se realizan en la época para evitar el peligro de incendio. Alcanzo así algo más de la mitad del volumen del bancal. En un principio son los hongos y mohos quienes se encargan de la descomposición. Cuando el suelo se cubre por completo, las lombrices rojas provenientes del bancal contiguo comienzan a colonizar la materia orgánica y a producir humus. Coloco algunas losas de piedra, madera o corcho para dar refugio a las lombrices y reducir la evaporación del suelo.
Antes de transcurridos seis meses, procedentes de plantel, planto varias calabazas, algunas lentejas y algo de maíz dulce. También otras semillas que no llegaron a prosperar.
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Bancal sobre pavimento de hormigón de 405 cm x 67 cm (2,7 m2) En apenas seis meses se inicia el cultivo sobre la basura orgánica acumulada. |
El cultivo y la cosecha
De junio a octubre se desarrollan sobre todo las calabazas que dan una cosecha de unos 20 Kg. También recojo algunas mazorcas de maíz dulce. En realidad no esperaba que un cultivo pudiera completarse cuando la materia orgánica apenas se había descompuesto. Sabemos que las plantas no pueden absorber los nutrientes directamente de la materia orgánica, por lo que es de suponer que la labor de las lombrices ha sido muy importante. Con la subida de las temperaturas, a finales de primavera y durante el verano, las larvas de mosca se incorporan al proceso, acelerando la formación de humus.
Transcurrido un año aún sigo incorporando restos de cocina y materia orgánica que deposito bajo las losas de piedra. Por supuesto, los restos del cultivo se devuelven al bancal cerrando el círculo de nutrientes. Conforme transcurre la formación de humus el volumen se reduce mucho por lo que todavía no he completado el total disponible. Sin embargo, la cosecha de invierno, con algunas habas y cardos, se desarrolla con normalidad.
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En algo mas de cuatro meses se ha obtenido una cosecha de 20 Kg de calabaza. Se puede apreciar que la superficie de la parte aérea del cultivo es mayor que la del suelo (5 julio). |
Conclusión
Simplificar los procesos, realizando el compostaje a pie de cultivo parece viable y puede ser interesante en el cultivo en contenedores. Así, las lombrices de tierra no solo aportan su preciado humus sino que también construyen sus galerías en el medio de cultivo permitiendo el ahorro del laboreo en el huerto urbano.