domingo, 24 de julio de 2011

Salir de la crisis


Supongo que ya ha pasado el tiempo para alertar de la gravedad, no solo de esta crisis que vivimos, sino de la que se avecina. Ya la estamos viviendo. La crisis del euro amenaza desestabilizar Europa mientras en EE UU el presidente Obama intenta por todos los medios evitar la bancarrota. Quedan todavía optimistas patológicos, como el mismo presidente de este país o quienes piensan que Dios nos salvará.
Pero plantear propuestas para salir de la crisis exige un diagnóstico correcto para encontrar alguna salida posible.

¿Crisis económica o crisis de modelo económico?
Cada día resulta mas difícil de mantener que esta es una crisis como otras a las que nos ha sometido el capitalismo. El capital, ese supuesto mapa de la riqueza, se ha topado con los límites del planeta y a eso no puede ponerse solución.
No es extraño que nos encontremos ante una crisis financiera global y definitiva, al fin y al cabo, la financiación es un juego económico que se basa en la especulación con el futuro, y en ese futuro ya no hay crecimiento económico. No puede haberlo, al menos a nivel global.
La crisis energética es la mas inminente, pero no es en absoluto la única. Cambio climático, crisis de biodiversidad, oil crash, agotamiento de recursos, superpoblación...
O acabamos con nuestro modelo económico, o nuestro modelo económico acabará con nosotros. Es así de sencillo y de contundente.

Solidaridad y democracia o el fin del contrato social.
Ahora nos sabemos gobernados por los mercados, esa democracia para ricos que siempre estuvo por encima de las urnas. Mientras nuestros gobernantes se pliegan a los dictados de tres agencias privadas de rating, parece que los ciudadanos debiéramos dar a los mercados la dirección política que deseen y con la que poder restaurar su voluble e insaciable confianza. La gente se va quedando sin trabajo, sin casa y finalmente en la indigencia. Es entonces cuando empezamos a oír hablar del imperio de la ley y la justicia se convierte en una palabra subversiva. La gente pierde sus derechos fundamentales mientras que el estado se muestra inflexible en la exigencia del cumplimiento de sus obligaciones. Pero cuando se impone ley sin justicia, se puede acabar reclamando justicia al margen de la ley.
No son las democracias quienes deben rendir cuentas ante los mercados, sino los mercados a las democracias. El pueblo no debería temer a sus gobernantes, los gobernantes deberían temer al pueblo.

Indignación o fascismo
Mientras en Madrid los indignados iban llegando a Sol después de largas marchas a pie, a pesar del calor sofocante del mes de Julio, Noruega se estremecía con el atentado fascista que ha costado la vida al menos a 92 personas, la mayor parte adolescentes que participaban en un campamento organizado por el partido laborista Noruego. Del discurso racista e intolerante al discurso asesino no hay mas que un paso. Del discurso asesino a la guerra y el genocidio solo media el acceso al poder.
Si luchamos podemos perder, pero si no luchamos estamos perdidos. Es una de las frases que se repite en las acampadas de indignados. El fascismo no es un fantasma del pasado, está en la persecución del juez Garzón, está en nuestras instituciones judiciales, en el nacional-catolicismo español. Para que el mal avance basta con que la gente buena no haga nada.

Cambiar de sistema
Puede que perderlo todo sea una forma poco recomendable de comprender lo que es realmente importante. Salir de la crisis puede ser tan fácil como decir adiós a este juego de Monopoly, romper las fichas justo en el momento en el que alguien dice que estamos a su merced. Las protestas del movimiento de indignados abren la puerta a una esperanza que se abre paso en todo el mundo. Existen modelos económicos compatibles con el decrecimiento u otros modelos estacionarios que no exijan el crecimiento infinito.
La Plaza del Sol está llena de nuevo. Quizá sería bueno volver a recordar los versos de Machado. Caminante no hay caminos, se hace camino al andar.

domingo, 10 de julio de 2011

Mundo simbiótico


La Teoría Gaia surge como única explicación de las anomalías termodinámicas de nuestro planeta, en especial su baja entropía atmosférica. La teoría sobre la vida mas importante de los últimos tiempos surge de la Física, algo que desconcertó e irritó sobremanera a los biólogos.

Lynn Margulis , fue una excepción y su teoría sobre la endosimbiosis seriada complementa y confirma la Teoría Gaia. La historia de Gaia, su evolución y la transformación de las condiciones originales de un planeta Tierra estéril en el que actualmente conocemos, quedan secuenciados y explicados. Ambas teorías tienen una antiguedad de mas de cuarenta años y acumulan las suficientes evidencias para considerarlas como científicamente demostradas.

Las consecuencias del cambio de paradigma respecto al darwinsmo y neo-darwinismo podrían resumirse diciendo que la ciencia ya no dibuja un escenario de competencia feroz en un mundo de condiciones físicas dadas a las que la vida debe adaptarse, sino a un escenario interactivo que los seres vivos modifican. Si dichas modificaciones perjudican las condiciones necesarias para la vida, provocaran en consecuencia una menor supervivencia de los organismos causantes de los daños al ecosistema global, o su propia extinción en el caso de que los daños sean demasiado drásticos. Estamos pues abocados a vivir en un mundo simbiótico y en buena medida colaborativo o a afrontar nuestra propia destrucción. Pero somos la especie que corta la rama en la que se encuentra subida, nuestra arrogancia supera todavía a nuestra inteligencia.

Si alguna especie gana el juego de la vida supondría, no el final de una partida, sino el final del juego, la muerte de Gaia tal y como la conocemos. Esa es la ley de la Naturaleza.

miércoles, 29 de junio de 2011

Gaia y el fin del darwinismo social

La selección natural nos dice que las especies evolucionan adaptándose al medio. Pero el nido de una golondrina supera varias veces su peso. Una hormiga puede desplazar una masa muy superior a la propia. Para producir un kilo de carne bobina se necesitan, como mínimo, 16 kilos de cereales, 20.000 litros de agua y la energía equivalente a 8'3 litros de gasolina. Una persona puede metabolizar al cabo de su vida una cantidad de alimentos, agua y aire 1000 veces superior a su propio peso. Esto, sin tener en cuenta construcción de vivienda, transporte... en otras palabras, acondicionamiento del medio para mantener unas condiciones adecuadas para la vida. ¿Como podemos afirmar entonces que son los seres vivos quienes se adaptan al medio y no quienes adaptan el medio para obtener unas condiciones óptimas para la vida?

En realidad, lo que llamamos medio natural, es un sistema estacionario interactivo. De hecho, para que pueda darse el gradualismo en la evolución de las especies, los ecosistemas deben permanecer sin cambios importantes durante largos periodos de tiempo. Así, las poblaciones de las diversas especies que conforman un ecosistema estable se mantienen constantes con pequeñas variaciones.
La importancia de esta perspectiva radica en que nos sitúa en un escenario de coevolución y de simbiosis. Eso no significa que no exista la competencia por los recursos vitales, sino que esta está supeditada y en cierto modo dirigida al cumplimiento de una premisa básica: la estabilidad del ecosistema. Es una cuestión de lógica palmaria. La vida es un proceso profundamente dependiente de otras vidas. La competencia por los recursos a escala individual sirve para evitar su agotamiento a escala global.

La teoría Gaia barre así, de un plumazo, el darwinismo social y nos sitúa en el escenario de un mundo simbiótico. Se nos podría decir que los individuos compiten (y también colaboran) para transmitir sus genes y nada más, pero para poder hacerlo necesitan que se cumpla una condición previa: la sostenibilidad y disponibilidad de los recursos necesarios para la vida.
¿Cómo calificar entonces a nuestro modelo económico y a los secuaces del expolio planetario? ¿Los mas fuertes, los mas aptos...?

No, solo los parásitos que corroen el futuro y la vida.

lunes, 20 de junio de 2011

Pido una disculpa

Cuando algunos medios de comunicación manipulan lo acaecido en las manifestaciones de los indignados hasta el punto de usar las imágenes de los disturbios en Grecia para acusar al movimiento ciudadano de violento, o cuando los acampados denuncian la infiltración de grupos que intentan provocarla, cuando la razón es para quien la compra y la verdad para quien la busca. Cuando la democracia es una campaña de marketing, puede que alguien piense que hacer una rectificación para dar un mejor contexto a una foto pueda parecer una estrategia poco afortunada.
Sin embargo, la estrategia que se sigue en este blog es buscar y acercar la verdad sin tener siquiera la pretensión de alcanzarla.
En anteriores post se ha publicado la foto de la carga de los Mossos d'Esquadra contra un indigente durante el desalojo de indignados de la Plaza Cataluña. Aunque la imagen no está manipulada, parece que otra foto realizada desde un ángulo diferente nos da una perspectiva menos dramática de la situación.
No deberíamos ser víctimas o vehículos de ninguna manipulación, y aunque esa piedra pueda hacer pared, no creo que al final haya mucha diferencia si construimos otra pared que sustituya a la existente, usando los mismos materiales.

martes, 14 de junio de 2011

Peor que la injusticia


Vuelvo a esta foto porque es un símbolo de lo que está ocurriendo en todo el mundo.
Los policías que apalean al indigente durante la carga contra el movimiento de la #spanishrevolution en Barcelona, no han sido apartados de sus funciones: la actuación ha sido defendida a ultranza por su responsable político. De forma parecida a como hemos salvado y pagado la quiebra del sistema financiero.
En una sola foto tenemos resumido el principio neoliberal: "privatizar ganancias y socializar las pérdidas", en una imagen sin eufemismos y sin maquillaje mediático. También nos permite entender en una simple mirada lo que significa socializar las responsabilidades. Un principio que fácilmente nos aboca a la xenofobia, a la corrupción y a una búsqueda de chivos expiatorios entre los mas afectados por la quiebra del sistema.
No queremos ser los apaleados por el fracaso del sistema, pero tampoco queremos convertirnos en matones y dar un espectáculo fraticida a los césares que nos han proporcionado este circo sin pan. Podemos elegir la indignación.


Peor que la injusticia
Lo peor de la injusticia, con ser lo mas doloroso, no es el daño moral, sino que en la confusión entre víctima y victimario acabamos premiando a quien se encargará de proseguir con sus crímenes, aumentando el reguero de víctimas que queda tras sus actos. No permite solucionar ningún problema, sino agravarlo hasta lo intolerable.
El estallido de la burbuja financiera y la protección a ultranza de los culpables, está produciendo en todo el planeta un negro abismo de desigualdad e injusticia, pero a su vez está ocultando una enfermedad muy grave, un hecho objetivo al que no podemos sustraernos.
La llegada del crash del petróleo trae consigo una reacción en cadena que va hundiendo las economías de los países comenzando por las más débiles. Responder con un plan que actúe sobre las causas y no sobre los efectos, exige un cambio de paradigma en la economía mundial para adaptarla al decrecimiento económico. Pero necesita de un tiempo de adaptación del que no disponemos.
Peor que la injusticia, son sus consecuencias: necesitamos de la solidaridad para salvar este barco. Necesitamos parar a los que se empeñan en desmantelarlo para construir su propio bote salvavidas.

sábado, 11 de junio de 2011

El imperio de la ley y el ocaso de la justicia

Los juicios de Nuremberg sirvieron para demostrar a muchos ingenuos que la Ley y la Justicia son cosas muy diferentes y a menudo contrapuestas.
Porque a veces pensamos que nuestra sociedad se rige por unos principios éticos universales. Pero no es así. Nos regimos por la Ley. Nadie es culpable de nada solamente por haber trabajado en Auschwitz. Ocho mil personas trabajaron en Auschwitz, diecinueve fueron condenadas y solo seis acusadas de asesinato. Porque para que podamos hablar de asesinato, hay que demostrar que hubo intención. Es la Ley.
La Ley nunca se pregunta ¿estuvo mal? sino ¿fue legal? y eso, no partiendo de las actuales leyes, sino de las leyes de cada época.

Muy pocos seres humanos en este mundo, han visto satisfecha su sed de justicia. Pero todos conocemos el yugo de la ley. Pocos sistemas económicos son tan desvergonzadamente injustos como nuestro actual modelo neoliberal, su lema: "privatizar ganancias y socializar las pérdidas". Del egoísmo como motor de la economía, pasamos a la Ley como medio para garantizar la impunidad y la injusticia.

Se podría decir que cuanto mas oímos hablar a nuestros gobernantes de la Ley y menos de la Justicia, mas cerca estamos de un estado totalitario.

Porque cuando no tenemos Justicia, solo queda la Ley, cínica, soberbia y mercenaria.

Firmado: Anonymous

jueves, 9 de junio de 2011

El sistema se ha colgado pero ¿dónde?


Ante todo hagamos una reflexión ¿por qué cuando se habla del sistema surge tanto nerviosismo, tanta inquietud? El sistema parece algo mas abstracto que el gobierno, la democracia o las leyes. Podría parecer en un principio que cualquier enfrentamiento con el sistema es una batalla perdida contra un fantasma.
Pero es precisamente en un análisis sistémico donde quedan en evidencia todas las estafas y errores de nuestro modelo económico globalizado.
Nuestro planeta es un sistema cerrado, intercambia energía con el espacio exterior pero la gravedad impide el intercambio de materia. Exceptuando por supuesto, la caida de algún meteorito o el despegue de algún cohete espacial, algo insignificante. Algunos piensan que dar varias vueltas al planeta lo hace mas grande, que dar muchísimas lo hace infinito. Sin ánimo de ofender, me temo que esto es rotundamente falso.
¿A qué vienen semejantes obviedades?
Porque igual que cuando penetramos en un bosque dejamos de ver el bosque, cuando nos encontramos inmersos en el sistema, dejamos de ver el sistema. No está localizado en ninguna parte concreta y a la vez está en todas. Supongo que tiene cierto parecido con el concepto de Dios. No podemos verlo, está en todas partes, incluido en nosotros mismos y estamos sujetos a sus leyes. Perder la perspectiva sistémica puede llevarnos por tanto a una distorsión completa de la relación causa y efecto. Pero ¿dónde está el truco en esa carambola según la cual la mayoría debe responsabilizarse de las decisiones de una minoría interesada?. Esa distorsión que presenta a las víctimas como culpables y las injusticias como males innecesarios e inevitables.
Es hora de llamar a las puertas del sistema de sistemas, Gaia.

Nuestro sistema ha mostrado la fatídica pantalla azul, el sistema se ha colgado, pero ¿dónde?. ¿Estamos ante un error fatal y hay que reiniciar? ¿Qué es lo que hay que corregir? ¿Viene nuestro sistema con un error de diseño y es inevitable conseguir uno nuevo cuanto antes? ¿Es posible la reparación sin apagarlo? ¿Podemos aceptar sin mas las sospechosas artimañas de los grupos de poder económico? Y aún nos que la pregunta mas inquietante ¿qué futuro nos depara nuestro sistema?

Firmado: Anonymous

miércoles, 1 de junio de 2011

Jauría: Cuando los mercados invierten en fascismo.

Antes y después.
Las fuerzas de seguridad bien entrenadas, bien pertrechadas, bien alimentadas y bien pagadas. No haya recortes presupuestarios para los defensores de las libertades, de la paz ciudadana y del orden social (que quede claro lo que a cada cual corresponde). La mano derecha de la democracia. Podemos despedir a nuestros médicos, sisar el sueldo a quienes se ocupan de la educación de nuestros hijos, pero ¡cómo prescindir de nuestros funcionarios mas ejemplares!, aquellos que con su conducta marcan la pauta que deben seguir los inspirados de un nuevo régimen.
Tan encomiable diligencia, fruición en el desempeño de funciones, no ha podido ser colmada para todos nuestros valerosos y aguerridos defensores del orden. Algunos han llevado su frustración a la red donde han expresado textualmente que después de ver a sus compañeros Mossos d'Esquadra "hincharse a pegar palos durante seis horas" no han podido disfrutar de semejante recreo. Pero no piensen ustedes que nuestros guardianes carecen de sensibilidad, análisis mucho mas eruditos centran las críticas a nuestros indignados, en su deplorable estilo de jóvenes "perroflautas" y de estética "okupa" o mendigos posmodernos, convirtiendo así, la carga policial en un nuevo movimiento artístico.

Los afectados por la actual crisis económica empiezan a ser conscientes de que jamas serán tenidos en cuenta por los mercados, a no ser que dispongan de una acertada campaña de imagen, dado el actual auge del eufemismo.
Puesto que el hambre ha sido sustituida por la seguridad alimentaria en grado de insatisfacción aguda, ilustramos este post con un siempre sugestivo contraluz de tales situaciones.

Pero para los amantes de la iconografía religiosa y el arte sacro, mejor ilustrar el efecto del hambre sobre los mas afectados, los niños. Con una imagen de la Madonna que represente a los mil millones de seres humanos cuya vida permanece amenazada por los eufemismos.


Firmado: Anonymous


lunes, 30 de mayo de 2011

¡¡¡ REZAD, REZAD, INDIGNOS !!!

Los milagros económicos existen en la misma medida que existen los santos en el mundo financiero y empresarial.
Con el tiempo, estos milagros se revelan como estafas.


Reunidos en actitud de recogimiento. Arrodillados frente al Poderoso, cada cual exhibiendo su sumisión, su contrición por las posibles ofensas que pudieran haber provocado su malestar. Entonando las súplicas, mostrando su entrega y disposición a obedecer cualquier orden. Despojados de la propia voluntad. Rogando el mandato, la palabra para ser cumplida y ejecutada con diligencia. Rogaban por sí mismos, por sus hijos, por sus amistades, por sus familias, para que no les faltara las provisiones con que habían llenado la despensa del Poderoso.
Apenas asomó por la puerta, la multitud clamaba, ya la misericordia, ya la condena de los infieles.
El Poderoso miró con desdén a aquella raza de castrados. Seleccionados quirúrgicamente desde tiempos inmemoriales por otros poderosos en cada oleada de represión sobre aquellos que mostraron algún atisbo de rebeldía. Una raza de seres predispuestos a la obediencia. Le habían servido bien, pero nada podía enaltecer aquella indolencia, aquella incapacidad para indignarse, para exigir y exigirse el respeto como seres humanos.
Finalmente se dirigió a la multitud que se había congregado a saludarle.

-¡Rezad, rezad, indignos! Indignos de mi palabra, indignos de mi atención, indignos incluso de mi ira. No os preocupéis sin embargo, os concederé la esclavitud que tanto solicitáis, la esclavitud que habéis forjado con vuestras rodillas ensangrentadas.
Matad ahora a vuestro prójimo, perseguid al necesitado, violentad a vuestras mujeres, devorad a vuestros hijos como ya habéis hecho con su futuro, robad en vuestra propia casa, sed ahora los dioses de vuestro propio infierno.

Y el Poderoso mandó cerrar las puertas de la nave. Repletas las bodegas con todo lo que pudo arrebatar a los estafados. Estafados en su buena y en su mala fe. Los motores se pusieron en marcha y la nave alzó el vuelo. Rumbo al paraíso fiscal.

Firmado: Anonymous

jueves, 26 de mayo de 2011

España en transición

El egoísmo ha envejecido de golpe, después de haber devorado el futuro de todas las gentes, de todos los países, de todos los seres vivos del planeta.
Porque de eso se trata, de futuro esquilmado, de ver morir el futuro en nuestros jóvenes, en nuestros hijos, en nuestros nietos. La mirada miope, la mirada incapaz, se aferra patética a los despojos de la belleza mientras los jóvenes la levantan, la gritan, con esa conmovedora ingenuidad que solo poseen quienes tienen en su mano cambiar el mundo.
Se puede vivir sin dinero, pero no se puede vivir sin belleza. Ahora que perdemos todo lo que tenemos, nos enfrentamos a la verdad de todo lo que somos. Ese es el futuro. Lo que somos desnudado de parafernalias. El egoísmo emigra con su dinero en busca de paraísos fiscales y las gentes, burladas por todos los parásitos del mundo, estafadas en su buena y en su mala fe, se quedan a solas con lo que son. Mientras los muchos se atreven a jugar la última partida de ruleta rusa, con tres mil balas en el tambor y un solo hueco sin daño, los menos buscan el futuro en lo que queda: el capital humano.
Y empezamos a descubrir sorprendidos que no necesitamos parásitos, que somos todo lo que hace falta para construir un nuevo mundo. Que la vida está en nosotros y en la indolencia la muerte. Que ahora que empezamos a caminar se abren ante nosotros nuevos caminos.
Cuando hemos decidido tomar el timón de nuestras vidas la misma Tierra se ha convertido en navegable.

Firmado: Gaia

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