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viernes, 14 de septiembre de 2018

¿Por qué dimite la sensatez? El abandono del ministro de estado francés de Transición Ecológica.


...y eso es sintomático de la presencia de los lobbies en los círculos del poder. Y en un momento u otro hemos de poner este problema sobre la mesa, porque es un problema de democracia. ¿Quién tiene el poder? ¿Quién gobierna?

 No hay un cuestionamiento del modelo agrícola dominante, sigue buscándose el crecimiento a toda costa. Seguimos sin distinguir lo que tiende a la solución de lo que es parte del problema.
 
 ¿Creéis que Europa va a poder vivir rascándose la tripa mientras le hemos infligido al África un cambio climático que ha vuelto sus tierras totalmente estériles?
                                                                     Nicolas Hulot

 La razón y la sensatez nunca estuvieron con el poder sino con la responsabilidad, con esas utopías al alcance de la mano que se dejaron morir de estupidez. No se puede cambiar la mente del psicópata y Hulot lo ha comprendido. Si no puedes hacer nada por salvar al sistema déjalo caer, cuanto antes. No intentes derribarlo o afianzarlo porque acabarás sepultado entre sus escombros. Dar un paso para alejarse del precipicio no cambia nada cuando se dan diez pasos hacia el colapso. Si la voluntad del suicida es inquebrantable, no le des excusas ni te ofrezcas como chivo expiatorio.

 Lobbistas en los gobiernos, influencers en las redes sociales y publicidad hasta hacernos vomitar. Pueden controlar las mentiras, pero la verdad no necesita de nuestra fe o nuestra aprobación. Einstein estaba en lo cierto. La realidad sigue ahí aunque no la miremos. Llegados a los límites, la Naturaleza no negocia. No hay premios ni castigos, solo consecuencias. Da igual lo que creas o lo que reces, solo cuentan los actos. De los dioses solo quedarán los templos derruidos.
Un liberalismo con la responsabilidad amputada no puede sino ocultar su crimen contra la vida en la Tierra. La fe en los mercados no solo salva sino que también condena. Nos condena a todos. Incluso a sus apóstatas y a quienes siempre recelamos.

 Alcanzada la cima del poder político, la sensatez ha dimitido. De nada puedes convencer a quien no quiere saber. El miedo a la verdad es tan sordo de como el miedo a la responsabilidad.
Se acabó. No es posible el capitalismo verde, solo el capitalismo hipócrita.

- Dimisión de ministro francés de Transición Ecológica Nicolas Hulot. Traducción de la entrevista.

- Nicolas Hulot. Wikipedia.

miércoles, 7 de marzo de 2018

El laberinto monetario y la sociedad inmóvil ¿Podemos cambiar algo de nuestro mundo?

Por Jesús Nácher en representación de Autonomía y Bienvivir

Entre las ideas más prometedoras para gatillar cambios sociales de largo alcance, de esos que no sabemos hasta donde nos pueden llevar, podemos citar la Renta Básica Universal, el trabajo público garantizado, la reforma del sistema monetario, o la utilización de las rentas no ganadas, en el sentido ricardiano, como base del sistema impositivo. Desde Autonomía y Bienvivir hemos dedicado parte de nuestro esfuerzo a la divulgación de esas brillantes ideas. Sin embargo, en este punto de mi recorrido intelectual me asaltan una serie de dudas, en ningún caso pienso que estas sean malas ideas, pero debo reconocer que aisladamente, en una sociedad compleja como la nuestra, es difícil pensar que una sola medida tomada de forma aislada pueda tener un gran impacto transformador.

Tomaremos una de ellas como epítome, la reforma monetaria. De forma telegráfica, y aunque evidentemente no hay un consenso sobre qué problemas tenemos con el sistema monetario, a mi juicio el principal es que el dinero se crea de forma privada. La mayor parte de la oferta monetaria de un país son depósitos a la vista o a plazo que crean los bancos comerciales al conceder un crédito. Naturalmente, los bancos hacen esto para ganar dinero, y por ello crean el dinero con interés. Cuando el dinero se crea de forma pública o comunitaria se puede crear sin interés, pero no ocurre lo mismo cuando el dinero se crea de forma privada. Otra consecuencia de este mecanismo de creación del dinero es que quienes tienen en su mano la impresora intentarán crear todo el que sea posible, para maximizar sus beneficios. Ello favorecerá que haya periodos de abundancia de dinero a consecuencia de un boom de crédito, seguidos posteriormente de periodos de escasez, cuando la carga de los intereses va creando oleadas de impagos que propician un estrangulamiento del crédito, que a su vez provoca más impagos. Una explicación más detallada de esta problemática y de todos los hechos que históricamente nos han conducida hasta ella la expuse en una serie de artículos en Autonomía y Bienvivir: La ciencia pérdida del dinero, Modernizar el dinero y Frederick Soddy y el dinero endógeno.

Para minimizar sus riesgos la mayor parte del dinero así creado está garantizado por activos, de forma muy especial suelo (o construcciones con suelo incluido), ya que es un recurso natural finito y limitado cuya oferta es sencillo monopolizar. Los bancos tienen pocos incentivos para ser prudentes en la concesión de crédito, ya que en la parte descendente del ciclo podrán expropiar la garantía de los préstamos, y si a pesar de ello todavía resultan perjudicados el Estado saldrá en su rescate para evitar una profunda crisis de liquidez que se lleve por delante negocios que de otra forma serían rentables. Todo el sistema funciona como una gigantesca aspiradora que succiona rentas de abajo hacia arriba. Una explicación más detallada de la relación entre rentas no ganadas y sistema monetario la desarrollé en Cómo conocí a mi extractor de rentas y entré en servidumbre por deudas: “Capitalismo popular” o el auge del capitalismo de los rentistas.

Por último, hablé de cómo reformar el sistema monetario de forma que se minimizasen todos los aspectos negativos en Por qué #nodebemos, #__pagamos (conclusión), Dinero vs Energía: El pensamiento económicos de Frederick Soddy y Dinero libre y sostenible, la solución a los desahucios y a la deuda pública. En resumen, prohibir la creación de depósitos mediante crédito, y crear el dinero que la economía vaya necesitando a través del Tesoro Público, en forma de gasto. Sin embargo mi propósito de hoy es cuestionar, en cierto grado, esta solución.

Porque los problemas sociales no se solucionan como los de matemáticas. No es sólo una cuestión “técnica”. Vivimos en una sociedad muy compleja, donde cada uno de nosotros se ha especializado en realizar determinadas labores. Si alguien practica con la guitarra ocho horas al día seguramente terminará tocando mejor que alguien que la toca por divertirse al salir de su puesto de operario en una fábrica. Mayor especialización, mayor productividad. Pero dependes del panadero para tu comida y del mecánico para arreglar el coche. Eso no es grave, puedes verles cara y hablar con ellos. Pero también dependes de que los bancos sigan inyectando crédito y creando dinero, y de que los funcionarios del Banco Central decidan si hay que subir o bajar los tipos de interés del dinero. Ellos no te conocen, ni tienen en cuenta tus emociones a la hora de tomar sus decisiones y aplicarlas con la máxima frialdad y rigor.

Pero el funcionario del Banco Central aplica la teoría económica, un conjunto de “conocimientos” socialmente construidos que, pese a no tener la categoría de “científicos”, sí al menos son tácitamente reconocidos como “conocimientos” de un tipo distinto, cualitativamente superiores a los que quedan fuera de ese corpus teórico. Claro que esa teoría se define y construye socialmente, pero no con la participación de todos. Son los académicos, desde las universidades, los que van seleccionando aquello que debe ser incluido y excluido del conjunto de “conocimientos” de la disciplina, y es esa teoría la que determina como actúan los funcionarios del Banco Central.

Así que nos movemos en un entorno muy complejo, en el que suponemos que cada persona cumple su función, aunque no tengamos ni la más remota idea de lo que ello significa. El individuo termina valorando simplemente que el entorno sea estable, y cuando este entorno estable se ve sacudido por eventos extraordinarios como crisis económicas, protestará, quizás cambie su voto, y rezará porque se vuelva a recobrar la estabilidad, aunque no termine de comprender muy bien ni las causas de la sacudida ni las del retorno a la normalidad.

Todo este conjunto de hechos nos lleva en una sola dirección, hacia un reino llamado APATÍA, la ausencia de deseo, la indiferencia hacia lo que ocurre a nuestro alrededor, que entendemos se encuentra a diez mil millas de poder ser mínimamente alterado por nosotros. Es el reino del consumismo, de la proliferación de ofertas comerciales para experiencias y sustitutivos de relaciones humanas. Aprendemos y comprendemos que no tenemos ninguna influencia sobre el entorno, y en consecuencia perdemos interés por él, y como hemos perdido interés en él nuestra capacidad de lograr algún cambio se reduce todavía más.

En ese contexto las narrativas simplificadoras golpean con toda su fuerza. La razón es la fuerza capaz de despejar el camino y arrojar a la cuneta cualquier dificultad que se interponga en el avance de un progreso lineal y constante. El “experto” es el sacerdote de la nueva religión de la razón, aunque la experiencia muestre (como por ejemplo en el documental La industria de los expertos) que no consigue mayor porcentaje de aciertos que un simio, es decir, que alguien que responde al azar.

¿Hay salida a este laberinto? Evidentemente experimentamos rendimientos decrecientes en la complejidad social, por lo tanto necesitamos reducirla. No tenemos un mapa para hacer esto, de hecho nunca se ha hecho algo semejante en la historia de la humanidad, salvo de forma forzada. Como suele ser habitual ante los problemas complejos, tenemos que actuar por tanteo. Podemos apoyarnos en la psicología para dar estos primeros pasos, en concreto en la psicología positiva o ciencia de la felicidad, ya que esta disciplina prescribe para el individuo medicinas que van en el sentido de simplificar su vida.

Poniendo por delante que como dijese numerosas veces el difunto Zygmunt Bauman no existen soluciones individuales para los problemas sistémicos, consideremos por un momento este punto de partida, el de un individuo que quiere ser feliz, realmente feliz. Entre otros aspectos, la llamada ciencia de la felicidad destaca dos cuestiones que me gustaría resaltar aquí: la importancia de las relaciones y del sentido. Tener relaciones sociales y afectivas de calidad y realizar habitualmente actividades significativas para uno mismo, como lo es para mí escribir este artículo.

Empecemos por la calidad de las relaciones. Según el sistema tiende a complejizarse, las relaciones tienden cada vez más a ser episódicas (será, por ejemplo, cada vez más raro mantener un trabajo para toda la vida) y a estar reguladas exteriormente, por ejemplo por una jerarquía si se trata de relaciones en el centro de trabajo, o por contratos o precios, si se trata de una relación de tipo mercantil como la que tenemos con la camarera que nos pone el café. En la gran urbe somos máscaras, y vemos pasar miles de máscaras cada día por delante de nuestros ojos. Incluso las relaciones de pareja, tal y como señalan Byun-Chul Han o Zygmunt Bauman, se hacen cada vez más frágiles y superficiales. Para el individuo, la vía de la felicidad consiste en ir saliendo de la rueda. Mantener un trabajo, una pareja, unos amigos. Comprar en el barrio, tener relación con quién nos hace el pan o nos arregla el coche, compartir actividades con la gente del vecindario o con un grupo estable con intereses comunes.

Respecto al sentido, nos encontramos el mismo problema que con las relaciones. En una comunidad tradicional la actividad de cada uno de los miembros juega un papel que es comprendido por todos para el mantenimiento del conjunto. El herrero repara las herramientas indispensables para extraer a la tierra sus frutos y el panadero procesa esos frutos de forma que puedan ser asimilados fácilmente por todos. Hoy conozco personas que trabajan en fábricas que hacen carcasas para misiles, y ecologistas que trabajan en proveedores del sector de la automoción.



A veces no quedará más remedio que buscar el sentido en actividades relegadas a la categoría de ocio, pero en general se trata de ir progresando de forma paulatina, dotando de sentido poco a poco a cada una de las actividades que realizamos en nuestro día a día.

En este camino de ir desarrollando una estructura interna coherente, y ponerla en consonancia con su comportamiento “externo”, el individuo irá abandonando casi sin darse cuenta la persecución de categorías abstractas como éxito, o la adicción al dinero por el dinero. Aprende a encontrar placer en las acciones que le ponen en relación con los demás y con lo que percibe como el sentido de su vida. El mundo se simplifica, aunque sea parcialmente, y ahora comprendemos en parte los problemas que aquejan a nuestro entorno y a nosotros mismos. De contemplar el desahucio de un vecino con incomodidad y tensión pasamos a participar de una economía de mayor cercanía, de la que se benefician más las personas que tenemos próximas. Quizás participamos en un banco de tiempo, quizás alguien promueve un experimento con monedas locales que permite entender mejor como se crea y como funciona el dinero, o quizás no. Sea de una forma o de otra, se comparten opiniones, información y experiencias y ello hace que se exijan unas medidas u otras a la autoridad política. La información en particular, ahora llega por varios canales, si bien no desaparecen los controlados jerárquicamente y orientados al beneficio, ya no se trata de un monocultivo, sino de un bosque en el que coexisten especies diversas.

Y de esta forma vamos escapando de la apatía y de la persecución de ideales abstractos de éxito y dinero, mientras logramos una estructura interna que nos proporciona mayor paz y felicidad, que exteriormente se manifiesta en una mayor actividad e interés por los problemas públicos y comunitarios. En este punto quizás el individuo llegue a cuestionarse, entre otras cosas, el sistema monetario, y encuentre apropiada la reforma que yo planteaba al principio de este artículo. Sin embargo, será difícil que un creciente interés ciudadano pueda llegar a filtrarse al mundo académico, sin el cual se antoja imposible cualquier atisbo de reforma.

Las universidades y las revistas que publican artículos académicos se han convertido en auténticas “fábricas de consenso”, que saben y conocen como invisibilizar a los críticos sin censurarlos, simplemente ignorándolos. Sin duda el mecanismo más eficaz para ejercer un férreo control sobre lo correcto mientras se mantiene una fachada de pluralismo. Hay diversas formas de lograr esto, una de ellas podemos ejemplificarla con un suceso de la vida del economista disidente Kenneth Boulding, tal y como nos lo cuenta Oscar Carpintero:


 Después de graduarse en Oxford solicitó una beca en el Christ Church y, por equivocación, llegaron a sus manos las cartas de recomendación que él mismo había encargado redactar a varios de sus profesores de economía. En general, todas decían que era un muchacho brillante y muy inteligente, pero al final, casi todas concluían que, sin embargo, “no es uno de los nuestros”.


Los académicos tienen interés en hacer relevante su propia corriente de investigación, y seleccionan y apoyan a aquellos que la respaldan, ya sea como doctorandos o como autores de artículos a los que citar y dar relevancia por cualquier método ¿Y que ocurre si metemos el dinero en la ecuación? Se financian las líneas de investigación más convenientes, se abren las puertas de las Bancos Centrales y otros organismos con gran peso en la agenda política, como el FMI, la OCDE, el BIS, el Banco Mundial, agencias de la ONU, etc. Todo un entramado institucional diseñado para mantener el statu quo e impedir que ideas que cuestionan el paradigma imperante puedan abrirse paso.

En la modernidad, controlar a los “sacerdotes de la razón” es la mejor forma de controlar el sistema. Quizás el activismo ciudadano pueda lograr que más personas críticas y comprometidas lleguen a participar de la academia, que se censure la enseñanza de una única corriente de pensamiento en las universidades, que los economistas disidentes gocen de apoyo y reconocimiento populares.

Todos esos cambios, sin duda lentos, podrían ayudar. Pero quizás la clave es entender que la economía no es sólo una cuestión técnica, ni siquiera principalmente técnica ¿Por qué aceptamos que el objetivo del incremento del PIB es legítimo? ¿No debería ser el bienestar de todos? ¿Acaso el incremento del PIB no tiene costes, en forma de consumo de recursos y aumento de residuos, y en forma de más trabajo (quienes vean incrementarse su renta quizás preferirían más ocio, y quienes necesiten renta seguramente tampoco la recibirán tras el incremento)? ¿Acaso todos los intercambios monetarios son buenos? ¿Nos interesa que suba el PIB porque compremos más armas? ¿O porque compremos más medicamentos a causa de que nuestra salud se deteriora por la contaminación y el estrés? ¿Acaso que el PIB suba nos permite olvidarnos de como se distribuye ese producto, está bien que algunos no ganen nada con esa subida, e incluso pierdan, mientras unos pocos, como viene siendo habitual, acaparan todo el incremento de bienes producidos?

La conciencia que tendría que extenderse cuanto antes si queremos solucionar los problemas que nos aquejan es precisamente la de que los problemas económicos son principalmente problemas morales, y por tanto políticos. En el preciso instante que consigamos eso será posible una reforma del sistema monetario, y cualquier reforma que nos permita adecuar la economía a los resultados que la sociedad considere moralmente más necesarios.

martes, 12 de julio de 2016

La estafa mas grande en la historia de la humanidad: un Nobel para la Revolución Verde.

Una acusación tan grave como la de estafa en la concesión de un premio Nobel, mas aún cuando se trata de una cuestión tan vital como la alimentación de la humanidad, debe ser puntualmente demostrada. Eso haremos en este artículo. El lector ha de juzgar, y si dispone de medios y conocimientos, también comprobar. Tomaremos en un principio, la primera definición que aparece en el diccionario de la Real Academia Española de la palabra estafa:

f. Timo, engaño con fin de lucro.
(der. Delito que comete el que, mediante engaño, abuso de confianza o uso de su cargo, se lucra indebidamente.
Una de las condiciones mínimas para mantener la coherencia en un análisis Físico de la agricultura es que todos los cálculos realizados sean a su vez magnitudes físicas expresadas en sus correspondientes unidades físicas. A partir de ellas podemos obtener diferentes tipos de rendimientos físicos: producción por Ha, hora trabajada, agua, caloría invertida, etc
La revolución verde de Norman Borlaug puede calificarse como una estafa que lleva al colapso global alimentario. La razón es tan sencilla como evidente: el aumento de rendimientos por hectárea y hora trabajada se hace a costa de un consumo de energía desorbitado, procedente de unos combustibles fósiles que comienzan su declive. En los cálculos se sustituye la energía por su precio, dando lugar a un popurrí de física y economía en el que se insertan todos los dogmas neoliberales. La agricultura industrial llega a rendimientos donde se obtiene una caloría por cada diez invertidas. Hemos pasado el pico del petróleo en 2006 según la AIE, lo que nos lleva a una situación desesperada: sin petróleo no hay comida. NO OIL, NO FOOD.
Ni siquiera las grandes corporaciones pueden cambiar las leyes de la Termodinámica, que sin embargo, son la base de la ecología. Quizá por eso la virulencia de sus campañas criminalizadoras contra el ecologismo. Nuestro modelo económico no considera los límites del crecimiento y llegado a ellos cae. Lo sostenible no es una utopía, lo sostenible es inevitable. Y sería bueno que lo sostenible no fuera un montón de escombros.
El milagro de la revolución verde nunca fue un milagro. La revolución verde consigue publicitar un aumento de rendimientos alterando la contabilidad de los rendimientos energéticos. Para ello sustituye las unidades Físicas de energía por su valor monetario, su precio. ¿pero qué ocurre cuando destapamos esta contabilidad fraudulenta?



La esencia del engaño está en el intento de imponer las reglas de la economía y del libre mercado sobre las leyes de la termodinámica. Pensar que los transgénicos son la solución mágica, puede ser un desarreglo psicológico después de haber visto la última película de X-MEN o cualquiera otra de mutantes con superpoderes.
Cuando destapamos la contabilidad fraudulenta sobre los rendimientos energéticos, el panorama es desolador. Nos encontramos ante un abismo de insostenibilidad que nos aboca al colapso alimentario. Si amitimos que la agricultura industrial salvó mil millones de vidas, ahora hemos de aceptar que su absoluta dependencia del petróleo provocará la muerte de miles de millones.


La campaña que han iniciado los premios Nobel contra la ecología puede considerarse ¿connivencia con las corporaciones o ignorancia?
¿Pueden alegar ignorancia los 25 premios nobel de Física sobre la manipulación del balance energético de la agricultura industrial?
¿Pueden alegar ignorancia los 34 premios Nobel de química sobre la imposibilidad mantener un modelo donde no se cierran los ciclos de nutrientes?
¿Pueden alegar ignorancia los 40 premios Nobel de medicina sobre las consecuencias de un crecimiento exponencial descontrolado de la población y la presión sobre los recursos?
¿Pueden alegar ignorancia los 8 premios Nobel de economía sobre el colapso del modelo económico que implica el declive del petróleo?

Si admitimos que la agricultura industrial salvó mil millones de vidas, ahora debemos de aceptar que su colapso provocará la muerte de miles de millones.



Crítica a la agricultura ecológica y biológica

Cuando se habla de sostenibilidad y de comparación de balances energéticos entre agricultura ecológica e industrial, se nos ofrecen a menudo datos y estudios que muestran que la agricultura ecológica en libre mercado no son tan buenos como podíamos esperar. Sin hacer generalizaciones, estos datos son a menudo rigurosamente ciertos. La cuestión de fondo es que insertar una agricultura ecológica en un modelo económico basado en combustibles fósiles, con maquinaria, transporte, etc puede solucionar algunos problemas pero mantiene la dependencia de esos combustibles. Debemos entender que independientemente del adjetivo que pongamos a la agricultura, un modelo económico basado en energías no renovables nunca será sostenible y transmite esa insostenibilidad al modelo agrícola.

Llegados a este punto podemos entender el informe de la ONU "Despertemos antes de que sea demasiado tarde" donde se apuesta decididamente por un modelo de pequeñas explotaciones con una fuerte orientación al consumo local. Es precisamente la minimización de costes energéticos por transporte y la eliminación de procesos intermedios lo que permite aumentar la Tasa de Retorno Energético Alimentaria a niveles aceptables. Si tomas por ejemplo fruta de tu huerto, eliminas toda la cadena de transporte, distribución, procesado, etc
donde se invierte buena parte de la energía y del petróleo. Si hacemos agricultura ecológica pero envíamos la producción a otro extremo del planeta las cosas no cambian mucho.

Para entender lo grave situación que nos afecta debemos recorrer el sentido contrario a la hora de valorar los rendimientos. El discurso de la agricultura industrial es reduccionista hasta el extremo. No tiene en cuenta la cadena de procesos. La campaña antiecológica de los 110 premios Nobel exige precisamente eso. “Habría que vigilar si el producto es seguro, no preocuparse tanto por el proceso” dice Peter Beyer. Usa así el prejuicio cognitivo de tomar el todo por las partes: si se demuestra que un proceso es seguro podemos aplicarlo a la suma de procesos y limitar al máximo la responsabilidad de las corporaciones. Pero ya sabemos como funciona eso:
Si a una gran empresa vas a pedir responsabilidades por lo que dijeron sus científicos, saldrán a recibirte sus abogados.


Referencias:
- Agricultura ecológica y rendimientos agrícolas.
- El futuro de la alimentación: La urgencia de pasar a una agricultura ecológica.
- Agricultura, población y energía.
- T.P. Bayliss-Smith: The ecology of agricultural systems. Cambridge University Press. Cambridge 1982.
- Balance energético y coste ecológico de la agricultura española.
- La seguridad alimentaria y nutricional. FAO
- Energía y agricultura. pag10 Fernando Ballenilla
- Informe Global 2000 de Gerald Barney y otros, citado en Ernst Ulrich von Weizsäcker, L. Hunter Lovins y Amory B. Lovins:Factor 4: duplicar el bienestar con la mitad de los recursosnaturales (informe al Club de Roma). Galaxia Gutenberg/ Círculo de Lectores, Barcelona 1997, p. 103. (Sobre el dato 0,1 calorias para USA)

viernes, 24 de junio de 2016

Mas allá de la izquierda y la derecha: política en la tercera dimensión (II)

En situaciones de gran desigualdad, en la "democracia" de mercado donde las personas tienen tantos votos como euros o dólares, la demanda y el modelo productivo quedan secuestradoss por la capacidad adquisitiva y la desigualdad económica. Así, los faraones construyeron pirámides y murieron de inanición los esclavos.

Desde los sacrificios humanos para conseguir mejores cosechas, quemar por brujería a la vecina porque se nos ha agriado el vino, lanzar doncellas a la lava ardiente para evitar erupciones volcánicas, el llamado juicio de dios u ordalía, sacar en procesión a los santos para que llueva...  mil y una irracionalidades que tienen una cosa en común: asignar a las relaciones físicas de causa y efecto, una dinámica de crimen y castigo. Después, mediante el recurso de los chivos expiatorios se trasladan responsabilidades desde los que detentan poder y ejercen las acciones, a quienes las sufren. ¿Hablamos de religión? Si. Pero también de política y de dogmas económicos como la "socialización de pérdidas" de la derecha neoliberal, agarrados al darwinismo social como a un clavo ardiendo para imponer un abismo de desigualdad que nos lleva al colapso.

Inmersos en una crisis económica de la que no se analizan causas, de unas políticas de expiación llamadas de austeridad, estamos ante una construcción del discurso político y económico que lleva al extremo de criminalizar  a los voluntarios que se ofrecen a ayudar a los refugiados, tratándolos como traficantes de personas. La crisis y el descenso energético tienen su propia mano invisible en la economía y la política. No descubrirla a tiempo nos lleva a contemplar al prójimo como el enemigo a batir. Las máquinas nunca heredarán la Tierra aunque esos sean los temores de Stephen Hawking, para funcionar necesitan de un suministro de energía y materiales en declive. Skaynet se quedará sin suministro eléctrico. La importancia de hablar también de petróleo y energía, cuando todo el mundo habla de izquierda y derecha, de disparate y corrupción financiera, hace necesario aportar una tercera dimensión que subyace en los seísmos financieros pasados y los que están por llegar.

Primera dimensión: distribución de la riqueza.

Posiblemente el rasgo mas distintivo que diferencia izquierda y derecha sea la tolerancia o no, a la desigualdad en la distribución de aquellos bienes elaborados por la sociedad, de sus libertades y responsabilidades. En el caso del actual neoliberalismo que nos gobierna, estamos en el extremo de esa derecha: máximo poder con mínima responsabilidad. La socialización de pérdidas que lo caracteriza, necesita de una criminalización de la pobreza para justificarse moralmente. Este principio genera una retrolalimentación positiva en la acumulación, no solo de riqueza, sino de medios de producción y de control de la sociedad como son los medios de comunicación. A diferencia del liberalismo clásico, el neoliberalismo no rechaza el control de los estados, sino que lo toma.

La izquierda actual apenas aflora temerosa políticas keynesianas, ante una acusación mediática de extremismo por parte de quienes son incapaces de plantearse una pérdida de privilegios. Sin embargo, como bien dice Stephen Hawking, la ambición ciega la inteligencia y nos lleva a comportamientos mucho mas estúpidos de los que nos creíamos capaces.

Segunda dimensión: producción de la riqueza y sistema financiero.

En situaciones de gran desigualdad, en la "democracia" de mercado donde las personas tienen tantos votos como euros o dólares, la demanda y con ella el modelo productivo, quedan condicionados por la capacidad adquisitiva y la desigualdad económica. El sistema productivo queda secuestrado y se dedica a fabricar pirámides para que los faraones construyan su monumento funerario, mientras mueren de inanición los esclavos.

La trampa de la deuda lleva inexorablemente a la ruina, a una desigualdad extrema
 y a la destrucción del sistema productivo en favor del sistema especulativo financiero.
El papel del sistema financiero, es sin embargo clave a la hora de explicar cómo se produce el colapso. El crecimiento económico necesita también de un consumo de energía creciente. Cuando ese crecimiento ya no es posible físicamente, mantener el sistema financiero a toda costa, conlleva que este termine fagocitando al sistema productivo. Las deudas no se degradan, no se agotan como los recursos, sino que crecen sin parar. Que se este pagando a día de hoy por prestar dinero, es un indicio de cómo los mercados se ven afectados por la mano invisible de la termodináca.

La izquierda se encuentra ante tales contradicciones, que a veces ofrece espectáculos patéticos cuando se la ve llorando su añorado capitalismo. La utopía de una socialdemocracia, devoradora de recursos naturales pero incapaz de una globalización de derechos sociales, se revela castrada por la hipocresía. Incapaz de defender también de forma efectiva, los derechos y recursos que habrían de respetarse para las generaciones venideras. Esa hipocresía, aflora en la facilidad con que sus votantes cambian a la extrema derecha.

Tercera dimensión: recursos físicos y ecológicos

Quizá lo mas preocupante no sea tanto lo que diferencia a la izquierda y la derecha, sino aquello que las une: la misma percepción mítica del sometimiento de las leyes de la Naturaleza a las leyes económicas humanas, por encima de toda evidencia. Es difícl percibir agotamiento de recursos cuando los ricos hacen ostentación de abundancia y hasta hace pocos años parecía que el mercado lo podía todo y el crecimiento económico nunca se detendría. Cuando hablamos a alguien sobre el pico del petróleo piensa ante todo en su coche, no en sus hijos ni en sí mismo.

Se podría decir que el Instituto de Tecnología de Masachusets (MIT) es el referente mundial a la hora de conectar el mundo académico y científico con el de la industria y la economía. Pocos institutos pueden presumir haber tenido o tener entre sus miembros a 85 premios Nobel. El Club de Roma encargó al MIT un informe sobre los límites del crecimiento que fue publicado en 1972 y del que se han realizado varias revisiones, la última en el año 2012. Mas de cuarenta años después, seguimos fielmente el peor de los escenarios: el escenario donde no se hace nada por evitar el desastre. Ni los modelos económicos ni políticos consideran en toda su profundidad las consecuencias del agotamiento de recursos y como estos les afectaran. Hablamos de la destrucción del planeta como si vivieramos en la luna. Como si Wall Street fuera un templo inexpugnable. Mientras, la pérdida de recursos sigue contabilizando en el haber del PIB.

La derecha parece que tiene las cosas claras, mantener los privilegios de una minoría aún a costa de toda la población. Y rezar para todo lo demás. Sin embargo algunos piensan. El propio papa de Roma cree que no será suficiente. Mientras, crece la sombra de la corrupción y podredumbre, un crimen económico organizado, también mas allá de la izquierda y la derecha, mas allá de toda ley, regla, ideología o creencia, incluso mas allá de su propia legislación. En ese lugar donde ya nadie confía en nadie y la complicidad apenas sostiene impunidades, la salida es enfrentar a la población, impedir que las calles vuelvan a llenarse de gentes cogidas de la mano. Repartir pistolas para aligerar pasaje.

La izquierda siempre ha tenido en la razón un baluarte. Pero los medios de comunicación se constituyen hoy en la máquina del fango. Ante la mano invisible de la termodinámica, crece la violencia y la confusión en todos los ámbitos. Quizá por ello, llegar a alguna parte exige la premisa de librarse del peso de ese fango. Puede que necesitemos convencernos de que podemos ser mejor de lo que somos. Y disfrutarlo. Nunca hemos dispuesto de tantos medios para comunicarnos. No necesitamos mas ancho de banda sino mejores mensajes y mejores intenciones. Necesitamos que los líderes políticos no nos prometan ganar, sino servir. Hemos llegado tan lejos en el despilfarro, que no imáginamos con lo poco que se puede vivir dignamente. Tenemos medio pie en el abismo, pero otro medio pie puede alejarnos del peligro. Y necesitamos despertar.

Comunismo capitalista, canibalismo económico u otro lugar en el mundo.

Cada vez resulta mas difícil distinguir entre economía y crimen organizado. Los principios neoliberales han destruido el necesario equilibrio entre libertad y responsabilidad. El principio según el cual, cuando los ricos ganan, las ganancias les pertenecen, pero cuando tienen pérdidas las comparten graciosamente con el resto de la sociedad, da lugar a la retroalimentación de este particular comunismo capitalista, el círculo vicioso de la ley del embudo en el que estamos inmersos y cuyo resultado no puede ser otro que el colapso de la sociedad.

La llegada de los límites del crecimiento económico y la incapacidad de ver la mano invisible de la termodinámica, nos empuja a buscar culpables donde hay causas y chivos expiatorios donde existen responsabilidades en el ejercicio del poder. Es necesario incluir una tercera dimensión en los análisis políticos y económicos, o pasaremos del sueño a la pesadilla sin siquiera haber despertado.

martes, 21 de junio de 2016

Mas allá de la izquierda y la derecha: política en la tercera dimensión (I)




Hacer divulgación sobre las consecuencias de haber atravesado el pico del petróleo es como, tras el choque con el iceberg, avisar a los pasajeros del Titanic de lo que se les viene encima en términos del Principio de Arquímedes.
Nadie da las gracias por una mala noticia. Pero lo cierto es que las decisiones y todo lo que se haga para salvar el barco, es una pérdida de tiempo y recursos. Lo prioritario entonces es salvar a un pasaje, que se enfrenta al ingeniero con las octavillas de la propaganda que dice que el barco es insumergible. Pero se han superado los cuatro compartimentos estancos. El barco está hecho de hierro, puede hundirse y se hundirá. Es una certeza matemática.

La izquierda y la derecha política nacieron en la votación de la Asamblea Nacional Constituyente surgida de la Revolución Francesa  para dirimir si se mantenía el poder absoluto del rey sobre el nuevo parlamento o Asamblea Legislativa. Los que estuvieron a favor del absolutismo se situaron a la derecha del presidente de la asamblea. A la izquierda se situaron los que opinaban que el poder debía asumir responsabilidad sobre sus actos y decisiones. Al incontestable poder de Dios y el rey, se sumaba ahora la voluntad de los pueblos para dictar las nuevas leyes. Pero no se consideró ni por asomo que pudiera haber otra fuente de poder que perteneciera a la Naturaleza: la energía y con ella las leyes inamovibles de la Termodinámica, de los límites y de las consecuencias. De una energía, que en última instancia, es la única fuente física de poder.

Han pasado mas de tres siglos y es ahora, al borde del precipicio, cuando la mano invisible del mercado queda cercenada por las manifestaciones difusas del descenso energético.
Han cambiado mucho las cosas y en los países "ricos" llamamos izquierda a un capitalismo con cargo de conciencia. Un capitalismo que no va mas allá de políticas keynesianas y una globalización donde hay una línea que separa Norte y Sur.

Todos imaginabamos un naufragio debido a un cataclismo de película, que nuestra civilización se hundía entre trompetas y jinetes mitológicos, por el impacto de algún meteorito que hiciera los honores. Es demasiado vergonzoso admitir que tan solo nos hemos quedado sin combustible en mitad de la travesía. Demasiado estúpido.
Pero mientras la derecha reza y la izquierda piensa, si seguimos el principio según el cual "la política es una continuación de la guerra por otros medios" nos veremos abocados a un enfrentamiento fraticida y suicida. Solo porque el capitán, ante la escasez de botes salvavidas, ha decidido repartir pistolas.
Nuestro Titanic tiene ya poco recorrido hacia la izquierda o hacia la derecha, hacia adelante o hacia atrás. El movimiento que mas debe importarnos es el que está realizando hacia abajo, en su hundimiento. En ese naufragio, la corrupción, los delitos fiscales y el crimen económico en general, abren boquetes en el casco y secuestran botes y chalecos salvavidas, mientras los medios de comunicación hacen las veces de orquesta descerebrada.

 Quizá lo mas preocupante no sea tanto lo que diferencia a la izquierda y la derecha, sino aquello que las une: la misma percepción mítica del sometimiento de las leyes de la Naturaleza a las leyes económicas humanas, por encima de toda evidencia.
Lanzados entonces como estamos, a un decrecimiento irrevocable y descontrolado, la derecha está dispuesta a realizar cualquier sacrificio en carne ajena para mantener los privilegios de unos pocos, mientras la izquierda aún sigue atrapada en el mito del crecimiento infinito, mientras los recursos del planeta, el común global de todos los seres humanos presentes y futuros, se van agotando.
 

jueves, 4 de septiembre de 2014

¿Por qué los economistas no entienden esta crisis económica? Diez razones.


La teoría del mercado actualmente dominante valora principalmente las preferencias humanas y no tiene en cuenta los costes físicos y ecológicos ni sus límites. En realidad, es la ecología, la ciencia que parte de principios termodinámicos bien fundamentados, y no de la fe o la confianza en un modelo económico, la que mejor entiende el problema de los límites.
De forma muy resumida, se podría decir que la incapacidad de los economistas para entender esta crisis económica, se debe a la dificultad para aceptar los límites físicos en la extracción de recursos, renovables o no, y las consecuencias de la actividad económica sobre la biosfera. Negando o minusvalorando esta interacción no aceptan ni entienden el impacto de estos límites sobre la economía global. Puede el lector dar un paseo por los blogs y publicaciones de economía mas representativos del actual capitalismo globalizado para valorar el numero de artículos y su influencia, sobre temas tales como el pico del petróleo o el descenso de la biodiversidad. Las visiones mas críticas avisan del impacto de la economía sobre la biosfera o el cambio climático, pero no tanto del impacto de estas transformaciones sobre la economía. En buena parte, eso se ha debido a que los beneficiarios de estos impactos en la biosfera han sido los países ricos, que son a su vez los que proveen de economistas al mundo, mientras que los daños o externalidades, han caído sobre los países pobres. También puede deberse a una visión antropocéntrica según la cual las leyes de la naturaleza se someten a las leyes de los hombres, negando la realidad. ¿Pero cuales son las leyes de la economía? Resulta que son bastante cambiantes y diferentes para los diferentes modelos productivos. Se podría decir que son objetivas mientras funcionan. Así, la presunción de un crecimiento económico infinito sobre un planeta y recursos finitos, puede funcionar mientras no se alcanzan los límites del sistema. Llegamos así a la primera de las obviedades.

1.- Patrones históricos: Es habitual en los análisis económicos, tomar como referencia patrones históricos. Pero nos encontramos en una situación que no tiene antecedentes en la historia de la humanidad, la validez de tales análisis resulta por tanto bastante dudosa. Tomar entonces como referente las leyes de la Física que rigen en los límites de un sistema, parece lo mas sensato para establecer los marcos de lo posible.

2.- Sustitución de recursos agotados: Según la teoría de mercado no hay problema con el agotamiento de recursos, porque cuando un recurso se agota, el mercado siempre encuentra un sustituto. Y en cierta medida eso es cierto, el petróleo es perfectamente sustituible, de hecho buena parte del petróleo actual es sintético, pero lo que no puede sustituirse por otra cosa es la energía. Y precisamente lo que están fallando son las fuentes de energía. El concepto de fuente de energía está ligado al de Tasa de Retorno Energético (TRE). Así cuando la energía obtenida de una fuente, por ejemplo los biocombustibles, es igual o menor que la empleada para obtenerlo, la fuente deja de serlo y obtenemos un sumidero de energía.
En cuanto a la sustitución de los servicios prestados por la biosfera y su biodiversidad, la economía de mercado no puede sustituirlos y se limita a destruirlos o agotarlos. La tecnología no puede sustituir a la vida. La disminución del capital natural y su degradación a escala planetaria se encuentran en su punto mas alto, justo cuando mas los necesitamos.

3.- Trabajo y Energía. Los esclavos energéticos: En economía solo se considera como trabajo la energía invertida por el ser humano. Sin embargo, desde el punto de vista físico, el trabajo humano es de la misma naturaleza que el trabajo realizado por una máquina o un animal. De hecho, y de la misma manera que se usa el caballo de vapor (CV) como unidad de potencia equivalente a la proporcionada por estos animales de tiro, también podemos recurrir al concepto de esclavo energético como la potencia equivalente a la desarrollada por un ser humano bien musculado y alimentado. Según la visión de la economía neoclásica el trabajo es, junto con el capital y la tierra, uno de los tres factores de producción. Lo que diferencia al análisis físico del económico, es que desde un análisis físico podemos visualizar el grado de dependencia de nuestro modelo económico de los combustibles fósiles y la dificultad o imposibilidad de este modelo, para generar una transición a un nuevo modelo evitando el colapso. Así, en un país como España, disponemos de unos 40 esclavos energéticos por habitante, que trabajan para nosotros 24 horas al día, que pasarían a ser 120 si nos acercamos a la capacidad real de un ser humano y solo lo hicieran 8 horas diarias los 365 días del año. En EEUU serían 360 esclavos por habitante, trabajando 8 horas diarias durante todos los días del año.

4.- El pico del petróleo: La mayor parte de los economistas olvidan la ley de los rendimientos decrecientes cuando de petróleo se trata. Algunos piensan que el factor limitante es la cantidad de petróleo que existe bajo el subsuelo, pero esto no es así. El petróleo no se acabará nunca, pero dejará de ser una fuente de energía cuando la energía empleada para obtenerlo sea igual o mayor a la energía destinada para producirlo. Por otro lado, tampoco podemos extraerlo siempre al ritmo que deseemos. Pero los problemas comienzan cuando la oferta no puede satisfacer a la demanda. Prueba de ello fueron las crisis del petróleo de los años 70. Pero ahora enfrentamos la misma crisis a escala global y nuestro problema es que no disponemos de otro planeta para proceder a su expolio.


5.- Eficiencia y TRE (Tasa de Retorno Energético): Los economistas conocen bien el concepto de eficiencia. Sin embargo el concepto y las implicaciones del concepto de Tasa de Retorno Energético, TRE, con frecuencia se les escapa. Lo sorprendente es que la TRE, es un concepto muy sencillo. Toda sociedad necesita de energía para la producción de los bienes necesarios para su existencia. Pero también necesita energía para obtener esa energía. Aplicamos el concepto de eficiencia en los procesos de producción y consumo. La eficiencia de cualquier proceso tiene un límite y se mide en tantos por cien. Sin embargo, la TRE resulta del cociente de dividir la energía obtenida por la energía empleada para su obtención. Esta energía empleada es la que corresponde a la suma de todos los procesos implicados, desde las prospecciones, extracción, transporte, procesado, distribución, comercialización y venta. Los modelos económicos estandar no hacen tales distinciones, por lo que a los economistas les resulta difícil valorar, con las herramientas obtenidas en su plan de estudios, las consecuencias que tiene la crisis energética en la economía.

6.- La paradoja de Jevons: La paradoja de Jevons dice formalmente que aumentar la eficiencia disminuye el consumo instantáneo pero incrementa el uso del modelo lo que provoca un incremento del consumo global. Dicho en otras palabras, en un sistema en crecimiento, los esfuerzos en la eficiencia terminan invertidos en crecimiento, con lo que a la larga obtenemos un mayor consumo y no un mayor ahorro. Por tanto, las propuestas de eficiencia que no cuestionan el crecimiento económico, terminan provocando paradójicamente un mayor consumo de recursos. Jevons descubrió este principio a partir de la observación empírica.

7.- La necesidad de crecer: Todos los economistas de los modelos estandar coinciden en la necesidad de crecimiento para poder mantener el actual modelo económico. Existe, sin embargo, una fuerte correlación entre PIB y consumo de energía y podemos decir que el crecimiento económico necesita, de un consumo creciente de energía. La llegada del pico del petróleo supone que la fuente de energía mas importante de nuestra sociedad ya no puede obtenerse de forma creciente. Además, tras un periodo de estancamiento de la producción comenzará el declive acelerado de dicha producción.
Los esfuerzos en eficiencia tienen, como hemos visto, un efecto parcial y a corto plazo. Por lo que el declive energético lleva a un decrecimiento económico global inexorable.

8.- Factores de producción. ¿Tecnología sin energía?: Los recursos que se emplean para producir bienes y servicios constituyen el capital. En la economía moderna se considera la tecnología como un factor de producción especialmente relevante en que la maquinaria proporciona la fuerza en la producción mecanizada y tecnificada. ¡Un momento! ¿Hemos dicho la fuerza? No podemos exigir a un economista que sea experto en Física pero sí que tenga al menos unas nociones básicas. Quitemos las baterías a nuestros dispositivos móviles y demás aparatos, cortemos el fluido eléctrico y cerremos las gasolineras. Veamos qué producción obtenemos. Pensemos por un momento en el valor de todo nuestro capital tecnológico sin la energía necesaria para hacerlo funcionar. No solo eso, pensemos en que cada maquinaria está diseñada para aprovechar un determinado tipo de energía. Cambiar de modelo, aún disponiendo de la energía suficiente sería muy costoso. Estamos obsesionados con el coche eléctrico. Pero ¿tendremos también tractores eléctricos en la agricultura o maquinaria pesada a tracción eléctrica?

9.- Desigualdad y crisis energética. El planeta es un sistema cerrado: Con frecuencia, los análisis económicos parten de un solo país, o de unos pocos países. Sin embargo, en un sistema globalizado y en una crisis que tiene repercusiones globales, las relaciones entre energía y economía aparecen mas nítidas a escala global. La destrucción de la demanda causada por el declive de la producción de crudo afecta en mayor medida a aquellos países mas dependientes del mismo en su mix energético. Las políticas de austeridad están provocando una fractura social en los países en crisis, con un crecimiento de las desigualdades económicas y la exclusión social. Hemos de tener en cuenta que en un sistema cerrado no hay intercambio de materiales con el exterior y los costos medioambientales no pueden ser evitados mediante externalidades.

10.- Desinformación y mercado: endogamia ideológica: Una de las condiciones que exigen muchos modelos de mercado es que no haya problemas con la información. Pero la concentración de poder económico en pocas manos ha llevado al control de los medios de comunicación por parte las grandes corporaciones. Tenemos una gran abundancia de información pero su calidad es mas que cuestionable, marcada por un protagonismo de la publicidad que, desde luego, no se limita a informar objetivamente al consumidor. La información mas veraz va quedando a disposición de quienes puedan pagarla, lo que no garantiza que se interesen por aquello que no desean saber. Esto parece contradecir la experiencia de información gratuita, a través sobre todo de internet. Pero esa gratuidad no existe, los costos están sostenidos en última instancia por la publicidad. A su vez esta publicidad está sostenida por su rentabilidad e influencia sobre el consumidor. Esto genera un bucle que excluye o debilita la información que cuestione o perjudique a corto plazo el modelo de mercado, mientras que potencia y selecciona aquella información que lo refuerza. Resulta difícil, por ejemplo, que un periódico publique artículos que avisen de la llegada del pico del petróleo, cuando se financia en buena medida a través de anuncios de automóviles.

CONCLUSIONES
Lo que hace que el colapso sea inevitable es que no hagamos nada por evitarlo. Alguien dijo que todos sabemos muchas cosas, pero sabemos cosas diferentes. Es evidente que quienes mejor conocen nuestro modelo económico son los economistas y los que mejor conocen la realidad del mundo físico sean los físicos, o los que estudian otras ciencias como la ecología. Es necesario un dialogo que compense a todos de lo que falta en los planes de estudio. El apremio desde el punto de vista físico viene dado por la necesidad de que la humanidad se una en un frente común ante a un problema de límites físicos. En mi humilde opinión, es la única forma de evitar que la sociedad se descomponga y degrade, buscando en el otro la causa de sus males. Y así termine, agonizando en un caos de conflictos armados y sociales y de degradación mediombiental, en un viaje a ninguna parte. Sin embargo, no podemos cambiar de vía sin bajarnos del tren. Dejar que las leyes del mercado regulen la destrucción de la demanda es como dejar que las leyes de flotación regulen el naufragio.

Publicado en ssociólogos

viernes, 25 de abril de 2014

Renovable no significa sostenible.







Con frecuencia, asociamos el concepto del uso de energía y recursos renovables a la sostenibilidad de nuestro modelo económico. Es desde luego condición necesaria, pero no suficiente. Decir que un recurso es renovable significa que pasado un tiempo después de su uso, el recurso vuelve a estar disponible. Para ello es necesario que los materiales usados se reciclen y que la energía invertida en el proceso proceda de una fuente renovable como nuestro Sol. Si no se reciclan los materiales o el recurso se usa a una velocidad mayor de la que se regenera, pasado un tiempo el recurso declina y se agota. A veces, ese tiempo puede abarcar varias generaciones, como ocurre en el caso del petróleo. Además de esto, en nuestro modelo productivo las diferentes fuentes de energía y recursos se hayan profundamente relacionadas en una interdependencia que eleva el riesgo de colapso del sistema si una de ellas declina y la transición a otro modelo no se realiza a tiempo. Así pues, aparte de otros factores, es una cuestión de tiempo y de escalas de tiempo. Esto nos lleva a una cuestión moral: ¿Tenemos derecho a saquear el futuro de nuestros descendientes? ¿Tenemos la obligación moral de dejar un mundo igual o mejor que el que hemos heredado para las nuevas generaciones? Porque de eso trata en definitiva la sostenibilidad, de supervivencia en el tiempo de nuestra civilización, de nuestra sociedad y de que la abundancia del presente no se consiga a costa de la escasez futura, de que los padres no vivan socavando los recursos que ya no estarán disponibles para sus hijos y de que los hijos no tengan que maldecir a sus padres.
Algunos comentarios al gráfico:
Renovable y sostenible: Tendríamos que aprender mucho de los pueblos y culturas que nuestro modelo económico ha destruido y sometido a esclavitud, de su cosmovisión y de su filosofía de vida: sobrevivir y ser felices en el intento. Lo mas cercano a renovable y sostenible es un modelo que sea también justo y solidario, la vida de los imperios está limitada por la finitud del botín. Por eso los economistas no quiere oír hablar de termodinámica. Pero no solo es necesaria la simbiosis del ser humano con la Naturaleza, también de los seres humanos entre sí. Necesitamos algo mas que ciencia, necesitamos conciencia.
Renovable pero insostenible: Pesca industrial, ganadería industrial y agricultura industrial, vitales para el ser humano y todas ellas dependientes de un flujo creciente de combustibles fósiles. La mayor parte de las energías renovables, fotovoltaica, eólica, biomasa, etc se apoyan fuertemente en combustibles fósiles además de poseer una Tasa de Retorno Energético muy baja. El crecimiento infinito en un sistema finito solo es una patraña que contradice los fundamentos de las Ciencias Físicas.
No renovable pero sostenible: En un principio podría parecer contradictorio. La solución está en no sostener nada que sea vital o imprescindible con recursos no renovables, especialmente cuando empiezan a declinar o a dar señales de agotamiento.
No renovable e insostenible: La gravedad del problema y el riesgo de un colapso cada vez mas cercano se deben, no solo a que estamos extrayendo los recursos del planeta de forma insostenible, sino que además estamos usando para ello fuentes de energía no renovables y para colmo basamos la producción de nuestros alimentos en este modelo. Después de haber atravesado el pico de producción del petróleo hemos tropezado con los límites del crecimiento a escala global. Solo quedan dos caminos: un vergonzoso canibalismo económico de ricos sobre pobres o una transición inteligente y sensata, que será mas dura cuanto mas tiempo permanezcamos indolentes. ¿Qué hay que hacer? Destinar los recursos que aún nos quedan para crear las estructuras que aseguren que las funciones imprescindibles al ser humano como la obtención y distribución de alimentos para todos se basen en recursos y energías renovables y sostenibles.


El derrumbe ya ha comenzado, pero no sabemos cuanto durará. La salida siempre ha estado ahí, pero no es una cuestión de genialidad, es mas bien una cuestión de sensatez.

miércoles, 9 de abril de 2014

DIGNIDAD


Todos vivimos, todos morimos. Para vivir necesitamos el agua, el techo, la comida, la energía... y al prójimo. Para morir nos basta la dignidad. Pero no estaba prevista en el plan de globalización. No podemos arrebatar la dignidad de otro ser humano sin perder la propia. Ese es el motivo. No podía formar parte del botín.
Pero algo nos indigna, nos inquieta, nos previene.
Es esta miseria que nos gobierna, esta mentira, este robar a los pobres para dárselo a los ricos, este renunciar al pan para alimentarnos con migajas. Algo no va bien.
Es esta desfachatez que llaman liderazgo, esta decrepitud que llaman experiencia, es esta miseria ilustrada de eufemismos. Son estos chivos expiatorios para redención de especuladores y corruptos. Es este poder sin responsabilidad que criminaliza a sus víctimas. Desconfiemos de sus acusaciones porque mañana nos juzgará el mismo tribunal.
Nos pesa una sombra. Son estas leyes que enaltecen la injusticia, este asedio a la democracia, este fascismo que de nuevo recorre Europa. Es esta llamada a la complicidad, esta música que atrae a las ratas y las lleva a su perdición. Ya no podemos permitirnos la justicia cuando la impunidad se reparte entre los poderosos.

Debemos saber que la presión es directamente proporcional al gradiente, cuanto mayor es la desigualdad mas altos deben ser los muros que la mantienen, cuanto mas crece la exclusión social, mayor es el abismo entre los que pueden perderlo todo y los que nada tienen que perder. Y cuando no quede mas libertad que morir de pie o morir de rodillas, muchos elegirán morir de pie.
Quienes guardan para si mismos la tabla de la salvación no comprenden que solo sumando otras tablas se construye un barco.

No es la derrota. Es esta tristeza, o peor aún, esta euforia hecha de olvido, de no querer saber, de desaparecidos en las estadísticas, de desesperados que, como jirones, cuelgan en las alambradas. Puede que al final sea el mas diminuto de los asesinos el que consiga traspasar la frontera entre ricos y pobres, y se multiplique en la iniquidad que cae sobre los desamparados. Y la epidemia termine haciendo justicia. Porque solo cuando sufran los ricos contará el dolor, solo cuando mueran sus hijos contarán los niños. Solo cuando el hambre, la guerra y las epidemias alcancen a los privilegiados, contará el Apocalipsis.

domingo, 5 de enero de 2014

Exclusión social


Hay dos tipos de miseria, la miseria de quienes la padecen y la miseria de quienes la ejercen.
La pobreza y la malnutrición infantil crecen en España tanto en la cantidad de niños afectados como en la virulencia de los casos. Miseria. La respuesta de los gobernantes acusar a los padres, parados o excluidos socialmente de ser los  culpables de la tragedia que viven sus familias. Ejercicio de miseria.
¿Alguna familia se atreve a quejarse y dar una nota discordante en el concierto de la orquesta del Titanic? Para ellos una ley que condene a las mujeres y una ley mordaza. Cinismo como ejercicio de la miseria.
No hay mas que mirar los medios de comunicación para percibir que lo mas importante no es lo que nos cuentan sino aquello que callan. Si desciende el paro y ese descenso no cuadra con el aumento de personas contratadas, al titular se le corre el maquillaje. ¿Será pronto delito no participar del optimismo fundamentalista de los corruptos?. El precio de los carburantes solo es noticia cuando baja. La marca España nos ha sumido en un apagón informativo. Si se extiende el hambre, los culpables son los hogares en lo que se desperdicia comida. Si las familias se quedan sin hogar a causa de los desahucios ¿serán culpables las familias que aún lo conservan?
Hay una miseria que decreta que los sacrificios eran necesarios y los sacrificados convictos. Que la crisis no tiene causas sino culpables y que los culpables son las víctimas. El dios mercado premia a los buenos y castiga a los malos. Y por ende los ricos son buenos y los empobrecidos como poco molestos.
Hay una miseria que se ejerce de arriba a abajo. Que con solemnidad administra la desfachatez, el discurso que decreta quienes serán los próximos chivos expiatorios.
Hay una miseria que afirma que la causa del paro radica en que los trabajadores no buscan lo suficiente y los culpables son precisamente aquellos que carecen de medios de producción.
Hay un tipo de miseria que solo pueden permitirse quienes legislan su impunidad.
Se puede vivir con muy poco y no tener la sensación de miseria. Pero no se puede vivir sin dignidad. No se puede cargar con la vergüenza de quienes no la tienen, con la culpa de quienes nos juzgan culpables ni con la responsabilidad de quienes ejercen el poder sin asumirla.

sábado, 8 de diciembre de 2012

¿Qué podemos hacer?

A veces, cuanto mas condensada está la pregunta mas extensa resulta la respuesta. La mejor forma de predecir el futuro es actuar en el presente. Pero planificar exige tomar conciencia de los hechos pasados que nos han conducido al lugar en que nos encontramos. En el mundo físico y real se ciernen sobre nosotros las consecuencias de una economía basada en la creencia de que las leyes de la Naturaleza se plegarán a las leyes del hombre y de sus dioses, incluyendo al Mercado en ese Olimpo de la insensatez. Cambio climático, pico del petróleo, sexta extinción y superpoblación, parecían los efectos "colaterales" de un sistema económico vencedor, hasta que la realidad muestra que la victoria solo ha consistido en cortar la rama sobre la que andábamos subidos.
En un principio parece que los mas razonable es armarse de información precisa, completa y detallada que nos permita tener una perspectiva global de nuestros problemas. Viene bien comprobar antes de nada si ya hay alguien que ha realizado ese trabajo sistemático de compilación. El mejor trabajo que he encontrado lo podéis encontrar en este enlace, donde se puede visionar por capítulos. No es algo banal, es una presentación resumida que requerirá al menos de cinco horas de nuestro tiempo. La versión completa la inserto a continuación:


El Crash course se parece mucho a un cursillo acelerado de natación ante la inminente llegada de un tsunami y dedica el capitulo final a aquello que podemos hacer.
No es una panacea y está orientado a personas de nacionalidad estadounidense o de cultura anglosajona, pero una buena parte es común para todo el mundo. Lo que me parece mas interesante es que nos permite hacernos una idea de la conexión del dinero y el sistema económico con el mundo físico real, incluidas las conexiones que la mayor parte de los economistas no quieren ver.
Podemos clasificar varios ámbitos de actuación, personal, familiar, laboral, social y político, donde las responsabilidades dependen de las posibilidades de cada cual. Es un buen método pero necesitamos concreción. A modo de ejemplo arriesgaré dos propuestas para el caso concreto de España en su situación actual.

MONEDAS MUNICIPALES
Parto de dos ideas básicas: buscar una transición con los cascotes del sistema que se está derrumbando y hacerlo sacando el máximo partido de nuestros esfuerzos. Buscar ideas que ya hayan funcionado y adaptarlas al momento en que nos encontramos. La idea de las monedas locales no es nueva y han demostrado su eficacia... y la oposición de los grupos de poder económico para lo que suponen una pérdida del control de ese poder y una democratización monetaria. La utilización de una doble moneda la conocimos durante la transición al euro, es algo factible y se ha realizado antes. El ámbito de aplicación podría ser autonómico. Imaginemos Andalucía o Cataluña con sus propias monedas regionales, y que en vez de despedir trabajadores públicos pagamos una parte de su sueldo con moneda local, regional o nacional. Desde el gobierno actual se nos dice que no hay otro camino que cortar los árboles para evitar el incendio, excluir a un número creciente de personas, eliminar su demanda, para que el sistema pueda seguir en pie un tiempo más. Y si el dios Mercado decide invertir en fascismo o en esclavitud como ya está haciendo en Grecia ¿Debemos someternos?
La imagen superior muestra un ejemplo del esquema de funcionamiento de moneda local real. La propuesta de una moneda municipal va mas allá. El actual dinero fiat está respaldado por ¡confianza! y basado en deuda. Si respaldamos una moneda local con moneda fiat puede correr la misma suerte que esta en caso de colapso. Sin descartar en modo alguno estas iniciativas, una administración local podría respaldar su moneda con territorio. La emisión sería finita, sería un valor seguro, implicaría que todo sistema financiero asociado debería estar basado en el ahorro y evitaría el colapso de las administraciones locales. Sin entrar en mayores complejidades la idea fundamental es conseguir desbloquear los medios de producción.

MODIFICACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN

La última modificación de la Constitución Española, se ha realizado sin el consentimiento o aprobación del pueblo y constituye por sí misma, la implantación de una dictadura.

Artículo 135.
3. El Estado y las Comunidades Autónomas habrán de estar autorizados por Ley para emitir deuda pública o contraer crédito.
Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de PRIORIDAD ABSOLUTA.
 Asímismo, la misma propuesta por parte de los dos partidos mayoritarios ya nos decía "que justifica su consagración constitucional, con el efecto de limitar y orientar, con el mayor rango normativo, la actuación de los poderes públicos."

¿Quien "limita y orienta" la actuación de los poderes públicos?. Evidentemente los poderes privados.
Así pues, da igual la persona o grupo político que elijamos, tendrán que jurar el cumplimiento de una Constitución da PRIORIDAD ABSOLUTA a la satisfacción de los intereses del sistema financiero. La vida, la educación, la justicia, la libertad, la vivienda, la sanidad y la misma democracia son cuestiones secundarias. El neoliberalismo financiero ha entrado por la puerta trasera de nuestra Carta Magna y la ha secuestrado sin más. El crimen económico organizado tiene ahora carta blanca para el saqueo sistemático del país en nombre de las libertades y los derechos de los ciudadanos. Ningún otro artículo de la Constitución establece una prioridad de forma tan clara y contundente.  Y una dictadura se constituye precisamente estableciendo la prioridad una voluntad sobre todas las demás. Desde que se aprobó el artículo 135 España se convierte en una DICTADURA DE MERCADO FINANCIERO. La justicia ha quedado al margen de la ley. Lo que estamos viviendo es solo un periodo de adaptación al nuevo régimen en una estrategia perfectamente planificada. Jamás saldremos de esta crisis. No vamos hacia la recuperación de la senda del crecimiento. Tampoco vamos hacia una dictadura, hace mas de un año que vivimos en ella. Desde que se aprobó el artículo 135. La estrategia está ya muy clara: reflotar con dinero público al crimen económico organizado y permitirles a través de la misma Constitución el saqueo de todo lo que el pueblo ha conseguido con el esfuerzo de todos.

La ingenuidad es en estos momentos un pecado mortal de necesidad. La estabilidad presupuestaria pretendida jamás se alcanzará de esta manera, no es el objetivo, es la excusa. Cortar los árboles con las excusa de evitar el incendio. Y lo dicen quienes tienen un lanzallamas en sus manos. La única forma que tenemos de orientar nuestra economía a la satisfacción prioritaria de las necesidades básicas es promover una reforma de la Constitución que de prioridad absoluta a satisfacer las necesidades básicas de la población: alimentación, sanidad, trabajo, educación y vivienda. La supervivencia de los mas indefensos está, hoy por hoy, al margen de la ley.

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