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domingo, 15 de septiembre de 2019

Segundo Principio de Equivalencia, explicación intuitiva.

Nuestra hipótesis de un 2º Principio de equivalencia, plantea una interpretación ampliada de la Teoría de la Relatividad General semejante a la equivalencia materia-energía. A pesar de que vemos claro la diferencia entre materia y vacío, cuando viajamos hacia lo extremadamente pequeño el vacío aparece lleno de fluctuaciones de partículas y la materia llena de vacío.

 Ya existe un principio de equivalencia. Einstein lo llamó la idea mas feliz de su vida. ¡Y el físico tuvo muchas ideas!. Aunque este principio dio origen a su Teoría de la Relatividad General, es intuitivamente bastante sencillo: como no podemos distinguir entre la fuerza de nuestro peso y la fuerza debido a la una aceleración de la misma magnitud debida, por ejemplo, a un vehículo cuando aceleramos, ambas fuerzas tienen la misma naturaleza y son equivalentes. De esa idea feliz a la publicación de su Teoría General de la Relatividad pasaron ocho años de intenso trabajo matemático, donde las aportaciones de otros matemáticos fueron fundamentales.
Hoy suele divulgarse esa igualdad diciendo que la presencia de una masa, como por ejemplo un planeta, provoca una distorsión del espacio tiempo, que a su vez, dice a la masa como moverse. Nosotros vamos a  proponer una equivalencia mas profunda que una relación causal, una equivalencia ontológica a partir de la evidencia de que pueden convertirse la una en la otra y viceversa.

Definamos Equivalencia
  
De esa ecuación con símbolos herméticos, solo vamos a interpretar el que todos conocemos: el signo igual. Una interpretación de su significado es que puede existir una forma física de transformar distorsión de espacio-tiempo en eso que llamamos masa-energía. Esta equivalencia de esencia vendría dada por transformación que pueda darse en las dos direcciones.

Las ondas gravitatorias que se han detectado provienen de la conversión de masa-energía en oscilaciones del tejido espacio-tiempo.
Quizá el descubrimiento experimental de las ondas gravitatorias donde varias masas solares se convierten en vibraciones de espacio-tiempo dos da una de las evidencias mas fuertes de que nuestra hipótesis no va descaminada.
Pero ¿cuál sería entonces el nexo entre la relación causal y la relación ontológica?: La naturaleza del tiempo.


 Explicación intuitiva del Segundo Principio de Equivalencia

Cuando decimos explicación intuitiva, hablamos de la manzana que cae del árbol o la sensación de ingravidez al caernos de una silla. Experiencias cotidianas accesibles a nuestra escala y a nuestros sentidos. Cada vez que lanzamos una pelota o empujamos algo cambiamos la relación que tenía el objeto con el espacio y el tiempo, cuando un objeto cae debido a su peso invierte su diferencia de altura en alterar su dinámica. Ese tipo de transformación puede darnos una idea de lo que sería el Segundo Principio de Equivalencia. Pero la ciencia no solo ha avanzado por su metodología, sino también ampliando nuestros sentidos para mirar desde lo infinitamente pequeño a lo infinitamente grande. De forma cotidiana, en los colisionadores de partículas se transforma la energía cinética debida a sus velocidades cercanas a la luz, en crear materia. Porque no se hacen chocar partículas para que se rompan y podamos ver lo que contienen, sino principalmente, para crear otras partículas de masa muy superior. Imaginemos por ejemplo que hacemos chocar dos monedas de 1 Euro y tras el choque aparece de la nada un billete de 200 Euros. Así es como se ha conseguido crear el bosón de Higgs.


En Física Fundamental, lo que llamamos materia se concibe como fluctuaciones de campos o vibraciones de cuerdas.
 Las implicaciones filosóficas son muy profundas. ¿En qué sentido podemos por ejemplo, hablar de materialismo, cuando sabemos que lo que llamamos materia es casi en su totalidad espacio vacío? ¿Qué es la materia? ¿Que es la energía? ¿Qué es el tiempo?
En un sentido mucho mas pragmático ¿De qué nos sirve todo ese conocimiento si somos incapaces de garantizar nuestra propia supervivencia?
No vemos a la ciencia como una forma de trascender nuestra escala humana, ver mas allá de nuestro tiempo efímero, para vivir a través de quienes ocuparán nuestro lugar.
La mayor belleza de la ciencia es que nos muestra que la realidad supera a cualquiera de nuestras fantasías, mas dadas a buscar la conquista de un nuevo territorio que a hacer de la comprensión el objeto de la conquista.

viernes, 14 de enero de 2011

La trascendencia es de este mundo

El cobijo de una desalmada: Un sentido trascendente que se experimenta con los ojos de la intuición, con las palabras que forjamos en la esperanza de un futuro más justo, de una mayor conciencia en un mundo que aún persiste en moverse por parámetros que condenan a la inmensa mayoría de sus criaturas.
Gaia, vida, persecución del bien, da igual el nombre si a lo que se tiende es a la justicia.
No sé si algún día el mundo será más justo, pero sí sé que hay que seguir luchando para que así sea. Cada uno con sus armas y desde la ausencia de violencia.

Gaia:
Querida desalmada, la trascendencia es inherente a la vida. Somos lo que somos, porque antes de nosotros innumerables criaturas vivieron y murieron a lo largo de eones para dar forma a nuestro ser: somos su forma de trascendencia. La vida no es un sustantivo, la vida es un verbo. Por eso quienes escriben pueden entender mejor su sintaxis y su semántica. La literatura nos enseña que las palabras pueden seguir cambiando el mundo después de mil años. Hemos perdido el sentido de nuestro lugar en la existencia. Nuestra sociedad ha dejado de venerar a los ancestros. Solo cuenta la velocidad a la que avanzamos, pero no hacia dónde. Trascender es mirar mas allá de nuestro tiempo, considerar el futuro mas allá de nuestros límites. Tener en cuenta no solo nuestro sufrimiento, sino también el ajeno. Respetar, porque la sustancia transparente de la consciencia se percibe no solo en nuestros congéneres sino en otros seres vivos.
La esencia de la vida es sencilla, por eso los niños no necesitan explicarla. Entendamos la vida y entenderemos todo lo demás. Somos seres vivos. Sin el soporte de la vida solo quedan creencias sobre la oscuridad. ¿Trascendemos acaso a otra vida imaginaria, de cielos e infiernos, con torturas inimaginables, para repetir lo que hemos sido, despreciada esta vida, sacrificada la dignidad por una promesa de recompensa en la adoración eterna? ¿Somos incapaces de ver nuestra trascendencia en el niño que juega o el ave que eleva nuestra mirada?
Puede que no veamos un mundo mas justo, pero si hemos mirado mas allá de nuestras propias fuerzas y nuestro tiempo, algo de nosotros permanecerá en ese mundo venidero. Porque hay una trascendencia que sí es de este mundo.

El cobijo de una desalmada: Me parece todo un acierto considerar a la vida como un verbo, no como un sustantivo. Conjuguemos el verbo que, al conjugarlo, hace surgir la acción y esa acción nos espanta la melancolía que genera la injusticia.
Resulta difícil estrenar cada día la mirada, pero es el único camino. El niño lo sabe. El poeta también. Si la mirada se detiene y se enreda en las pequeñeces que nos lanzan a los unos contra los otros, perdemos el camino y, lo que es más importante, nuestra esencia.
Desde la literatura que indaga en el interior de los humanos, desde esa literatura que comprende los móviles de la acción y nos hace propios todos los caminos de la vida, todos los estremecimientos del alma, cabe trascender, entender el respeto hacia todo lo existente. Porque el mal que infligimos a otro humano es un mal que nos será devuelto con creces. Esa es nuestra mayor trascendencia: el respeto hoy, la falta de engreimiento hacia otro hoy, la no violencia hacia un semejante hoy. Desde el presente, uno puede trascenderse y sentir que edifica para un futuro mejor.
Conjugar la vida en el sentido que expresas, querida Gaia, es a lo que mi corazón tiende, no obstante todos los tropiezos y miserias del camino. El mundo puede tentarnos con falsos brillos de oro o de poder, pero el mayor logro es actuar desde una conciencia que nos une a todos nuestros hermanos de especie y de aventura.
La trascendencia es de este mundo y, mientras estemos en este mundo, el único que conocemos, conviene mirar a través de su prisma, cada uno con sus propios ojos y sus propias herramientas.

Gaia: El ser humano fue agraciado con el don de la palabra, recibió la oportunidad de trascender al olvido, crear para otros y para otro tiempo, como forma de crecer en su esencia y permanecer en aquello que entrega. La literatura es un arma cargada de futuro y puede que esta sea la hora mas decisiva. La ciencia no sabe llegar al corazón.

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