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martes, 21 de agosto de 2018

¿Quién teme al lobo feroz?


La cuna del hombre la mecen con cuentos. Con cuentos de lobos mecieron también la mía. Pero yo ya no creo en cuentos. De los lobos solo he visto el miedo inculcado. El miedo que ha inventado todos los cuentos.

Tememos al lobo como se teme a un espejo que no tiene piedad. Nosotros matamos hasta el genocidio. Sin necesidad vital. Solo por el trofeo o la diversión. El matador viste el traje de oro y grana, el público exhibe su mejor vestimenta para el arte de ahogar el mugido de la sangre a compás de pasodoble. La traición esconde el largo colmillo de la espada. Porque tenemos rituales y eufemismos. Como si el bistec poco hecho y las felicitaciones al chef dieran a la hipocresía el rango de nobleza. O pudiéramos evitar que la verdad cruce la frontera con cuchillas en las concertinas. Tenemos manadas de hombres que violan a mujeres y lo celebran en las redes sociales. Una ley para el hombre, que los libera. Y una España que reza a Queipo de Llano en la Basílica de la Macarena.

Pero me han contado un último cuento. El cuento de la despoblación rural por causa del lobo. La memoria y la inteligencia del hombre también la ofuscan con cuentos. Usando la antigua treta de repetir mil veces una mentira para convertirla en verdad. Pero solo en el altar del autoengaño.

Porque yo también me fui. Pero antes se marcharon familias enteras.

¿Por qué emigrar? ¿Huyendo acaso de la jara, del amanecer silvestre o del fantasma de un lobo? No. Solo era la búsqueda de la dignidad. Lejos. En un lugar donde fuera posible. Cada cual tuvo sus motivos. Pero se parecían. La vida era una broma pesada y nosotros los santos inocentes. El olvido y el silencio hacen su trabajo. La memoria también. Nunca me imaginé al lobo como chivo expiatorio, pero al fin y al cabo siempre lo fue.

“Este hijo mío lee demasiado. No puede ser bueno leer tanto.” Y bajando la voz, mi madre casi habla del pariente exiliado en la atmósfera irrespirable de los secretos. “Lee pero calla”. Había que ser cauteloso y no mostrar inteligencia ni cultura para no convertirse en trofeo de caza de los amos. Ni señuelo de sus rehalas. Dios está en todas partes y el señor en el cortijo.

¿Por qué volver a la tierra entonces? Añoranza del paisaje quizás. No de la servidumbre. Quizá también por la llamada de algo mas profundo. Porque somos sus deudores. Porque, como la muerte, la tierra nos iguala. Porque hasta la mentira necesita una verdad que traicionar. Porque no podemos evitar volver a ella, solo hacerlo con dignidad, solo dar significado al tiempo que permanecemos sobre este suelo.

Alguna vez estuve en lo de Queipo de Llano. Virrey de Andalucía, inspiración de violadores. Había un cierto aire de guarida en los cerrojos y las alambradas. Mi tía aplicaba el adjetivo estándar para todos los señores: campechano. Y como ovejas sin amenaza celebramos aquella navidad. La ignorancia se construía mirando para otro lado con esa voz que acaricia la sumisión y el servilismo. La supervivencia se obtenía viendo y callando.

¿Dónde estaba entonces el matador inocente? ¿el lobo legendario?.

No lo sé. Lo he visto en documentales y en algún zoológico. Y conozco los cuentos. Pero yo solo he visto al hombre lobo para el hombre. He visto el desierto que sigue a sus pasos.

Y sé que nada iguala la ferocidad del hombre cuando el crimen y la muerte se convierten en un negocio rentable.

Dadle al esclavo el sueño de ser amo y se olvidará de reclamar la libertad, dadle al pobre la esperanza de ser rico y ya no volverá a pedir justicia. Da igual que eliminéis al esclavista o derroquéis al dictador. De esa complicidad nacerán los nuevos opresores.

Quizá lo que asusta a algunos no es que el lobo no se extinga sino que se dediquen esfuerzos y dinero a la educación ambiental y que la ciencia espante a sus fantasmas. Despertar del tiempo donde lo importante era precisamente aquello de lo que no se hablaba. Saber, por ejemplo, que la agricultura y ganadería intensivas alimentan una burbuja insostenible, que la ganadería extensiva es cada vez mas intensiva y que esa intensificación procura reducir al máximo los puestos de trabajo. Es esa destrucción del medio de vida de los habitantes de los pueblos la principal causa del despoblamiento rural. Es importante que los jóvenes sepan que el futuro que destruimos es el suyo. Es el de todos.

Estamos inmersos en una crisis de alcance planetario. No hay lugar pequeño o alejado al que no alcancen las consecuencias del cambio climático, declive de recursos, contaminación o pérdida de biodiversidad. Nuestra ignorancia es hoy la ignorancia del no querer saber. Una ignorancia que se construye mirando para otro lado. La miseria moral precede a la miseria económica. Hoy creemos que solo salva la fe en los mercados y que sobre su altar hemos de sacrificar la sensatez y la dignidad. Lo que sabemos de la ganadería y la agricultura cabe en una campaña de marketing.

Está sirviendo de poco que la urgencia de todos esos problemas haya llevado incluso a una llamada a la conversión ecológica global a través de la encíclica papal “Laudato si”. La iglesia católica española sigue apegada al nacional-catolicismo, ignorante de su propia historia. Ovejas educadas en la sumisión, pastores apegados a sus ritos y su inmovilismo en tiempos de arenas movedizas. ¿Cómo hacer ver a los borregos que no es el lobo, sino el pastor, quien los devora?. No, hermano lobo. No hay lugar para Francisco de Asís en la Iglesia de Francisco Franco.

martes, 21 de junio de 2016

Mas allá de la izquierda y la derecha: política en la tercera dimensión (I)




Hacer divulgación sobre las consecuencias de haber atravesado el pico del petróleo es como, tras el choque con el iceberg, avisar a los pasajeros del Titanic de lo que se les viene encima en términos del Principio de Arquímedes.
Nadie da las gracias por una mala noticia. Pero lo cierto es que las decisiones y todo lo que se haga para salvar el barco, es una pérdida de tiempo y recursos. Lo prioritario entonces es salvar a un pasaje, que se enfrenta al ingeniero con las octavillas de la propaganda que dice que el barco es insumergible. Pero se han superado los cuatro compartimentos estancos. El barco está hecho de hierro, puede hundirse y se hundirá. Es una certeza matemática.

La izquierda y la derecha política nacieron en la votación de la Asamblea Nacional Constituyente surgida de la Revolución Francesa  para dirimir si se mantenía el poder absoluto del rey sobre el nuevo parlamento o Asamblea Legislativa. Los que estuvieron a favor del absolutismo se situaron a la derecha del presidente de la asamblea. A la izquierda se situaron los que opinaban que el poder debía asumir responsabilidad sobre sus actos y decisiones. Al incontestable poder de Dios y el rey, se sumaba ahora la voluntad de los pueblos para dictar las nuevas leyes. Pero no se consideró ni por asomo que pudiera haber otra fuente de poder que perteneciera a la Naturaleza: la energía y con ella las leyes inamovibles de la Termodinámica, de los límites y de las consecuencias. De una energía, que en última instancia, es la única fuente física de poder.

Han pasado mas de tres siglos y es ahora, al borde del precipicio, cuando la mano invisible del mercado queda cercenada por las manifestaciones difusas del descenso energético.
Han cambiado mucho las cosas y en los países "ricos" llamamos izquierda a un capitalismo con cargo de conciencia. Un capitalismo que no va mas allá de políticas keynesianas y una globalización donde hay una línea que separa Norte y Sur.

Todos imaginabamos un naufragio debido a un cataclismo de película, que nuestra civilización se hundía entre trompetas y jinetes mitológicos, por el impacto de algún meteorito que hiciera los honores. Es demasiado vergonzoso admitir que tan solo nos hemos quedado sin combustible en mitad de la travesía. Demasiado estúpido.
Pero mientras la derecha reza y la izquierda piensa, si seguimos el principio según el cual "la política es una continuación de la guerra por otros medios" nos veremos abocados a un enfrentamiento fraticida y suicida. Solo porque el capitán, ante la escasez de botes salvavidas, ha decidido repartir pistolas.
Nuestro Titanic tiene ya poco recorrido hacia la izquierda o hacia la derecha, hacia adelante o hacia atrás. El movimiento que mas debe importarnos es el que está realizando hacia abajo, en su hundimiento. En ese naufragio, la corrupción, los delitos fiscales y el crimen económico en general, abren boquetes en el casco y secuestran botes y chalecos salvavidas, mientras los medios de comunicación hacen las veces de orquesta descerebrada.

 Quizá lo mas preocupante no sea tanto lo que diferencia a la izquierda y la derecha, sino aquello que las une: la misma percepción mítica del sometimiento de las leyes de la Naturaleza a las leyes económicas humanas, por encima de toda evidencia.
Lanzados entonces como estamos, a un decrecimiento irrevocable y descontrolado, la derecha está dispuesta a realizar cualquier sacrificio en carne ajena para mantener los privilegios de unos pocos, mientras la izquierda aún sigue atrapada en el mito del crecimiento infinito, mientras los recursos del planeta, el común global de todos los seres humanos presentes y futuros, se van agotando.
 

domingo, 29 de septiembre de 2013

LA BIBLIA €N PA$TA

"Cuando el hombre blanco vino, nosotros teníamos la tierra y ellos tenían la Biblia. Nos enseñaron a rezar con nuestros ojos cerrados y cuando los abrimos, ellos tenían la tierra y nosotros la Biblia."
                                               Jommo Kenyatta, presidente de Kenya.

Neoliberalismo: Hola, ¿es la palabra de Dios?
La Biblia: Si, yo soy la Biblia, ¿qué desea?
Neoliberalismo: Cómo decirlo. Vengo en busca de... podríamos llamarlo inspiración.
La Biblia: ¿Otro cambio en el Padre Nuestro?
Neoliberalismo: No me dirá que aquello de "perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores" llenaba de entusiasmo a los mercados.
La Biblia: Bueno, el nuevo texto ha sido aprobado por la banca, he cambiado deudas por ofensas y aquí paz y después gloria. ¿alguna cosa más?
Neoliberalismo: Lo cierto es que los inversores andan un poco perdidos. Como alguien dijo, la creencia en la Biblia ha sido un capital invertido con seguridad y ha producido abundante interés... hasta ahora.
La Biblia: ¿Cuál es el problema?
Neoliberalismo: ¿Recuerda aquello de "sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra"?
Bueno, pues nos hemos reproducido como conejos, la Tierra está a reventar, ya andamos a hostias por el petróleo, el clima se está revelando y la biodiversidad la estamos conservando en fotografías. Los ricos tenemos el control de la prensa pero se nos están acabando los eufemismos.
La Biblia: Nadie ha dicho que esas fueran las instrucciones para la supervivencia de la especie humana, sino  la condición necesaria para obtener un bonito Apocalipsis. El primer jinete es la victoria, el primer jinete son ustedes victoriosos.
Neoliberalismo: ¿Me está diciendo que la profecía es cierta?
La Biblia: Todo el mundo cree que es una profecía, pero es la historia repetida de todos los imperios y de las civilizaciones colapsadas. Es lo que tiene vivir de recursos ajenos y finitos, mientras dura el saqueo todo es abundancia. Día de mucho, víspera de nada.
Neoliberalismo: ¿Y no podemos evitarlo?
La Biblia: No pueden evitar lo que ya está hecho, ni consumir lo que ya está consumido. La cuestión es si quieren cambiar lo que son, lo que hacen y lo que están dispuestos a hacer por la humanidad.
Neoliberalismo: Todo el mundo tiene que creer que Dios defiende a los ricos en esta vida y a los pobres en la otra.
La Biblia: A eso me refería precisamente. Pero es difícil engañar a tanto menesteroso.
Neoliberalismo: Bueno, lo que ocurre en esta vida pueden verlo por televisión y para comprobar lo que ocurre en la otra tienen que morirse. ¡Todos dejan la comprobación para la última hora!
La Biblia: Entonces ¿le parece bien  "a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César", "no se puede servir a dos señores a la vez, a Dios y al dinero"?
Neoliberalismo: No tiene algo mas... protestante.
La Biblia: Si, claro... "Es mas fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos"
Neoliberalismo: ¡Por Dios! No me ha entendido. Protestante, católico. Católico, protestante. Ya sabe, la redención por el trabajo y todo eso.
La Biblia: Comprendo. ¿Le parece... "al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará lo que aún le quede".
Neoliberalismo: ¡Perfecto! ¡Por el sufrimiento hacia Dios!
La Biblia: Pero tenga en cuenta que es solo una parábola.
Neoliberalismo: ¡Como si es una hipérbola! Lo que importa no es la trayectoria del golpe, lo que cuenta es el impacto.
La Biblia: ¿Y a cuantos matará ese golpe?
Neoliberalismo: ¡Pierda cuidado! Tendrá una buena cosecha de almas para poblar su "otra vida". Sin embargo lo del Papa Francisco me tiene un poco preocupado.
La Biblia: Antes de imponer la fe hay que recuperar la credibilidad.
Neoliberalismo: No conocía ese principio teológico.
La Biblia: No es un principio teológico, es una cuestión de marketing básico.
Neoliberalismo: ¿Cree que después de todo lo que estamos haciendo la verdad triunfará alguna vez?
La Biblia: Esperemos que todavía quede alguien para averiguarlo y nosotros no tengamos que asumir responsabilidades.
Neoliberalismo: Para eso están los chivos expiatorios, ya sabe, pobres, inmigrantes, excluidos, extranjeros, homosexuales, mujeres, izquierdistas...
La Biblia: ¿Invertir de nuevo en fascismo? Ya conocen ese camino, solo que esta vez no habrá energía con que reconstruir nada.
Neoliberalismo: Así que no hay salida para esta crisis.
La Biblia: No por ese camino.

PD: Recordaros que podéis traducir, reproducir o distribuir los textos y contenidos de este blog sin restricciones.

lunes, 21 de enero de 2013

La Constitución de las Leyes de la Naturaleza: Termodinámica

Vivimos los preliminares de una crisis energética cuyo desenlace dista mucho de estar cercano en el tiempo. Nuestro sistema económico y social hace aguas y lejos de plantearnos que estamos ante un naufragio en toda regla la emprendemos, no sin razón, contra los políticos que nosotros mismos elegimos. Pero ¿sabemos lo que es la energía, lo que es un sistema, conocemos las leyes Naturales que rigen a ambos? Y lo que es mas importante ¿conocen nuestros políticos y economistas las implicaciones de esta crisis energética sobre la economía real y sobre las consecuencias sociales que conlleva? Abogado de 50 años. Ese es mas o menos el perfil de un político medio. La formación en ciencias no es precisamente lo que caracteriza a nuestros representantes y a la población en general. Pero para intentar un acercamiento a una percepción realista, intuitiva y a la vez rigurosa de los desafíos y consecuencias de la crisis energética, debemos partir de lo que ya conocemos. Y qué mejor manera que usar una comparación entre las leyes que rigen las sociedades y las que estructuran la Naturaleza.
Un Estado de Derecho se caracteriza entre otras cosas por disponer de una Constitución, un tratado de normas fundamentales que todos deberíamos conocer, entre otras cosas porque el desconocimiento no nos exime de la obligación de cumplirlas. Lo consideramos algo necesario para hacer gobernable una sociedad tan compleja como la nuestra. La Constitución Española tiene por ejemplo "solo" 169 artículos, muchos de los cuales tienen a su vez varios apartados.

Podríamos pensar que la Naturaleza tiene un cuerpo legislativo fundamental mucho mayor. Al fin y al cabo la gobernanza de un Universo, con millones de galaxias, con innumerables partículas y cuerpos inanimados, o la gobernanza de la propia vida en nuestro planeta Tierra con infinidad de criaturas, diferentes ecosistemas, con la tremenda diversidad de especies conocidas y desconocidas, incluyendo las sociedades humanas presentes, pasadas y futuras, parece sugerir la necesidad de una Constitución prolija y compleja.
Sin embargo en la Naturaleza, la simplicidad y la elegancia van de la mano para terminar por constituir eso que llamamos belleza. Solo dos leyes fundamentales establecen el marco y la estructura sobre las que se apoyan todas las demás: las leyes de la Termodinámica.

NO SOMOS DIOSES
Si tomamos como referencia al ser humano y las sociedades que puede constituir, las leyes de la Termodinámica se pueden resumir en tres palabras: no somos dioses, no podemos crear materia ni energía. Nadamos en un tecno-optimismo según el cual se supone que ya se inventara algo, que el mercado sustituirá las fuentes de energía que se agotan por otras, que las leyes del hombre terminarán burlando a las leyes de la Naturaleza. Ningún indicio hay de que esto pueda ocurrir. Nuestros científicos llevan años avisando de las consecuencias del cambio climático, del crash económico y societal que trae consigo el pico del petróleo, de la pérdida de biodiversidad, de la contaminación, de la superpoblación, etc. Pero al parecer nada de esto sirve frente a los imperios mediáticos.

LA PRIMERA LEY
El enunciado nos resulta familiar desde la educación general básica:

La energía no se crea ni se destruye solamente se transforma.

Siempre se hace énfasis en el hecho de que no podemos crear energía, pero si leemos bien, la primera ley nos dice que la energía ¡tampoco puede destruirse! ¿Dónde está entonces el problema energético? Nadamos literalmente en energía, la propia materia es energía condensada. Para que la temperatura media de nuestro planeta no cambie, para que el planeta no se caliente, la Tierra debe deshacerse de la misma cantidad de energía que recibe. El calentamiento global implica que durante las últimas décadas ese balance se ha desequilibrado y el sistema terrestre no consigue deshacerse de toda la energía que le llega.

Lo que la mayoría de la gente no entiende es que si la energía es tan abundante, no exista una tecnología que nos permita usar toda esa energía "libre" y muchos recurren a las mas complejas teorías conspiratorias para explicar ese desatino. Pero podemos morir de escasez en un mar de energía, de la misma manera que podemos morir de sed en medio de un océano de agua salada. Para poder comprender esta paradoja necesitamos profundizar en el conocimiento de la Segunda Ley.

sábado, 8 de diciembre de 2012

¿Qué podemos hacer?

A veces, cuanto mas condensada está la pregunta mas extensa resulta la respuesta. La mejor forma de predecir el futuro es actuar en el presente. Pero planificar exige tomar conciencia de los hechos pasados que nos han conducido al lugar en que nos encontramos. En el mundo físico y real se ciernen sobre nosotros las consecuencias de una economía basada en la creencia de que las leyes de la Naturaleza se plegarán a las leyes del hombre y de sus dioses, incluyendo al Mercado en ese Olimpo de la insensatez. Cambio climático, pico del petróleo, sexta extinción y superpoblación, parecían los efectos "colaterales" de un sistema económico vencedor, hasta que la realidad muestra que la victoria solo ha consistido en cortar la rama sobre la que andábamos subidos.
En un principio parece que los mas razonable es armarse de información precisa, completa y detallada que nos permita tener una perspectiva global de nuestros problemas. Viene bien comprobar antes de nada si ya hay alguien que ha realizado ese trabajo sistemático de compilación. El mejor trabajo que he encontrado lo podéis encontrar en este enlace, donde se puede visionar por capítulos. No es algo banal, es una presentación resumida que requerirá al menos de cinco horas de nuestro tiempo. La versión completa la inserto a continuación:


El Crash course se parece mucho a un cursillo acelerado de natación ante la inminente llegada de un tsunami y dedica el capitulo final a aquello que podemos hacer.
No es una panacea y está orientado a personas de nacionalidad estadounidense o de cultura anglosajona, pero una buena parte es común para todo el mundo. Lo que me parece mas interesante es que nos permite hacernos una idea de la conexión del dinero y el sistema económico con el mundo físico real, incluidas las conexiones que la mayor parte de los economistas no quieren ver.
Podemos clasificar varios ámbitos de actuación, personal, familiar, laboral, social y político, donde las responsabilidades dependen de las posibilidades de cada cual. Es un buen método pero necesitamos concreción. A modo de ejemplo arriesgaré dos propuestas para el caso concreto de España en su situación actual.

MONEDAS MUNICIPALES
Parto de dos ideas básicas: buscar una transición con los cascotes del sistema que se está derrumbando y hacerlo sacando el máximo partido de nuestros esfuerzos. Buscar ideas que ya hayan funcionado y adaptarlas al momento en que nos encontramos. La idea de las monedas locales no es nueva y han demostrado su eficacia... y la oposición de los grupos de poder económico para lo que suponen una pérdida del control de ese poder y una democratización monetaria. La utilización de una doble moneda la conocimos durante la transición al euro, es algo factible y se ha realizado antes. El ámbito de aplicación podría ser autonómico. Imaginemos Andalucía o Cataluña con sus propias monedas regionales, y que en vez de despedir trabajadores públicos pagamos una parte de su sueldo con moneda local, regional o nacional. Desde el gobierno actual se nos dice que no hay otro camino que cortar los árboles para evitar el incendio, excluir a un número creciente de personas, eliminar su demanda, para que el sistema pueda seguir en pie un tiempo más. Y si el dios Mercado decide invertir en fascismo o en esclavitud como ya está haciendo en Grecia ¿Debemos someternos?
La imagen superior muestra un ejemplo del esquema de funcionamiento de moneda local real. La propuesta de una moneda municipal va mas allá. El actual dinero fiat está respaldado por ¡confianza! y basado en deuda. Si respaldamos una moneda local con moneda fiat puede correr la misma suerte que esta en caso de colapso. Sin descartar en modo alguno estas iniciativas, una administración local podría respaldar su moneda con territorio. La emisión sería finita, sería un valor seguro, implicaría que todo sistema financiero asociado debería estar basado en el ahorro y evitaría el colapso de las administraciones locales. Sin entrar en mayores complejidades la idea fundamental es conseguir desbloquear los medios de producción.

MODIFICACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN

La última modificación de la Constitución Española, se ha realizado sin el consentimiento o aprobación del pueblo y constituye por sí misma, la implantación de una dictadura.

Artículo 135.
3. El Estado y las Comunidades Autónomas habrán de estar autorizados por Ley para emitir deuda pública o contraer crédito.
Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de PRIORIDAD ABSOLUTA.
 Asímismo, la misma propuesta por parte de los dos partidos mayoritarios ya nos decía "que justifica su consagración constitucional, con el efecto de limitar y orientar, con el mayor rango normativo, la actuación de los poderes públicos."

¿Quien "limita y orienta" la actuación de los poderes públicos?. Evidentemente los poderes privados.
Así pues, da igual la persona o grupo político que elijamos, tendrán que jurar el cumplimiento de una Constitución da PRIORIDAD ABSOLUTA a la satisfacción de los intereses del sistema financiero. La vida, la educación, la justicia, la libertad, la vivienda, la sanidad y la misma democracia son cuestiones secundarias. El neoliberalismo financiero ha entrado por la puerta trasera de nuestra Carta Magna y la ha secuestrado sin más. El crimen económico organizado tiene ahora carta blanca para el saqueo sistemático del país en nombre de las libertades y los derechos de los ciudadanos. Ningún otro artículo de la Constitución establece una prioridad de forma tan clara y contundente.  Y una dictadura se constituye precisamente estableciendo la prioridad una voluntad sobre todas las demás. Desde que se aprobó el artículo 135 España se convierte en una DICTADURA DE MERCADO FINANCIERO. La justicia ha quedado al margen de la ley. Lo que estamos viviendo es solo un periodo de adaptación al nuevo régimen en una estrategia perfectamente planificada. Jamás saldremos de esta crisis. No vamos hacia la recuperación de la senda del crecimiento. Tampoco vamos hacia una dictadura, hace mas de un año que vivimos en ella. Desde que se aprobó el artículo 135. La estrategia está ya muy clara: reflotar con dinero público al crimen económico organizado y permitirles a través de la misma Constitución el saqueo de todo lo que el pueblo ha conseguido con el esfuerzo de todos.

La ingenuidad es en estos momentos un pecado mortal de necesidad. La estabilidad presupuestaria pretendida jamás se alcanzará de esta manera, no es el objetivo, es la excusa. Cortar los árboles con las excusa de evitar el incendio. Y lo dicen quienes tienen un lanzallamas en sus manos. La única forma que tenemos de orientar nuestra economía a la satisfacción prioritaria de las necesidades básicas es promover una reforma de la Constitución que de prioridad absoluta a satisfacer las necesidades básicas de la población: alimentación, sanidad, trabajo, educación y vivienda. La supervivencia de los mas indefensos está, hoy por hoy, al margen de la ley.

jueves, 15 de septiembre de 2011

La tormenta perfecta


Se dice que la tormenta perfecta es aquella formada por factores que por sí mismos no son necesariamente destructivos pero combinados tienen consecuencias catastróficas.
La tormenta a la que nos enfrentamos podría ser mucho mas: la confluencia de varias tormentas perfectas. Afrontamos un conjunto de amenazas que consideradas individualmente ya tienen poder por sí mismas para producir la catástrofe. Crash oil, cambio climático, crisis de biodiversidad y superpoblación se ciernen sobre nuestro futuro inmediato, mientras que nosotros solo vemos, o solo queremos ver, como el todopoderoso dinero nos envuelve en una especie de traca final, de despedida anunciada para la era de la estupidez.

Oil Crash

La energía es el elemento indispensable que nos permite modificar el mundo físico. Desde el descubrimiento del fuego, pasando por la revolución industrial hasta llegar a nuestra época, la historia del progreso material y tecnológico es la historia del mayor crecimiento en el consumo de energía en todas las civilizaciones conocidas. Solo una ciega arrogancia nos impide reconocer que todo nuestro poder es dependencia de la energía. Porque la energía no se puede inventar y todo nuestro mundo tecnológico se derrumbará sin la energía necesaria para mantenerlo.
Lo que hace al crash oil la primera amenaza es su inminencia, pues estamos inmersos en el declive de la producción mundial de petróleo. Todo el mundo piensa en los queridos automóviles cuando se habla de crisis del petróleo. Pero deberíamos preocuparnos antes por nuestra alimentación. Plaguicidas y fertilizantes han conseguido rendimientos por unidad de superficie muy superiores a los que se obtenían por medios tradicionales, pero a costa de multiplicar el consumo de energía, casi en su totalidad proveniente del petróleo. Se calcula que por cada caloría de alimentos que obtenemos en nuestro modelo productivo, se gastan diez calorías provenientes de combustibles fósiles. En un modelo económico basado en la desigualdad y el monetarismo, el hambre llegará antes a la gente que a los coches.

Cambio climático
Lo que discuten actualmente los científicos no es si el cambio climático es una realidad, o si está provocado por nuestro modelo económico. Lo que se encuentra en discusión es si hemos atravesado o no, el punto de no retorno. Lo que se discute, es si hemos atravesado el impreciso umbral a partir del que el sistema climático global se desestabilizará de forma irreversible y se iniciará una reacción en cadena sobre la que poco podremos hacer. Aunque los cambios y los efectos económicos ya son evidentes y se pueden cuantificar, parece que como civilización somos incapaces de reaccionar de forma inteligente ante un problema tan sencillo: para salir del pozo lo primero es dejar de cavar.

Crisis de biodiversidad
En 1997 un equipo de economistas y científicos ambientales intentaron medir en términos económicos los servicios que nos presta el medio natural. Resultó que alcanzaba casi el doble del Producto Interior Bruto del conjunto de países del mundo. La abundancia de energía barata que ha supuesto el petróleo nos ha permitido sustituir algunos de estos servicios, mientras que otros recursos como la pesca están siendo saqueados y esquilmados hasta dañar de forma irreversible los ecosistemas que nos proporcionan esta riqueza. Si a eso añadimos los daños producidos por la contaminación y la agricultura intensiva, nos encontramos ante una situación insostenible y en buena medida irreversible. Estamos quemando las naves que nos puedan llevar de regreso al camino de la sensatez.

Superpoblación
Si bien es cierto que en el mundo hay recursos suficientes para alimentar a toda la población existente, también es cierto que en absoluto se puede sostener el modelo de consumo de los países desarrollados para los 7000 millones de habitantes que podrían estimarse actualmente. Mucho menos, si la población mundial sigue creciendo de forma exponencial. Solo la liberación de la mujer, de tal forma que pueda elegir entre dar a sus hijos una vida digna o simplemente tener muchos para alimentar el fuego de las guerras, podría darnos una autoregulación demográfica.
La FAO estima en 840 millones la cantidad de personas que pasan hambre en el mundo. El 80% de la población mundial vive con el 20% de los recursos, mientras el restante 20% de la población acapara el 80% de la riqueza.
Si todos consumiéramos como un estadounidense medio serían necesarios 5 planetas como el nuestro. Parece muy claro que la falta de seguridad alimentaria es ante todo un problema de injusticia, pero si se aplaza la contención del crecimiento demográfico, tarde o temprano se terminaría convirtiendo en un problema irresoluble.

Y la crisis económica... ¿que?
Pero el mundo solo mira lo que ocurre en "los mercados". La economía ha llegado a tal grado de especulación que la confusión entre valor y precio, realidad y ficción económica, es absoluta. Hemos acabado creyendo que el dinero mueve el mundo, pero lo cierto es que se limita a convertir la riqueza en un residuo sin vida. Hablamos de salvar el planeta como si pudiéramos vivir en la Luna. Pero nosotros somos el planeta y su grito será nuestro grito, su futuro nuestro futuro y su dolor estará tejido por el sufrimiento de cada ser vivo, de cada ser humano.

Se acerca la tormenta perfecta, ha llegado la hora de mojarse.

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