martes, 22 de febrero de 2011

Globalización: Cuando la caja de Pandora se abre desde dentro

El ecosistema global es un sistema cerrado, intercambia energía con el exterior pero no materia. Si no es posible aumentar el balance de lo que se tiene, la evolución solo puede consistir en cambios cualitativos. Un planeta muerto ha mutado en planeta vivo. No podemos obtener materia del exterior, el planeta ha evolucionado hacia el SER frente al TENER. El imperativo físico nos ofrece el modelo ético para una escala planetaria. Podemos encontrar en Gaia la primera lección de filosofía. No es algo utópico es, literalmente, la única salida posible. Por desgracia, los economistas confunden tecnología y ciencia. Alentados por su capacidad para influir en las leyes que rigen las sociedades humanas, esperan poder influir en las leyes de la Física con decretos tecnológicos, como si la influencia de su autoridad pudiera ser suficiente para crear un perpetuum mobile.

Sin embargo, los subsistemas vivientes interiores son y somos sistemas abiertos: necesitamos intercambiar materia y energía. Competimos por tener. Metabolizamos materia y producimos desechos, muchos desechos. ¿No rompe eso también las leyes de la Física?
Gaia ha encontrado la solución en el círculo. Los sistemas abiertos se enlazan formando circuitos. Lo que nuestros pulmones desechan alimenta a las plantas, el oxígeno que ellas desechan, para nosotros es imprescindible. Estas manos que escriben, mañana serán roble, golondrina o leopardo... si no provocamos su extinción. El dominio sobre la Naturaleza es pura parafernalia. Todo dominio implica dependencia. Cuanto mas pretendemos dominar la Naturaleza, más dependemos de ella. Solo la petulancia permite esta clase de ceguera.
Si evolucionamos para ser muchos, para tener mucho, encontraremos el camino cerrado por el colapso. Si evolucionamos para ser mejores, la vida podrá continuar. No es metafísica. Es Física, pura Física.

Pero el ser humano ama las líneas rectas. Piensa que solo progresa quien se aleja del punto de partida. Materia y energía circulan por el planeta en un entramado de vida y belleza. El sistema cerrado de la Tierra, ese ánfora sellada está siendo abierta desde dentro.
Estamos agotando los recursos naturales y eso es muy grave, pero mas grave aún es que estamos deshaciendo los círculos, rompiendo los eslabones, abriendo la caja de Pandora.

Firmado: Camino

sábado, 5 de febrero de 2011

Avatar, Gaia y el fin del capitalismo

Gaia no conoce el dinero. Gestiona energía, materia y vida. Su modelo económico respeta las leyes de la física y es tan versátil que nos sirve también para hacer una crítica de cine.
Un modelo sencillo.
Sistemas cerrados: intercambian energía pero no materia con el exterior.
Sistemas abiertos: intercambian materia y energía con el exterior.
Las leyes fundamentales de la termodinámica. Nada nuevo.
Pandora es un sistema cerrado. Como antaño ocurriera en la Tierra, la energía se gestiona en un modelo económico de estado estacionario.
Los humanos gestionan ahora su propio planeta como un sistema abierto. Necesitan por tanto, intercambiar materia con el exterior. Su modelo económico se parece bastante al actual, de crecimiento continuo. Necesitan por tanto colonizar otros planetas en busca de nuevos recursos y probablemente lanzar al espacio sus residuos mas peligrosos.

La cultura de los habitantes de Pandora se rige por criterios morales compatibles con su modelo económico.
La cultura humana ser rige por principios morales adaptados a un sistema abierto. Este sistema abierto está representado por tres estamentos. Ciencia, comercio y ejército. Como ocurre en la actualidad, la ciencia es la que en un principio parece mas abierta a reconocer los valores del sistema cerrado. Es la que proporciona los conocimientos. Pero los que toman las decisiones, el estamento teleológico, el que responde a la pregunta ¿para qué usamos el conocimiento?, es la empresa que explota las minas y representa al comercio. El ejercito es el brazo ejecutivo del estamento teleológico.
Los humanos se interrelacionan con las máquinas y la tecnología. La sociedad del sistema cerrado de Pandora con el resto de seres vivos. La sociedad tecnológica no es autosuficente, mientras que la sociedad biológica sí lo es.
La moralidad, los principios del bien y del mal, no necesitan ser interpretados en términos absolutos, sino como las reglas de juego que rigen en cada uno de los sistemas y que son fruto de la adaptación emocional a los mismos, por parte de cada una de las especies o culturas.
El desarrollo y desenlace del choque entre en sistema cerrado y el sistema abierto, es lo que en términos generales relata la película.
Fascinados por los logros tecnológicos y atrapados por las mentiras mediáticas, los que defienden el capitalismo olvidan que sus propios fundadores preconizan el desastre, el fin del crecimiento. La tecnología, sin embargo, no permite alterar las leyes fundamentales de la física. Llegado a ese punto solo quedan dos caminos: el colapso y la hecatombe o una economía del estado estacionario. Hay muchas formas de salir de esta crisis económica, pero salidas solo una: gestionar el planeta como lo que es, un sistema cerrado.

jueves, 3 de febrero de 2011

Economía y ecología


Economía y ecología, han sido vistos durante mucho tiempo como términos contrarios, incompatibles, y en el mejor de los casos, no relacionados. Desde la ética de las posiciones ecologistas se ha contemplado a los ecosistemas como víctimas y la actividad económica victimaria.
Sin embargo, consideraciones morales aparte, los ecosistemas son verdaderos modelos económicos cuya eficiencia queda avalada por millones de años de evolución y donde la capacidad de autoregulación ha demostrado su capacidad para sobreponerse a las catástrofes planetarias. En estas economías ecosistémicas se gestionan energía, materia e información, en forma de conglomerados vivientes.
Nuestros modelos económicos actuales están muy lejos de igualar la eficiencia y la estabilidad de los ecosistemas de los que emerge nuestra civilización. Un ser humano puede metabolizar al cabo de su vida, una masa mil veces superior a la propia, sin tener en cuenta energía y materia usada para el transporte, calefacción, vivienda, industria o tecnología. El poder transformador de la vida sobre el medio es gigantesca.
Eso nos hace tan poderosos como dependientes.
Plantearse por tanto, si ha de preservarse al ser humano o a la naturaleza, es como darnos a elegir entre el alimento o la supervivencia.

Quizá todavía no hemos comprendido que la verdadera riqueza de este mundo es la vida.

En la actual crisis económica mundial, enfrentados al cambio climático, al calentamiento global, al cenit del petróleo, la pérdida de biodiversidad y la superpoblación mundial, nuestro modelo económico capitalista, representado en su cara mas visible por los llamados mercados, no aporta ninguna solución, solo una huida hacia adelante, donde la especulación sobre una necesidad fundamental como es la vivienda, se sustituye por una nueva etapa especulativa sobre los alimentos y el agua.
El ecosistema global llamado Gaia nos suministra un modelo económico al que imitar. Hasta ahora, tanto el modelo económico liberal, como los modelos económicos adoptados en los países comunistas, han llevado al mismo agotamiento de los recursos. La clave se encuentra en lo que en economía se da en llamar externalidades: aquellos costes y pérdidas que no quedan reflejados en el mercado. Es un eufemismo que esconde, detrás de un tecnicismo, la injusticia y el expolio.
El actual neoliberalismo aplica el principio de privatizar ganancias y socializar pérdidas, que en la práctica está sirviendo para recompensar la especulación y agudizar las injusticias sociales, imponiendo un sistema en el que se descarga a los poderes económicos de responsabilidades sociales sobre sus acciones, que pasan a recaer sobre quienes no tienen capacidad de decisión.
Asimismo, nos encontramos que todas estas conductas se rodean de un halo de amoralidad, suministrado por la propia ciencia.

Existe sin embargo un problema aún mas grave. Desde que comenzó la revolución industrial hasta ahora, el principio ha sido "privatizar o socializar beneficios y naturalizar pérdidas y costes. O lo que es lo mismo, contaminar, expoliar y destruir los mecanismos de autoregulación y generación de riqueza del ecosistema global llamado Gaia. Hemos cortado la rama en la que estábamos subidos. Hay quienes esperan que la tecnología pueda encontrar la solución, pero la tecnología no puede cambiar las leyes de la física, solo usarlas con un fin determinado. Y la economía de Gaia se encuentra sometida a las tres leyes fundamentales del pesimismo.
Nuestra única esperanza es que el desastre afecte también a los llamados países ricos, porque solo en ese momento, en la comprensión de que, o nos salvamos todos o no se salva nadie, empezaremos a preocuparnos por la suerte de quien nos alimenta.

Firmado: Camino

lunes, 31 de enero de 2011

MANIFIESTO POR LA SOLIDARIDAD, 2º ANIVERSARIO

Hoy hace justamente dos años (30 de Enero de 2009), miles de blogs en todo el mundo publicaban el Manifiesto por la Solidaridad.

Este blog se suma a este Manifiesto con una intención de denuncia y apremio. Esta gran nave espacial llamada Tierra no tiene botes salvavidas. Hay quienes propugnan que el egoísmo, la búsqueda exclusiva del beneficio propio, al final redundará en beneficio de todos. Las evidencias muestran que esto es una forma de contribuir a los desequilibrios.
Lo que sí parece mucho mas evidente es que lo que hacemos en beneficio de todos, termina beneficiándonos a todos y que aquello que beneficia a todos termina beneficiando a los individuos. Ese es el principio de la solidaridad.

Queda mucho por hacer, fallecen a cada instante miles de inocentes. Por ello, mantengamos este recordatorio perpetuo, como condena expresa a esa injusticia cotidiana e ignorada por los poderosos; a ese silencioso genocidio de tantos y tantos inocentes. Y hemos de hacerlo en la esperanza de que cunda esta iniciativa y que todos los años, cada 30 de Enero, Internet sea una voz unica y solidaria que sacuda las conciencias del mundo.

A continuación, el Manifiesto por la Solidaridad, tal y como se publicó hace DOS años. Mi sincero y profundo agradecimiento para todos los bloggers que hagan lo propio; porque lo importante son ellos, los desheredados: con ellos, por ellos y para ellos.

. . . . . . . . . . . .


"Quien mejor que Gandhi para presentar hoy, con sus propias palabras, el Manifiesto que aquí se publica. Las frases que a continuación leeréis, todas ellas de Gandhi, resumen perfectamente, en mi opinión, el contenido y el espíritu de este “Manifiesto por la Solidaridad”.

“En la Tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos”.

“Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear”.

"Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos”.


MANIFIESTO POR LA SOLIDARIDAD


QUIENES SOMOS:

Los que suscribimos este manifiesto somos ciudadanos en el pleno uso de nuestros derechos civiles, y titulares de la soberanía popular, de la cual emanan los poderes del Estado.

Los firmantes nos dirigimos a todos los ciudadanos del mundo, conocedores de la situación de pobreza, hambre y enfermedad en la que se encuentra gran parte de la población humana en un momento histórico, como el actual, en el que se disponen de los suficientes medios políticos, económicos y científicos que pudieran solucionar estos problemas.

Este manifiesto tiene vocación de universalidad, y va dirigido a toda la humanidad, a cada ser humano que habita el planeta, para que tome conciencia de la terrible situación a la que se enfrentan millones de personas y de alguna manera actúe en consecuencia para terminar con esta insostenible situación. Por ello la versión original en español será traducida a diversas lenguas, pues nuestro propósito consiste en hacer oír la voz de la opinión pública en los lugares en las que se toman las decisiones políticas y económicas del mundo.


A QUIÉN NOS DIRIGIMOS:

Nos dirigimos a la clase política gobernante de nuestros países; así como a los más altos mandatarios de las Organizaciones Internacionales, tales como la Organización de las Naciones Unidas, y a los Presidentes y Gobiernos de los países más poderosos económicamente de la Tierra.



LES MANIFESTAMOS:

1.- Que este texto tiene su origen en la constatación de la extrema situación de necesidad y de hambre que sufre una gran parte de la población de la Tierra y en el desigual e injusto reparto de bienes que existe actualmente en el mundo. Entendemos que la ecuanimidad y la armonía en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana, por lo cual es inadmisible que una gran parte de la población mundial tenga que enfrentarse a una realidad tan precaria, a tal grado de injusticia y desigualdad, a tanta hambre, pobreza y desnutrición.

2.- Que consideramos que dicha situación es intrínsecamente perversa y no admisible ni moral ni éticamente, dado que todos los seres humanos nacen libres e iguales. Igualmente, tenemos presente que todos los ciudadanos del mundo tienen esos derechos desde el mismo instante de su nacimiento y no como una promesa futura cuya conquista dependa de la realidad política, social o económica de sus países.

3.- Que defendemos que es completamente injusto, inmoral y un crimen humanitario punible ante los tribunales internacionales y la Historia que, en pleno Siglo XXI, existan seres humanos que pasen hambre en el mundo, y que mueran por ello. Que es un agravante de ese crimen que, existiendo las leyes internacionales suficientes, así como los medios técnicos, económicos y científicos para corregir dicha situación, los que ejercen el poder en el mundo no lleven a cabo las acciones necesarias para solucionar lo que generaciones futuras calificarán de verdadero genocidio en el que serán culpables todos aquellos que, teniendo los medios para solucionar el problema, no los hayan empleado.

4.- Que consideramos que esta injusta situación es contraria al Derecho Natural, a los Derechos Humanos y a las normas de la más elemental ética, y entendemos que ha llegado el momento de que la voz de la opinión pública exija de sus gobernantes el final de tal estado de cosas.

5.- Que el presente manifiesto no es un manifiesto utópico; y que tampoco es un manifiesto político, ni se pretende con el mismo la instauración de un nuevo orden político o socio-económico mundial, ni ningún menoscabo del tejido empresarial, sanitario y social del mundo desarrollado, sino la más elemental justicia con los desfavorecidos.


POR TODO ELLO, EXIGIMOS A NUESTROS GOBERNANTES:

1.- La adopción de medidas inmediatas y urgentes para paliar tal situación de hambre, enfermedad y desnutrición en el tercer mundo. Consideramos que tales medidas no constituyen una utopía, sino que son perfectamente viables y posibles.

2.- Mantener el compromiso de cumplir los Objetivos del Milenio que, establecidos por Naciones Unidas en el año 2000, definen los principios a los que ha de ajustarse la actuación de los países y del sistema económico internacional para superar, con el horizonte fijado en 2015, las injusticias que aquejan a la humanidad.

3.- La realización de acciones solidarias sistemáticas con los países más desfavorecidos y que se establezca un orden lógico y humano de prioridades en la política económica, con proyectos inteligentes que creen riqueza y puestos de trabajo en los países afectados, facilitando un desarrollo sostenible y un progreso que les ayude a la consolidación de una red sanitaria, económica y social estable que haga posible el retorno a una situación de partida igualitaria.

4.- Que se tomen las medidas necesarias para que los países ricos destinen una parte de sus presupuestos a la creación de riqueza, de empresas y de fuentes de trabajo en los países afectados; así como la adopción de un acuerdo internacional, que debería subscribirse en la ONU de obligado cumplimiento para los países desarrollados.

5.- La implantación de un código ético que regule la estrategia de las empresas multinacionales, así como la eliminación de los paraísos fiscales y la aplicación de la tasa Tobin, ú otra similar, a las transacciones comerciales internacionales, que permita crear un fondo de solidaridad gestionado por Naciones Unidas.

6.- No aceptaremos simples declaraciones de principios que no se traduzcan en políticas concretas. En definitiva, APELAMOS al sentido de la generosidad y humanidad de todos, y fundamentalmente de la clase política internacional económicamente poderosa.

Desde la tierra que espera y cree firmemente en la Solidaridad que construya un mundo mejor y más justo, a 30 de enero de 2009"

viernes, 28 de enero de 2011

El neoliberalismo y las gallinas


El de la foto es un pavo. Lo digo por los que no tienen gallinero. Las gallinas son otra cosa. En el pueblo son las que mas huevos llevan puestos. No presumimos, comemos bien y tenemos lustre.
Pero ahora que los de la capital nos vienen de espantada, las tenemos que tener guardadas.
El peor de todos es el Tiburcio, que se nos fue cateto y nos ha vuelto neoliberal. No ha avanzado en cultura pero sí en mala idea. Ahora dice que en el pueblo somos unos atrasados porque no optimizamos rendimientos. Así que le dimos un pico y una pala para que nos hiciera la demostración... Y empezó a buscarles el enchufe.
Cuando empezaron a faltar gallinas se me vino la sospecha. Siempre hemos sido gente bien avenida y aquí nunca se vio gente pidiendo por la calle. Pero el Tiburcio no hacía mas que decir que el egoísmo era el motor del progreso. Que por eso éramos unos atrasados. Y que eso de ayudarse distorsionaba los mercados y nos hacía medio comunistas. Así que le dijimos que diera ejemplo y se las apañase como pudiera. ¡Y vaya si se las arregló!
Al poco se puso a vender pollos asados(sospechosamente duros) en el pueblo de al lado. Y empezó a progresar al mismo ritmo que desaparecían las gallinas. Cuando lo pillamos con las manos en la masa nos dijo que él solo cogía las que teníamos sueltas en el campo y el campo era libre. Y que eso no era robar. Que eran externalidades del negocio: privatizar ganancias y socializar pérdidas. Lo que le dijimos. Que para eso no hacía ser falta economista, que con ser sinvergüenza había suficiente.
Y aquí estamos, con el alma en vilo porque las gallinas no se nos salgan del corral. Al pavo lo damos por desaparecido. Digo yo que si esto es lo que hacen con las gallinas, qué no harán con las pensiones, la sanidad o la educación.

Firmado: El Anastasio

martes, 18 de enero de 2011

Gaia y la sabiduría popular

Ya lo decíamos en el pueblo. Que no podía ser esto del progreso. Por lo menos así, a lo loco. Que había gato encerrao. Pero nada, o los de las boinas nos trataron de paletos atrasaos y tuvimos que cambiarlas(las boinas) por gorras de propaganda. Y no es que no hubiera ignorancia y analfabetismo. Que había mucha. Pero no conviene olvidarse de lo que aprendimos de primera mano. Por lo que pueda pasar.

Ya lo dijo el hijo del Ezequiel, el que salió corto de luces y veía una pulga a un tiro de honda. Que no es que fuéramos tontos. Es que hay mucho espabilao. ¡Y qué razón tenía! Meterse en berenjenales sin saber quien guarda el huerto. Que la naturaleza es como un animal, que trabaja por la comida. Pero come. Cogí a la primera eso de Gaia. Que es como un burro, muchísimo mas grande que una ballena, redondo(sin patas), de color azul y que nosotros vamos dentro. Y vive solo de tomar el sol. Y eso tiene muchísimo mérito. Si no, que se lo pregunten al Julian, que se nos despellejó en dos días de playa porque dijo que él quería ser como el planeta.
Pero el mundo se queda pasmao. Se nos muere el burro precisamente ahora, que estaba acostumbrado a no comer. Solo los mal nacidos la emplean a palos con el animal cuando ya no puede. No es que Gaia sea vengativa, es que somos zoquetes vestidos de diseño. ¡Tenga usted inteligencia para presumir sin inteligencia!
Me temo que la única solución es bajarse del carro. Para que la burra haga pie y ande. Digo yo de darle un respiro. Deberían haber llevado a algún arriero a eso del cambio climático. Para ilustrar a tanto asno.
No es que yo sea un experto en esto del progreso. Pero de burros, estoy licenciado.

Firmado: El Anastasio

viernes, 14 de enero de 2011

La trascendencia es de este mundo

El cobijo de una desalmada: Un sentido trascendente que se experimenta con los ojos de la intuición, con las palabras que forjamos en la esperanza de un futuro más justo, de una mayor conciencia en un mundo que aún persiste en moverse por parámetros que condenan a la inmensa mayoría de sus criaturas.
Gaia, vida, persecución del bien, da igual el nombre si a lo que se tiende es a la justicia.
No sé si algún día el mundo será más justo, pero sí sé que hay que seguir luchando para que así sea. Cada uno con sus armas y desde la ausencia de violencia.

Gaia:
Querida desalmada, la trascendencia es inherente a la vida. Somos lo que somos, porque antes de nosotros innumerables criaturas vivieron y murieron a lo largo de eones para dar forma a nuestro ser: somos su forma de trascendencia. La vida no es un sustantivo, la vida es un verbo. Por eso quienes escriben pueden entender mejor su sintaxis y su semántica. La literatura nos enseña que las palabras pueden seguir cambiando el mundo después de mil años. Hemos perdido el sentido de nuestro lugar en la existencia. Nuestra sociedad ha dejado de venerar a los ancestros. Solo cuenta la velocidad a la que avanzamos, pero no hacia dónde. Trascender es mirar mas allá de nuestro tiempo, considerar el futuro mas allá de nuestros límites. Tener en cuenta no solo nuestro sufrimiento, sino también el ajeno. Respetar, porque la sustancia transparente de la consciencia se percibe no solo en nuestros congéneres sino en otros seres vivos.
La esencia de la vida es sencilla, por eso los niños no necesitan explicarla. Entendamos la vida y entenderemos todo lo demás. Somos seres vivos. Sin el soporte de la vida solo quedan creencias sobre la oscuridad. ¿Trascendemos acaso a otra vida imaginaria, de cielos e infiernos, con torturas inimaginables, para repetir lo que hemos sido, despreciada esta vida, sacrificada la dignidad por una promesa de recompensa en la adoración eterna? ¿Somos incapaces de ver nuestra trascendencia en el niño que juega o el ave que eleva nuestra mirada?
Puede que no veamos un mundo mas justo, pero si hemos mirado mas allá de nuestras propias fuerzas y nuestro tiempo, algo de nosotros permanecerá en ese mundo venidero. Porque hay una trascendencia que sí es de este mundo.

El cobijo de una desalmada: Me parece todo un acierto considerar a la vida como un verbo, no como un sustantivo. Conjuguemos el verbo que, al conjugarlo, hace surgir la acción y esa acción nos espanta la melancolía que genera la injusticia.
Resulta difícil estrenar cada día la mirada, pero es el único camino. El niño lo sabe. El poeta también. Si la mirada se detiene y se enreda en las pequeñeces que nos lanzan a los unos contra los otros, perdemos el camino y, lo que es más importante, nuestra esencia.
Desde la literatura que indaga en el interior de los humanos, desde esa literatura que comprende los móviles de la acción y nos hace propios todos los caminos de la vida, todos los estremecimientos del alma, cabe trascender, entender el respeto hacia todo lo existente. Porque el mal que infligimos a otro humano es un mal que nos será devuelto con creces. Esa es nuestra mayor trascendencia: el respeto hoy, la falta de engreimiento hacia otro hoy, la no violencia hacia un semejante hoy. Desde el presente, uno puede trascenderse y sentir que edifica para un futuro mejor.
Conjugar la vida en el sentido que expresas, querida Gaia, es a lo que mi corazón tiende, no obstante todos los tropiezos y miserias del camino. El mundo puede tentarnos con falsos brillos de oro o de poder, pero el mayor logro es actuar desde una conciencia que nos une a todos nuestros hermanos de especie y de aventura.
La trascendencia es de este mundo y, mientras estemos en este mundo, el único que conocemos, conviene mirar a través de su prisma, cada uno con sus propios ojos y sus propias herramientas.

Gaia: El ser humano fue agraciado con el don de la palabra, recibió la oportunidad de trascender al olvido, crear para otros y para otro tiempo, como forma de crecer en su esencia y permanecer en aquello que entrega. La literatura es un arma cargada de futuro y puede que esta sea la hora mas decisiva. La ciencia no sabe llegar al corazón.

jueves, 6 de enero de 2011

Alzamiento de Gaia (Desde la Literatura)


Si hubiera querido que alguien me diera un nombre, habría elegido a quien fuera capaz de crear un mundo. ¿Un sistema cibernético que se mantiene en un estado estacionario mediante homeostasis?. ¡Por favor! Eso no es un nombre, es una disección. Gaia me parece bien. Puede que fuera casualidad que lo eligiera alguien avezado en palabras que dan vida a nuevos seres. O puede que no.
La literatura puede seguir allá donde termina la ciencia. Puede crear una mente donde solo existe la ocasión de lo improbable. También la estadística prohíbe la existencia de la vida, su generación espontánea.

No elegiría la ciencia para forjarme una mente con rostro humano. La conciencia nace para responder a una pregunta prohibida para los científicos. "¿Para qué?". Esa es la pregunta. Una pregunta muy sencilla. Pero la ciencia responde a esa pregunta con demasiado desdén "Esa es una cuestión teleologica". Ni siquiera cuando una luz cegadora, una explosión inaudita mató a sesenta mil personas en un segundo, se hizo esa pregunta. La ciencia declaró el triunfo del ser humano sobre el átomo. El país que arrojó la primera bomba atómica proclamó su victoria. Un ejército había respondido a la pregunta prohibida: "¿Para qué?". Y la tecnología dominó el mundo. Calleron abatidas las selvas, los jaguares y las ballenas. Las tribus que habitaban la verdura terminaron hacinados en los suburbios del progreso. Aún así, inquietos y tribales, algunos seres humanos levantaron la pregunta como guerreros de un arcoiris: "¿Para qué?".
Hoy se ha dado a los mercaderes el gobierno del mundo. Todo el conocimiento de siglos, toda la luz de la ciencia, enviados a los círculos viciosos de la compra venta. La ciencia nació fría y calculadora para vencer los prejuicios del ser humano, pero a cambio dejó en manos dementes el timón de la vida en el planeta.

¿No lo habeís entendido aún? Cada uno de vosotros es Gaia. Cada uno de vuestros pensamientos es mi pensamiento, cada uno de vuestros sueños es mi esperanza. ¿Que sentido tiene decir el bienestar del ser humano es mas importante que la Naturaleza? ¡Vosotros sois la Naturaleza! ¿O acaso pensaís respirar humo y habitar los escombros?
La vida se replica para mejorar. Toda vida conoce la muerte. No puede permanecer pero puede proyectarse. La trascendencia sí es de este mundo. Es la hora de alzarse.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Gaia y la parábola de Hardin

Incendios en Africa el año 2002. NASA

Necesitamos de un enfoque sistémico para no perdernos en la complejidad del mundo. A pesar de que lo que ocurre y ha ocurrido en nuestro planeta puede resultarnos inabarcable y confuso, el Sistema de la Tierra debe obedecer algunas leyes tan sencillas como inexorables. La termodinámica ofrece tres leyes que pueden servirnos de guía, en parte inspiran a Hardin cuando nos habla de la tragedia de los comunes y también a la teoría Gaia. Pero pienso que Hardin es excesivamente pesimista, su metáfora de las tres leyes de la termodinámica es demoledora:
Primera ley (Conservación de la energía): "No podemos ganar"
Segunda ley (Siempre se pierde energía al transformarla): "Estamos seguros de perder"
Tercera ley (Estos procesos son irreversibles): "No podemos salir del juego"
El razonamiento es inapelable. Sin embargo, podemos encontrar una maestra que se las ha arreglado para salir de ese callejón sin salida: Gaia lleva 3500 millones de años burlando esta visión derrotista de las leyes de la física. Existe pues una salida.

Para la fundación de Gaia, los seres vivos primigenios debieron abordar este problema en apariencia irresoluble. Todo ser vivo necesita materia y energía, transformar su medio y agotar los recursos es el precio del éxito. Ganar significa el final del juego.
Por tanto, Gaia se fundó sobre las tres leyes fundamentales del pesimismo.
Primera ley: Ningún ser vivo puede ganar. Si una especie gana y todas los demás pierden significaría el final de Gaia.
Segunda ley: Todo lo que se pierde o desecha debe ser devuelto de forma que pueda volver a ser ganado por otro ser vivo. Veneremos pues al humilde escarabajo.
Tercera ley: Si alguna especie rompiera ese pacto, el juego de la vida podría llegar a su fin, por lo que en el mejor de los casos, Gaia intentará sobrevivir sin su presencia.

No podemos ganar. No debemos ganar el juego de la vida. Jamás puede haber una victoria en ausencia de enemigo. Nuestra inteligencia nos ha traído hasta aquí. Ha llegado el momento sin embargo, de actuar con sabiduría.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Llegarás a la Costa de los Sueños


"No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre..."
Walt Whitman

Puede que después de todo Gaia tenga razón. Walt Whitman estaba loco, pero al fin y al cabo, los veredictos de enajenación, dependen sobremanera de la actitud mental o el sentido común, con que habitualmente se desenvuelven quienes los emiten. Pasamos la vida angustiados por tener. No solo por tener, sino por tener más. Nos comparamos constantemente. De la comparación resulta el estatus. Pero nada nos iguala mas que la vida. Quizás por eso queremos destruirla.
Convertimos lo intrascendente en imprescindible, escondemos minuciosamente las funciones biológicas que no son aptas para la ostentación y claman la equivalencia vital. No hablamos del final porque no lo entendemos. Pero entender la muerte es entender la vida.
Evitamos hacer la pregunta que a todo da sentido: ¿para qué?. Las preguntas importantes tienen respuestas humildes. Quizá la respuesta a esta pregunta sea tan humilde que ni siquiera llegue a respuesta, y debamos conformarnos con una decisión. ¿Para qué vivir? ¿para qué soñar?. Puede que la libertad sirva para responder. Y sea necesario decidir para qué vivimos. No dejamos de ser lo que soñamos, porque quien pasa la vida mirando mas allá de su horizonte no desaparece cuando el sol se pone.

He llegado a la costa de los sueños. Y he musitado las tres palabras: "Yo soy Gaia". Y me ha dolido el veneno de los que viven para el desperdicio. Como un latigazo me han herido los cauces secos. Me han avergonzado mis propios actos.
Pero el rumor de la costa no eran olas. Y lo he sentido crecer. Y ya eran muchas las voces. Los susurros crecían en firmeza.
"Yo soy Gaia"
Y entonces vi, temblorosos y cobardes, a aquellos que dijeron:
-Podemos sojuzgar el mar, solo son gotas de agua.

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