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martes, 12 de julio de 2016

La estafa mas grande en la historia de la humanidad: un Nobel para la Revolución Verde.

Una acusación tan grave como la de estafa en la concesión de un premio Nobel, mas aún cuando se trata de una cuestión tan vital como la alimentación de la humanidad, debe ser puntualmente demostrada. Eso haremos en este artículo. El lector ha de juzgar, y si dispone de medios y conocimientos, también comprobar. Tomaremos en un principio, la primera definición que aparece en el diccionario de la Real Academia Española de la palabra estafa:

f. Timo, engaño con fin de lucro.
(der. Delito que comete el que, mediante engaño, abuso de confianza o uso de su cargo, se lucra indebidamente.
Una de las condiciones mínimas para mantener la coherencia en un análisis Físico de la agricultura es que todos los cálculos realizados sean a su vez magnitudes físicas expresadas en sus correspondientes unidades físicas. A partir de ellas podemos obtener diferentes tipos de rendimientos físicos: producción por Ha, hora trabajada, agua, caloría invertida, etc
La revolución verde de Norman Borlaug puede calificarse como una estafa que lleva al colapso global alimentario. La razón es tan sencilla como evidente: el aumento de rendimientos por hectárea y hora trabajada se hace a costa de un consumo de energía desorbitado, procedente de unos combustibles fósiles que comienzan su declive. En los cálculos se sustituye la energía por su precio, dando lugar a un popurrí de física y economía en el que se insertan todos los dogmas neoliberales. La agricultura industrial llega a rendimientos donde se obtiene una caloría por cada diez invertidas. Hemos pasado el pico del petróleo en 2006 según la AIE, lo que nos lleva a una situación desesperada: sin petróleo no hay comida. NO OIL, NO FOOD.
Ni siquiera las grandes corporaciones pueden cambiar las leyes de la Termodinámica, que sin embargo, son la base de la ecología. Quizá por eso la virulencia de sus campañas criminalizadoras contra el ecologismo. Nuestro modelo económico no considera los límites del crecimiento y llegado a ellos cae. Lo sostenible no es una utopía, lo sostenible es inevitable. Y sería bueno que lo sostenible no fuera un montón de escombros.
El milagro de la revolución verde nunca fue un milagro. La revolución verde consigue publicitar un aumento de rendimientos alterando la contabilidad de los rendimientos energéticos. Para ello sustituye las unidades Físicas de energía por su valor monetario, su precio. ¿pero qué ocurre cuando destapamos esta contabilidad fraudulenta?



La esencia del engaño está en el intento de imponer las reglas de la economía y del libre mercado sobre las leyes de la termodinámica. Pensar que los transgénicos son la solución mágica, puede ser un desarreglo psicológico después de haber visto la última película de X-MEN o cualquiera otra de mutantes con superpoderes.
Cuando destapamos la contabilidad fraudulenta sobre los rendimientos energéticos, el panorama es desolador. Nos encontramos ante un abismo de insostenibilidad que nos aboca al colapso alimentario. Si amitimos que la agricultura industrial salvó mil millones de vidas, ahora hemos de aceptar que su absoluta dependencia del petróleo provocará la muerte de miles de millones.


La campaña que han iniciado los premios Nobel contra la ecología puede considerarse ¿connivencia con las corporaciones o ignorancia?
¿Pueden alegar ignorancia los 25 premios nobel de Física sobre la manipulación del balance energético de la agricultura industrial?
¿Pueden alegar ignorancia los 34 premios Nobel de química sobre la imposibilidad mantener un modelo donde no se cierran los ciclos de nutrientes?
¿Pueden alegar ignorancia los 40 premios Nobel de medicina sobre las consecuencias de un crecimiento exponencial descontrolado de la población y la presión sobre los recursos?
¿Pueden alegar ignorancia los 8 premios Nobel de economía sobre el colapso del modelo económico que implica el declive del petróleo?

Si admitimos que la agricultura industrial salvó mil millones de vidas, ahora debemos de aceptar que su colapso provocará la muerte de miles de millones.



Crítica a la agricultura ecológica y biológica

Cuando se habla de sostenibilidad y de comparación de balances energéticos entre agricultura ecológica e industrial, se nos ofrecen a menudo datos y estudios que muestran que la agricultura ecológica en libre mercado no son tan buenos como podíamos esperar. Sin hacer generalizaciones, estos datos son a menudo rigurosamente ciertos. La cuestión de fondo es que insertar una agricultura ecológica en un modelo económico basado en combustibles fósiles, con maquinaria, transporte, etc puede solucionar algunos problemas pero mantiene la dependencia de esos combustibles. Debemos entender que independientemente del adjetivo que pongamos a la agricultura, un modelo económico basado en energías no renovables nunca será sostenible y transmite esa insostenibilidad al modelo agrícola.

Llegados a este punto podemos entender el informe de la ONU "Despertemos antes de que sea demasiado tarde" donde se apuesta decididamente por un modelo de pequeñas explotaciones con una fuerte orientación al consumo local. Es precisamente la minimización de costes energéticos por transporte y la eliminación de procesos intermedios lo que permite aumentar la Tasa de Retorno Energético Alimentaria a niveles aceptables. Si tomas por ejemplo fruta de tu huerto, eliminas toda la cadena de transporte, distribución, procesado, etc
donde se invierte buena parte de la energía y del petróleo. Si hacemos agricultura ecológica pero envíamos la producción a otro extremo del planeta las cosas no cambian mucho.

Para entender lo grave situación que nos afecta debemos recorrer el sentido contrario a la hora de valorar los rendimientos. El discurso de la agricultura industrial es reduccionista hasta el extremo. No tiene en cuenta la cadena de procesos. La campaña antiecológica de los 110 premios Nobel exige precisamente eso. “Habría que vigilar si el producto es seguro, no preocuparse tanto por el proceso” dice Peter Beyer. Usa así el prejuicio cognitivo de tomar el todo por las partes: si se demuestra que un proceso es seguro podemos aplicarlo a la suma de procesos y limitar al máximo la responsabilidad de las corporaciones. Pero ya sabemos como funciona eso:
Si a una gran empresa vas a pedir responsabilidades por lo que dijeron sus científicos, saldrán a recibirte sus abogados.


Referencias:
- Agricultura ecológica y rendimientos agrícolas.
- El futuro de la alimentación: La urgencia de pasar a una agricultura ecológica.
- Agricultura, población y energía.
- T.P. Bayliss-Smith: The ecology of agricultural systems. Cambridge University Press. Cambridge 1982.
- Balance energético y coste ecológico de la agricultura española.
- La seguridad alimentaria y nutricional. FAO
- Energía y agricultura. pag10 Fernando Ballenilla
- Informe Global 2000 de Gerald Barney y otros, citado en Ernst Ulrich von Weizsäcker, L. Hunter Lovins y Amory B. Lovins:Factor 4: duplicar el bienestar con la mitad de los recursosnaturales (informe al Club de Roma). Galaxia Gutenberg/ Círculo de Lectores, Barcelona 1997, p. 103. (Sobre el dato 0,1 calorias para USA)

domingo, 9 de noviembre de 2014

¿Solución a la Paradoja de Jevons?: Energía para la transición

LA NATURALEZA DEL PROBLEMA: LÍMITES Y OBJETIVOS.

No hay viento favorable para el barco que no sabe dónde va.
                                                                                           Séneca

Las paradojas son con frecuencia fruto de la relación entre objetivos y los medios para lograrlos. La realidad está plagada de irregularidades, de condicionantes y de límites, y si viajamos en un barco puede que el mejor camino para llegar a un puerto sea bordear un continente. Podríamos preguntarnos por la ciencia que estudia el establecimiento de los objetivos, pero no existe tal ciencia, la ciencia ya tiene su propio objetivo: buscar la verdad. Cierto que la cibernética y la Teoría General de Sistemas han aportado mucho al estudio de sistemas teleológicos, que en un principio era y aún sigue siendo parte de la metafísica, la ética y la religión. Pero somos las personas y las sociedades quienes, en definitiva, y de forma mas o menos condicionada hemos de responder a una pregunta tan sencilla como esta: ¿para qué?
En la práctica, las disciplinas del conocimiento mas cercanas al establecimiento de objetivos en una sociedad son la economía, la política y la religión o la ética. La ciencia no tiene todas las respuestas, la religión tampoco, pero siempre podemos sucumbir a la tentación de cerrar el turno de preguntas. Al fin y al cabo, el objetivo del poder no es que todo el mundo tenga acceso a la verdad, sino el dominio.
La energía tiene mucho que ver con el poder: nada podemos sin energía. Por eso la Física, la ecología y la biología tienen mucho que decir cuando la "ciencia" económica no informa correctamente a la sociedad de las consecuencias de mantener el crecimiento infinito como objetivo en sí mismo. Y quizá también en la política, cuando las élites dominantes, presas de la estulticia, de la histeria y de la miseria moral, invocan el sacrificio humano para inmolar en su hoguera el objetivo del bien común que debería caracterizarla, para dilapidar el poco tiempo y recursos de que aún disponemos en intentar mantener un poco mas el modelo económico que otorga sus privilegios. Porque no solo los objetivos bien intencionados están sometidos a paradojas, también lo están los objetivos malvados o egoístas. No somos seres sociales con emociones altruistas o solidarias porque creamos en unicornios de color rosa, sino por pura ventaja en la supervivencia. Con frecuencia partimos del prejuicio de que la maldad o el egoísmo son inteligentes y que la bondad o la solidaridad son estúpidas o ridículas. Preguntémonos por ejemplo por los costes de un poco de solidaridad en la gestión del actual brote de ébola en sus inicios, y en los que está teniendo y tendrá en un futuro para toda la humanidad.

SOLUCIÓN A LA PARADOJA DE JEVONS
La paradoja de Jevons es irrefutable en la medida en que lo son los hechos a los que hace referencia, sin embargo, los hechos son historia, lo que los convierte en leyes o tendencias mas o menos deterministas es que se repitan dadas circunstancias similares sin que podamos hacer nada por evitarlo. Pero como veremos, la paradoja de Jevons, también llamada efecto rebote, no es una ley física, sino que depende de los objetivos que demos al sistema, de que el sistema pueda crecer físicamente y de que tomemos o no, las medidas políticas y económicas para contrarrestarlo. Tampoco tiene por qué significar algo negativo, dicho de otro modo, podemos intentar evitarla o aprovecharla, puesto que afecta a todas las fuentes de energía. Así, si el pico del petróleo marca el fin del crecimiento físico de esta fuente de energía y hay otras fuentes renovables que aún pueden mejorar en eficiencia y que aún no han llegado a sus límites, las ganancias en eficiencia tanto en su uso, como en su obtención (TRE) serían un efecto clave en el proceso de sustitución de unas fuentes por otras. Y todo esto aún dentro del actual paradigma económico. También hemos de tener en cuenta que los límites afectan de forma diferente a las fuentes renovables y no renovables. Mientras que para los recursos finitos la llegada a los límites marca el comienzo de su declive y su tendencia a cero, los recursos renovables explotados de forma sostenible pueden mantenerse en su máximo de forma indefinida. Por tanto, las implicaciones de llegar al límite de un recurso no renovable son muy diferentes de llegar al límite de un recurso renovable usado de forma sostenible.

La paradoja de Jevons tiene importancia para discernir las dificultades en la sustitución de unas fuentes de energía no renovables y finitas, por otras renovables y sostenibles, pero llegados a los límites del crecimiento de una fuente de energía el efecto rebote simplemente ya no puede darse, salvo mediante el apalancamiento en el crecimiento de otras fuentes.


En realidad, una vez llegamos al límite de una fuente de energía carece de sentido preocuparse porque la eficiencia pueda provocar un crecimiento en su uso. Cuando los sistemas dinámicos llegan a sus límites, su comportamiento puede ser muy diferente al habitual. Llegados a este punto, se da la paradoja de que el efecto rebote puede dejar de ser un problema y formar parte de la solución. Lo que en este momento debe preocuparnos es la caída en la disponibilidad de energía neta para la sociedad y en el caso de los combustibles fósiles, el grado de sustitución que pueden aportar las energías renovables y la dependencia actual que tienen de dichos combustibles, el uso insostenible de las mismas y curiosamente la eficiencia en su obtención(TRE) y uso. Debe preocuparnos que funciones vitales para el ser humano como la producción y distribución de alimentos en nuestra agricultura industrial dependan totalmente de los combustibles fósiles como ya alerta un informe de la ONU. Debe preocuparnos que el sistema financiero en una economía en recesión solo puede mantenerse fagocitando al sistema productivo y generando exclusión social y un abismo de desigualdad económica.
Nos acercamos a un cambio de fase, al punto donde un disparo en una calle , una niña tocando el tambor en un mercado, o quizá la mas elemental de las criaturas como puede ser un virus o la inmaterialidad de un meme, pueden marcar la dirección en que se mueven los acontecimientos, el efecto mariposa donde lo que hasta ese momento resultaba sumamente improbable puede cambiar su suerte. Sería bueno tener algo que decir a nuestros hijos cuando nos pregunten qué hacíamos cuando su presente estaba en nuestras manos.

EFICIENCIA, AHORRO Y CRECIMIENTO

Para un sistema funcional podemos dividir la energía consumida total en dos conceptos: la energía necesaria para su mantenimiento y la invertida en su posible crecimiento. Sin embargo la segunda ley de la Termodinámica impide obtener un 100% de aprovechamiento, por lo que siempre tendremos una cantidad mas o menos grande de energía perdida. Este modelo sería escalable y con las debidas precauciones podría servirnos para caracterizar a un ser vivo, a un país o a nuestro sistema capitalista globalizado.


La paradoja de Jevons dice formalmente que aumentar la eficiencia disminuye el consumo instantáneo pero incrementa el uso del modelo lo que provoca un incremento del consumo global. Dicho en otras palabras, en un sistema en crecimiento, los esfuerzos en la eficiencia terminan invertidos en crecimiento, con lo que a la larga obtenemos un mayor consumo y no un mayor ahorro. Por tanto, las propuestas de eficiencia que no cuestionan el crecimiento económico, terminan provocando un mayor consumo de recursos. Jevons descubrió este principio a partir de la observación empírica.

El pico del petróleo marca el momento a partir del cual ya no podemos obtener el petróleo ni la energía que procede del mismo de forma creciente. El impacto que tiene sobre la economía es fácil de deducir teniendo en cuenta su importancia estratégica: si nuestro modelo necesita obtener energía de forma creciente, el pico de esa energía, marca inevitablemente el fin del crecimiento económico. Pero veamos el papel que representa la eficiencia en este proceso.



El destino de la energía ahorrada en eficiencia depende de los objetivos que se den al sistema. Si el objetivo es el crecimiento obtenemos la paradoja de Jevons. Si el objetivo es mantener un modelo estacionario entonces la eficiencia consigue reducir los costes de mantenimiento del sistema. Si necesitamos un cambio de modelo podemos invertir la ganancia de eficiencia en los costes de transición.

El sistema dispone de energía para crecer y elige crecer: El excedente de la energía liberada por la eficiencia se emplea en crecer. Pero un sistema mas grande necesita mayor energía de mantenimiento, con lo que la energía total consumida aumenta en el siguiente ciclo. Paradoja de Jevons.

El sistema no dispone de energía para crecer pero puede mantenerse (pico de la energía neta):  El pico de la energía define el momento en que el sistema no puede obtener energía de forma creciente. Así, el sistema podría crecer limitadamente solo a costa de la eficiencia.

El sistema ya no dispone de energía suficiente para crecer ni mantenerse: La ganancia en eficiencia solo puede convertirse en crecimiento si antes ha cubierto los costes de mantenimiento. Cuando esta condición no se cumple el sistema entra en fase de colapso y degradación. Momento en el que se encuentra actualmente España, Europa y el mundo, si prescindimos de manipulaciones estadísticas. La realidad es mucho mas compleja porque no tenemos una sola fuente de energía, sino varias y se encuentran interrelacionadas. Porque no estamos ante un sistema simple sino ante una gran cantidad de sistemas y susbsistemas abiertos. Pero las leyes de la termodinámica son inmunes a la complejidad de los sistemas. Entonces ocurre, que si en un sistema seguimos manteniendo el crecimiento económico como objetivo en sí mismo, este solo puede producirse a costa de acelerar el decrecimiento de otros, entrando en una espiral de canibalismo sistémico donde hoy somos comensales y mañana menú, hasta que no queden comensales o al menú le salgan los dientes, se revele y todo sea sangre y excrementos.

Es hora pues de cambiar el chip a modo catástrofe que parece el mas relacionado con la solidaridad y dejarnos de eufemismos que ya no engañan a nadie. Tenemos un enemigo común, pero no es el ahorro y tampoco la eficiencia, y debemos hacerle frente antes de que se active el modo guerra o el modo derrota y como en un trastorno bipolar pasemos de un optimismo fundamentalista a un derrotismo entregado.

Sobrevivir a un descenso brusco y brutal de la energía disponible para la sociedad ya no puede hacerse depurando procesos sino prescindiendo de ellos. La eficiencia por tanto, es un pilar básico tanto en la transición como en el establecimiento de un nuevo modelo. En cuanto al ahorro conviene recordar que no ahorramos para no consumir, sino para regular el consumo en el tiempo, ya sea para obtener potencia o para afrontar tiempos de escasez. La expresión "lo que no consumas tú, lo consumirá otro" no es necesariamente cierta ni negativa. Lo que sí podemos afirmar es que lo que nosotros consumimos ya no pueden consumirlo otros. Así, los recursos usados para restaurar un pueblo abandonado ya no podrán ser usados en construir o mantener autopistas. El combustible que usemos en la maquinaria para reforestar un erial y convertirlo en un bosque ya no podrá ser usado para talarlo. El dinero que gastemos en construir una escuela ya no podemos gastarlo en fabricar un tanque. La energía que usemos para la transición no podrá ser usada para mantener el BAU. El tiempo que dedicamos a trabajar por un mundo mejor ya no podrá ser pasto de la indolencia. Puede que esto resulte insuficiente para llegar a una meta pero siempre contará como paso hacia adelante. Los marcos de lo posible son entornos dinámicos que se van estrechando aceleradamente dejándonos cada vez menos opciones. Como a un vehículo al que se le agota el combustible cada vez podemos elegir menos lugares adónde ir. Al menos eso tiene la ventaja de que cada vez tenemos menos cosas sobre las que estar en desacuerdo... siempre que tengamos la información correcta.


CONCLUSIÓN
Las cosas están mal, pero la paradoja de Jevons no es una ley Física. Es un problema de asignación de objetivos a corto plazo sin tomar en cuenta lo que pueda ocurrir en el largo plazo. Sin embargo, la asignación de objetivos no puede ni debe ser decidida por la ciencia. El objetivo de la ciencia es buscar la verdad e informar a la sociedad lo mas certeramente posible de las consecuencias de optar por un objetivo u otro. La cura no es tanto jarabe de experto como de sensatez y responsabilidad colectiva. Sin embargo, lo que nos dicen las paradojas es que las intenciones, buenas o malas, no garantizan que las cosas resulten según lo esperado. Eso no significa en absoluto, que las intenciones, el establecimiento de los objetivos, sean algo irrelevante. Es mucho mas fácil destruir que construir, porque para construir, para avanzar en sentido contrario al principio de entropía, hace falta energía, inteligencia y contención.
Seguiremos afrontando paradojas. Habremos de cuidarnos de que las distopías se  conviertan en profecías autocumplidas. Salvar a las personas puede que exija olvidarse de permanecer en el Titanic y fletar los botes salvavidas, no consumir la semilla que necesitamos hoy para poder obtener la cosecha mañana. Y pueda que hoy esto nos parezca impensable, pero el tiempo es un recurso que no podemos acumular y tampoco detener. Lo que hace inevitable el desastre es que no hagamos nada por evitarlo. Lo que hacemos definirá mejor lo que somos que aquello que tenemos.
Además de la energía abundante, el medio que nos ha permitido llegar hasta aquí ha sido nuestra facultad para entender, sin embargo, el objetivo ha sido crecer y dominar. Sería una pena que sacrificáramos nuestra inteligencia arrastrados por el mismo deseo de dominio.

Referencias:
Efecto rebote. Wikipedia. Inglés.

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