martes, 21 de agosto de 2018

¿Quién teme al lobo feroz?


La cuna del hombre la mecen con cuentos. Con cuentos de lobos mecieron también la mía. Pero yo ya no creo en cuentos. De los lobos solo he visto el miedo inculcado. El miedo que ha inventado todos los cuentos.

Tememos al lobo como se teme a un espejo que no tiene piedad. Nosotros matamos hasta el genocidio. Sin necesidad vital. Solo por el trofeo o la diversión. El matador viste el traje de oro y grana, el público exhibe su mejor vestimenta para el arte de ahogar el mugido de la sangre a compás de pasodoble. La traición esconde el largo colmillo de la espada. Porque tenemos rituales y eufemismos. Como si el bistec poco hecho y las felicitaciones al chef dieran a la hipocresía el rango de nobleza. O pudiéramos evitar que la verdad cruce la frontera con cuchillas en las concertinas. Tenemos manadas de hombres que violan a mujeres y lo celebran en las redes sociales. Una ley para el hombre, que los libera. Y una España que reza a Queipo de Llano en la Basílica de la Macarena.

Pero me han contado un último cuento. El cuento de la despoblación rural por causa del lobo. La memoria y la inteligencia del hombre también la ofuscan con cuentos. Usando la antigua treta de repetir mil veces una mentira para convertirla en verdad. Pero solo en el altar del autoengaño.

Porque yo también me fui. Pero antes se marcharon familias enteras.

¿Por qué emigrar? ¿Huyendo acaso de la jara, del amanecer silvestre o del fantasma de un lobo? No. Solo era la búsqueda de la dignidad. Lejos. En un lugar donde fuera posible. Cada cual tuvo sus motivos. Pero se parecían. La vida era una broma pesada y nosotros los santos inocentes. El olvido y el silencio hacen su trabajo. La memoria también. Nunca me imaginé al lobo como chivo expiatorio, pero al fin y al cabo siempre lo fue.

“Este hijo mío lee demasiado. No puede ser bueno leer tanto.” Y bajando la voz, mi madre casi habla del pariente exiliado en la atmósfera irrespirable de los secretos. “Lee pero calla”. Había que ser cauteloso y no mostrar inteligencia ni cultura para no convertirse en trofeo de caza de los amos. Ni señuelo de sus rehalas. Dios está en todas partes y el señor en el cortijo.

¿Por qué volver a la tierra entonces? Añoranza del paisaje quizás. No de la servidumbre. Quizá también por la llamada de algo mas profundo. Porque somos sus deudores. Porque, como la muerte, la tierra nos iguala. Porque hasta la mentira necesita una verdad que traicionar. Porque no podemos evitar volver a ella, solo hacerlo con dignidad, solo dar significado al tiempo que permanecemos sobre este suelo.

Alguna vez estuve en lo de Queipo de Llano. Virrey de Andalucía, inspiración de violadores. Había un cierto aire de guarida en los cerrojos y las alambradas. Mi tía aplicaba el adjetivo estándar para todos los señores: campechano. Y como ovejas sin amenaza celebramos aquella navidad. La ignorancia se construía mirando para otro lado con esa voz que acaricia la sumisión y el servilismo. La supervivencia se obtenía viendo y callando.

¿Dónde estaba entonces el matador inocente? ¿el lobo legendario?.

No lo sé. Lo he visto en documentales y en algún zoológico. Y conozco los cuentos. Pero yo solo he visto al hombre lobo para el hombre. He visto el desierto que sigue a sus pasos.

Y sé que nada iguala la ferocidad del hombre cuando el crimen y la muerte se convierten en un negocio rentable.

Dadle al esclavo el sueño de ser amo y se olvidará de reclamar la libertad, dadle al pobre la esperanza de ser rico y ya no volverá a pedir justicia. Da igual que eliminéis al esclavista o derroquéis al dictador. De esa complicidad nacerán los nuevos opresores.

Quizá lo que asusta a algunos no es que el lobo no se extinga sino que se dediquen esfuerzos y dinero a la educación ambiental y que la ciencia espante a sus fantasmas. Despertar del tiempo donde lo importante era precisamente aquello de lo que no se hablaba. Saber, por ejemplo, que la agricultura y ganadería intensivas alimentan una burbuja insostenible, que la ganadería extensiva es cada vez mas intensiva y que esa intensificación procura reducir al máximo los puestos de trabajo. Es esa destrucción del medio de vida de los habitantes de los pueblos la principal causa del despoblamiento rural. Es importante que los jóvenes sepan que el futuro que destruimos es el suyo. Es el de todos.

Estamos inmersos en una crisis de alcance planetario. No hay lugar pequeño o alejado al que no alcancen las consecuencias del cambio climático, declive de recursos, contaminación o pérdida de biodiversidad. Nuestra ignorancia es hoy la ignorancia del no querer saber. Una ignorancia que se construye mirando para otro lado. La miseria moral precede a la miseria económica. Hoy creemos que solo salva la fe en los mercados y que sobre su altar hemos de sacrificar la sensatez y la dignidad. Lo que sabemos de la ganadería y la agricultura cabe en una campaña de marketing.

Está sirviendo de poco que la urgencia de todos esos problemas haya llevado incluso a una llamada a la conversión ecológica global a través de la encíclica papal “Laudato si”. La iglesia católica española sigue apegada al nacional-catolicismo, ignorante de su propia historia. Ovejas educadas en la sumisión, pastores apegados a sus ritos y su inmovilismo en tiempos de arenas movedizas. ¿Cómo hacer ver a los borregos que no es el lobo, sino el pastor, quien los devora?. No, hermano lobo. No hay lugar para Francisco de Asís en la Iglesia de Francisco Franco.

miércoles, 7 de marzo de 2018

El laberinto monetario y la sociedad inmóvil ¿Podemos cambiar algo de nuestro mundo?

Por Jesús Nácher en representación de Autonomía y Bienvivir

Entre las ideas más prometedoras para gatillar cambios sociales de largo alcance, de esos que no sabemos hasta donde nos pueden llevar, podemos citar la Renta Básica Universal, el trabajo público garantizado, la reforma del sistema monetario, o la utilización de las rentas no ganadas, en el sentido ricardiano, como base del sistema impositivo. Desde Autonomía y Bienvivir hemos dedicado parte de nuestro esfuerzo a la divulgación de esas brillantes ideas. Sin embargo, en este punto de mi recorrido intelectual me asaltan una serie de dudas, en ningún caso pienso que estas sean malas ideas, pero debo reconocer que aisladamente, en una sociedad compleja como la nuestra, es difícil pensar que una sola medida tomada de forma aislada pueda tener un gran impacto transformador.

Tomaremos una de ellas como epítome, la reforma monetaria. De forma telegráfica, y aunque evidentemente no hay un consenso sobre qué problemas tenemos con el sistema monetario, a mi juicio el principal es que el dinero se crea de forma privada. La mayor parte de la oferta monetaria de un país son depósitos a la vista o a plazo que crean los bancos comerciales al conceder un crédito. Naturalmente, los bancos hacen esto para ganar dinero, y por ello crean el dinero con interés. Cuando el dinero se crea de forma pública o comunitaria se puede crear sin interés, pero no ocurre lo mismo cuando el dinero se crea de forma privada. Otra consecuencia de este mecanismo de creación del dinero es que quienes tienen en su mano la impresora intentarán crear todo el que sea posible, para maximizar sus beneficios. Ello favorecerá que haya periodos de abundancia de dinero a consecuencia de un boom de crédito, seguidos posteriormente de periodos de escasez, cuando la carga de los intereses va creando oleadas de impagos que propician un estrangulamiento del crédito, que a su vez provoca más impagos. Una explicación más detallada de esta problemática y de todos los hechos que históricamente nos han conducida hasta ella la expuse en una serie de artículos en Autonomía y Bienvivir: La ciencia pérdida del dinero, Modernizar el dinero y Frederick Soddy y el dinero endógeno.

Para minimizar sus riesgos la mayor parte del dinero así creado está garantizado por activos, de forma muy especial suelo (o construcciones con suelo incluido), ya que es un recurso natural finito y limitado cuya oferta es sencillo monopolizar. Los bancos tienen pocos incentivos para ser prudentes en la concesión de crédito, ya que en la parte descendente del ciclo podrán expropiar la garantía de los préstamos, y si a pesar de ello todavía resultan perjudicados el Estado saldrá en su rescate para evitar una profunda crisis de liquidez que se lleve por delante negocios que de otra forma serían rentables. Todo el sistema funciona como una gigantesca aspiradora que succiona rentas de abajo hacia arriba. Una explicación más detallada de la relación entre rentas no ganadas y sistema monetario la desarrollé en Cómo conocí a mi extractor de rentas y entré en servidumbre por deudas: “Capitalismo popular” o el auge del capitalismo de los rentistas.

Por último, hablé de cómo reformar el sistema monetario de forma que se minimizasen todos los aspectos negativos en Por qué #nodebemos, #__pagamos (conclusión), Dinero vs Energía: El pensamiento económicos de Frederick Soddy y Dinero libre y sostenible, la solución a los desahucios y a la deuda pública. En resumen, prohibir la creación de depósitos mediante crédito, y crear el dinero que la economía vaya necesitando a través del Tesoro Público, en forma de gasto. Sin embargo mi propósito de hoy es cuestionar, en cierto grado, esta solución.

Porque los problemas sociales no se solucionan como los de matemáticas. No es sólo una cuestión “técnica”. Vivimos en una sociedad muy compleja, donde cada uno de nosotros se ha especializado en realizar determinadas labores. Si alguien practica con la guitarra ocho horas al día seguramente terminará tocando mejor que alguien que la toca por divertirse al salir de su puesto de operario en una fábrica. Mayor especialización, mayor productividad. Pero dependes del panadero para tu comida y del mecánico para arreglar el coche. Eso no es grave, puedes verles cara y hablar con ellos. Pero también dependes de que los bancos sigan inyectando crédito y creando dinero, y de que los funcionarios del Banco Central decidan si hay que subir o bajar los tipos de interés del dinero. Ellos no te conocen, ni tienen en cuenta tus emociones a la hora de tomar sus decisiones y aplicarlas con la máxima frialdad y rigor.

Pero el funcionario del Banco Central aplica la teoría económica, un conjunto de “conocimientos” socialmente construidos que, pese a no tener la categoría de “científicos”, sí al menos son tácitamente reconocidos como “conocimientos” de un tipo distinto, cualitativamente superiores a los que quedan fuera de ese corpus teórico. Claro que esa teoría se define y construye socialmente, pero no con la participación de todos. Son los académicos, desde las universidades, los que van seleccionando aquello que debe ser incluido y excluido del conjunto de “conocimientos” de la disciplina, y es esa teoría la que determina como actúan los funcionarios del Banco Central.

Así que nos movemos en un entorno muy complejo, en el que suponemos que cada persona cumple su función, aunque no tengamos ni la más remota idea de lo que ello significa. El individuo termina valorando simplemente que el entorno sea estable, y cuando este entorno estable se ve sacudido por eventos extraordinarios como crisis económicas, protestará, quizás cambie su voto, y rezará porque se vuelva a recobrar la estabilidad, aunque no termine de comprender muy bien ni las causas de la sacudida ni las del retorno a la normalidad.

Todo este conjunto de hechos nos lleva en una sola dirección, hacia un reino llamado APATÍA, la ausencia de deseo, la indiferencia hacia lo que ocurre a nuestro alrededor, que entendemos se encuentra a diez mil millas de poder ser mínimamente alterado por nosotros. Es el reino del consumismo, de la proliferación de ofertas comerciales para experiencias y sustitutivos de relaciones humanas. Aprendemos y comprendemos que no tenemos ninguna influencia sobre el entorno, y en consecuencia perdemos interés por él, y como hemos perdido interés en él nuestra capacidad de lograr algún cambio se reduce todavía más.

En ese contexto las narrativas simplificadoras golpean con toda su fuerza. La razón es la fuerza capaz de despejar el camino y arrojar a la cuneta cualquier dificultad que se interponga en el avance de un progreso lineal y constante. El “experto” es el sacerdote de la nueva religión de la razón, aunque la experiencia muestre (como por ejemplo en el documental La industria de los expertos) que no consigue mayor porcentaje de aciertos que un simio, es decir, que alguien que responde al azar.

¿Hay salida a este laberinto? Evidentemente experimentamos rendimientos decrecientes en la complejidad social, por lo tanto necesitamos reducirla. No tenemos un mapa para hacer esto, de hecho nunca se ha hecho algo semejante en la historia de la humanidad, salvo de forma forzada. Como suele ser habitual ante los problemas complejos, tenemos que actuar por tanteo. Podemos apoyarnos en la psicología para dar estos primeros pasos, en concreto en la psicología positiva o ciencia de la felicidad, ya que esta disciplina prescribe para el individuo medicinas que van en el sentido de simplificar su vida.

Poniendo por delante que como dijese numerosas veces el difunto Zygmunt Bauman no existen soluciones individuales para los problemas sistémicos, consideremos por un momento este punto de partida, el de un individuo que quiere ser feliz, realmente feliz. Entre otros aspectos, la llamada ciencia de la felicidad destaca dos cuestiones que me gustaría resaltar aquí: la importancia de las relaciones y del sentido. Tener relaciones sociales y afectivas de calidad y realizar habitualmente actividades significativas para uno mismo, como lo es para mí escribir este artículo.

Empecemos por la calidad de las relaciones. Según el sistema tiende a complejizarse, las relaciones tienden cada vez más a ser episódicas (será, por ejemplo, cada vez más raro mantener un trabajo para toda la vida) y a estar reguladas exteriormente, por ejemplo por una jerarquía si se trata de relaciones en el centro de trabajo, o por contratos o precios, si se trata de una relación de tipo mercantil como la que tenemos con la camarera que nos pone el café. En la gran urbe somos máscaras, y vemos pasar miles de máscaras cada día por delante de nuestros ojos. Incluso las relaciones de pareja, tal y como señalan Byun-Chul Han o Zygmunt Bauman, se hacen cada vez más frágiles y superficiales. Para el individuo, la vía de la felicidad consiste en ir saliendo de la rueda. Mantener un trabajo, una pareja, unos amigos. Comprar en el barrio, tener relación con quién nos hace el pan o nos arregla el coche, compartir actividades con la gente del vecindario o con un grupo estable con intereses comunes.

Respecto al sentido, nos encontramos el mismo problema que con las relaciones. En una comunidad tradicional la actividad de cada uno de los miembros juega un papel que es comprendido por todos para el mantenimiento del conjunto. El herrero repara las herramientas indispensables para extraer a la tierra sus frutos y el panadero procesa esos frutos de forma que puedan ser asimilados fácilmente por todos. Hoy conozco personas que trabajan en fábricas que hacen carcasas para misiles, y ecologistas que trabajan en proveedores del sector de la automoción.



A veces no quedará más remedio que buscar el sentido en actividades relegadas a la categoría de ocio, pero en general se trata de ir progresando de forma paulatina, dotando de sentido poco a poco a cada una de las actividades que realizamos en nuestro día a día.

En este camino de ir desarrollando una estructura interna coherente, y ponerla en consonancia con su comportamiento “externo”, el individuo irá abandonando casi sin darse cuenta la persecución de categorías abstractas como éxito, o la adicción al dinero por el dinero. Aprende a encontrar placer en las acciones que le ponen en relación con los demás y con lo que percibe como el sentido de su vida. El mundo se simplifica, aunque sea parcialmente, y ahora comprendemos en parte los problemas que aquejan a nuestro entorno y a nosotros mismos. De contemplar el desahucio de un vecino con incomodidad y tensión pasamos a participar de una economía de mayor cercanía, de la que se benefician más las personas que tenemos próximas. Quizás participamos en un banco de tiempo, quizás alguien promueve un experimento con monedas locales que permite entender mejor como se crea y como funciona el dinero, o quizás no. Sea de una forma o de otra, se comparten opiniones, información y experiencias y ello hace que se exijan unas medidas u otras a la autoridad política. La información en particular, ahora llega por varios canales, si bien no desaparecen los controlados jerárquicamente y orientados al beneficio, ya no se trata de un monocultivo, sino de un bosque en el que coexisten especies diversas.

Y de esta forma vamos escapando de la apatía y de la persecución de ideales abstractos de éxito y dinero, mientras logramos una estructura interna que nos proporciona mayor paz y felicidad, que exteriormente se manifiesta en una mayor actividad e interés por los problemas públicos y comunitarios. En este punto quizás el individuo llegue a cuestionarse, entre otras cosas, el sistema monetario, y encuentre apropiada la reforma que yo planteaba al principio de este artículo. Sin embargo, será difícil que un creciente interés ciudadano pueda llegar a filtrarse al mundo académico, sin el cual se antoja imposible cualquier atisbo de reforma.

Las universidades y las revistas que publican artículos académicos se han convertido en auténticas “fábricas de consenso”, que saben y conocen como invisibilizar a los críticos sin censurarlos, simplemente ignorándolos. Sin duda el mecanismo más eficaz para ejercer un férreo control sobre lo correcto mientras se mantiene una fachada de pluralismo. Hay diversas formas de lograr esto, una de ellas podemos ejemplificarla con un suceso de la vida del economista disidente Kenneth Boulding, tal y como nos lo cuenta Oscar Carpintero:


 Después de graduarse en Oxford solicitó una beca en el Christ Church y, por equivocación, llegaron a sus manos las cartas de recomendación que él mismo había encargado redactar a varios de sus profesores de economía. En general, todas decían que era un muchacho brillante y muy inteligente, pero al final, casi todas concluían que, sin embargo, “no es uno de los nuestros”.


Los académicos tienen interés en hacer relevante su propia corriente de investigación, y seleccionan y apoyan a aquellos que la respaldan, ya sea como doctorandos o como autores de artículos a los que citar y dar relevancia por cualquier método ¿Y que ocurre si metemos el dinero en la ecuación? Se financian las líneas de investigación más convenientes, se abren las puertas de las Bancos Centrales y otros organismos con gran peso en la agenda política, como el FMI, la OCDE, el BIS, el Banco Mundial, agencias de la ONU, etc. Todo un entramado institucional diseñado para mantener el statu quo e impedir que ideas que cuestionan el paradigma imperante puedan abrirse paso.

En la modernidad, controlar a los “sacerdotes de la razón” es la mejor forma de controlar el sistema. Quizás el activismo ciudadano pueda lograr que más personas críticas y comprometidas lleguen a participar de la academia, que se censure la enseñanza de una única corriente de pensamiento en las universidades, que los economistas disidentes gocen de apoyo y reconocimiento populares.

Todos esos cambios, sin duda lentos, podrían ayudar. Pero quizás la clave es entender que la economía no es sólo una cuestión técnica, ni siquiera principalmente técnica ¿Por qué aceptamos que el objetivo del incremento del PIB es legítimo? ¿No debería ser el bienestar de todos? ¿Acaso el incremento del PIB no tiene costes, en forma de consumo de recursos y aumento de residuos, y en forma de más trabajo (quienes vean incrementarse su renta quizás preferirían más ocio, y quienes necesiten renta seguramente tampoco la recibirán tras el incremento)? ¿Acaso todos los intercambios monetarios son buenos? ¿Nos interesa que suba el PIB porque compremos más armas? ¿O porque compremos más medicamentos a causa de que nuestra salud se deteriora por la contaminación y el estrés? ¿Acaso que el PIB suba nos permite olvidarnos de como se distribuye ese producto, está bien que algunos no ganen nada con esa subida, e incluso pierdan, mientras unos pocos, como viene siendo habitual, acaparan todo el incremento de bienes producidos?

La conciencia que tendría que extenderse cuanto antes si queremos solucionar los problemas que nos aquejan es precisamente la de que los problemas económicos son principalmente problemas morales, y por tanto políticos. En el preciso instante que consigamos eso será posible una reforma del sistema monetario, y cualquier reforma que nos permita adecuar la economía a los resultados que la sociedad considere moralmente más necesarios.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Cultivar sobre hormigón (sin tierra añadida).

Tras algunos años de experiencia me he atrevido con un "mas difícil todavía": cultivar sobre el cemento de un patio interior sin añadir tierra, solo basura y restos de materia orgánica. Aunque con algunos cambios de perspectiva he documentado en fotos el proceso. La conclusión es que la Naturaleza siempre nos sorprende con su esplendor cuando la tratamos con respeto y unos pocos cuidados. Pero vayamos a los detalles.
Usando bloques de cemento de unos 25 cm de altura, acoto sobre el pavimento de hormigón de un patio interior un espacio de casi tres metros cuadrados. En días y meses sucesivos voy añadiendo materia orgánica variada, desde una bolsa de serrín hasta desperdicios de cocina, así como restos finos de poda y algo de ceniza. Avanzada la primavera consigo pasto verde procedente de las limpiezas y desbroces que se realizan en la época para evitar el peligro de incendio. Alcanzo así algo más de la mitad del volumen del bancal. En un principio son los hongos y mohos quienes se encargan de la descomposición. Cuando el suelo se cubre por completo, las lombrices rojas provenientes del bancal contiguo comienzan a colonizar la materia orgánica y a producir humus. Coloco algunas losas de piedra, madera o corcho para dar refugio a las lombrices y reducir la evaporación del suelo.
Antes de transcurridos seis meses, procedentes de plantel, planto varias calabazas, algunas lentejas y algo de maíz dulce. También otras semillas que no llegaron a prosperar.
Bancal sobre pavimento de hormigón de 405 cm x 67 cm  (2,7 m2) En apenas seis meses se inicia el cultivo sobre la basura orgánica acumulada.



















 El cultivo y la cosecha

De junio a octubre se desarrollan sobre todo las calabazas que dan una cosecha de unos 20 Kg. También recojo algunas mazorcas de maíz dulce. En realidad no esperaba que un cultivo pudiera completarse cuando la materia orgánica apenas se había descompuesto. Sabemos que las plantas no pueden absorber los nutrientes directamente de la materia orgánica, por lo que es de suponer que la labor de las lombrices ha sido muy importante. Con la subida de las temperaturas, a finales de primavera y durante el verano, las larvas de mosca se incorporan al proceso, acelerando la formación de humus.
Transcurrido un año aún sigo incorporando restos de cocina y materia orgánica que deposito bajo las losas de piedra. Por supuesto, los restos del cultivo se devuelven al bancal cerrando el círculo de nutrientes. Conforme transcurre la formación de humus el volumen se reduce mucho por lo que todavía no he completado el total disponible. Sin embargo, la cosecha de invierno, con algunas habas y cardos, se desarrolla con normalidad.

En algo mas de cuatro meses se ha obtenido una cosecha de 20 Kg de calabaza. Se puede apreciar que la superficie de la parte aérea del cultivo es mayor que la del suelo (5 julio).

















Conclusión
Con un enfoque sistémico y solo con conocimientos generales, puede ser suficiente para obtener cosechas prácticas, y en este caso crear un suelo cultivable a partir de esa basura orgánica que lanzamos a los contenedores de basura.
Simplificar los procesos, realizando el compostaje a pie de cultivo parece viable y puede ser interesante en el cultivo en contenedores. Así, las lombrices de tierra no solo aportan su preciado humus sino que también construyen sus galerías en el medio de cultivo permitiendo el ahorro del laboreo en el huerto urbano.

sábado, 2 de diciembre de 2017

Los límites biofísicos: en el ángulo muerto de nuestra visión de la realidad. Publicado en "Autonomia y Bienvivir"

Quienes hablamos sobre el colapso de nuestra civilización, del cambio climático, de la crisis energética o un mundo sin petróleo y además lo hacemos con profusión de gráficos y citando serios estudios científicos, corremos sin embargo, el riesgo de presentar el colapso como algo nunca visto. Y quizá sea así a escala planetaria. Pero a escala local, de países o regiones, puede que solo lo veamos como historia repetida, como un retorno a viejos errores y conflictos. Un motivo para ello es que, por lo general, el impacto de las civilizaciones contra los límites biofísicos está ausente de los relatos históricos u oscurecido por la épica. Dicho de forma resumida: Los límites biofísicos están en el ángulo muerto de la representación de la realidad política, histórica, económica, legislativa y mediática. Y si no tenemos referencias causales físicas, la mente humana solo busca culpables. Así pues, es necesario preguntarse por la trascendencia en nuestro momento histórico de ese espacio ciego y cómo encontrar un modelo que pueda sernos útil para hacerlo visible

Podemos comenzar esta tarea con un símil entre las leyes humanas y las leyes de la Naturaleza. Dado que nuestras leyes son muchas y complejas acercamos su estructura, que en nuestro tiempo se sintetiza en forma de Constitución política. También en la Naturaleza podemos encontrar una ley de leyes, algo asimilable a una Constitución: las Leyes de la Termodinámica. Aparte de ser inmunes a la complejidad, son extremadamente relevantes y reveladoras cuando de límites biofísicos hablamos. Como las paredes de una habitación, los límites, lejos de molestar, son fuente de orden y de estructura... salvo para quien intenta sobrepasarlos a cabezazos. Lo lamento por quienes piensan que la ley de la selva está regida por la competencia y el darwinismo social y que habrá un bonito podio para quienes consigan eliminar a sus congéneres y resto de seres vivos. El éxito descontrolado tiene su reverso tenebroso en la dinámica de poblaciones. Así pues, si establecemos una jerarquía sobre las leyes naturales y humanas, no sería el darwinismo sino la Termodinámica la que estaría en la cúspide.

Decía Einstein que un modelo debe ser tan sencillo como sea posible y tan complejo como sea necesario. Toda representación de la realidad es incompleta, pero reconocida la limitación, estamos preparados para realizar mejores y mas útiles aproximaciones. Podemos por tanto usar modelos termodinámicos para chequear fallos y contradicciones en los análisis basados en parámetros y variables económicas, sociales, políticas, legislativas, etc mediante representaciones lo mas isomórficas posibles. Podemos indagar así la "inconstitucionalidad" de nuestras normas, leyes o aspiraciones respecto a la "Constitución" Termodinámica. Esta técnica sencilla fue la utilizada para iniciar la búsqueda de una solución a la Paradoja de Jevons.

Usando isomorfismos a partir de modelos termodinámicos podemos chequear si determinados modelos no físicos entran en contradicción o se encuentran (o se encontrarán) con límites biofísicos, pudiendo ser útiles para caracterizar los marcos de lo posible.
A partir de este esquema inicial simple, lo siguiente fue caracterizar un sistema termodinámico abierto en relación al crecimiento físico real y buscar sus correlaciones con el modelo económico. Lo mas difícil quizá sea encontrar en nuestro modelo económico equivalencias con unas variables biofísicas que han sido eliminadas deliberadamente. Por suerte, en este caso concreto, Jevons ya había realizado este trabajo mediante observaciones empíricas por lo que el desarrollo del artículo solo necesitaba de aplicar el sentido común con fines divulgativos.

La caracterización de un sistema termodinámico abierto en relación al crecimiento físico y económico puede ser de gran utilidad para establecer los marcos de lo posible.
Los inconvenientes del proceso seguido es que es muy impreciso en cuanto a sus conclusiones y desde luego no sustituye (ni lo pretende) al análisis político, económico, social o legislativo, pero podría permitirnos enmarcar esos análisis dinámicamente. Y eso es mucho en tiempos de confusión generalizada y manipulación mediática ejercida con el máximo descaro.

Cuando el sistema ya no dispone de energía para crecer ni mantenerse

Un sistema como el actual capitalismo globalizado, está compuesto por una gran cantidad de sistemas menores que es posible caracterizar según variables geográficas, económicas, sociales, etc. Puesto que el crecimiento económico es condición imprescindible para que pueda funcionar, es útil plantearse lo que ocurre cuando ya no hay energía neta para que pueda crecer o mantenerse a escala global y se han agotado los márgenes para mejorar la eficiencia. En este caso, el crecimiento de unos subsistemas solo es posible a costa del decrecimiento de otros. Es el comienzo del canibalismo sistémico. Estados Unidos y Europa han respondido a la crisis mediante los llamados alivios cuantitativos, inyecciones de liquidez y otros eufemismos que se pueden describir en términos profanos como el equivalente a "imprimir dinero". El efecto conseguido no ha sido crear riqueza ni recursos, sino redistribuirlos con un aumento generalizado de las desigualdades sociales en el mundo. No solo acentuando las diferencias Norte-Sur sino también apalancando la extracción de recursos renovables con otros no renovables llevándolos mucho mas allá de su capacidad de carga. Lo que se obtiene con ello es la conversión de recursos renovables en recursos no renovables y finitos, agravando mucho más la situación en el avance hacia el colapso. Está claro que la opción correcta sería usar los recursos que no se renuevan en recuperar y sostener aquellos que si lo hacen y que serán en última instancia aquellos que nos queden. Es decir, deberíamos de dejar de hablar de conservación de la Naturaleza y lanzarnos a un ambicioso plan de recuperación de recursos renovables, manteniendo las áreas protegidas como reservorio de biodiversidad. Solo así podríamos llegar al final del descenso energético con posibilidades de mantener una civilización garantizando a su vez la conservación efectiva de lo que aún nos queda.

Caracterización de un sistema termodinámico con la variable tiempo. En este caso no solo incluimos la energía sino también la materia (recursos).


 A una escala mas local, como un país o una región, las políticas son mas concretas y los efectos mas evidentes. Desde el punto de vista económico se ha apostado por salvar lo definitivamente insalvable: los bancos y el sistema financiero. Ya se ha dicho muchas veces que el préstamo con interés necesita de un crecimiento infinito que entra en conflicto palmario con las leyes de la Termodinámica. Así pues, también a escalas locales se muestra el canibalismo sistémico, suavizado por la redistribución global propiciada por los "alivios cuantitativos", mediante la desigualdad social y la destrucción de las clases medias. Llegados a este punto parece que ya no pudierámos hacer nada, pero incluso en fases avanzadas del colapso hay sistemas que deben crecer y otros que desaparecerán de forma controlada o mediante colapso. Es decir, el decrecimiento conjunto, incluso controlado, mostrará asimetrías en subsistemas que no solo pueden crecer, sino que deben crecer para que el impacto de un largo y penoso colapso sea los mas llevadero posible. Así, la agricultura local no dependiente de recursos finitos debe crecer en detrimento de la agricultura industrial kilométrica dependiente de combustibles fósiles, los pueblos deberían crecer y las grandes urbes disminuir su población... Pero también deberemos evitar otras asimetrías que matan y nos dejarían inermes frente a los profundos cambios que vendrán, como ocurre con las desigualdades sociales.
Hay una resiliencia que construir y debemos entender y asumir que la sostenibilidad no es imposible, es inevitable. Todo el esfuerzo y los recursos que usemos en sostener lo insostenible no hace mas que restarlos a la necesaria transición. La Naturaleza no es artífice de otro castigo que las consecuencias de nuestros actos. Si quemamos un bosque tendremos un erial, si plantamos árboles tendremos un bosque.

La pretensión de este artículo no es convencer a economistas, sociólogos, políticos, religiosos, historiadores, legisladores, periodistas, élites o mayorías mas o menos silenciosas, de la existencia de los límites biofísicos, sino sugerir algunas herramientas de visualización de la mano invisible de la Termodinámica en las diversas representaciones de la realidad. El objetivo es que, como ocurre con un parabrisas transparente que se hace cada vez mas opaco y visible por las vísceras de los insectos estrellados contra el impenetrable cristal, no sea necesaria la destrucción absoluta de la sociedad y la civilización humana para que terminemos aceptando y corrigiendo nuestros errores.
Y que cada persona pueda indagarlos por sí misma.

Publicado en "Autonomia y Bienvivir"

lunes, 24 de octubre de 2016

No en nombre de la Ciencia. Otra vez no.

Un engaño puede ser mas letal que un ejército. Cierre los ojos y piense en las primeras pseudociencias que le vengan a la mente. Es bastante probable que en este artículo descubra otras que ni tan siquiera pensaba que pudieran ser pseudociencias y que le atañen personalmente, a su futuro y al de los suyos.

Pero no vamos a hablar de acupuntura, homeopatía o cualquier otra práctica inocua de la medicina. Llevamos varios post hablando de la práctica no tan inocua del periodismo y la manipulación mediática, que pese a estar dearrollada por profesionales titulados en "ciencias" de la información no parece que hagan honor a la palabra ciencia. El prefijo "pseudo" está siendo cada vez mas utilizado. No sin razón, pues viene a indicar que algo es falso o está suplantando a algo. Quizá sea preferible el segundo significado, pues para distinguir esa suplantación necesitamos tan solo de una definición precisa y comprobar si aquello se ajusta a ella. Comencemos pues.

- Darwinismo social: 50 millones de muertos en la Segunda Guerra Mundial.
Las visiones supremacistas nazis de una raza aria superior, con derecho "natural" a ejercer el genocidio y la esclavitud, tomaban sus postulados de una interpretación pseudocientífica, tanto de la teoría de la evolución como de la genética. Actualmente está en pleno resurgimiento como parte del modelo económico neoliberal y los movimientos de extrema derecha en Europa. El darwinismo social da soporte ideológico al racismo y a las políticas económicas extremas del "dejar hacer". Se ha usado y se sigue usando para justificar todo tipo de discriminaciones, ya sea por motivos de cultura, raza, credo, escala social o sexo. También injusticias y asimetrías entre lo que el individuo aporta a la sociedad y los beneficios que obtiene de ella.

Una de las formas actuales del darwinismo social es el acaparamiento de tierras. Los millones de Has reconvertidas a la agricultura industrial sojera no estaban vacías ni de personas ni de agricultura. Millones de campesinos expulsados de sus tierras "por su propio bien" que ahora tampoco tendrán dinero con qué pagar sus alimentos. La soja se planta para hacer piensos y para que así, en los paises ricos se pueda seguir degustando el entrecot de ternera.


Sin la garantía de igualdad de oportunidades, la competencia se convierte en una carrera donde "se parte las piernas" a la mayoría de la población. No es un balance que mejora a sus individuos sino que los degrada.
¿Qué podemos pensar de una sociedad donde el 90% son perdedores? Posiblemente que se está dando la explotación del ser humano y que la casi totalidad de la población es vista y se ve a sí misma como perdedora y fracasada.
Esclavitud. Pueblos elegidos. El darwinismo social es en sus formas, muy anterior a Darwin. Genocidios y exclavización habían sido justificados por la religión hasta entonces.
El objetivo de esta pseudociencia es justificar moralmente, mediante el supuesto de ley natural, la injusticia social, los genocidios y la esclavitud, presentándose a sí misma como liberadora. "La sociedad no existe, solo existe el individuo" Si una célula cancerígena pudiera dar un mítin en una campaña política para iniciar una metástasis, ese podría ser su eslogan publicitario.

Refutación:  Las sociedades, por definición, se establecen entre individuos cuando la cooperación representa una ventaja evolutiva. Esta aporta su razón de ser. No implica esto la ausencia de competencia, ni de individuos con actitud depredadora o antisocial. Es decir, casi siempre encontramos individuos, grupos de individuos o directamente castas sociales, que mantienen una asimetría entre lo que aportan y lo que reciben de la sociedad. Si no se disponen de los mecanismos sociales para evitarlo, terminan generando una casta de privilegiados que depreda o parasita sobre la mayoría. Para ello imponen una épica donde son los ganadores de un juego que pierde la sociedad.

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- Creacionismo: Llamado también diseño inteligente. Toma impulso en la década de 1960, auspiciado y financiado por el fundamentalismo cristiano en Estados Unidos. Sobre el papel, pretende demostrar la infalibilidad bíblica y anular las pruebas científicas de la evolución. Desde Lord Kelvin a Henry M. Morris, cuenta y ha contado con científicos que la defienden. Como el resto de las pseudociencias traídas aquí, el objetivo real, es usar un subterfugio para influir en legisladores y jueces. Su objetivo es que el relato bíblico se enseñe en las escuelas públicas o incluso, prohibir la enseñanza de la evolución. Se podría decir que van a por los niños.
Según un estudio para EEUU la mitad de los científicos son creyentes, aunque casi todos aceptan la evolución. En cuanto a la población, el porcentaje de creyentes llega al 85%. Las personas que creen en interpretaciones literales de la biblia podría estar en torno al 30%. Si a ello sumamos que en el protestantismo "solo la fe salva", no es de extrañar que el fundamentalismo religioso se exalte con cada tormenta. Bajo amenaza, se cree en Dios con mas ganas y fuerza. Tampoco es de extrañar que el mismo capitalismo esté imbuido de esa falta de responsabilidad frente a los actos, propia de la ética protestante.

Aunque existan  diferentes disciplinas científicas, (física, biología, química, ecología, etc.) esa división obedece a cuestiones prácticas de especialización, pero todo el conocimiento científico está imbricado. Introducir una modificación como el creacionismo implica también la necesidad de nuevas interpretaciones en el resto de disciplinas científicas. Nuevas pseudociencias.






La creencia, presentada como ciencia, de que el universo tiene solo 6000 años y el inmovilismo evolutivo, generan consecuentemente otras pseudociencias. Así tenemos el negacionismo del cambio climático, el origen abiótico del petróleo, la negación del pico del petróleo y agotamiento de recursos, el crecimiento infinito en un planeta finito, etc.
Versiones mas "evolucionadas" como el neocreacionismo renuncian a referencias bíblicas. El creacionismo tiene una enorme influencia en EEUU incluidos los círculos académicos y políticos. Su poder económico permite proyectar estas pseudociencias a través de una red de think-tanks hacia todo el mundo. Por desgracia, esa manipulación para imponer la descripción bíblica, solo conduce a una endogamia ideológica que hace del colapso una profecía autocumplida. Pero lo que ofrece el protestantismo, la falta de responsabilidad frente a las acciones, es demasiado tentador.

Refutación: El creacionismo hace una especie de ingeniería inversa del método científico: parte de dogmas y relatos bíblicos y busca los datos que lo confirmen. No se atiene al principio bien aceptado en el método científico: si un hecho contradice la teoria, se niega la teoría y no el hecho. El creacionismo prescinde de las pruebas, como antaño(y actualmente) la religión prescindía de los no creyentes. Solo cuando entendemos su objetivo comprendemos su estrategia.
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- Negacionismo climático: En el ranking de importancia como pseudociencia, el negacionismo climático podría ocupar la primera posición. Las cifras son escandalosas. Se calculan ya 26 millones de desplazados a causa del cambio climático y muchos mas los que se esperan. ¿Quien lo niega? Gente como Donald Trump aspirante a la presidencia de EEUU. Quienes mas contribuyen a él, pretenden eximirse a sí mismos de toda responsabilidad mediante descalificaciones y constantes campañas negacionistas. Eso dice mucho de su importancia como pseudociencia. El número de personas y especies a las que está afectando y afectará será practicamente todo el planeta arruinando el futuro de nuestros hijos y las generaciones venideras. No hay problema en ello para una religión filicida donde los chivos expiatorios son los propios hijos. Desde Abraham al mismo Jesucristo, el sacrificio humano impregna una ética donde los culpables pueden lavar su culpa derramando la sangre del inocente.

En esa carrera por eludir cualquier tipo de responsabilidad encontramos derivas realmente desquiciadas, como acusar a los homosexuales de la formación y recorrido del huracán Matthew. Es curioso que por contra, se niegue que el cambio climático pueda tener origen en la actividad humana.
Conforme las evidencias (fusión de los casquetes polares o glaciares) lo hacen innegable, el negacionismo climático se centra en negar su origen antropogénico. Es la cuestión clave para desligarse de las responsabilidades, incluidas las de no responder ante el saqueo del legado a los propios hijos.

Huracan Matthew.  ¿Ira de Dios?
Creacionismo, neocreacionismo o diseño inteligente. Con adecuadas campañas de marketing, pueden conseguir la paradoja de llevar a creer en la biblia, al menos en sus fundamentos básicos, incluso a personas que se consideran a si mismas ateas o agnosticas.
Refutación: Se encuentra muy bien organizado a través de una red de think-tanks, financiados por las organizaciones republicanas mas conservadoras de EEUU. Disponen de un verdadero ejército en las redes sociales donde inundan de comentarios negacionistas cualquier artículo sobre el cambio climático. Su objetivo no es convencer a la comunidad científica, sino introducir en la opinión pública la sensación de que existe falta de consenso científico y un grado de incertidumbre mucho mayor del que realmente existe. Intenta a toda costa eximir de responsabilidad, tanto moral como política, económica y penal, a quienes en mayor medida generan emisiones y contribuyen al desastre.

La composición actual de la atmósfera terrestre, muy alejada del equilibrio termodinámico, está influida y autoregulada por los seres vivos. Sin negar no obstante, que vulcanismo, cambios en la órbita e inclinación terrestres, etc también hayan tenido impacto en el clima.
Podemos encontrar algunos patrones en los planteamientos negacionistas:
Calentamiento global: Se basa en campañas de desprestigio y el uso constante de argumentos ad hominen (calentólogos). Este mensaje negacionista va dirigido a la población general. Quizá por ello confunde sin rubor calor y temperatura.
Cambio Climático: "Olvida" la velocidad a la que se están produciendo los cambios. Intenta presentar la Termodinámica climática como inexistente.  No incluye en sus análisis la interrelación de los seres vivos con el clima. A poco que profundicemos nos damos cuenta que los argumentos esconden un creacionismo subyacente.
Cambio climático desbocado: Superados los puntos de no retorno perderemos el control sobre la dinámica climática planetaria. Hasta llegar a esos puntos de no retorno, el clima aún estará en nuestras manos. Superados esos puntos, todos estaremos en manos del clima. Si tristemente llega ese momento, y parece que estamos en ello, veremos como la temperatura global sigue subiendo aunque hayamos disminuido las emisiones de gases de efecto invernadero. También veremos al negacionismo climático alardear de que ahora los estudios "demuestran" que el cambio climático no tiene origen antropogénico. Y lo veremos en grandes titulares. No faltará cinismo.

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- Principio del crecimiento infinito en un planeta finito: La cosmovisión de nuestro modelo económico alimenta la utopía de cargueros espaciales donde el mercado llega hasta el infinito y mas allá. El sueño de un nuevo colonialismo galáctico olvida que difícilmente podríamos vivir en planetas extraños y tremendamente inhóspitos cuando somos incapaces de conservar el propio. En ese impulso subyace el mensaje de los textos bíblicos del Génesis: "Creced y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven por la tierra." Poco tiene esto que ver con la ciencia. Mas bien con la testosterona y el ansia de dominio.

Nuestro actual modelo económico asume el principio de la sustitución de los recursos según las leyes del mercado y no de su propia dinámica ecológica, lo que en ultima instancia implica suponer que las leyes y preferencias humanas, imponen un determinismo sobre las leyes de la Naturaleza. La mano invisible del mercado afronta ahora un pulso con la mano, también invisible, de la Termodinámica.

Refutación: Una creencia puede trasladarse mas allá de la religión que la genera y en este caso puede alcanzar a personas que se consideran agnósticas o incluso ateas. Una de las formas de identificar una pseudociencia es que contradiga algunos de los principios básicos bien fundamentados y suficientemente probados en el resto de disciplinas científicas. Las leyes de la Termodinámica se han mantenido firmes a pesar de las dos grandes teorías del siglo XX, la relatividad y la mecánica cuántica y contradicen la idea de un crecimiento sin límites.
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- Cientificismo: Se podría decir que el cientifismo es la creencia en la ciencia. No es tanto confianza en la ciencia sino negación de cualquier otra fuente de conocimiento. Podría parecer contradictorio incluirlo como pseudociencia. Quizá cuando vemos que el cientifismo es defendido desde "ciencias" como el creacionismo, el negacionismo climàtico o el mismo neoliberalismo, entendemos que estas pseudociencias lo usen como fuente de dogmatismo reclamando el principio de autoridad. Presentarse como mas científicos que nadie o mas escépticos que nadie, es una estrategia para que no se pongan en duda sus planteamientos.
Hace un uso interesado e injustificado tanto del determinismo como reduccionismo científico. Qué mejor manera de disfrazar una pseudociencia que mostrando una beligerante y desproporcionada defensa de la "verdad" científica.

Considerarnos extraños a la Naturaleza involucra un dualismo ajeno a la aventura de las ciencias y a la pasión de inteligibilidad propia del mundo occidental. Hoy creemos estar en un punto crucial de esa aventura, en el punto de partida de una nueva racionalidad que ya no identifica ciencia y certidumbre, probabilidad e ignorancia.

                                                               Ilya Prigodine. Nobel de Química 1977

Refutación: La forma de refutar el cientifismo es sencilla: realizando preguntas que la ciencia no pueda responder o abordar. Hay una pregunta muy sencilla: ¿para qué?. A pesar de su aparente simplicidad, esta pregunta resume los principios de la Teleología, rama de la metafísica que se refiere a los fines o propósitos de algún ser. Cuando oimos hablar de estudios sometidos a doble ciego, por ejemplo, estamos hablando de barreras en el método científico para evitar sesgos de intención, sean conscientes o inconscientes.

 La Teleología nos aporta criterios para distinguir entre ciencia y no ciencia. Nos habla sobre sus límites, sean estos mas o menos difusos. La política, la economía, la técnica o la religión, son disciplinas teleológicas, orientadas a un fin. Son éstas, en especial la economía, las que tienen en sus manos el timón de ese barco llamado ciencia. Son las que responden al "para qué" la usamos.

Pero además existen límites absolutos.
- El principio de indeterminación de Heisenberg pone límites a nuestra capacidad de conocer. En la descripción cuántica de la materia estamos limitados por el principio de incertidumbre.
- La velocidad de la luz es inmensa pero finita. Lo que pone límites a nuestra capacidad de acceder a zonas del espacio tiempo.
- El teorema de Gödel pone límites a nuestra capacidad de deducción lógica y esencialmente nos dice que no se puede decir toda la verdad y a la vez solo la verdad.
- Teoría del caos. Prigogine demuestra la existencia de la dinámica de lo intrínsecamente aleatorio.

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- Tecnicismo o tecnooptimismo: Desde sus orígenes, técnica y ciencia han caminado de la mano. Desde el telescopio de Galileo al acelerador de partículas del CERN. Sin embargo, hay diferencias bien definidas. Mientras la ciencia busca ampliar la frontera del conocimiento, la técnica busca dar un uso práctico a ese conocimiento. La técnica NO es pseudociencia, pero tampoco es ciencia propiamente dicha al contener el sesgo teleológico del utilitarismo. La técnica es el ¿para qué? de la ciencia. La teoría de la relatividad es ciencia. La bomba atómica es técnica. La genética es ciencia. Los transgénicos son técnica. Lo que sí es pseudociencia es presentar a la tecnología como ciencia, suplantando a la misma. Decir que la bomba atómica o los transgénicos son ciencia, es pseudociencia. Y esto, es habitual cuando se quiere justificar moralmente el uso del conocimiento científico. La confianza en que la técnica puede solucionar todos los problemas de la humanidad tiene el primer condicionante en los materiales y fuentes de energía para su implantación. También olvida factores como la escalabilidad de nuevas tecnologías y el problema del declive energético y la dependencia de fuentes energéticas no renovables como los combustibles fósiles. El tecnicismo está íntimamente ligado al cienticifismo y ambas posturas, ocultan la teleología subyacente.

Refutación: El tecnicismo también es llamado tecno-optimismo. Suele pasar por alto el problema de la energía. Esa fe desmedida en la técnica distrae de su dependencia de fuentes viables de energía. Suele soslayar el problema de la TRE(Tasa de Retorno Energético), el declive de elementos especialmente elementos raros y muy escasos en la corteza terreste. Es bastante habitual corromper los estudios y valoraciones técnicas asignando a la energía su valor monetario y no su valor físico. Se propugnan y matienen de esta manera hibridaciones en el relato económico que contradicen físico y que han conseguido convertir a los nuevos técnicos y científicos a partir de los mismos planes de estudio.
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- Pseudoescepticismo: El avance de la ciencia ha sido posible por su rechazo a las verdades absolutas. En la ciencia, algo queda demostrado científicamente hasta que se demuestra lo contrario. Eso implica un escepticismo inherente a ella. Así por ejemplo las leyes de la Termodinámica, amplia y largamente comprobadas, pueden seguir comprobándose y poniéndose en cuestión, como ocurre cada vez que ponemos en funcionamiento el motor de un automóvil. Pero para que la comunidad científica deje de aceptarlas como válidas alguien debe mostrar que no se cumplen y ofrecer una explicación de por qué se han cumplido hasta la fecha. El escepticismo científico no es pues dudar de todo, sino mas bien acotar el grado de incertidumbre.

También en la pseudociencia existe un pseudoescepticismo que la acompaña. Por definición la pseudociencia se presenta a sí misma como ciencia y el pseudoescepticismo como escepticismo, con frecuencia beligerante, autoritario y criminalizante.
Mas científico que nadie y mas escéptico que nadie es un excelente disfraz para actuar en nombre de la ciencia y suplantarla. Si además te exigen un paper para que demuestres lo que hace años está en las enciclopedias, inducen a aceptar que su autoridad está fuera de duda.
Forma parte del razonamiento del negacionismo climático, del darwinismo social, etc  permitiendo justificar un nuevo colonialismo. Ejercita la teleología a pesar de la dificultad de conocer en un ser humano sus intenciones y motivaciones mas íntimas.

La validez del conocimiento científico debe ser vista en su justa medida. Tanto su exageración como su menoscabo delatan y definen en muchos casos argumentaciones pseudocientíficas. El escepticismo científico permite reconocer y acotar nuestras incertidumbres.

Refutación: No siempre es fácil distinguir ciencia de pseudociencia. Pero hay al menos unas definiciones y protocolos establecidos en el método. Distinguir entre escepticismo asociado a ciencia, de pseudoescepticismo asociado a pseudociencia parece mas difícil. La lógica informal no siempre es suficiente, pero puede ayudarnos. Este pseudoescepticismo suele actuar fuera del ámbito científico y académico y va dirigido a la población en general. No es difícil indagar en sus métodos y son bastante públicos. En neuromarketing por ejemplo, se atacan nuestras vulnerabilidades cognitivas sistemáticamente con el objeto de vender o convertirnos.

Podría sernos útil para distinguir entre ambas actitudes la frase:

"Ni la bondad se demuestra diciendo que los demás son malvados,
ni la verdad diciendo que son estúpidos."

Una afirmación pseudoescéptica se puede refutar, pero juzgar a otra persona, su honradez e intencionalidad, nos sumerge en un fango de alusiones personales completamente ajenos a la ciencia. El estudio de la intencionalidad o teleología, pertenece a la metafísica, una rama de la filosofía un tanto alejada del debate científico. Un debate escéptico debería regirse por el principio de discutir las ideas y respetar a las personas.

Conclusión

Este artículo ha pretendido hacer un recorrido por las pseudociencias dominantes en nuestra sociedad y aquellas que mayor importancia histórica han tenido y puedan tener en un futuro.
Queda al lector preguntarse por qué estas pseudociencias no son tan siquiera motivo de preocupación de ese "escepticismo selectivo" que solo gasta virulencia con homeopatías, acupunturas y magufos, en pie de guerra con cualquier alternativa y condescendiente con el pensamiento único establecido. Así es como este "escepticismo selectivo" hace el trabajo de la inquisición al servicio de las religiones y creencias dominantes establecidas.

Referencias:

- Diseño inteligente.
- Estado de EEUU abre la puerta al creacionismo en las escuelas públicas.
- Laissez faire (dejar hacer)
- Hambruna de 1943 en Bengala.
- Cómo el gobierno británico dejó morir de hambre a 1 millón de hindúes.
- El cientifismo es un error. Pedro Echenique.
- El fin de las certidumbres. Ilia Prigogine.
- Creacionismo y evolución se ven en los juzgados.
- Neuromarketing y el uso de 13 sesgos cognitivos en el marketing online.
- The Guardian: Las energías limpias no nos salvarán. Solo un cambio de modelo económico podría conseguirlo.
- La ley que prohibe mencionar, escribir o comunicar el nombre de Charles Darwin.
- Extremistas cristianos culpan a los gays del Huracan Matthew.
- Gobernador de Oklahoma declara el día de oración por la industria del petróleo
- Usted no se lo cree. Negacionismo climático.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Lavado de cerebro. La necesidad del pensamiento crítico.

 Metodología de una conversión.
Primera fase: verdades que matan.

Naomi Klein, puso de manifiesto en su "Doctrina del Shock" que las personas en estado de desorientación inducida son mucho mas propensas a ser manipuladas y a hacer suyas ideas y aptitudes que de otro modo difícilmente aceptarían. El shock sin embargo, no es la única forma de conseguir un estado de desorientación que nos haga vulnerables a ser convertidos a una nuevas ideas o preferencias. El neuromarketing parte del descubrimiento de que las zonas del cerebro que se activan en los anuncios para fidelizar a una marca son las mismas que se activan en los fieles a una religión y que tienen que ver con la seguridad y la fidelidad. No es por tanto extraño que se use el concepto de conversión para referirse al objetivo de una campaña publicitaria.

1.- El efecto que provoca la sustitución de las partes por el todo es la destrucción de información. Aprovechando que la idoneidad de una indicación es siempre discutible, se sustituye por otra que es tan irrefutable, como trivial e irrelevante.

Para "lavar" un cerebro o cualquier cosa es necesario un proceso previo de borrado y eliminación. Pero no partimos de una situación de shock como Naomi Klein. La sustitución de las partes por el todo es un método mucho mas suave, pero si se dan las condiciones y planificación adecuada puede ser igual de eficiente.

Pensemos por ejemplo que llegamos a un cruce o bifurcación de carreteras. Encontraremos señales cuya idoneidad siempre será discutible. Podrían señalar a ciudades mas cercanas o mas importantes, mostrar mas o menos información, etc. Entonces vemos trabajadores sustituyéndo estas señales por otras que apuntan de forma genérica a ¡nuestro propio pais!. Una información tan irrefutable y exacta, como trivial e irrelevante. Nuestro sentido común nos mueve a reclamar e interesarnos, pero quien dirige los trabajos es una patrulla de tráfico. ¡Por fin parece que nuestras dudas serán resueltas!.

Segunda fase: criminalización

En la segunda fase de la conversión se produce la redefinición de destinos. El discurso ahora es moral y policial. La autoridad ha aparecido providencial y mesiánicamente para aliviar nuestra confusión y a su criterio salvador nos entregamos. Ya no hay debate sino linchamiento. A mayor confusión, mayor tendencia a aceptar la autoridad.
¡Por "suerte" tenemos cerca a "la autoridad"! Una autoridad que nos muestra con una diligencia y amabilidad desacostumbradas una salida, la única. Nos previene también de que las antiguas direcciones no están disponibles y nos exponemos a sanciones en caso de optar por ellas. Quizá incluso deleguen en nosotros responsabilidades y nos pidan colaboración para transmitir sus instrucciones y que nadie tome las direcciones anteriores. Entraremos entonces en discusiones interminables con quienes habitualmente tomaban esas rutas. Y puede que en algún momento, en medio de la crispación y la confusión, nos planteemos si esa "autoridad" está manipulando la situación, para redigir el tráfico a intereses no confesados o directamente inconfesables.


Algunos ejemplos

Podríamos pensar que todo esto son conjeturas, pero se han elaborado a partir de la lógica y principios físicos. Por eso se ha ilustrado a partir de elementos físicamente reconocibles. Pero en la vida real, este proceso es mas abstracto y sutil porque los indicadores físicos han desaparecido. En su lugar tenemos palabras, cuyo significado tiene diferentes características en la terminología científica, en la legal y en el lenguaje común. La justificación del uso de una terminología frente al lenguaje natural es evitar los equívocos propios del mismo.
Si consultamos un diccionario, veremos por ejemplo, que conceptos como "teoría" o "ciencia" tienen varias acepciones, no coincidentes entre sí, ni con la terminología científica o legal. Eso se debe a que la adquisición del lenguaje natural se realiza mediante el uso intuitivo y la repetición en contexto. La adquisición de la terminología científica y legal es académica. Pero el lenguaje de la ciencia se mantiene por consenso científico a diferencia del legal que puede ser influido por la política y legislación. Llegados a este punto podemos entender el objetivo de este tipo de manipulaciones. Y ese objetivo es transferir a normas legales, vinculantes para toda la población, la defensa de unos intereses particulares ajenos el bien común.

- Todo es química: La mejor forma de conseguir que la gente no tenga prejuicios sobre productos elaborados a partir de la química industrial, química de síntesis o de cualquier otra naturaleza es: produciendo con seguridad, consumiendo con seguridad y eliminando los residuos de todos los procesos con seguridad. El problema es que esto es muy caro y  exige replantearse el modelo económico. Es mas barato informar de los riesgos a quien produce, a quien consume y a quien pueda estar expuesto a la contaminación. Por desgracia es muchísimo mas barato (y acorde con el modelo económico actual) desinformar o simplemente no informar. En este caso, el discurso típico podría ser: "Todo es química. Las moléculas del agua que salen del manantial son exactamente iguales a las procedentes de la depuración de aguas residuales. H2O." Sin embargo, los proceso de los que proceden son muy diferentes. Los riesgos de contener residuos, el coste y dependencia energéticas, etc son muy diferentes.

- Todos los políticos son corruptos: La mejor manera de ocultar un elefante en una avenida, es llenar la avenida de elefantes. Este tipo de generalizaciones sirve precisamente para eso y los primeros beneficiados son aquellos políticos que ven cubiertos sus desmanes con el manto de la generalidad.

- Todos cometieron atrocidades: En el discurso sobre la recuperación de la memoria histórica española, este tomar las partes por el todo permite presentar a las víctimas como verdugos y a los verdugos como víctimas. Nunca habrá suficiente indignación para denunciarlo.

- Todos los productos son artificiales (nada es natural): En pocos memes veremos reflejado con tanta nitidez el proceso de conversión aquí desarrollado como en el meme "los productos naturales son un timo". La lógica de tal afirmación se basa en la premisa de que todo es artificial y por tanto nada es natural. Si aceptamos esta afirmación como irrefutable posiblemente nos distraeremos de que es también trivial e irrelevante. Sepultamos con esta sentencia las siempre discutibles diferencias entre agricultura biológica, ecológica, tradicional, industrial, o cualquiera otra.

La siguiente fase, la criminalización, corre a cargo de "la autoridad", en este caso representada por algún titulado en biológicas, pero con habilidades sociales, capáz de manejarse con soltura en los medios de comunicación. Es en ese entorno de noticias-anuncio, fuera del alcance de una ciencia de la que se autoproclama representante, donde obtiene la fama, púlpito y altavoz en las principales cadenas de televisión. Las falacias ad hominen se convierten entonces en divulgación científica y cualquier payés u hortelano puede ser sospechoso de crímenes contra la humanidad.
Llegados a este punto, ya no hay lugar para un debate basado en el espíritu crítico. Ha tomado las riendas el espíritu inquisitorial.


Referencias:

- Todo es química... o no. Claudi Mans Teixidó
- Alimentos ecológicos. Mucho mas allá del miedo. Margarita Mediavilla
- Cómo hackean nuestro cerebro. La ciencia al servicio del engaño y la manipulación.
- Neuromarketing. Un insumo de las campañas políticas.
- Neuromarketing político.
- Neuromarketing y conversión a una marca.

jueves, 25 de agosto de 2016

Pseudociencia transgénica. Desventuras de un tomate en comisaría.

 Un tomate declarando en comisaría. Un tomate absolutamente perplejo y rojo de vergüenza. Un tomate que veía cómo su miedo escénico, ante ese superpoder llamado inteligencia, se diluía en la nueva convicción de que, después de todo, no era para tanto.
 Esa fue la primera imagen, surrealista y cómica a la vez, que me vino a la mente cuando tropecé con el nuevo lema transgénico "Los productos naturales son un timo". En un principio, supuse que a alguien se le había ido la mano con las licencias literarias al denunciar los desmanes de la publicidad.
No era el caso. Por irracional que pareciera, alguien que declaraba hacer solo ciencia, sometía a la Naturaleza misma a juicio sumario.
 El absurdo, sin embargo, no siempre es inocuo. La autoridad de un título en biológicas puede dar mucho juego en desinformación si tienes los apoyos necesarios.
El esquema argumentario era el mismo de cualquier religión:
ciencia(religión)=verdad   =>    no ciencia=mentira  =>    mentira=crimen.

En la práctica se traduce en lo de siempre:
disidencia=crimen.
Este planteamiento nos provee de jueces iluminados que en su incursión en la jurisprudencia lo primero que eliminan es la figura del abogado defensor y el principio de inocencia.

Y eso no. Otra vez no. No en nombre de la ciencia.

Si esta es la forma de hacer divulgación de la ciencia ¿qué tipo de ciencia hacen estos técnicos? Las falacias no son falacias si el "científico" es "campechano". Hay surtido: ad hominem, ad nauseam, ad crumenam... pero quizá lo mas inquietante es la simbología. No cuesta imaginar a los sicarios de cualquier corporación disparar para defender a los indefensos carritos de supermercado. Toda una metáfora sobre el record de 185 activistas de defensa del medio ambiente asesinados en 2015. En Europa, por ahora, criminalización.





 Cada vez más, el peso de los think-tanks y de los influencers neoliberales y sus técnicas de marketing y neuromarketing se hace mas patente. Pensar que unas cuantas falacias son todo su arsenal sería un grave error. Hay mucho en juego. Demostrar que el cambio climático está provocado por el ser humano tiene consecuencias políticas y económicas inmediatas. Quienes sufren los efectos sin haber participado en su génesis, reclamarán a quienes han quemado los combustibles fósiles. ¿Respuesta? La legislación española ha criminalizado las energías renovables con multas de infarto y condiciones imposibles. Se desplaza así la responsabilidad mediante legislación directa, desde el modelo económico a quien ofrece alternativas.
Se pretende asociar alternativo=anticientífico cerrando cualquier debate sobre una auditoría energética. Parece que con la agricultura ecológica y biológica se prepara algo parecido: criminalizar las únicas opciones viables para evitar que dirijamos la mirada sobre la insostenibilidad de la agricultura industrial.

Desde un principio, las críticas a la revolución verde ya avisaban que con ella, la agricultura moderna pasaba a ser dependiente de los combustibles fósiles casi al cien por cien. Con la agricultura industrial se dejaba la producción de un bien tan esencial para la vida humana como los alimentos, a merced de recursos no renovables. Con la llegada del pico del petróleo y su consecuente declive, el escenario de esa agricultura y el suministro de alimentos al mundo civilizado ofrece un futuro tan oscuro como el petróleo que lo sustentó: colapso.
¿Por qué tanta agresividad y encono en los ataques a la ecología y a organizaciones ecologistas? Porque de esta manera se desplaza la responsabilidad del modelo económico y agrícola hacia aquello que lo cuestiona. La sostenibilidad no es una utopía. La sostenibilidad es inevitable. Lo que no se sostiene se cae. Así de simple. Las leyes de la economía son un timo, las leyes de la termodinámica no lo son. ¿Nos alimentará una agricultura de tractores o drones transgénicos alimentados con la "energía" del tecno-optimismo? No parece que eso esté en un horizonte cercano.

¿Existe lo natural? Por supuesto. Tiene incluso una entrada en el diccionario de la Real Academia de la Lengua. Cierto es que se están arrasando ecosistemas como las selvas amazónicas, asesinando a los defensores de ese futuro y los pueblos que intentan defender sus territorios. Pero las leyes naturales que sustentaban esos ecosistemas siguen rigiendo frente a las de la economía.
El mayor de los timos es haber conseguido implantar en el ideario colectivo que podemos crecer de forma infinita en un planeta finito. Esa es la pseudociencia que mas debiera preocuparnos.
La noticia intenta asociar vegetarianismo con ideología nazi. Si decimos que Calígula o Franco eran carnívoros... ¿convierte eso a todas las personas que comen carne en genocidas? Se induce en el lector la sustitución de una parte(vegetarianismo) por el todo(Hitler). Pero Hitler se dió a conocer por poner en práctica sus ideas sobre la genética y darwinismo social, algo que siendo muchísimo mas relevante, no parece molestar a nuestros adalides de lo transgénico.

Cierto es que la ética no pertenece a sus programas ni se estudia en las carreras de ciencias. Esto no evita que quienes amamos de una u otra forma la ciencia, creamos imprescindible esa ética en su ejercicio.

Referencias:

-Amnistía Internacional. Situación que enfrentan las personas defensoras de los derechos humanos relacionados con la tierra, el territorio y el medio ambiente en Honduras y Guatemala.
-Ejemplos de conversión por neuromarketing.

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