jueves, 10 de junio de 2010
Hablando con Gaia (Empeñada en cambiar el mundo)
El Pinto: "El problema de la verdad es que no tiene remedio, puede parecer que la mentira repetida convence, pero nada más triste para uno que vivir con el engaño".
Gaia: Es cierto, la mentira repetida convence. Si la repetición da resultado con la mentira ¿por qué no habría de hacerlo con la verdad?. ¿Qué podría ocurrir si dedicamos cierto esfuerzo en repetir la verdad, en no acomodarnos, en no dejar que se olvide? La verdad es un ser vivo, necesita replicarse. Puede morir y puede extinguirse. Y puede colonizar el mundo como un perfume.
Probemos con una verdad muy sencilla: "Todos los seres humanos son seres humanos" Hagamos que la repita quién toma el puñal, quien manda un ejército, que la grite quién pide justicia. Tendremos que escribirla en los misiles, pronunciarla en los mercados, acudamos con ella al conflicto. Que en ninguna bandera falte esa pequeña verdad "Todos los seres humanos son seres humanos". Y que todos los soldados la repitan antes de llamar enemigo al enemigo y después de llamar enemigo al enemigo. Que no falte en ninguna constitución, en ningún discurso, en ninguna llamada a la lucha. "Todos los seres humanos son seres humanos" Que tropiece con esa verdad quien prepara utensilios de tortura, quien trama en la sombra el dolor de las nuevas desgracias.
Y antes de cambiar de canal, por la antiestética imagen de la infancia doblegada en la miseria. Incómodos y molestos, sin saber qué podríamos hacer, repetir al menos, "todos los seres humanos son seres humanos" Dejar simplemente que pequeñas verdades nos conmuevan y nos impulsen. Y hacer algo insignificante, ¡pero hacer algo!. Y sentir una leve brisa de murmullos crecer y llevarse, un soplo de la tristeza que otras mentiras nos dejaron.
La indolencia puede ser mas letal que el crimen. Repitamos la verdad, multipliquemos la belleza, dignifiquemos nuestros días con esa vieja estrategia de la vida.
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¡Bravo Camino! La indolencia es también un crimen, al igual que el silencio.
ResponderEliminarY cambiar el canal que es como mirar para otro lado para no ver el crimen.
Y lo mismo que justificar el crimen para combatir el crimen y la indolencia y la miseria y la pobreza.
Todos los seres humanos son seres humanos. Lo repetiré todas las veces que me encuentre con la indolencia y con el crimen.
Saludos
Txema, cualquier cosa menos la inacción, las barreras mas difíciles de salvar están en nuestra mente.
ResponderEliminarUn saludo
No puede ser, no.... estoy seguro que la indolencia es peor que el crimen. Porque de crímenes hay muchos pero es posible contarlos, lo mismo que contar a los criminales. Pero contar a los indolentes es imposible porque son infinitos. Te juro que te hago caso: me pongo a repetir verdades desde ya mismo.
ResponderEliminarRedacción pésima por las prisas: quería decir No es que pueda ser,es que es... Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarSeguro que os acordáis de Richard M. Nixon y su famosa mayoría silenciosa que tanto éxito tuvo.
ResponderEliminarQuienes eran en realidad esa mayoría silenciosa? Los apáticos, los decepcionados, los pasotas, los inactivos? No lo sé.
Pero lo que si sé, es la consecuencia de todo aquello: EEUU vivió unos de los periodos más negros de su reciente historia, posiblemente el más negro. Hasta que algunos dijeron ¡basta! y se movilizaron contra la guerra de Viet Nam y contra Watergete, etc. y lograron echar a Nixon. Costó mucho, pero su hizo.
Sólo han pasado treinta años y las cosas no han ido a mejor. Todo lo contrario. Pero ha crecido la mayoría silente. Tomemos buena nota de hasta dónde estamos dispuestos a colaborar.
saludos
Hola Ramón, el problema de la indolencia es que sin ser un crimen es el caldo de cultivo en el que han podido desarrollarse los crímenes mas atroces. Creo que Txema hace un análisis muy lúcido, ha sido la mayoría silenciosa, la que espera entre la desorientación, el miedo y el conformismo, la que ha propiciado los periodos mas negros de la historia de las naciones.
ResponderEliminarNuestro problema real en estos momentos creo que es la desorientación. Me vais a perdonar que siga recurriendo a la literatura para decir que esa mayoría, lo primero que necesita es la caída de las vendas en los ojos. Pero para despertarnos de la desilusión hace falta un sueño, un objetivo, algo que nos dignifique.
Amigo:
ResponderEliminarEs un placer conocer que uno con sus comentarios puede estimular la imaginación de otros. Agradezco tu propuesta y aplaudo tu comentario, como algo vital y necesario. Con los años uno piensa que las utopías vividas en otro momento, ahora carecen de sentido, que la vida ya no es como entonces y que todo está resuelto.
No es así, uno mira su entorno y encuentra que pocas cosas no materiales han cambiado, las mejoras humanas, y sociales están en la cuerda floja, pendientes de un pacto que anuncian no se cumplirá, o un trabajo que tiende a ser precario, o una desigualdad social cada vez más pronunciada. La sociedad con esa diferencia agudizada se ha deshumanizado y los nuevos ricos por usar tarjeta de crédito, desprecian a quien vive con lo justo. La utopía de una sociedad mejor se presenta con resaca, inmadura, triste, acomplejada y temerosa, por falta de solidaridad y miedo, el pánico que dicen tienen los mercados, la crisis repetida, el miedo para colocar derechos y sueldos en el suelo, lo más distante posible de la utopía, que de la mano de alguien tendrá que renacer, por que no, repitiendo que los seres humanos son seres humanos.
Un fuerte abrazo
El gran problema es que hemos hecho de la mentira la normalidad de vida y sin darnos cuenta la identificamos como única, de manera natural. La corrupción; las leyes que no se aplican, etc; habría demasiado para enumerar.
ResponderEliminarAhora decir las verdades ¿cuáles serían esas?
La única y contundente verdad es que nos escurrimos en apologías a la paz pero desde la comodidad de nuestro sillón de turno. Pocos son (entre los que no me incluyo) los que de verdad hacen lo que dicen.
Ojalá me equivoque y que mi visión sea desde la negativa mente mía solamente.
Me ha gustado tu propuesta, tu sana intención.
Un abrazo.
Excelente texto a partir del de El Pinto.
ResponderEliminarEl problema de la verdad es que a veces sólo es la de uno y no sirve para el otro. Seamos verdaderos, pero respetuosos.
Y, por supuesto, nada de indolencia: es culpable siempre.
Gracias El Pinto por prestarte a este diálogo. Los comentarios estimulan siempre. Tengo un especial aprecio por aquellos comentarios que aún siendo respetuosos y cordiales, son a la vez críticos e inteligentes. Me incitan al debate y a cuestionar mis propios planteamientos y a perfeccionarlos, creo que eso se llama aprendizaje y agradezco a todos los que con ello me ayudan.
ResponderEliminarTotalmente cierto con esa simple Gran verdad todo sería diferente,
ResponderEliminar"Todos los seres humanos son seres humanos".
Me hiciste rocordar a un amigo que era gerente de una empresa y le hicieron hacer un curso, volvió muy desconcertado porque le dijeron que cuando hiciera una negociación tenía que ver al otro como su enemigo y de ahí en más ya sabes....
PD:Gracias por tu aporte, esto estaba escrito como te dije en una calle, no sabía su autor, fui buscando de a pedazos en internet y me apareció, me gustó encontrarlo, siempre trato de respetar a los autores pero sucede con muchos textos que se les atribuyen a otros, ahora se de quien es.
Besos:)
Hola, amiga Gaia, como dice nuestro amigo Pinto, la verdad no tiene remedio. Algún día se impondrá esa verdad, cuando sepamos ser simples y no complicados, cuando no le busquemos tres patas al gato, cuando seamos tan puros como para vernos reflejados en los otros como en un espejo. Por de pronto, aprendamos nosotras a mirar en los demás a nuestros semejantes, a nuestros compañeros de especie y de aventura. Con semejante mirada, seremos incapaces de la violencia, una de las mayores enfermedades que puede acontecernos.
ResponderEliminarTambién funciona con la verdad, he probado.
ResponderEliminarun abrazo.
Angeles "Todos los seres humanos son seres humanos" es una frase que intenta resumir en pocas palabras la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
ResponderEliminarLos seres humanos somos cambiantes y diversos, nos aglutinamos en grupos y en los conflictos podemos ser terribles y crueles. Hay una verdad que trasciende cultura, tribu, nación o ideología: nuestra humanidad.
Querida Isabel, puede ser desconcertante oír en una niña palabras de persona mayor. Pero yo crezco con las palabras. No solo con las de Ana, sino también con las tuyas y con las de cualquiera que llegue a este lugar. Una mirada puede comenzar cambiar muchas cosas y en algún momento encontraremos formas de luchar contra la violencia.
ResponderEliminarPasaba a saludarte,excelente texto.
ResponderEliminarUn besico
"Todos los seres humanos son seres humanos". No parece una frase dificil de entender. "Todos los seres humanos son seres humanos".
ResponderEliminarSi nos supiéramos organizar los ciudadanos, si abandonáramos esa indolencia que tú denuncias, qué cosas no cambiaríamos.
Nuestras playas murcianas reciben con cierta frecuencia pateras con pobres desgraciados que se juegan la vida por escapar de su infierno particular. En una de esas ocasiones fui testigo y partícipe de una de esas acciones que confirman lo que digo. El mar nos dejó a una veintena de africanos totalmente exhaustos. La guardia civil sonaba sus sirenas y los buscaban para detenerlos. Pues bien, los bañístas, ¡todos!, nos fuimos a darles de beber y a cubrirlos con toallas y a darles calor con nuestros cuerpos. Aún se me ponen los pelos en posición de firmes.
¡Guerra a la indolencia!
Has escrito una gran entrada.
Un abrazo.
¿Se estará escapando la empatía por el agujero de la capa de ozono? ¿Se estará colando por allí la indolencia?
ResponderEliminarUn saludo y gracias por la visita y el comentario más allá de la cuestión plástica.
Buda, gracias por tu visita
ResponderEliminar"Todos los seres humanos son seres humanos" es una frase fácil de entender pero en muchas ocasiones difícil de asumir, sobre todo, cuando por diferentes causas nos enfrentamos a la violencia.
ResponderEliminarEs una frase que llama a nuestra humanidad, por encima de sentimientos tribales o nuestras inclinaciones políticas o estatus social.
Recuerdo una entrevista muy dura a un francotirador durante la guerra de los Valcanes. Le preguntaban cómo podía disparar a civiles inocentes, cómo se podía disparar a niños. Recuerdo nítidamente su respuesta "Tienes que pensar que son cerdos, que son animales, que son ratas asquerosas, si piensas que son seres humanos no puedes hacerlo".
Existe un tabú biológico que prohíbe a un ser humano matar a otro ser humano. Por eso es necesario un proceso de deshumanización, ya sea propio o ajeno, para aprobar el crimen.
"Todos los seres humanos son seres humanos" Estas siete palabras reivindican nuestra humanidad sin distinción de raza, sexo, religión, grupo social, creencia u opinión política.
Is@Hz, en los momentos mas duros sale lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Se escapa la empatía, nos invade la indolencia, pero también despiertan las conciencias dormidas.
ResponderEliminarUn saludo
Thorton, creo que describes una situación que nos habla de esperanza. Esos pelos que se ponen en posición de firmes hablan de un sentimiento primordial, ajeno a las ideologías, presente en todos los seres humanos, que a veces ahogamos con una sensación de hundimiento y pérdida en lo que somos. Pero cuando dejamos que se manifieste, sentimos sencillamente que nos dignifica, que cambia lo que somos para mejorarlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Reflexivo post, un placer leerte.
ResponderEliminarque tengas una feliz semana.
Lo verdadero no necesita explicarse...
ResponderEliminarbesos de durazno, Monique....
gracias por pasarte por mi blog y dejar un comentario, que me ha estremecido tanto.
ResponderEliminarpara mí existen los ángeles pero no los ángeles en sentido religioso... para mí los ángeles son esas personas que pasan por tu vida y te "tocan"... y un ángel así fue la que convenció a la protagonista de mi texto de que no le pasaría nada, de que se salvaría, aunque algunos hayan interpretado al leer el texto que la protagonista se muere... en realidad es un final indefinidido para que cada uno lo haga a sus propias circunstancias...
los accidentes son terribles, en un segundo cambian tu vida y hasta acaban con ella.
los accidentes suelen ser dolor, mucho o poco, y reflexión... porque siempre hay un antes y un después.
biquiños,
Ricardo, la reflexión nos ayuda a tomar el timón de nuestros propios pensamientos.
ResponderEliminarUn saludo
Conciencia Personal, a veces lo verdadero necesita ser sentido. Hay cosas que no pueden contenerse en ningún discurso, porque su naturaleza no se deja diseccionar por las palabras.
ResponderEliminarAún así, la poesía observa la destreza de que hicieron gala los locos.
Un saludo
Aldabra, puede que los ángeles sean esas personas de las que aprendes algo esencial y que ni tan siquiera han necesitado presentarse como maestros. Dicen que los ángeles son mensajeros.
ResponderEliminarLas noticias sin embargo no siempre son buenas.
Un abrazo
Me gusta la reflexion... todos los seres humanos son seres humanos... probare la receta, sera mas amarga que todo un frasco de mentiras, pero sera mas efectiva... la verdad y la empatia nos abren los ojos a un mundo para el que muchas veces no estamos preparados...
ResponderEliminarpero bendito sea ese golpe contra la pared que nos damos al descubrirlo... nada como una enorme protuberancia en la frente para recordar que estas en el mundo real y tienes que hacer algo para derribar ladrillo a ladrillo ese muro cno el que te has ido a topar..
Todos los seres humanos... :) me gusta
Recorro tus caminos y siempre me dejas enseñanzas, eres demasiado humana.
ResponderEliminarBesos, Monique.
De visita nuevamente, saludos, Monique.
ResponderEliminaralgunas palabras sí arrasan,levantan uñas como puentes o destruyen ojos como escamas. algunas pocas quedan. casi siempre silenciadas. tocan lo que no se toca. pinchan lo que no se clava... y mientras tanto el río que siempre pasa y algunas veces calla.
ResponderEliminarPasaba por la "Conciencia" de Monique y la verdad, es que tenés razón, la verdad de la humanidad es esa justamente, la humanidad en pelo, sin vestimenta. Desnuda. Y el hombre, la disfraza, la esconde de sí mismo.
ResponderEliminarBesitos !!!
Anartista: racimos de viento he deseado junto al rio. la libertad no es suficiente, hay que usarla. pregunto a estos erizos. quiero saber. cómo se nos permite conversar. aún en lo onírico.
ResponderEliminarSilvina Mora: Monique siempre nos regala un tramo del camino, nos deja el recorrido por un libro, por una foto o por una quimera. No se rinde solo porque parezca insuficiente. Eso es la humanidad, eso es la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Me conmueves, ser parte de esa vida, de esa humanidad, de lo que es memorable.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Monique.