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miércoles, 7 de marzo de 2018

El laberinto monetario y la sociedad inmóvil ¿Podemos cambiar algo de nuestro mundo?

Por Jesús Nácher en representación de Autonomía y Bienvivir

Entre las ideas más prometedoras para gatillar cambios sociales de largo alcance, de esos que no sabemos hasta donde nos pueden llevar, podemos citar la Renta Básica Universal, el trabajo público garantizado, la reforma del sistema monetario, o la utilización de las rentas no ganadas, en el sentido ricardiano, como base del sistema impositivo. Desde Autonomía y Bienvivir hemos dedicado parte de nuestro esfuerzo a la divulgación de esas brillantes ideas. Sin embargo, en este punto de mi recorrido intelectual me asaltan una serie de dudas, en ningún caso pienso que estas sean malas ideas, pero debo reconocer que aisladamente, en una sociedad compleja como la nuestra, es difícil pensar que una sola medida tomada de forma aislada pueda tener un gran impacto transformador.

Tomaremos una de ellas como epítome, la reforma monetaria. De forma telegráfica, y aunque evidentemente no hay un consenso sobre qué problemas tenemos con el sistema monetario, a mi juicio el principal es que el dinero se crea de forma privada. La mayor parte de la oferta monetaria de un país son depósitos a la vista o a plazo que crean los bancos comerciales al conceder un crédito. Naturalmente, los bancos hacen esto para ganar dinero, y por ello crean el dinero con interés. Cuando el dinero se crea de forma pública o comunitaria se puede crear sin interés, pero no ocurre lo mismo cuando el dinero se crea de forma privada. Otra consecuencia de este mecanismo de creación del dinero es que quienes tienen en su mano la impresora intentarán crear todo el que sea posible, para maximizar sus beneficios. Ello favorecerá que haya periodos de abundancia de dinero a consecuencia de un boom de crédito, seguidos posteriormente de periodos de escasez, cuando la carga de los intereses va creando oleadas de impagos que propician un estrangulamiento del crédito, que a su vez provoca más impagos. Una explicación más detallada de esta problemática y de todos los hechos que históricamente nos han conducida hasta ella la expuse en una serie de artículos en Autonomía y Bienvivir: La ciencia pérdida del dinero, Modernizar el dinero y Frederick Soddy y el dinero endógeno.

Para minimizar sus riesgos la mayor parte del dinero así creado está garantizado por activos, de forma muy especial suelo (o construcciones con suelo incluido), ya que es un recurso natural finito y limitado cuya oferta es sencillo monopolizar. Los bancos tienen pocos incentivos para ser prudentes en la concesión de crédito, ya que en la parte descendente del ciclo podrán expropiar la garantía de los préstamos, y si a pesar de ello todavía resultan perjudicados el Estado saldrá en su rescate para evitar una profunda crisis de liquidez que se lleve por delante negocios que de otra forma serían rentables. Todo el sistema funciona como una gigantesca aspiradora que succiona rentas de abajo hacia arriba. Una explicación más detallada de la relación entre rentas no ganadas y sistema monetario la desarrollé en Cómo conocí a mi extractor de rentas y entré en servidumbre por deudas: “Capitalismo popular” o el auge del capitalismo de los rentistas.

Por último, hablé de cómo reformar el sistema monetario de forma que se minimizasen todos los aspectos negativos en Por qué #nodebemos, #__pagamos (conclusión), Dinero vs Energía: El pensamiento económicos de Frederick Soddy y Dinero libre y sostenible, la solución a los desahucios y a la deuda pública. En resumen, prohibir la creación de depósitos mediante crédito, y crear el dinero que la economía vaya necesitando a través del Tesoro Público, en forma de gasto. Sin embargo mi propósito de hoy es cuestionar, en cierto grado, esta solución.

Porque los problemas sociales no se solucionan como los de matemáticas. No es sólo una cuestión “técnica”. Vivimos en una sociedad muy compleja, donde cada uno de nosotros se ha especializado en realizar determinadas labores. Si alguien practica con la guitarra ocho horas al día seguramente terminará tocando mejor que alguien que la toca por divertirse al salir de su puesto de operario en una fábrica. Mayor especialización, mayor productividad. Pero dependes del panadero para tu comida y del mecánico para arreglar el coche. Eso no es grave, puedes verles cara y hablar con ellos. Pero también dependes de que los bancos sigan inyectando crédito y creando dinero, y de que los funcionarios del Banco Central decidan si hay que subir o bajar los tipos de interés del dinero. Ellos no te conocen, ni tienen en cuenta tus emociones a la hora de tomar sus decisiones y aplicarlas con la máxima frialdad y rigor.

Pero el funcionario del Banco Central aplica la teoría económica, un conjunto de “conocimientos” socialmente construidos que, pese a no tener la categoría de “científicos”, sí al menos son tácitamente reconocidos como “conocimientos” de un tipo distinto, cualitativamente superiores a los que quedan fuera de ese corpus teórico. Claro que esa teoría se define y construye socialmente, pero no con la participación de todos. Son los académicos, desde las universidades, los que van seleccionando aquello que debe ser incluido y excluido del conjunto de “conocimientos” de la disciplina, y es esa teoría la que determina como actúan los funcionarios del Banco Central.

Así que nos movemos en un entorno muy complejo, en el que suponemos que cada persona cumple su función, aunque no tengamos ni la más remota idea de lo que ello significa. El individuo termina valorando simplemente que el entorno sea estable, y cuando este entorno estable se ve sacudido por eventos extraordinarios como crisis económicas, protestará, quizás cambie su voto, y rezará porque se vuelva a recobrar la estabilidad, aunque no termine de comprender muy bien ni las causas de la sacudida ni las del retorno a la normalidad.

Todo este conjunto de hechos nos lleva en una sola dirección, hacia un reino llamado APATÍA, la ausencia de deseo, la indiferencia hacia lo que ocurre a nuestro alrededor, que entendemos se encuentra a diez mil millas de poder ser mínimamente alterado por nosotros. Es el reino del consumismo, de la proliferación de ofertas comerciales para experiencias y sustitutivos de relaciones humanas. Aprendemos y comprendemos que no tenemos ninguna influencia sobre el entorno, y en consecuencia perdemos interés por él, y como hemos perdido interés en él nuestra capacidad de lograr algún cambio se reduce todavía más.

En ese contexto las narrativas simplificadoras golpean con toda su fuerza. La razón es la fuerza capaz de despejar el camino y arrojar a la cuneta cualquier dificultad que se interponga en el avance de un progreso lineal y constante. El “experto” es el sacerdote de la nueva religión de la razón, aunque la experiencia muestre (como por ejemplo en el documental La industria de los expertos) que no consigue mayor porcentaje de aciertos que un simio, es decir, que alguien que responde al azar.

¿Hay salida a este laberinto? Evidentemente experimentamos rendimientos decrecientes en la complejidad social, por lo tanto necesitamos reducirla. No tenemos un mapa para hacer esto, de hecho nunca se ha hecho algo semejante en la historia de la humanidad, salvo de forma forzada. Como suele ser habitual ante los problemas complejos, tenemos que actuar por tanteo. Podemos apoyarnos en la psicología para dar estos primeros pasos, en concreto en la psicología positiva o ciencia de la felicidad, ya que esta disciplina prescribe para el individuo medicinas que van en el sentido de simplificar su vida.

Poniendo por delante que como dijese numerosas veces el difunto Zygmunt Bauman no existen soluciones individuales para los problemas sistémicos, consideremos por un momento este punto de partida, el de un individuo que quiere ser feliz, realmente feliz. Entre otros aspectos, la llamada ciencia de la felicidad destaca dos cuestiones que me gustaría resaltar aquí: la importancia de las relaciones y del sentido. Tener relaciones sociales y afectivas de calidad y realizar habitualmente actividades significativas para uno mismo, como lo es para mí escribir este artículo.

Empecemos por la calidad de las relaciones. Según el sistema tiende a complejizarse, las relaciones tienden cada vez más a ser episódicas (será, por ejemplo, cada vez más raro mantener un trabajo para toda la vida) y a estar reguladas exteriormente, por ejemplo por una jerarquía si se trata de relaciones en el centro de trabajo, o por contratos o precios, si se trata de una relación de tipo mercantil como la que tenemos con la camarera que nos pone el café. En la gran urbe somos máscaras, y vemos pasar miles de máscaras cada día por delante de nuestros ojos. Incluso las relaciones de pareja, tal y como señalan Byun-Chul Han o Zygmunt Bauman, se hacen cada vez más frágiles y superficiales. Para el individuo, la vía de la felicidad consiste en ir saliendo de la rueda. Mantener un trabajo, una pareja, unos amigos. Comprar en el barrio, tener relación con quién nos hace el pan o nos arregla el coche, compartir actividades con la gente del vecindario o con un grupo estable con intereses comunes.

Respecto al sentido, nos encontramos el mismo problema que con las relaciones. En una comunidad tradicional la actividad de cada uno de los miembros juega un papel que es comprendido por todos para el mantenimiento del conjunto. El herrero repara las herramientas indispensables para extraer a la tierra sus frutos y el panadero procesa esos frutos de forma que puedan ser asimilados fácilmente por todos. Hoy conozco personas que trabajan en fábricas que hacen carcasas para misiles, y ecologistas que trabajan en proveedores del sector de la automoción.



A veces no quedará más remedio que buscar el sentido en actividades relegadas a la categoría de ocio, pero en general se trata de ir progresando de forma paulatina, dotando de sentido poco a poco a cada una de las actividades que realizamos en nuestro día a día.

En este camino de ir desarrollando una estructura interna coherente, y ponerla en consonancia con su comportamiento “externo”, el individuo irá abandonando casi sin darse cuenta la persecución de categorías abstractas como éxito, o la adicción al dinero por el dinero. Aprende a encontrar placer en las acciones que le ponen en relación con los demás y con lo que percibe como el sentido de su vida. El mundo se simplifica, aunque sea parcialmente, y ahora comprendemos en parte los problemas que aquejan a nuestro entorno y a nosotros mismos. De contemplar el desahucio de un vecino con incomodidad y tensión pasamos a participar de una economía de mayor cercanía, de la que se benefician más las personas que tenemos próximas. Quizás participamos en un banco de tiempo, quizás alguien promueve un experimento con monedas locales que permite entender mejor como se crea y como funciona el dinero, o quizás no. Sea de una forma o de otra, se comparten opiniones, información y experiencias y ello hace que se exijan unas medidas u otras a la autoridad política. La información en particular, ahora llega por varios canales, si bien no desaparecen los controlados jerárquicamente y orientados al beneficio, ya no se trata de un monocultivo, sino de un bosque en el que coexisten especies diversas.

Y de esta forma vamos escapando de la apatía y de la persecución de ideales abstractos de éxito y dinero, mientras logramos una estructura interna que nos proporciona mayor paz y felicidad, que exteriormente se manifiesta en una mayor actividad e interés por los problemas públicos y comunitarios. En este punto quizás el individuo llegue a cuestionarse, entre otras cosas, el sistema monetario, y encuentre apropiada la reforma que yo planteaba al principio de este artículo. Sin embargo, será difícil que un creciente interés ciudadano pueda llegar a filtrarse al mundo académico, sin el cual se antoja imposible cualquier atisbo de reforma.

Las universidades y las revistas que publican artículos académicos se han convertido en auténticas “fábricas de consenso”, que saben y conocen como invisibilizar a los críticos sin censurarlos, simplemente ignorándolos. Sin duda el mecanismo más eficaz para ejercer un férreo control sobre lo correcto mientras se mantiene una fachada de pluralismo. Hay diversas formas de lograr esto, una de ellas podemos ejemplificarla con un suceso de la vida del economista disidente Kenneth Boulding, tal y como nos lo cuenta Oscar Carpintero:


 Después de graduarse en Oxford solicitó una beca en el Christ Church y, por equivocación, llegaron a sus manos las cartas de recomendación que él mismo había encargado redactar a varios de sus profesores de economía. En general, todas decían que era un muchacho brillante y muy inteligente, pero al final, casi todas concluían que, sin embargo, “no es uno de los nuestros”.


Los académicos tienen interés en hacer relevante su propia corriente de investigación, y seleccionan y apoyan a aquellos que la respaldan, ya sea como doctorandos o como autores de artículos a los que citar y dar relevancia por cualquier método ¿Y que ocurre si metemos el dinero en la ecuación? Se financian las líneas de investigación más convenientes, se abren las puertas de las Bancos Centrales y otros organismos con gran peso en la agenda política, como el FMI, la OCDE, el BIS, el Banco Mundial, agencias de la ONU, etc. Todo un entramado institucional diseñado para mantener el statu quo e impedir que ideas que cuestionan el paradigma imperante puedan abrirse paso.

En la modernidad, controlar a los “sacerdotes de la razón” es la mejor forma de controlar el sistema. Quizás el activismo ciudadano pueda lograr que más personas críticas y comprometidas lleguen a participar de la academia, que se censure la enseñanza de una única corriente de pensamiento en las universidades, que los economistas disidentes gocen de apoyo y reconocimiento populares.

Todos esos cambios, sin duda lentos, podrían ayudar. Pero quizás la clave es entender que la economía no es sólo una cuestión técnica, ni siquiera principalmente técnica ¿Por qué aceptamos que el objetivo del incremento del PIB es legítimo? ¿No debería ser el bienestar de todos? ¿Acaso el incremento del PIB no tiene costes, en forma de consumo de recursos y aumento de residuos, y en forma de más trabajo (quienes vean incrementarse su renta quizás preferirían más ocio, y quienes necesiten renta seguramente tampoco la recibirán tras el incremento)? ¿Acaso todos los intercambios monetarios son buenos? ¿Nos interesa que suba el PIB porque compremos más armas? ¿O porque compremos más medicamentos a causa de que nuestra salud se deteriora por la contaminación y el estrés? ¿Acaso que el PIB suba nos permite olvidarnos de como se distribuye ese producto, está bien que algunos no ganen nada con esa subida, e incluso pierdan, mientras unos pocos, como viene siendo habitual, acaparan todo el incremento de bienes producidos?

La conciencia que tendría que extenderse cuanto antes si queremos solucionar los problemas que nos aquejan es precisamente la de que los problemas económicos son principalmente problemas morales, y por tanto políticos. En el preciso instante que consigamos eso será posible una reforma del sistema monetario, y cualquier reforma que nos permita adecuar la economía a los resultados que la sociedad considere moralmente más necesarios.

jueves, 4 de septiembre de 2014

¿Por qué los economistas no entienden esta crisis económica? Diez razones.


La teoría del mercado actualmente dominante valora principalmente las preferencias humanas y no tiene en cuenta los costes físicos y ecológicos ni sus límites. En realidad, es la ecología, la ciencia que parte de principios termodinámicos bien fundamentados, y no de la fe o la confianza en un modelo económico, la que mejor entiende el problema de los límites.
De forma muy resumida, se podría decir que la incapacidad de los economistas para entender esta crisis económica, se debe a la dificultad para aceptar los límites físicos en la extracción de recursos, renovables o no, y las consecuencias de la actividad económica sobre la biosfera. Negando o minusvalorando esta interacción no aceptan ni entienden el impacto de estos límites sobre la economía global. Puede el lector dar un paseo por los blogs y publicaciones de economía mas representativos del actual capitalismo globalizado para valorar el numero de artículos y su influencia, sobre temas tales como el pico del petróleo o el descenso de la biodiversidad. Las visiones mas críticas avisan del impacto de la economía sobre la biosfera o el cambio climático, pero no tanto del impacto de estas transformaciones sobre la economía. En buena parte, eso se ha debido a que los beneficiarios de estos impactos en la biosfera han sido los países ricos, que son a su vez los que proveen de economistas al mundo, mientras que los daños o externalidades, han caído sobre los países pobres. También puede deberse a una visión antropocéntrica según la cual las leyes de la naturaleza se someten a las leyes de los hombres, negando la realidad. ¿Pero cuales son las leyes de la economía? Resulta que son bastante cambiantes y diferentes para los diferentes modelos productivos. Se podría decir que son objetivas mientras funcionan. Así, la presunción de un crecimiento económico infinito sobre un planeta y recursos finitos, puede funcionar mientras no se alcanzan los límites del sistema. Llegamos así a la primera de las obviedades.

1.- Patrones históricos: Es habitual en los análisis económicos, tomar como referencia patrones históricos. Pero nos encontramos en una situación que no tiene antecedentes en la historia de la humanidad, la validez de tales análisis resulta por tanto bastante dudosa. Tomar entonces como referente las leyes de la Física que rigen en los límites de un sistema, parece lo mas sensato para establecer los marcos de lo posible.

2.- Sustitución de recursos agotados: Según la teoría de mercado no hay problema con el agotamiento de recursos, porque cuando un recurso se agota, el mercado siempre encuentra un sustituto. Y en cierta medida eso es cierto, el petróleo es perfectamente sustituible, de hecho buena parte del petróleo actual es sintético, pero lo que no puede sustituirse por otra cosa es la energía. Y precisamente lo que están fallando son las fuentes de energía. El concepto de fuente de energía está ligado al de Tasa de Retorno Energético (TRE). Así cuando la energía obtenida de una fuente, por ejemplo los biocombustibles, es igual o menor que la empleada para obtenerlo, la fuente deja de serlo y obtenemos un sumidero de energía.
En cuanto a la sustitución de los servicios prestados por la biosfera y su biodiversidad, la economía de mercado no puede sustituirlos y se limita a destruirlos o agotarlos. La tecnología no puede sustituir a la vida. La disminución del capital natural y su degradación a escala planetaria se encuentran en su punto mas alto, justo cuando mas los necesitamos.

3.- Trabajo y Energía. Los esclavos energéticos: En economía solo se considera como trabajo la energía invertida por el ser humano. Sin embargo, desde el punto de vista físico, el trabajo humano es de la misma naturaleza que el trabajo realizado por una máquina o un animal. De hecho, y de la misma manera que se usa el caballo de vapor (CV) como unidad de potencia equivalente a la proporcionada por estos animales de tiro, también podemos recurrir al concepto de esclavo energético como la potencia equivalente a la desarrollada por un ser humano bien musculado y alimentado. Según la visión de la economía neoclásica el trabajo es, junto con el capital y la tierra, uno de los tres factores de producción. Lo que diferencia al análisis físico del económico, es que desde un análisis físico podemos visualizar el grado de dependencia de nuestro modelo económico de los combustibles fósiles y la dificultad o imposibilidad de este modelo, para generar una transición a un nuevo modelo evitando el colapso. Así, en un país como España, disponemos de unos 40 esclavos energéticos por habitante, que trabajan para nosotros 24 horas al día, que pasarían a ser 120 si nos acercamos a la capacidad real de un ser humano y solo lo hicieran 8 horas diarias los 365 días del año. En EEUU serían 360 esclavos por habitante, trabajando 8 horas diarias durante todos los días del año.

4.- El pico del petróleo: La mayor parte de los economistas olvidan la ley de los rendimientos decrecientes cuando de petróleo se trata. Algunos piensan que el factor limitante es la cantidad de petróleo que existe bajo el subsuelo, pero esto no es así. El petróleo no se acabará nunca, pero dejará de ser una fuente de energía cuando la energía empleada para obtenerlo sea igual o mayor a la energía destinada para producirlo. Por otro lado, tampoco podemos extraerlo siempre al ritmo que deseemos. Pero los problemas comienzan cuando la oferta no puede satisfacer a la demanda. Prueba de ello fueron las crisis del petróleo de los años 70. Pero ahora enfrentamos la misma crisis a escala global y nuestro problema es que no disponemos de otro planeta para proceder a su expolio.


5.- Eficiencia y TRE (Tasa de Retorno Energético): Los economistas conocen bien el concepto de eficiencia. Sin embargo el concepto y las implicaciones del concepto de Tasa de Retorno Energético, TRE, con frecuencia se les escapa. Lo sorprendente es que la TRE, es un concepto muy sencillo. Toda sociedad necesita de energía para la producción de los bienes necesarios para su existencia. Pero también necesita energía para obtener esa energía. Aplicamos el concepto de eficiencia en los procesos de producción y consumo. La eficiencia de cualquier proceso tiene un límite y se mide en tantos por cien. Sin embargo, la TRE resulta del cociente de dividir la energía obtenida por la energía empleada para su obtención. Esta energía empleada es la que corresponde a la suma de todos los procesos implicados, desde las prospecciones, extracción, transporte, procesado, distribución, comercialización y venta. Los modelos económicos estandar no hacen tales distinciones, por lo que a los economistas les resulta difícil valorar, con las herramientas obtenidas en su plan de estudios, las consecuencias que tiene la crisis energética en la economía.

6.- La paradoja de Jevons: La paradoja de Jevons dice formalmente que aumentar la eficiencia disminuye el consumo instantáneo pero incrementa el uso del modelo lo que provoca un incremento del consumo global. Dicho en otras palabras, en un sistema en crecimiento, los esfuerzos en la eficiencia terminan invertidos en crecimiento, con lo que a la larga obtenemos un mayor consumo y no un mayor ahorro. Por tanto, las propuestas de eficiencia que no cuestionan el crecimiento económico, terminan provocando paradójicamente un mayor consumo de recursos. Jevons descubrió este principio a partir de la observación empírica.

7.- La necesidad de crecer: Todos los economistas de los modelos estandar coinciden en la necesidad de crecimiento para poder mantener el actual modelo económico. Existe, sin embargo, una fuerte correlación entre PIB y consumo de energía y podemos decir que el crecimiento económico necesita, de un consumo creciente de energía. La llegada del pico del petróleo supone que la fuente de energía mas importante de nuestra sociedad ya no puede obtenerse de forma creciente. Además, tras un periodo de estancamiento de la producción comenzará el declive acelerado de dicha producción.
Los esfuerzos en eficiencia tienen, como hemos visto, un efecto parcial y a corto plazo. Por lo que el declive energético lleva a un decrecimiento económico global inexorable.

8.- Factores de producción. ¿Tecnología sin energía?: Los recursos que se emplean para producir bienes y servicios constituyen el capital. En la economía moderna se considera la tecnología como un factor de producción especialmente relevante en que la maquinaria proporciona la fuerza en la producción mecanizada y tecnificada. ¡Un momento! ¿Hemos dicho la fuerza? No podemos exigir a un economista que sea experto en Física pero sí que tenga al menos unas nociones básicas. Quitemos las baterías a nuestros dispositivos móviles y demás aparatos, cortemos el fluido eléctrico y cerremos las gasolineras. Veamos qué producción obtenemos. Pensemos por un momento en el valor de todo nuestro capital tecnológico sin la energía necesaria para hacerlo funcionar. No solo eso, pensemos en que cada maquinaria está diseñada para aprovechar un determinado tipo de energía. Cambiar de modelo, aún disponiendo de la energía suficiente sería muy costoso. Estamos obsesionados con el coche eléctrico. Pero ¿tendremos también tractores eléctricos en la agricultura o maquinaria pesada a tracción eléctrica?

9.- Desigualdad y crisis energética. El planeta es un sistema cerrado: Con frecuencia, los análisis económicos parten de un solo país, o de unos pocos países. Sin embargo, en un sistema globalizado y en una crisis que tiene repercusiones globales, las relaciones entre energía y economía aparecen mas nítidas a escala global. La destrucción de la demanda causada por el declive de la producción de crudo afecta en mayor medida a aquellos países mas dependientes del mismo en su mix energético. Las políticas de austeridad están provocando una fractura social en los países en crisis, con un crecimiento de las desigualdades económicas y la exclusión social. Hemos de tener en cuenta que en un sistema cerrado no hay intercambio de materiales con el exterior y los costos medioambientales no pueden ser evitados mediante externalidades.

10.- Desinformación y mercado: endogamia ideológica: Una de las condiciones que exigen muchos modelos de mercado es que no haya problemas con la información. Pero la concentración de poder económico en pocas manos ha llevado al control de los medios de comunicación por parte las grandes corporaciones. Tenemos una gran abundancia de información pero su calidad es mas que cuestionable, marcada por un protagonismo de la publicidad que, desde luego, no se limita a informar objetivamente al consumidor. La información mas veraz va quedando a disposición de quienes puedan pagarla, lo que no garantiza que se interesen por aquello que no desean saber. Esto parece contradecir la experiencia de información gratuita, a través sobre todo de internet. Pero esa gratuidad no existe, los costos están sostenidos en última instancia por la publicidad. A su vez esta publicidad está sostenida por su rentabilidad e influencia sobre el consumidor. Esto genera un bucle que excluye o debilita la información que cuestione o perjudique a corto plazo el modelo de mercado, mientras que potencia y selecciona aquella información que lo refuerza. Resulta difícil, por ejemplo, que un periódico publique artículos que avisen de la llegada del pico del petróleo, cuando se financia en buena medida a través de anuncios de automóviles.

CONCLUSIONES
Lo que hace que el colapso sea inevitable es que no hagamos nada por evitarlo. Alguien dijo que todos sabemos muchas cosas, pero sabemos cosas diferentes. Es evidente que quienes mejor conocen nuestro modelo económico son los economistas y los que mejor conocen la realidad del mundo físico sean los físicos, o los que estudian otras ciencias como la ecología. Es necesario un dialogo que compense a todos de lo que falta en los planes de estudio. El apremio desde el punto de vista físico viene dado por la necesidad de que la humanidad se una en un frente común ante a un problema de límites físicos. En mi humilde opinión, es la única forma de evitar que la sociedad se descomponga y degrade, buscando en el otro la causa de sus males. Y así termine, agonizando en un caos de conflictos armados y sociales y de degradación mediombiental, en un viaje a ninguna parte. Sin embargo, no podemos cambiar de vía sin bajarnos del tren. Dejar que las leyes del mercado regulen la destrucción de la demanda es como dejar que las leyes de flotación regulen el naufragio.

Publicado en ssociólogos

jueves, 21 de agosto de 2014

El Capital Natural

Ser antisistema en los tiempos que corren es como conspirar contra un suicida paranoico, que entre delirios de grandeza y manía persecutoria, señala a quienes intentan evitar el desastre, como los instigadores de su propia decadencia.
Necesitamos con urgencia un cambio de paradigma económico y social para evitar el colapso de nuestra civilización, pero parece que las élites económicas no están dispuestas a permitirlo. En realidad solo buscan ser los últimos en hundirse, algo que esta por ver, antes de que pueda hacerse algo para evitar el naufragio.
El pico de producción del petróleo, acaecido en 2006 según la Agencia Internacional de la Energía, marca el principio del fin del recurso no renovable y finito mas importante en nuestra sociedad. Parece pertinente por tanto hacer balance de los recursos renovables de los que podríamos disponer en un futuro: el Capital Natural y los servicios que prestan los ecosistemas.
Se podría decir que la sostenibilidad consiste en vivir de las rentas del Capital Natural, de sus intereses, para que las generaciones presentes y futuras puedan disponer de, al menos, los mismos recursos naturales de los que disponemos actualmente. Sin embargo datos científicos contrastados avalan que nuestro crecimiento en el Estado del Bienestar se ha hecho a costa de una reducción de ese Capital Natural. En pocas palabras, el "milagro" de progreso y modernidad de nuestro modelo económico ha consistido en dilapidar el capital que conforma el sostén vital de la humanidad. ¿Es esto exagerado?. Veamos lo que se dice en la web del Banco Mundial sobre la Contabilidad del Capital Natural:

El PIB tiene en cuenta solo una parte del desempeño económico –los ingresos– pero no dice nada acerca de la riqueza y los bienes que subyacen a estos ingresos. Por ejemplo, cuando un país explota sus minerales, en realidad está agotando la riqueza. Lo mismo puede decirse de la sobreexplotación de la pesca o la degradación de los recursos hídricos. La reducción de estos bienes no aparece en el PIB y, por lo tanto, no se mide.

El ejemplo del bacalao atlántico llevado al borde de la extinción, ilustra
la forma en que desastre ecológico y desastre económico están relacionados.
Estamos pues ante un modelo contable, que maquilla las cuentas de tal forma oculta los flujos reales de riqueza, permitiendo así el saqueo mediante la deuda, no solo de los ricos sobre los pobres, sino de las generaciones actuales sobre el patrimonio de las venideras. 
Así, mientras el Banco Mundial promueve la Alianza Mundial de la Contabilidad de la Riqueza y Valoración de los Servicios de los Ecosistemas (WAVES, por sus siglas en inglés), con el supuesto objetivo de ayudar a los países a superar el tradicional enfoque en el PIB para comenzar a incorporar la riqueza, que incluye el capital natural, en sus cuentas nacionales, la Comunidad Económica Europea exige a sus socios incluir en dicha contabilidad la actividad "económica" de la delincuencia organizada.
Si el PIB es la medida del progreso de una nación y el progreso, medido en términos del crecimiento del PIB, se obtiene incluyendo la prostitución, la producción y el tráfico de drogas o el armamento militar, si la destrucción del Capital Natural se contabiliza como ingreso, parece lógico preguntarse ¿hacia dónde vamos? ¿A quién estamos engañando? ¿Contabilizamos como riqueza la degradación humana al igual que contabilizamos como ingreso la degradación de la Naturaleza?
Asistimos a una estafa a escala planetaria. Se estima que los países de renta alta se apropian de 1 a 5 veces más que su parte equitativa de los servicios del capital natural del planeta.




Sin embargo, esta asimetría, este saqueo conlleva una dependencia de los países del Norte de los países del sur, la dependencia que tienen los ricos de los pobres. Porque aunque pretendan convencernos de lo contrario, los pobres pueden prescindir de los ricos.
Estamos atados por lo que no queremos saber y por lo que no queremos que se sepa. Es lo que nos permite esta ilusión de libertad total, definida como zafarnos de la responsabilidad de nuestros actos sobre nosotros mismos, nuestros descendientes, sobre los demás seres humanos y el resto de seres vivos. Esta negación de responsabilidad, no permite sin embargo escapar de las consecuencias, en la medida que el perdón divino lo provee. Gaia no es una diosa. Para encontrar la verdad, es suficiente con dejar de engañarnos.

Referencias:
* Contabilidad del Capital Natural. Banco Mundial.
* Capital natural y desarrollo: por una base ecológica en el análisis de las relaciones Norte-Sur. José A. González, Carlos Montes e Ignacio Santos
Capital natural y funciones de los ecosistemas: explorando las bases ecológicas de la economía. E. Gómez-Baggethun, R. de Groot. Revista científica y técnica de ecología y medio ambiente.
* Límites biofísicos: ¿El colapso de la civilización es ya inevitable?. Carlos de Castro Carranza.
Restaurando el Capital Natural. Un programa de acción para sustentar los servicios ecosistémicos.
Frances Irwin, Janet Ranganathan.

lunes, 7 de enero de 2013

Leyes del hombre. Leyes de Dios. Leyes de la Naturaleza.

Con el avance del neoliberalismo económico se están imponiendo en el mundo las teocracias económicas, donde Dios y el dinero reparten dividendos y competencias. El propio sistema monetario está basado en dinero "fiat" sin respaldo material alguno, dinero respaldado tan solo por la confianza, por la fe. La disciplina económica tal y como hoy la conocemos tiene mas de religión que de ciencia. Pero los milagros económicos devuelven ahora una realidad de desastre, las burbujas estallan o se desinflan, mientras sigue el bombardeo del marketing contra todo asomo de cordura, quizá porque el suicidio duele menos que afrontar la realidad con sensatez.

LAS LEYES DEL HOMBRE
Las leyes del hombre son caprichosas. Lo que en un país puede ser un derecho, en otro puede ser un delito castigado con la pena de muerte. Ocurre por ejemplo con la homosexualidad. En algunas legislaciones se niega a la mujer el derecho a la propiedad, salvo como objeto poseído. La libertad de expresión o reunión te puede llevar a la cárcel o a la ejecución en muchos países. Con la deificación del Mercado, nuestro modelo económico establece como dogma y tabú el crecimiento económico infinito, la ley del dios por encima de la ley de la Naturaleza, la economía por encima de la termodinámica y la ley del hombre por encima de todas. Hablar de economía es como hablar de religión, es hablar de creencias y de dogmas. La desregulación de los mercados es un acto absoluto de fe y de sumisión, dejando exentos de responsabilidad a quienes mayor poder económico tienen.

LAS LEYES DE DIOS
Dios fue creado por obra y gracia de la testosterona. Nuestra precaria mente de simio se vio en la necesidad de interpretar el funcionamiento de la Naturaleza y lo hizo a partir de lo conocido, y lo mas conocido para el ser humano es el propio ser humano y el tejido social en que se desenvuelve. Cada civilización y cada cultura tiene sus propios dioses. En sus paraísos podemos encontrar cohortes de vírgenes a quien desflorar, banquetes interminables o el amor de un padre. Los infiernos sin embargo se parecen mucho mas los unos a los otros: cualquier tipo de tortura que podamos imaginar sin posibilidad siquiera de refugiarse en la muerte. El dios Mercado no podía ser menos, sus paraísos fiscales son conocidos en todo el Orbe y la destrucción a la que somete a todo el planeta nos lleva de camino al colapso de nuestra civilización.
Las leyes de Dios suelen ser la extensión de las leyes del hombre pero blindadas contra todo razonamiento. Sin embargo la fe sigue obteniéndose por los mismos medios de siempre, el miedo, el engaño y en última instancia, la eliminación de la disidencia. Es lo que termina llevando a una endogamia ideológica que genera malformaciones y con frecuencia la atrocidad.

LAS LEYES DE LA NATURALEZA
A diferencia de las leyes del hombre y las leyes de sus dioses, las leyes de la Naturaleza son insobornables. No encontramos en la Naturaleza abogados, jueces ni fiscales, no hay mazmorras ni castigo por infringirlas, no hay policía ni carceleros. No hay economistas, no hay gestores. Pero sin pensarlo demasiado, y puesto que quien no tiene otra herramienta mental que un martillo aborda todos los problemas como si fueran clavos, a través de la religión el hombre ha situado al frente de la Naturaleza a un dios todopoderoso.
Sin embargo lo que realmente diferencia  las leyes de la Naturaleza es que no pueden ser infringidas, se cumplen si o si. No hay castigo  por intentar volar, pero si te arrojas sin paracaídas desde una gran altura el resultado es bastante previsible.
Solo un mono estúpido cortaría la rama en la que se haya subido. Ese simio es el ser humano.
La ciencia sirve a los gobiernos de toda clase pero las leyes de la Naturaleza no se dejan influir por ninguno. Parece lógico pensar que todas las constituciones y gobiernos las tuviesen en cuenta, pero no es así. Vivimos bajo el dogma de que el Mercado multiplicará los panes y los peces, y que la Naturaleza solo es el necesario felpudo donde limpiarse sus pies de barro.

sábado, 8 de diciembre de 2012

¿Qué podemos hacer?

A veces, cuanto mas condensada está la pregunta mas extensa resulta la respuesta. La mejor forma de predecir el futuro es actuar en el presente. Pero planificar exige tomar conciencia de los hechos pasados que nos han conducido al lugar en que nos encontramos. En el mundo físico y real se ciernen sobre nosotros las consecuencias de una economía basada en la creencia de que las leyes de la Naturaleza se plegarán a las leyes del hombre y de sus dioses, incluyendo al Mercado en ese Olimpo de la insensatez. Cambio climático, pico del petróleo, sexta extinción y superpoblación, parecían los efectos "colaterales" de un sistema económico vencedor, hasta que la realidad muestra que la victoria solo ha consistido en cortar la rama sobre la que andábamos subidos.
En un principio parece que los mas razonable es armarse de información precisa, completa y detallada que nos permita tener una perspectiva global de nuestros problemas. Viene bien comprobar antes de nada si ya hay alguien que ha realizado ese trabajo sistemático de compilación. El mejor trabajo que he encontrado lo podéis encontrar en este enlace, donde se puede visionar por capítulos. No es algo banal, es una presentación resumida que requerirá al menos de cinco horas de nuestro tiempo. La versión completa la inserto a continuación:


El Crash course se parece mucho a un cursillo acelerado de natación ante la inminente llegada de un tsunami y dedica el capitulo final a aquello que podemos hacer.
No es una panacea y está orientado a personas de nacionalidad estadounidense o de cultura anglosajona, pero una buena parte es común para todo el mundo. Lo que me parece mas interesante es que nos permite hacernos una idea de la conexión del dinero y el sistema económico con el mundo físico real, incluidas las conexiones que la mayor parte de los economistas no quieren ver.
Podemos clasificar varios ámbitos de actuación, personal, familiar, laboral, social y político, donde las responsabilidades dependen de las posibilidades de cada cual. Es un buen método pero necesitamos concreción. A modo de ejemplo arriesgaré dos propuestas para el caso concreto de España en su situación actual.

MONEDAS MUNICIPALES
Parto de dos ideas básicas: buscar una transición con los cascotes del sistema que se está derrumbando y hacerlo sacando el máximo partido de nuestros esfuerzos. Buscar ideas que ya hayan funcionado y adaptarlas al momento en que nos encontramos. La idea de las monedas locales no es nueva y han demostrado su eficacia... y la oposición de los grupos de poder económico para lo que suponen una pérdida del control de ese poder y una democratización monetaria. La utilización de una doble moneda la conocimos durante la transición al euro, es algo factible y se ha realizado antes. El ámbito de aplicación podría ser autonómico. Imaginemos Andalucía o Cataluña con sus propias monedas regionales, y que en vez de despedir trabajadores públicos pagamos una parte de su sueldo con moneda local, regional o nacional. Desde el gobierno actual se nos dice que no hay otro camino que cortar los árboles para evitar el incendio, excluir a un número creciente de personas, eliminar su demanda, para que el sistema pueda seguir en pie un tiempo más. Y si el dios Mercado decide invertir en fascismo o en esclavitud como ya está haciendo en Grecia ¿Debemos someternos?
La imagen superior muestra un ejemplo del esquema de funcionamiento de moneda local real. La propuesta de una moneda municipal va mas allá. El actual dinero fiat está respaldado por ¡confianza! y basado en deuda. Si respaldamos una moneda local con moneda fiat puede correr la misma suerte que esta en caso de colapso. Sin descartar en modo alguno estas iniciativas, una administración local podría respaldar su moneda con territorio. La emisión sería finita, sería un valor seguro, implicaría que todo sistema financiero asociado debería estar basado en el ahorro y evitaría el colapso de las administraciones locales. Sin entrar en mayores complejidades la idea fundamental es conseguir desbloquear los medios de producción.

MODIFICACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN

La última modificación de la Constitución Española, se ha realizado sin el consentimiento o aprobación del pueblo y constituye por sí misma, la implantación de una dictadura.

Artículo 135.
3. El Estado y las Comunidades Autónomas habrán de estar autorizados por Ley para emitir deuda pública o contraer crédito.
Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de PRIORIDAD ABSOLUTA.
 Asímismo, la misma propuesta por parte de los dos partidos mayoritarios ya nos decía "que justifica su consagración constitucional, con el efecto de limitar y orientar, con el mayor rango normativo, la actuación de los poderes públicos."

¿Quien "limita y orienta" la actuación de los poderes públicos?. Evidentemente los poderes privados.
Así pues, da igual la persona o grupo político que elijamos, tendrán que jurar el cumplimiento de una Constitución da PRIORIDAD ABSOLUTA a la satisfacción de los intereses del sistema financiero. La vida, la educación, la justicia, la libertad, la vivienda, la sanidad y la misma democracia son cuestiones secundarias. El neoliberalismo financiero ha entrado por la puerta trasera de nuestra Carta Magna y la ha secuestrado sin más. El crimen económico organizado tiene ahora carta blanca para el saqueo sistemático del país en nombre de las libertades y los derechos de los ciudadanos. Ningún otro artículo de la Constitución establece una prioridad de forma tan clara y contundente.  Y una dictadura se constituye precisamente estableciendo la prioridad una voluntad sobre todas las demás. Desde que se aprobó el artículo 135 España se convierte en una DICTADURA DE MERCADO FINANCIERO. La justicia ha quedado al margen de la ley. Lo que estamos viviendo es solo un periodo de adaptación al nuevo régimen en una estrategia perfectamente planificada. Jamás saldremos de esta crisis. No vamos hacia la recuperación de la senda del crecimiento. Tampoco vamos hacia una dictadura, hace mas de un año que vivimos en ella. Desde que se aprobó el artículo 135. La estrategia está ya muy clara: reflotar con dinero público al crimen económico organizado y permitirles a través de la misma Constitución el saqueo de todo lo que el pueblo ha conseguido con el esfuerzo de todos.

La ingenuidad es en estos momentos un pecado mortal de necesidad. La estabilidad presupuestaria pretendida jamás se alcanzará de esta manera, no es el objetivo, es la excusa. Cortar los árboles con las excusa de evitar el incendio. Y lo dicen quienes tienen un lanzallamas en sus manos. La única forma que tenemos de orientar nuestra economía a la satisfacción prioritaria de las necesidades básicas es promover una reforma de la Constitución que de prioridad absoluta a satisfacer las necesidades básicas de la población: alimentación, sanidad, trabajo, educación y vivienda. La supervivencia de los mas indefensos está, hoy por hoy, al margen de la ley.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Donde el sistema se ha colgado

El sistema no responde. Pantalla azul. Pantalla negra. Pantalla bloqueada... Probamos todo. Cerramos programas, desinstalamos aplicaciones, borramos archivos... Bajamos sueldos, despedimos a trabajadores y desahuciamos a la gente de sus viviendas. Encontramos virus que ven brotes verdes de forma recurrente... pero es difícil sobornar el olor a tierra quemada. Detectamos elementos corruptos que desestabilizan el sistema y toman el control. El sistema responde con mensajes de alarma: "No hay pan para tanto chorizo" pero sigue la debacle.
Finalmente decidimos consultar a un experto en hadware para ver si pudiera haber algún fallo de dispositivo. Finalmente determina sin lugar a dudas que esta crisis no acabará nunca. ¿Cómo es posible? Cueste mas o cueste menos ¡todas las averías tienen solución! Pero no es una avería, es algo mucho mas sencillo: BATERÍA BAJA, el PIB ya no puede crecer. Nuestro sistema tiene un error fatal de diseño, necesita de un crecimiento infinito para alimentar la mentira que lo devora.
Las leyes de los hombres y las leyes que hemos atribuido a Dios, deben someterse a las leyes de la Naturaleza. La termodinámica dice que no somos dioses. No podemos crear materia ni energía.
Necesitamos nuevo sistema operativo, no es suficiente reiniciar sistema. No es tan difícil. No necesitamos ideas geniales, solo sensatez. El 1% no cabe en el nuevo sistema. Ya no queda energía para alimentar tanta injusticia, tanta ambición y tanto egoísmo.

martes, 30 de octubre de 2012

Bajo el gobierno del crimen económico organizado

La gente no va voluntariamente al matadero si sabe que va al matadero. Pero es suficiente subirla a un vagón sin ventanas y decirle que vamos a salir de la crisis. Y cuando se oyen los gritos de espanto en vagones vecinos se le dice que nuestro vagón va a otro sitio, nuestro vagón va hacia la luz. Pero no es la luz de la sensatez o de la justicia, son las luces de la sala de despiece. Al fin y al cabo llevamos la misma ruta y circulamos por la misma vía. Ellos, el 1% que hace saltar las democracias por los aires, harán negocios como siempre, "business as usual", matando de hambre o traficando con armas. Todo está en manos de gente que no responde de sus actos ante ningún gobierno, ante ninguna ley, porque ellos hacen la ley. Y ahora que el barco se hunde están dispuestos a sacrificar a toda la sociedad para mantener sus privilegios. ¿Y el pueblo? ¿Y la democracia?
El pueblo tan solo elige el color del preservativo con el que van a violarlo. Rosa o azul. Tampoco es que haya mucha variedad. Nunca se trató de representar la voluntad del pueblo sino de controlarlo y manipularlo. Y qué mejor manera que haciéndolo responsable de las decisiones que toman los poderosos. Es en esa transmutación de la causa con el efecto, donde las víctimas quedan criminalizadas. Esa es la base de toda dictadura: quienes toman las decisiones están exentos de sufrir sus consecuencias. La "desregulación" del mercado financiero significa precisamente eso: no poder exigir ninguna responsabilidad a quien tiene máximo poder económico.

NO LLORÉIS POR ESPAÑA


No lloréis por España quienes desde otros lugares escucháis las noticias de su naufragio, el crimen económico organizado gobierna el mundo. Las plutocracias saquean hasta el hambre o la guerra. No lloréis por España, es el futuro de todos, es vuestro futuro. Llorad por vosotros mismos o luchad por vuestra dignidad. La distopía neoliberal ya está aquí. Los informes de sus corporaciones señalan a las democracias como la última amenaza para sus intereses.
Usan el poder económico para controlar el poder político. Los medios de comunicación les pertenecen.
Nunca hubo tanto poder en tan pocas manos y nunca tanta impunidad para sus actos. Es la falta de límites en la concentración de poder y la falta de responsabilidad frente a las acciones, lo que convierte a las grandes empresas en organizaciones criminales, a las organizaciones criminales en grandes empresas y a la economía en la imposibilidad de distinguir entre ambas. No hay nada sagrado ni digno: todo es mercancía, todo se compra y se vende. Solo unos pocos controlan el negocio de esta destrucción y ahora invierten en fascismo. Los chivos expiatorios se buscan entre los parias. La gente se suicida en los desahucios, mientras la nación se llena de casas vacías. Se habla de país para el sacrificio y de privatizaciones para el beneficio.
Cuando mostrar la verdad se convierte en delito, la impunidad del crimen económico organizado queda establecida por ley. Porque sin engaño, la democracia podría ser real. Pero ahora, quienes hacen la ley convierten la Justicia en delito. Sus leyes preventivas, no son por lo que hacemos o hemos hecho, es por lo que piensan hacernos. Todo está planificado.
No os dejéis confundir por el miedo o las falsas esperanzas, esta crisis no acabará nunca pero el futuro no está escrito y sobrevivir dignamente es posible.
Porque la maldad es estúpida. ¿Qué ocurrirá cuando la manipulación mediática no pueda engañar al hambre? ¿Qué ocurrirá cuando los indignados sean sustituidos por los desesperados? ¿Qué ocurrirá cuando choquen los privilegios de quienes han acaparado todo, contra la desesperación de los que ya nada tienen que perder? ¿Habrá suficientes perros para controlar el rebaño? ¿Qué hará la buena gente cuando un día se despierten criminales porque una nueva ley así lo dicta o acabaron alcanzados por la pobreza? No todos elegirán el suicidio.
La privatización de los derechos de las masas solo es posible si se les puede engañar para que voten en contra de sus intereses. Por eso nos piden confianza, porque es el requisito indispensable para perpetrar la estafa.

Todos sabemos ya que el vagón para salir de la crisis solo sirve para hundirse en un pozo sin luz y sin esperanza. Y allí nos llevan quienes juegan con nuestra esperanza y nuestro miedo, como ganado indigno, para llevarnos a la desesperación y al matadero. Pastoreados por sus empresas de comunicación, con la verdad y la mentira convertidas en simple mercancía y donde se elige entre una u otra solo con criterio de rentabilidad. Sin embargo, el dinero puede mentir y confundir, pero no cambiar la verdad. Pocas cosas producen mas ceguera que la ambición y el egoísmo. Son los motores de nuestro modelo económico y están devorando los cimientos de nuestra civilización. La miseria de los miserables que ejercen el poder económico lo va gangrenando todo.

Que nadie llore por España, nadie llore por Grecia o Portugal. Que nadie llore por Europa. Una sociedad que ante el naufragio, salva a los banqueros antes que a los niños, no puede tener mas futuro que el que merece su indolencia ante la atrocidad.

sábado, 7 de abril de 2012

Economía de Guerra

La verdad triunfa siempre.
Aunque sea al final, cuando ya no quede nadie.

Estamos en guerra. Siempre lo hemos estado. Nuestro sistema capitalista siempre ha estado en guerra contra la vida, contra los comunes. La absoluta libertad ha llevado al absoluto saqueo. Hemos llegado justamente al punto hacia el que avanzábamos. El egoísmo nos ha llevado a la desestructuración social, el expolio de los recursos a su agotamiento, la economía de lo insostenible al derrumbe, el menosprecio de lo público a la corrupción, el control de nuestras mentes por medio de la publicidad a esta estupidez desorientada donde nadie ve aquello con lo que tropieza. Hemos creído y seguimos creyendo en el dinero, en su capacidad para mover el mundo. Pero es mentira, al planeta le ha ido perfectamente sin dinero durante miles de millones de años. Lo que mueve el mundo es la energía, hasta el último de nuestros pestañeos. Pero hemos decidido emanciparnos de la propia realidad, sacrificar a las personas para salvar a los bancos, hemos garantizado la impunidad del dinero y ahora es imposible distinguir la economía del crimen organizado.

Es cierto, estamos en una economía de guerra. Una guerra donde se confunde al enemigo con el aliado, a la víctima con el verdugo y al verdugo con la víctima. Nadie se hace rico trabajando. La sabiduría popular viene en nuestro socorro cuando los medios de comunicación se adoctrinan en el engaño. Y ahora debemos elegir el bando, porque el capital no consiente neutralidades y la vida es un tesoro que solo se conserva cuando se defiende.
Esta es una guerra entre los que se afanan en el expolio, y quienes ya no tienen nada que perder.
Guerra contra el desamparo, no contra los desamparados.
Guerra contra la injusticia, no contra los indefensos.
Guerra contra la desigualdad, no contra los desahuciados.
Guerra contra el engaño, no contra los desengañados.
Guerra contra el hambre, no contra los hambrientos.
Guerra contra la pobreza, no contra los pobres.
Guerra contra el egoísmo, no contra la solidaridad.
Guerra contra el desempleo, no contra los trabajadores.
Guerra contra la corrupción, no contra quienes la investigan.
Guerra contra la esclavitud, no contra los esclavos.
Guerra contra la guerra, no contra la paz.

sábado, 31 de marzo de 2012

Economía Real Ya

1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general. Constitución Española, Artículo 128.

Porque no puede existir una democracia real cuando el poder económico se concentra en tan pocas manos que permite a grandes grupos de poder controlar la información que llega a los ciudadanos. Porque necesitamos una economía que atienda a las necesidades y no a los privilegios. Una economía que realmente fortalezca el contrato social. Que realmente subordine la riqueza del país al interés general y no asistir al desmantelamiento de la sociedad por parte del crimen económico organizado.
Ningún sacrificio social podrá satisfacer la avaricia insaciable de psicópatas parásitos. ¿Quién hace las leyes que multan a los mendigos y bendicen los paraísos fiscales?.
Porque el trabajo es un derecho, y si la iniciativa privada no lo garantiza, la iniciativa pública debe ocupar su lugar.
Porque la economía real debe priorizar el acceso al alimento, la vivienda, la sanidad, la educación y el trabajo. Pero seguimos en una economía de casino. Sacrificando todo por los bancos y la especulación.


LA CRISIS SEGÚN LA ECONOMÍA REAL
Vivimos en el tremendo error de no considerar la economía real y sus límites. Sin crecimiento económico el sistema capitalista se convierte en un monstruo que fagocita a sus propios hijos.
Un análisis económico que se base en precedentes históricos no tiene en cuenta algo muy elemental: nos encontramos en una situación única en la historia de la humanidad. No hay precedentes salvo los colapsos de civilizaciones que cayeron en el olvido justo cuando se encontraban en su máximo esplendor. Pero ninguna de ellas tuvo carácter planetario que sepamos.


Si buscamos alguna referencia histórica deberíamos ir al origen de la globalización, como se diseñó y por qué se hizo así. Si vamos a la economía real veremos que EEUU tuvo su pico del petróleo en 1972 lo que generó una tremenda crisis. El imperio necesitaba diseñar un modelo económico, un nuevo orden, que le permitiera apropiarse en condiciones ventajosas de cualquier recurso natural que existiera en el planeta, especialmente el petróleo.
Las guerras son caras y pueden llevar a la destrucción del recurso del que pretenden apropiarse.
Y de ahí la globalización, el neoliberalismo y la mano invisible de los mercados con sus sicarios económicos, su terrorismo de Estado, sus premios Nobel a la escuela de Chicago y toda su parafernalia mediática.
Los que han provocado todo esto ya conocían el desenlace para el conjunto de la población.

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