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sábado, 2 de diciembre de 2017

Los límites biofísicos: en el ángulo muerto de nuestra visión de la realidad. Publicado en "Autonomia y Bienvivir"

Quienes hablamos sobre el colapso de nuestra civilización, del cambio climático, de la crisis energética o un mundo sin petróleo y además lo hacemos con profusión de gráficos y citando serios estudios científicos, corremos sin embargo, el riesgo de presentar el colapso como algo nunca visto. Y quizá sea así a escala planetaria. Pero a escala local, de países o regiones, puede que solo lo veamos como historia repetida, como un retorno a viejos errores y conflictos. Un motivo para ello es que, por lo general, el impacto de las civilizaciones contra los límites biofísicos está ausente de los relatos históricos u oscurecido por la épica. Dicho de forma resumida: Los límites biofísicos están en el ángulo muerto de la representación de la realidad política, histórica, económica, legislativa y mediática. Y si no tenemos referencias causales físicas, la mente humana solo busca culpables. Así pues, es necesario preguntarse por la trascendencia en nuestro momento histórico de ese espacio ciego y cómo encontrar un modelo que pueda sernos útil para hacerlo visible

Podemos comenzar esta tarea con un símil entre las leyes humanas y las leyes de la Naturaleza. Dado que nuestras leyes son muchas y complejas acercamos su estructura, que en nuestro tiempo se sintetiza en forma de Constitución política. También en la Naturaleza podemos encontrar una ley de leyes, algo asimilable a una Constitución: las Leyes de la Termodinámica. Aparte de ser inmunes a la complejidad, son extremadamente relevantes y reveladoras cuando de límites biofísicos hablamos. Como las paredes de una habitación, los límites, lejos de molestar, son fuente de orden y de estructura... salvo para quien intenta sobrepasarlos a cabezazos. Lo lamento por quienes piensan que la ley de la selva está regida por la competencia y el darwinismo social y que habrá un bonito podio para quienes consigan eliminar a sus congéneres y resto de seres vivos. El éxito descontrolado tiene su reverso tenebroso en la dinámica de poblaciones. Así pues, si establecemos una jerarquía sobre las leyes naturales y humanas, no sería el darwinismo sino la Termodinámica la que estaría en la cúspide.

Decía Einstein que un modelo debe ser tan sencillo como sea posible y tan complejo como sea necesario. Toda representación de la realidad es incompleta, pero reconocida la limitación, estamos preparados para realizar mejores y mas útiles aproximaciones. Podemos por tanto usar modelos termodinámicos para chequear fallos y contradicciones en los análisis basados en parámetros y variables económicas, sociales, políticas, legislativas, etc mediante representaciones lo mas isomórficas posibles. Podemos indagar así la "inconstitucionalidad" de nuestras normas, leyes o aspiraciones respecto a la "Constitución" Termodinámica. Esta técnica sencilla fue la utilizada para iniciar la búsqueda de una solución a la Paradoja de Jevons.

Usando isomorfismos a partir de modelos termodinámicos podemos chequear si determinados modelos no físicos entran en contradicción o se encuentran (o se encontrarán) con límites biofísicos, pudiendo ser útiles para caracterizar los marcos de lo posible.
A partir de este esquema inicial simple, lo siguiente fue caracterizar un sistema termodinámico abierto en relación al crecimiento físico real y buscar sus correlaciones con el modelo económico. Lo mas difícil quizá sea encontrar en nuestro modelo económico equivalencias con unas variables biofísicas que han sido eliminadas deliberadamente. Por suerte, en este caso concreto, Jevons ya había realizado este trabajo mediante observaciones empíricas por lo que el desarrollo del artículo solo necesitaba de aplicar el sentido común con fines divulgativos.

La caracterización de un sistema termodinámico abierto en relación al crecimiento físico y económico puede ser de gran utilidad para establecer los marcos de lo posible.
Los inconvenientes del proceso seguido es que es muy impreciso en cuanto a sus conclusiones y desde luego no sustituye (ni lo pretende) al análisis político, económico, social o legislativo, pero podría permitirnos enmarcar esos análisis dinámicamente. Y eso es mucho en tiempos de confusión generalizada y manipulación mediática ejercida con el máximo descaro.

Cuando el sistema ya no dispone de energía para crecer ni mantenerse

Un sistema como el actual capitalismo globalizado, está compuesto por una gran cantidad de sistemas menores que es posible caracterizar según variables geográficas, económicas, sociales, etc. Puesto que el crecimiento económico es condición imprescindible para que pueda funcionar, es útil plantearse lo que ocurre cuando ya no hay energía neta para que pueda crecer o mantenerse a escala global y se han agotado los márgenes para mejorar la eficiencia. En este caso, el crecimiento de unos subsistemas solo es posible a costa del decrecimiento de otros. Es el comienzo del canibalismo sistémico. Estados Unidos y Europa han respondido a la crisis mediante los llamados alivios cuantitativos, inyecciones de liquidez y otros eufemismos que se pueden describir en términos profanos como el equivalente a "imprimir dinero". El efecto conseguido no ha sido crear riqueza ni recursos, sino redistribuirlos con un aumento generalizado de las desigualdades sociales en el mundo. No solo acentuando las diferencias Norte-Sur sino también apalancando la extracción de recursos renovables con otros no renovables llevándolos mucho mas allá de su capacidad de carga. Lo que se obtiene con ello es la conversión de recursos renovables en recursos no renovables y finitos, agravando mucho más la situación en el avance hacia el colapso. Está claro que la opción correcta sería usar los recursos que no se renuevan en recuperar y sostener aquellos que si lo hacen y que serán en última instancia aquellos que nos queden. Es decir, deberíamos de dejar de hablar de conservación de la Naturaleza y lanzarnos a un ambicioso plan de recuperación de recursos renovables, manteniendo las áreas protegidas como reservorio de biodiversidad. Solo así podríamos llegar al final del descenso energético con posibilidades de mantener una civilización garantizando a su vez la conservación efectiva de lo que aún nos queda.

Caracterización de un sistema termodinámico con la variable tiempo. En este caso no solo incluimos la energía sino también la materia (recursos).


 A una escala mas local, como un país o una región, las políticas son mas concretas y los efectos mas evidentes. Desde el punto de vista económico se ha apostado por salvar lo definitivamente insalvable: los bancos y el sistema financiero. Ya se ha dicho muchas veces que el préstamo con interés necesita de un crecimiento infinito que entra en conflicto palmario con las leyes de la Termodinámica. Así pues, también a escalas locales se muestra el canibalismo sistémico, suavizado por la redistribución global propiciada por los "alivios cuantitativos", mediante la desigualdad social y la destrucción de las clases medias. Llegados a este punto parece que ya no pudierámos hacer nada, pero incluso en fases avanzadas del colapso hay sistemas que deben crecer y otros que desaparecerán de forma controlada o mediante colapso. Es decir, el decrecimiento conjunto, incluso controlado, mostrará asimetrías en subsistemas que no solo pueden crecer, sino que deben crecer para que el impacto de un largo y penoso colapso sea los mas llevadero posible. Así, la agricultura local no dependiente de recursos finitos debe crecer en detrimento de la agricultura industrial kilométrica dependiente de combustibles fósiles, los pueblos deberían crecer y las grandes urbes disminuir su población... Pero también deberemos evitar otras asimetrías que matan y nos dejarían inermes frente a los profundos cambios que vendrán, como ocurre con las desigualdades sociales.
Hay una resiliencia que construir y debemos entender y asumir que la sostenibilidad no es imposible, es inevitable. Todo el esfuerzo y los recursos que usemos en sostener lo insostenible no hace mas que restarlos a la necesaria transición. La Naturaleza no es artífice de otro castigo que las consecuencias de nuestros actos. Si quemamos un bosque tendremos un erial, si plantamos árboles tendremos un bosque.

La pretensión de este artículo no es convencer a economistas, sociólogos, políticos, religiosos, historiadores, legisladores, periodistas, élites o mayorías mas o menos silenciosas, de la existencia de los límites biofísicos, sino sugerir algunas herramientas de visualización de la mano invisible de la Termodinámica en las diversas representaciones de la realidad. El objetivo es que, como ocurre con un parabrisas transparente que se hace cada vez mas opaco y visible por las vísceras de los insectos estrellados contra el impenetrable cristal, no sea necesaria la destrucción absoluta de la sociedad y la civilización humana para que terminemos aceptando y corrigiendo nuestros errores.
Y que cada persona pueda indagarlos por sí misma.

Publicado en "Autonomia y Bienvivir"

jueves, 4 de septiembre de 2014

¿Por qué los economistas no entienden esta crisis económica? Diez razones.


La teoría del mercado actualmente dominante valora principalmente las preferencias humanas y no tiene en cuenta los costes físicos y ecológicos ni sus límites. En realidad, es la ecología, la ciencia que parte de principios termodinámicos bien fundamentados, y no de la fe o la confianza en un modelo económico, la que mejor entiende el problema de los límites.
De forma muy resumida, se podría decir que la incapacidad de los economistas para entender esta crisis económica, se debe a la dificultad para aceptar los límites físicos en la extracción de recursos, renovables o no, y las consecuencias de la actividad económica sobre la biosfera. Negando o minusvalorando esta interacción no aceptan ni entienden el impacto de estos límites sobre la economía global. Puede el lector dar un paseo por los blogs y publicaciones de economía mas representativos del actual capitalismo globalizado para valorar el numero de artículos y su influencia, sobre temas tales como el pico del petróleo o el descenso de la biodiversidad. Las visiones mas críticas avisan del impacto de la economía sobre la biosfera o el cambio climático, pero no tanto del impacto de estas transformaciones sobre la economía. En buena parte, eso se ha debido a que los beneficiarios de estos impactos en la biosfera han sido los países ricos, que son a su vez los que proveen de economistas al mundo, mientras que los daños o externalidades, han caído sobre los países pobres. También puede deberse a una visión antropocéntrica según la cual las leyes de la naturaleza se someten a las leyes de los hombres, negando la realidad. ¿Pero cuales son las leyes de la economía? Resulta que son bastante cambiantes y diferentes para los diferentes modelos productivos. Se podría decir que son objetivas mientras funcionan. Así, la presunción de un crecimiento económico infinito sobre un planeta y recursos finitos, puede funcionar mientras no se alcanzan los límites del sistema. Llegamos así a la primera de las obviedades.

1.- Patrones históricos: Es habitual en los análisis económicos, tomar como referencia patrones históricos. Pero nos encontramos en una situación que no tiene antecedentes en la historia de la humanidad, la validez de tales análisis resulta por tanto bastante dudosa. Tomar entonces como referente las leyes de la Física que rigen en los límites de un sistema, parece lo mas sensato para establecer los marcos de lo posible.

2.- Sustitución de recursos agotados: Según la teoría de mercado no hay problema con el agotamiento de recursos, porque cuando un recurso se agota, el mercado siempre encuentra un sustituto. Y en cierta medida eso es cierto, el petróleo es perfectamente sustituible, de hecho buena parte del petróleo actual es sintético, pero lo que no puede sustituirse por otra cosa es la energía. Y precisamente lo que están fallando son las fuentes de energía. El concepto de fuente de energía está ligado al de Tasa de Retorno Energético (TRE). Así cuando la energía obtenida de una fuente, por ejemplo los biocombustibles, es igual o menor que la empleada para obtenerlo, la fuente deja de serlo y obtenemos un sumidero de energía.
En cuanto a la sustitución de los servicios prestados por la biosfera y su biodiversidad, la economía de mercado no puede sustituirlos y se limita a destruirlos o agotarlos. La tecnología no puede sustituir a la vida. La disminución del capital natural y su degradación a escala planetaria se encuentran en su punto mas alto, justo cuando mas los necesitamos.

3.- Trabajo y Energía. Los esclavos energéticos: En economía solo se considera como trabajo la energía invertida por el ser humano. Sin embargo, desde el punto de vista físico, el trabajo humano es de la misma naturaleza que el trabajo realizado por una máquina o un animal. De hecho, y de la misma manera que se usa el caballo de vapor (CV) como unidad de potencia equivalente a la proporcionada por estos animales de tiro, también podemos recurrir al concepto de esclavo energético como la potencia equivalente a la desarrollada por un ser humano bien musculado y alimentado. Según la visión de la economía neoclásica el trabajo es, junto con el capital y la tierra, uno de los tres factores de producción. Lo que diferencia al análisis físico del económico, es que desde un análisis físico podemos visualizar el grado de dependencia de nuestro modelo económico de los combustibles fósiles y la dificultad o imposibilidad de este modelo, para generar una transición a un nuevo modelo evitando el colapso. Así, en un país como España, disponemos de unos 40 esclavos energéticos por habitante, que trabajan para nosotros 24 horas al día, que pasarían a ser 120 si nos acercamos a la capacidad real de un ser humano y solo lo hicieran 8 horas diarias los 365 días del año. En EEUU serían 360 esclavos por habitante, trabajando 8 horas diarias durante todos los días del año.

4.- El pico del petróleo: La mayor parte de los economistas olvidan la ley de los rendimientos decrecientes cuando de petróleo se trata. Algunos piensan que el factor limitante es la cantidad de petróleo que existe bajo el subsuelo, pero esto no es así. El petróleo no se acabará nunca, pero dejará de ser una fuente de energía cuando la energía empleada para obtenerlo sea igual o mayor a la energía destinada para producirlo. Por otro lado, tampoco podemos extraerlo siempre al ritmo que deseemos. Pero los problemas comienzan cuando la oferta no puede satisfacer a la demanda. Prueba de ello fueron las crisis del petróleo de los años 70. Pero ahora enfrentamos la misma crisis a escala global y nuestro problema es que no disponemos de otro planeta para proceder a su expolio.


5.- Eficiencia y TRE (Tasa de Retorno Energético): Los economistas conocen bien el concepto de eficiencia. Sin embargo el concepto y las implicaciones del concepto de Tasa de Retorno Energético, TRE, con frecuencia se les escapa. Lo sorprendente es que la TRE, es un concepto muy sencillo. Toda sociedad necesita de energía para la producción de los bienes necesarios para su existencia. Pero también necesita energía para obtener esa energía. Aplicamos el concepto de eficiencia en los procesos de producción y consumo. La eficiencia de cualquier proceso tiene un límite y se mide en tantos por cien. Sin embargo, la TRE resulta del cociente de dividir la energía obtenida por la energía empleada para su obtención. Esta energía empleada es la que corresponde a la suma de todos los procesos implicados, desde las prospecciones, extracción, transporte, procesado, distribución, comercialización y venta. Los modelos económicos estandar no hacen tales distinciones, por lo que a los economistas les resulta difícil valorar, con las herramientas obtenidas en su plan de estudios, las consecuencias que tiene la crisis energética en la economía.

6.- La paradoja de Jevons: La paradoja de Jevons dice formalmente que aumentar la eficiencia disminuye el consumo instantáneo pero incrementa el uso del modelo lo que provoca un incremento del consumo global. Dicho en otras palabras, en un sistema en crecimiento, los esfuerzos en la eficiencia terminan invertidos en crecimiento, con lo que a la larga obtenemos un mayor consumo y no un mayor ahorro. Por tanto, las propuestas de eficiencia que no cuestionan el crecimiento económico, terminan provocando paradójicamente un mayor consumo de recursos. Jevons descubrió este principio a partir de la observación empírica.

7.- La necesidad de crecer: Todos los economistas de los modelos estandar coinciden en la necesidad de crecimiento para poder mantener el actual modelo económico. Existe, sin embargo, una fuerte correlación entre PIB y consumo de energía y podemos decir que el crecimiento económico necesita, de un consumo creciente de energía. La llegada del pico del petróleo supone que la fuente de energía mas importante de nuestra sociedad ya no puede obtenerse de forma creciente. Además, tras un periodo de estancamiento de la producción comenzará el declive acelerado de dicha producción.
Los esfuerzos en eficiencia tienen, como hemos visto, un efecto parcial y a corto plazo. Por lo que el declive energético lleva a un decrecimiento económico global inexorable.

8.- Factores de producción. ¿Tecnología sin energía?: Los recursos que se emplean para producir bienes y servicios constituyen el capital. En la economía moderna se considera la tecnología como un factor de producción especialmente relevante en que la maquinaria proporciona la fuerza en la producción mecanizada y tecnificada. ¡Un momento! ¿Hemos dicho la fuerza? No podemos exigir a un economista que sea experto en Física pero sí que tenga al menos unas nociones básicas. Quitemos las baterías a nuestros dispositivos móviles y demás aparatos, cortemos el fluido eléctrico y cerremos las gasolineras. Veamos qué producción obtenemos. Pensemos por un momento en el valor de todo nuestro capital tecnológico sin la energía necesaria para hacerlo funcionar. No solo eso, pensemos en que cada maquinaria está diseñada para aprovechar un determinado tipo de energía. Cambiar de modelo, aún disponiendo de la energía suficiente sería muy costoso. Estamos obsesionados con el coche eléctrico. Pero ¿tendremos también tractores eléctricos en la agricultura o maquinaria pesada a tracción eléctrica?

9.- Desigualdad y crisis energética. El planeta es un sistema cerrado: Con frecuencia, los análisis económicos parten de un solo país, o de unos pocos países. Sin embargo, en un sistema globalizado y en una crisis que tiene repercusiones globales, las relaciones entre energía y economía aparecen mas nítidas a escala global. La destrucción de la demanda causada por el declive de la producción de crudo afecta en mayor medida a aquellos países mas dependientes del mismo en su mix energético. Las políticas de austeridad están provocando una fractura social en los países en crisis, con un crecimiento de las desigualdades económicas y la exclusión social. Hemos de tener en cuenta que en un sistema cerrado no hay intercambio de materiales con el exterior y los costos medioambientales no pueden ser evitados mediante externalidades.

10.- Desinformación y mercado: endogamia ideológica: Una de las condiciones que exigen muchos modelos de mercado es que no haya problemas con la información. Pero la concentración de poder económico en pocas manos ha llevado al control de los medios de comunicación por parte las grandes corporaciones. Tenemos una gran abundancia de información pero su calidad es mas que cuestionable, marcada por un protagonismo de la publicidad que, desde luego, no se limita a informar objetivamente al consumidor. La información mas veraz va quedando a disposición de quienes puedan pagarla, lo que no garantiza que se interesen por aquello que no desean saber. Esto parece contradecir la experiencia de información gratuita, a través sobre todo de internet. Pero esa gratuidad no existe, los costos están sostenidos en última instancia por la publicidad. A su vez esta publicidad está sostenida por su rentabilidad e influencia sobre el consumidor. Esto genera un bucle que excluye o debilita la información que cuestione o perjudique a corto plazo el modelo de mercado, mientras que potencia y selecciona aquella información que lo refuerza. Resulta difícil, por ejemplo, que un periódico publique artículos que avisen de la llegada del pico del petróleo, cuando se financia en buena medida a través de anuncios de automóviles.

CONCLUSIONES
Lo que hace que el colapso sea inevitable es que no hagamos nada por evitarlo. Alguien dijo que todos sabemos muchas cosas, pero sabemos cosas diferentes. Es evidente que quienes mejor conocen nuestro modelo económico son los economistas y los que mejor conocen la realidad del mundo físico sean los físicos, o los que estudian otras ciencias como la ecología. Es necesario un dialogo que compense a todos de lo que falta en los planes de estudio. El apremio desde el punto de vista físico viene dado por la necesidad de que la humanidad se una en un frente común ante a un problema de límites físicos. En mi humilde opinión, es la única forma de evitar que la sociedad se descomponga y degrade, buscando en el otro la causa de sus males. Y así termine, agonizando en un caos de conflictos armados y sociales y de degradación mediombiental, en un viaje a ninguna parte. Sin embargo, no podemos cambiar de vía sin bajarnos del tren. Dejar que las leyes del mercado regulen la destrucción de la demanda es como dejar que las leyes de flotación regulen el naufragio.

Publicado en ssociólogos

jueves, 21 de agosto de 2014

El Capital Natural

Ser antisistema en los tiempos que corren es como conspirar contra un suicida paranoico, que entre delirios de grandeza y manía persecutoria, señala a quienes intentan evitar el desastre, como los instigadores de su propia decadencia.
Necesitamos con urgencia un cambio de paradigma económico y social para evitar el colapso de nuestra civilización, pero parece que las élites económicas no están dispuestas a permitirlo. En realidad solo buscan ser los últimos en hundirse, algo que esta por ver, antes de que pueda hacerse algo para evitar el naufragio.
El pico de producción del petróleo, acaecido en 2006 según la Agencia Internacional de la Energía, marca el principio del fin del recurso no renovable y finito mas importante en nuestra sociedad. Parece pertinente por tanto hacer balance de los recursos renovables de los que podríamos disponer en un futuro: el Capital Natural y los servicios que prestan los ecosistemas.
Se podría decir que la sostenibilidad consiste en vivir de las rentas del Capital Natural, de sus intereses, para que las generaciones presentes y futuras puedan disponer de, al menos, los mismos recursos naturales de los que disponemos actualmente. Sin embargo datos científicos contrastados avalan que nuestro crecimiento en el Estado del Bienestar se ha hecho a costa de una reducción de ese Capital Natural. En pocas palabras, el "milagro" de progreso y modernidad de nuestro modelo económico ha consistido en dilapidar el capital que conforma el sostén vital de la humanidad. ¿Es esto exagerado?. Veamos lo que se dice en la web del Banco Mundial sobre la Contabilidad del Capital Natural:

El PIB tiene en cuenta solo una parte del desempeño económico –los ingresos– pero no dice nada acerca de la riqueza y los bienes que subyacen a estos ingresos. Por ejemplo, cuando un país explota sus minerales, en realidad está agotando la riqueza. Lo mismo puede decirse de la sobreexplotación de la pesca o la degradación de los recursos hídricos. La reducción de estos bienes no aparece en el PIB y, por lo tanto, no se mide.

El ejemplo del bacalao atlántico llevado al borde de la extinción, ilustra
la forma en que desastre ecológico y desastre económico están relacionados.
Estamos pues ante un modelo contable, que maquilla las cuentas de tal forma oculta los flujos reales de riqueza, permitiendo así el saqueo mediante la deuda, no solo de los ricos sobre los pobres, sino de las generaciones actuales sobre el patrimonio de las venideras. 
Así, mientras el Banco Mundial promueve la Alianza Mundial de la Contabilidad de la Riqueza y Valoración de los Servicios de los Ecosistemas (WAVES, por sus siglas en inglés), con el supuesto objetivo de ayudar a los países a superar el tradicional enfoque en el PIB para comenzar a incorporar la riqueza, que incluye el capital natural, en sus cuentas nacionales, la Comunidad Económica Europea exige a sus socios incluir en dicha contabilidad la actividad "económica" de la delincuencia organizada.
Si el PIB es la medida del progreso de una nación y el progreso, medido en términos del crecimiento del PIB, se obtiene incluyendo la prostitución, la producción y el tráfico de drogas o el armamento militar, si la destrucción del Capital Natural se contabiliza como ingreso, parece lógico preguntarse ¿hacia dónde vamos? ¿A quién estamos engañando? ¿Contabilizamos como riqueza la degradación humana al igual que contabilizamos como ingreso la degradación de la Naturaleza?
Asistimos a una estafa a escala planetaria. Se estima que los países de renta alta se apropian de 1 a 5 veces más que su parte equitativa de los servicios del capital natural del planeta.




Sin embargo, esta asimetría, este saqueo conlleva una dependencia de los países del Norte de los países del sur, la dependencia que tienen los ricos de los pobres. Porque aunque pretendan convencernos de lo contrario, los pobres pueden prescindir de los ricos.
Estamos atados por lo que no queremos saber y por lo que no queremos que se sepa. Es lo que nos permite esta ilusión de libertad total, definida como zafarnos de la responsabilidad de nuestros actos sobre nosotros mismos, nuestros descendientes, sobre los demás seres humanos y el resto de seres vivos. Esta negación de responsabilidad, no permite sin embargo escapar de las consecuencias, en la medida que el perdón divino lo provee. Gaia no es una diosa. Para encontrar la verdad, es suficiente con dejar de engañarnos.

Referencias:
* Contabilidad del Capital Natural. Banco Mundial.
* Capital natural y desarrollo: por una base ecológica en el análisis de las relaciones Norte-Sur. José A. González, Carlos Montes e Ignacio Santos
Capital natural y funciones de los ecosistemas: explorando las bases ecológicas de la economía. E. Gómez-Baggethun, R. de Groot. Revista científica y técnica de ecología y medio ambiente.
* Límites biofísicos: ¿El colapso de la civilización es ya inevitable?. Carlos de Castro Carranza.
Restaurando el Capital Natural. Un programa de acción para sustentar los servicios ecosistémicos.
Frances Irwin, Janet Ranganathan.

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