jueves, 27 de octubre de 2011

Decrecimiento versus recesión-depresión.


Lo que nos dicen los datos de huella ecológica, los tres o cinco planetas que necesitaríamos para seguir con nuestro modelo de vida, es que hemos superado con creces los límites de la sostenibilidad. Seguir hablando pues de desarrollo sostenible solo valdría para aquellas zonas del planeta donde la población aún cuenta con margen para ese desarrollo material.
El problema es que también hemos absorbido sus recursos y le hemos "regalado" generosamente toda nuestra contaminación y los problemas asociados al cambio climático. La globalización ha supuesto el saqueo de los recursos allá donde los hubiera y el uso de los países pobres como basureros.

La riqueza generada tiene sin embargo un componente especulativo que una vez desenmascarado, nos devolverá una realidad devastada. ¿Qué ocurrirá con los miles de millones de automóviles de automóviles cuando el petróleo alcance precios desorbitados, qué valor tendrán? ¿Qué valor tendrán las infraestructuras pensadas para un mundo con petróleo barato y energía abundante, los flamantes aeropuertos, carreteras, autopistas...?
Ya oímos hablar sin tapujos de recesión económica y pronto se hablará de depresión. Sin embargo incluso los periódicos tratan el problema de la insostenibilidad energética en el apartado de "sociedad" o "vida y artes" como si la economía fuera lo que realmente es, una disciplina ideológica que recurre al adjetivo de ciencias para intentar prestigiar el castillo de naipes que está a punto de venirse abajo?
Hagámonos otra pregunta. ¿Como es posible que mientras la destrucción del planeta avanza a un ritmo cada vez mayor, la economía mundial siga creciendo? ¿No será que como en el mito del rey Midas estemos convirtiendo en dinero todo lo que necesitamos para vivir?
Tarde o temprano, llega la hora de la verdad.

Con la llegada del pico del petróleo y el comienzo del declinar en su producción, el decrecimiento económico no es algo que podamos elegir, es algo inevitable. Las propuestas de decrecimiento voluntario son paradójicamente la opción menos drástica y la mas sensata, el intento de un aterrizaje forzoso en la angosta pista de una economía del estado estacionario, la única salida para evitar el colapso general y la caída estrepitosa de este capitalismo, que aún agotado el combustible del crecimiento económico, se empeña en volar aún mas alto, en recuperar "la senda del crecimiento" sustituyendo la negra sangre de los dinosaurios por otra sangre caliente y roja, la de los seres vivos que pueblan el planeta y la propia sangre del ser humano.

viernes, 21 de octubre de 2011

La implacable desfachatez de la victoria.

La guerra es la continuación de la política por otros medios.
La política es la continuación de la economía por otros medios.
Así, la guerra es la continuación de la economía por otros medios.

Todo parece indicar que los Estados no se gastan cientos de millones durante una recesión profunda por una necesidad moral. Ni tan siquiera el 0,7% del PIB con el que se eliminaría el hambre en el mundo. Pero están dispuestos a todo por el petróleo. Incluso a disfrazar el colonialismo haciendo marketing con la defensa de los derechos humanos. Alcanzamos así las mas altas cotas de bajeza moral en el ejercicio de la hipocresía. La guerra es hija de nuestro modelo económico. Donde se confunde autoregulación con voracidad y crecimiento infinito, volar con caer, progreso con autodestrucción, enriquecimiento con saqueo cada vez peor maquillado.
Ningún crimen, ninguna complicidad, nos librará de nuestra propia insensatez. Quizá ahora sea Venezuela el próximo pais a "democratizar", sus reservas de petróleo son demasiado suculentas, aunque jamás sean suficientes.
Lo que permite distinguir la excusa de una razón sincera es la coherencia en las actuaciones. ¿Qué ocurre con Siria, con las tremendas violaciones de los derechos humanos?
Detrás de los mercados existen personas poderosas, que se escudan en un eufemismo para evitar dar cuenta de la responsabilidad de sus actos. No nos engañemos, estamos disfrazando las revueltas asociadas a la desesperación de millones de personas de "primavera árabe", pero cuando nos indignamos, aquí en occidente, vamos mas allá de nuestras atribuciones como ciudadanos y personas, porque aquí los mercados ya tienen democracia absoluta.
Porque aquí el dinero tiene ya, libertad sin responsabilidad.

jueves, 15 de septiembre de 2011

La tormenta perfecta


Se dice que la tormenta perfecta es aquella formada por factores que por sí mismos no son necesariamente destructivos pero combinados tienen consecuencias catastróficas.
La tormenta a la que nos enfrentamos podría ser mucho mas: la confluencia de varias tormentas perfectas. Afrontamos un conjunto de amenazas que consideradas individualmente ya tienen poder por sí mismas para producir la catástrofe. Crash oil, cambio climático, crisis de biodiversidad y superpoblación se ciernen sobre nuestro futuro inmediato, mientras que nosotros solo vemos, o solo queremos ver, como el todopoderoso dinero nos envuelve en una especie de traca final, de despedida anunciada para la era de la estupidez.

Oil Crash

La energía es el elemento indispensable que nos permite modificar el mundo físico. Desde el descubrimiento del fuego, pasando por la revolución industrial hasta llegar a nuestra época, la historia del progreso material y tecnológico es la historia del mayor crecimiento en el consumo de energía en todas las civilizaciones conocidas. Solo una ciega arrogancia nos impide reconocer que todo nuestro poder es dependencia de la energía. Porque la energía no se puede inventar y todo nuestro mundo tecnológico se derrumbará sin la energía necesaria para mantenerlo.
Lo que hace al crash oil la primera amenaza es su inminencia, pues estamos inmersos en el declive de la producción mundial de petróleo. Todo el mundo piensa en los queridos automóviles cuando se habla de crisis del petróleo. Pero deberíamos preocuparnos antes por nuestra alimentación. Plaguicidas y fertilizantes han conseguido rendimientos por unidad de superficie muy superiores a los que se obtenían por medios tradicionales, pero a costa de multiplicar el consumo de energía, casi en su totalidad proveniente del petróleo. Se calcula que por cada caloría de alimentos que obtenemos en nuestro modelo productivo, se gastan diez calorías provenientes de combustibles fósiles. En un modelo económico basado en la desigualdad y el monetarismo, el hambre llegará antes a la gente que a los coches.

Cambio climático
Lo que discuten actualmente los científicos no es si el cambio climático es una realidad, o si está provocado por nuestro modelo económico. Lo que se encuentra en discusión es si hemos atravesado o no, el punto de no retorno. Lo que se discute, es si hemos atravesado el impreciso umbral a partir del que el sistema climático global se desestabilizará de forma irreversible y se iniciará una reacción en cadena sobre la que poco podremos hacer. Aunque los cambios y los efectos económicos ya son evidentes y se pueden cuantificar, parece que como civilización somos incapaces de reaccionar de forma inteligente ante un problema tan sencillo: para salir del pozo lo primero es dejar de cavar.

Crisis de biodiversidad
En 1997 un equipo de economistas y científicos ambientales intentaron medir en términos económicos los servicios que nos presta el medio natural. Resultó que alcanzaba casi el doble del Producto Interior Bruto del conjunto de países del mundo. La abundancia de energía barata que ha supuesto el petróleo nos ha permitido sustituir algunos de estos servicios, mientras que otros recursos como la pesca están siendo saqueados y esquilmados hasta dañar de forma irreversible los ecosistemas que nos proporcionan esta riqueza. Si a eso añadimos los daños producidos por la contaminación y la agricultura intensiva, nos encontramos ante una situación insostenible y en buena medida irreversible. Estamos quemando las naves que nos puedan llevar de regreso al camino de la sensatez.

Superpoblación
Si bien es cierto que en el mundo hay recursos suficientes para alimentar a toda la población existente, también es cierto que en absoluto se puede sostener el modelo de consumo de los países desarrollados para los 7000 millones de habitantes que podrían estimarse actualmente. Mucho menos, si la población mundial sigue creciendo de forma exponencial. Solo la liberación de la mujer, de tal forma que pueda elegir entre dar a sus hijos una vida digna o simplemente tener muchos para alimentar el fuego de las guerras, podría darnos una autoregulación demográfica.
La FAO estima en 840 millones la cantidad de personas que pasan hambre en el mundo. El 80% de la población mundial vive con el 20% de los recursos, mientras el restante 20% de la población acapara el 80% de la riqueza.
Si todos consumiéramos como un estadounidense medio serían necesarios 5 planetas como el nuestro. Parece muy claro que la falta de seguridad alimentaria es ante todo un problema de injusticia, pero si se aplaza la contención del crecimiento demográfico, tarde o temprano se terminaría convirtiendo en un problema irresoluble.

Y la crisis económica... ¿que?
Pero el mundo solo mira lo que ocurre en "los mercados". La economía ha llegado a tal grado de especulación que la confusión entre valor y precio, realidad y ficción económica, es absoluta. Hemos acabado creyendo que el dinero mueve el mundo, pero lo cierto es que se limita a convertir la riqueza en un residuo sin vida. Hablamos de salvar el planeta como si pudiéramos vivir en la Luna. Pero nosotros somos el planeta y su grito será nuestro grito, su futuro nuestro futuro y su dolor estará tejido por el sufrimiento de cada ser vivo, de cada ser humano.

Se acerca la tormenta perfecta, ha llegado la hora de mojarse.

martes, 13 de septiembre de 2011

Comunismo capitalista

Desde que los mas ricos consiguieron globalizar el nuevo modelo económico neoliberal, una nueva era de destrucción se cierne sobre el mundo. Después de perseguir mediante feroces dictaduras o asedios ya prehistóricos, a cualquier país o gobierno donde el capital tuviera restricciones o se le exigiera responsabilidades por sus excesos, al fin los super ricos, a través del brazo ejecutor llamado mercado imponen su propio modelo de comunismo.
Al fin descubrieron, que si bien compartir beneficios sigue resultando un tabú inviolable, compartir pérdidas, externalidades negativas, contaminación y desastres, es algo que no les importa en absoluto. Es más, vistos los resultados, que al menos a corto plazo tienen en sus beneficios, es algo que quieren compartir con toda la humanidad.

Así pues, el nuevo comunismo capitalista hace furor en los mercados y por supuesto en aquellos que viven de especular con el trabajo y el sufrimiento ajenos. Es por eso que ahora los pobres no quieren ser comunistas. ¿Quién querría serlo si en el reparto solo hay deuda y esclavitud?
El capitalismo ha ganado. Ahora la izquierda es capitalista y los capitalistas son comunistas. ¿Que puede salir de semejante embrollo? Si el super rico dice: mis ganancias son mías pero mis pérdidas son tuyas.
¿Cuánto tiempo seguirá la gente jugando a ese juego? ¿No estaremos a las puertas del fin del contrato social?
Los estados están siendo desmantelados, la sanidad y la educación se venden al mejor postor, pero el ejército y la policía se refuerzan. Se garantiza la prioridad del privilegio sobre la necesidad.

Si los oros pintan bastos... ¿Cuanto tiempo tardaran las espadas en servir la sangre en copas?

domingo, 24 de julio de 2011

Salir de la crisis


Supongo que ya ha pasado el tiempo para alertar de la gravedad, no solo de esta crisis que vivimos, sino de la que se avecina. Ya la estamos viviendo. La crisis del euro amenaza desestabilizar Europa mientras en EE UU el presidente Obama intenta por todos los medios evitar la bancarrota. Quedan todavía optimistas patológicos, como el mismo presidente de este país o quienes piensan que Dios nos salvará.
Pero plantear propuestas para salir de la crisis exige un diagnóstico correcto para encontrar alguna salida posible.

¿Crisis económica o crisis de modelo económico?
Cada día resulta mas difícil de mantener que esta es una crisis como otras a las que nos ha sometido el capitalismo. El capital, ese supuesto mapa de la riqueza, se ha topado con los límites del planeta y a eso no puede ponerse solución.
No es extraño que nos encontremos ante una crisis financiera global y definitiva, al fin y al cabo, la financiación es un juego económico que se basa en la especulación con el futuro, y en ese futuro ya no hay crecimiento económico. No puede haberlo, al menos a nivel global.
La crisis energética es la mas inminente, pero no es en absoluto la única. Cambio climático, crisis de biodiversidad, oil crash, agotamiento de recursos, superpoblación...
O acabamos con nuestro modelo económico, o nuestro modelo económico acabará con nosotros. Es así de sencillo y de contundente.

Solidaridad y democracia o el fin del contrato social.
Ahora nos sabemos gobernados por los mercados, esa democracia para ricos que siempre estuvo por encima de las urnas. Mientras nuestros gobernantes se pliegan a los dictados de tres agencias privadas de rating, parece que los ciudadanos debiéramos dar a los mercados la dirección política que deseen y con la que poder restaurar su voluble e insaciable confianza. La gente se va quedando sin trabajo, sin casa y finalmente en la indigencia. Es entonces cuando empezamos a oír hablar del imperio de la ley y la justicia se convierte en una palabra subversiva. La gente pierde sus derechos fundamentales mientras que el estado se muestra inflexible en la exigencia del cumplimiento de sus obligaciones. Pero cuando se impone ley sin justicia, se puede acabar reclamando justicia al margen de la ley.
No son las democracias quienes deben rendir cuentas ante los mercados, sino los mercados a las democracias. El pueblo no debería temer a sus gobernantes, los gobernantes deberían temer al pueblo.

Indignación o fascismo
Mientras en Madrid los indignados iban llegando a Sol después de largas marchas a pie, a pesar del calor sofocante del mes de Julio, Noruega se estremecía con el atentado fascista que ha costado la vida al menos a 92 personas, la mayor parte adolescentes que participaban en un campamento organizado por el partido laborista Noruego. Del discurso racista e intolerante al discurso asesino no hay mas que un paso. Del discurso asesino a la guerra y el genocidio solo media el acceso al poder.
Si luchamos podemos perder, pero si no luchamos estamos perdidos. Es una de las frases que se repite en las acampadas de indignados. El fascismo no es un fantasma del pasado, está en la persecución del juez Garzón, está en nuestras instituciones judiciales, en el nacional-catolicismo español. Para que el mal avance basta con que la gente buena no haga nada.

Cambiar de sistema
Puede que perderlo todo sea una forma poco recomendable de comprender lo que es realmente importante. Salir de la crisis puede ser tan fácil como decir adiós a este juego de Monopoly, romper las fichas justo en el momento en el que alguien dice que estamos a su merced. Las protestas del movimiento de indignados abren la puerta a una esperanza que se abre paso en todo el mundo. Existen modelos económicos compatibles con el decrecimiento u otros modelos estacionarios que no exijan el crecimiento infinito.
La Plaza del Sol está llena de nuevo. Quizá sería bueno volver a recordar los versos de Machado. Caminante no hay caminos, se hace camino al andar.

domingo, 10 de julio de 2011

Mundo simbiótico


La Teoría Gaia surge como única explicación de las anomalías termodinámicas de nuestro planeta, en especial su baja entropía atmosférica. La teoría sobre la vida mas importante de los últimos tiempos surge de la Física, algo que desconcertó e irritó sobremanera a los biólogos.

Lynn Margulis , fue una excepción y su teoría sobre la endosimbiosis seriada complementa y confirma la Teoría Gaia. La historia de Gaia, su evolución y la transformación de las condiciones originales de un planeta Tierra estéril en el que actualmente conocemos, quedan secuenciados y explicados. Ambas teorías tienen una antiguedad de mas de cuarenta años y acumulan las suficientes evidencias para considerarlas como científicamente demostradas.

Las consecuencias del cambio de paradigma respecto al darwinsmo y neo-darwinismo podrían resumirse diciendo que la ciencia ya no dibuja un escenario de competencia feroz en un mundo de condiciones físicas dadas a las que la vida debe adaptarse, sino a un escenario interactivo que los seres vivos modifican. Si dichas modificaciones perjudican las condiciones necesarias para la vida, provocaran en consecuencia una menor supervivencia de los organismos causantes de los daños al ecosistema global, o su propia extinción en el caso de que los daños sean demasiado drásticos. Estamos pues abocados a vivir en un mundo simbiótico y en buena medida colaborativo o a afrontar nuestra propia destrucción. Pero somos la especie que corta la rama en la que se encuentra subida, nuestra arrogancia supera todavía a nuestra inteligencia.

Si alguna especie gana el juego de la vida supondría, no el final de una partida, sino el final del juego, la muerte de Gaia tal y como la conocemos. Esa es la ley de la Naturaleza.

miércoles, 29 de junio de 2011

Gaia y el fin del darwinismo social

La selección natural nos dice que las especies evolucionan adaptándose al medio. Pero el nido de una golondrina supera varias veces su peso. Una hormiga puede desplazar una masa muy superior a la propia. Para producir un kilo de carne bobina se necesitan, como mínimo, 16 kilos de cereales, 20.000 litros de agua y la energía equivalente a 8'3 litros de gasolina. Una persona puede metabolizar al cabo de su vida una cantidad de alimentos, agua y aire 1000 veces superior a su propio peso. Esto, sin tener en cuenta construcción de vivienda, transporte... en otras palabras, acondicionamiento del medio para mantener unas condiciones adecuadas para la vida. ¿Como podemos afirmar entonces que son los seres vivos quienes se adaptan al medio y no quienes adaptan el medio para obtener unas condiciones óptimas para la vida?

En realidad, lo que llamamos medio natural, es un sistema estacionario interactivo. De hecho, para que pueda darse el gradualismo en la evolución de las especies, los ecosistemas deben permanecer sin cambios importantes durante largos periodos de tiempo. Así, las poblaciones de las diversas especies que conforman un ecosistema estable se mantienen constantes con pequeñas variaciones.
La importancia de esta perspectiva radica en que nos sitúa en un escenario de coevolución y de simbiosis. Eso no significa que no exista la competencia por los recursos vitales, sino que esta está supeditada y en cierto modo dirigida al cumplimiento de una premisa básica: la estabilidad del ecosistema. Es una cuestión de lógica palmaria. La vida es un proceso profundamente dependiente de otras vidas. La competencia por los recursos a escala individual sirve para evitar su agotamiento a escala global.

La teoría Gaia barre así, de un plumazo, el darwinismo social y nos sitúa en el escenario de un mundo simbiótico. Se nos podría decir que los individuos compiten (y también colaboran) para transmitir sus genes y nada más, pero para poder hacerlo necesitan que se cumpla una condición previa: la sostenibilidad y disponibilidad de los recursos necesarios para la vida.
¿Cómo calificar entonces a nuestro modelo económico y a los secuaces del expolio planetario? ¿Los mas fuertes, los mas aptos...?

No, solo los parásitos que corroen el futuro y la vida.

lunes, 20 de junio de 2011

Pido una disculpa

Cuando algunos medios de comunicación manipulan lo acaecido en las manifestaciones de los indignados hasta el punto de usar las imágenes de los disturbios en Grecia para acusar al movimiento ciudadano de violento, o cuando los acampados denuncian la infiltración de grupos que intentan provocarla, cuando la razón es para quien la compra y la verdad para quien la busca. Cuando la democracia es una campaña de marketing, puede que alguien piense que hacer una rectificación para dar un mejor contexto a una foto pueda parecer una estrategia poco afortunada.
Sin embargo, la estrategia que se sigue en este blog es buscar y acercar la verdad sin tener siquiera la pretensión de alcanzarla.
En anteriores post se ha publicado la foto de la carga de los Mossos d'Esquadra contra un indigente durante el desalojo de indignados de la Plaza Cataluña. Aunque la imagen no está manipulada, parece que otra foto realizada desde un ángulo diferente nos da una perspectiva menos dramática de la situación.
No deberíamos ser víctimas o vehículos de ninguna manipulación, y aunque esa piedra pueda hacer pared, no creo que al final haya mucha diferencia si construimos otra pared que sustituya a la existente, usando los mismos materiales.

martes, 14 de junio de 2011

Peor que la injusticia


Vuelvo a esta foto porque es un símbolo de lo que está ocurriendo en todo el mundo.
Los policías que apalean al indigente durante la carga contra el movimiento de la #spanishrevolution en Barcelona, no han sido apartados de sus funciones: la actuación ha sido defendida a ultranza por su responsable político. De forma parecida a como hemos salvado y pagado la quiebra del sistema financiero.
En una sola foto tenemos resumido el principio neoliberal: "privatizar ganancias y socializar las pérdidas", en una imagen sin eufemismos y sin maquillaje mediático. También nos permite entender en una simple mirada lo que significa socializar las responsabilidades. Un principio que fácilmente nos aboca a la xenofobia, a la corrupción y a una búsqueda de chivos expiatorios entre los mas afectados por la quiebra del sistema.
No queremos ser los apaleados por el fracaso del sistema, pero tampoco queremos convertirnos en matones y dar un espectáculo fraticida a los césares que nos han proporcionado este circo sin pan. Podemos elegir la indignación.


Peor que la injusticia
Lo peor de la injusticia, con ser lo mas doloroso, no es el daño moral, sino que en la confusión entre víctima y victimario acabamos premiando a quien se encargará de proseguir con sus crímenes, aumentando el reguero de víctimas que queda tras sus actos. No permite solucionar ningún problema, sino agravarlo hasta lo intolerable.
El estallido de la burbuja financiera y la protección a ultranza de los culpables, está produciendo en todo el planeta un negro abismo de desigualdad e injusticia, pero a su vez está ocultando una enfermedad muy grave, un hecho objetivo al que no podemos sustraernos.
La llegada del crash del petróleo trae consigo una reacción en cadena que va hundiendo las economías de los países comenzando por las más débiles. Responder con un plan que actúe sobre las causas y no sobre los efectos, exige un cambio de paradigma en la economía mundial para adaptarla al decrecimiento económico. Pero necesita de un tiempo de adaptación del que no disponemos.
Peor que la injusticia, son sus consecuencias: necesitamos de la solidaridad para salvar este barco. Necesitamos parar a los que se empeñan en desmantelarlo para construir su propio bote salvavidas.

sábado, 11 de junio de 2011

El imperio de la ley y el ocaso de la justicia

Los juicios de Nuremberg sirvieron para demostrar a muchos ingenuos que la Ley y la Justicia son cosas muy diferentes y a menudo contrapuestas.
Porque a veces pensamos que nuestra sociedad se rige por unos principios éticos universales. Pero no es así. Nos regimos por la Ley. Nadie es culpable de nada solamente por haber trabajado en Auschwitz. Ocho mil personas trabajaron en Auschwitz, diecinueve fueron condenadas y solo seis acusadas de asesinato. Porque para que podamos hablar de asesinato, hay que demostrar que hubo intención. Es la Ley.
La Ley nunca se pregunta ¿estuvo mal? sino ¿fue legal? y eso, no partiendo de las actuales leyes, sino de las leyes de cada época.

Muy pocos seres humanos en este mundo, han visto satisfecha su sed de justicia. Pero todos conocemos el yugo de la ley. Pocos sistemas económicos son tan desvergonzadamente injustos como nuestro actual modelo neoliberal, su lema: "privatizar ganancias y socializar las pérdidas". Del egoísmo como motor de la economía, pasamos a la Ley como medio para garantizar la impunidad y la injusticia.

Se podría decir que cuanto mas oímos hablar a nuestros gobernantes de la Ley y menos de la Justicia, mas cerca estamos de un estado totalitario.

Porque cuando no tenemos Justicia, solo queda la Ley, cínica, soberbia y mercenaria.

Firmado: Anonymous

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