Bayliss-Smith comparó dos explotaciones del mismo pueblo del condado de Wiltshire, en el centro de Inglaterra, con 150 años de distancia: las décadas de 1820 y 1970 respectivamente. En la explotación de 1826, de carácter preindustrial, el 98% de los insumos energéticos eran biológicos: un 77% humanos y un 21% animales. Sólo el 2% correspondía a energía fósil: el carbón de piedra usado en la producción de hierro para las herramientas y de las propias herramientas, entre las que figuraba una primitiva máquina trilladora tirada por caballos. Comparemos estas cifras con las correspondientes a una finca del mismo pueblo en 1977 que obtenía una producción agrícola muy parecida en volumen. Los insumos de energía animal han desaparecido, y los de energía humana han bajado al 0,2% del total, siendo el 99,8% restante de energía fósil (incluyendo la energía consumida en la producción de máquinas y substancias químicas y en el uso de las máquinas). En el cálculo se han tenido en cuenta todas las variables, incluso el dato de que la desaparición del ganado de tiro libera tierras de pasto que ahora se pueden dedicar a cultivos. Pues bien: la productividad por hectárea se ha multiplicado por 6 y la productividad por hora trabajada se ha multiplicado por 30.
No obstante, la evolución puede evaluarse desde otra perspectiva. El autor del estudio compara la energía total producida con la energía invertida en los procesos de trabajo, cuyo cociente es la rentabilidad energética, y obtiene los resultados siguientes: en 1826 por cada caloría invertida se obtenían 40, mientras que en 1977 se obtenían sólo 2,1.
Cultivando el desastre
La conclusión final es que en 1977 se usaba 19 veces la energía que en la era preindustrial para poner en un plato la misma cantidad de calorías. Si tenemos en cuenta que los combustibles fósiles son un recurso no renovable y que ya hemos atravesado el pico de producción del petróleo, el gráfico nos muestra una situación dramática. Si quisiéramos mantener el volumen de producción de alimentos actual y cambiar el modelo de producción en la zona de estudio al modelo de la época preindustrial, necesitaríamos multiplicar por seis la tierra cultivable y por 30 el número de personas dedicadas a la agricultura. Además ya no contaríamos con la energía animal.
Podríamos pensar en una mejora drástica en eficiencia energética o en alimentar la maquinaria agrícola y el transporte asociado con biocombustibles, pero los rendimientos energéticos son deficitarios. Por otro lado, los datos de la situación actual en el estudio son de hace 34 años. Actualmente se estima que en EEUU se gastan 10 calorías para obtener una caloría alimentaria. Estas diez calorias proceden en su casi totalidad de los combustibles fósiles, sobre todo petróleo y gas natural. Si adaptamos el gráfico para EEUU el resultado es aterrador.
No se está haciendo nada para cambiar de modelo, todo lo contrario. Las grandes corporaciones están acelerando la destrucción de los modelos tradicionales y suprimiendo la biodiversidad, que en la época preindustrial realizaba el trabajo de estas negras columnas de la muerte. Con la llegada del declive de la producción del petróleo y el aumento exponencial de las desigualdades económicas, las grandes corporaciones matarán de hambre a la mayor parte de la humanidad. Incluyendo a las clases medias de los países desarrollados.
Es vergonzoso e indignante que los agricultores no puedan vender su propias semillas y que las elites económicas gobiernen a nuestros políticos, esas elites que creen controlar el mundo y ni siquiera saben pilotar su propia estupidez.
Y ahora los mercados colocan a los títeres en los gobiernos. ¿Qué podemos esperar entonces del resto?
ResponderEliminarsaludos
muy triste, realmente muy triste, cada día me indigna pensar que soy un ser humano, raza que se autodestruye por mentir para obtener poder y dinero y lo sabe y sigue mintiendo, seguimos igual hasta el fin de nuestra tierra...
ResponderEliminarMuy buen artículo, saludos
monocultivos,
ResponderEliminartransgénicos,
minería a cielo abierto,
despilfarro de hidrocarburos,
emisiones de gases,
especulación financiera,
intermediación,
algunas de las infecciones que padecemos gracias al tan bendecido capitalismo.
Es hora de empezar a decir que no, a ciertas formas dominantes.
saludos, buena entrada
Bueno, somos tan miopes que solo vemos lo inmediato, ni siquiera valoramos el medio y largo plazo.
ResponderEliminarSaludos
@Txema
ResponderEliminarYa ni se molestan en ocultarlo. Si los mercados dicen que no hay referendum, no hay referendum, si los mercados dicen que no hay democracia, no hay democracia.
Sabes, me pregunto por qué seremos tan poco inteligentes, y entonces recuerdo la tragedia de los llamados "genios" en las escuelas y su enorme infelicidad en el entorno, hasta el punto de desarrollar un raro tipo de retraso. ¿Estará pasando lo mismo a nivel global, que las minorías clarividentes son aplastadas y amordazadas por una mayoría hambrienta de inmediatez? Beso.
ResponderEliminar¿No parará esta voracidad nunca?
ResponderEliminar@ Mar Nofler
ResponderEliminarQuizá es hora de pensar en nosotros mismos, porque es nuestra civilización la que está al borde del abismo. Literalmente comemos petróleo. Pero el petróleo se acaba y nuestro modelo de producción de alimentos no se cambia de la noche a la mañana.
@ enletrasarte(Omar)
ResponderEliminarUna vez que hemos pasado el pico del petróleo los precios de los alimentos se dispararan mientras que una buena parte de la población no tendrá medios para adquirirlos. En uno o dos años el hambre llegará a todos lados.
@ Antonio
ResponderEliminarPero lo inmediato ya está aquí. Llevamos demasiados años situando el colapso en el medio y largo plazo.
@ emejota
ResponderEliminarCreo que no tenemos inteligencia colectiva. Como individuos hay entre nosotros muchos genios pero como civilización no tenemos mas inteligencia que una colonia de bacterias.
Crecemos hasta el colapso.
@ Pedro Ojeda Escudero
ResponderEliminarNuestra voracidad terminará con nosotros mismos. Y queda muy poco tiempo.
Hacia tiempo que dejé mi blog, ahora al visitar el tuyo me he alegrado..., nuevos tiempos.
ResponderEliminarun abrazo.
Muchas crisis de golpe. El capitalismo es tan brutal y nos hace tan ciegos que cuando vivimos bien cerramos los ojos a lo que ocurría no muy lejos. Todo es mentira. Ahora estamos abriendo los ojos un poquito y nos topamos con que detrás de la crisis económica hay otra que tiene una salida muy complicada o un desastre total. Cerramos los ojos y no hacemos nada. Pero tenemos la fuerza y no debemos abandonarnos. Temen que sepamos. Quieren cerrar internet.
ResponderEliminarUn saludo.
http://www.avaaz.org/es/save_the_internet/?cl=1398986704&v=11178
Me niego a creer que no podamos aprender, aunque muchas veces me asalten las dudas. Supongo en que todo se reducirá a sobrevivir, ya que de hacerlo, deberemos conseguirlo inexorablemente mejorando como especie, evolucionando si lo prefieres.
ResponderEliminarUn saludo.
ibso
Aunque parezca una aportación muy pequeña, creo que los ciudadanos podemos hacer algo consumiento productos de la agricultura ecológica que practican pequeños agricultores o cooperativas. Nuestra salud lo agradecerá -está demostrado-.
ResponderEliminarEl actual presidente de la FAO ha dicho que, después de analizar multitud de informes y datos, ha llegado a la conclusión de que practicando este tipo de agricultura se podrían alimentar a todos los habitantes
quizá esto te pueda interesar a tí y a tus seguidores...
ResponderEliminarhttp://coalescenciaoscura.blogspot.com/2012/01/proyecto-001.html?showComment=1325576960060#c321028782908968943
Juliana Luisa, esa es la única salida, has dado en el clavo
ResponderEliminarsi todos hacemos eso, cambiaremos el rumbo de este desaguisado...
Los mismos que han provocado la tremenda crisis financiera son los que pretenden la titularidad de las TIERRAS PRODUCTIVAS en los paises emergentes.
ResponderEliminarNo se dejen engañar.
@Anónimo
ResponderEliminarLas élites económicas, las grandes corporaciones, solo tienen un objetivo: el afán de lucro a corto plazo. Eso las hace tremendamente ambiciosas y absolutamente desconsideradas, pero su miopía les impide ver que también ellas caerán.
Es cierto...
ResponderEliminar" Si quisiéramos mantener el volumen de producción de alimentos actual y cambiar el modelo de producción en la zona de estudio al modelo de la época preindustrial, necesitaríamos multiplicar por seis la tierra cultivable y por 30 el número de personas dedicadas a la agricultura. Además ya no contaríamos con la energía animal."
De hecho la agricultura-petroleo es la misma agricultura preindustrial pero con tecnologia y productos industricales.
Si tan solo se considera la agricultura-alimento enotonces ésta puede ser plenamente asumida en la periferia y en el interior de los nucleos urbanos colocando tierra en recipientes, con lo que basicamente basta con disponer de espacio soleado y un minimo de agua. Esta modalidad de cultivo podria ser aceptada y practicada por casi todo el mundo, dada su similitud con la jardineria.
Cierto. Desde el punto de vista energético lo que conseguimos es una reducción drástica de la TRE. En mi caso lo que dispara la TRE es el agua, un factor limitante que condiciona mucho.
ResponderEliminarPero tal y como van las cosas nuestro mayor problema es acabar atrapados en una guerra.
Asi es, una guerra.
EliminarNuestra civilizacion nacio en y por la guerra.
Es una civilizacion de guerra, o sea de expolio y saqueo.
No pocos creen que somos civilizados, que somos democracias y toda la pesca, pero por lo comun no son conscientes del autentico proceder de nuestras civilizadas democracias super-armadas.
Nuestra prosperidad se ha basado en el infradesarrollo del resto del mundo, pues si los paises en vias de desarrollo se desarrollasen de veras consumirian internamente lo destinado a sernos vendido por cuatro chavos de manos del satrapa de turno, al que mantenemos o deponemos segun convenga.
Naturalmente, nosotros personalmente no hacemos ni queremos que se hagan esas cosas, pero eso es lo que hace el sistema que nos hace sentirnos superiores al resto del mundo.
Intento partir de principios menos discutibles que los históricos, sociológicos o morales. Nuestro modelo es inequivocamente imperialista pero intentamos que no lo parezca. Eso tiene algo positivo: algo en nuestro fuero interno lo rechaza. Algo nos dice que lo de engañar a otros puede ser tolerable, pero engañarnos a nosotros mismos es decididamente estúpido. No es inteligente.
EliminarY es la inteligencia la que nos dice que ver ciudades como Madrid o Barcelona convertidas en la actual Alepo, en Siria, es algo irracional, mas aún cuando nunca podremos volver a reconstruirlas. En realidad, mucho antes de que el sistema colapse por problemas de suministro energético lo hará, ya lo está haciendo, por la destrucción de información. El disparate de la manipulación informativa está provocando una pérdida de gradientes de información que hace que el sistema esté colapsando mucho antes de lo que sería físicamente determinante.
En realidad no hay otros principios que los historicos, sociologicos y morales. :-) Nunca han habido otros.
EliminarCuando se pretende sustituirlos por rollos analitico-cientificos estos no dejan de ser mas que una mixtificacion, una pretendida naturalizacion de los constructos humanos, en particular cuando resulta que dicha naturalizacion viene a confirmar el status quo, la estratificacion y jerarquia social, como es el caso de la doctrina economica y social del liberalismo, que se pretende pura emanacion de tendencias eternas y naturales.
Respecto a la guerra... se me antoja deplorable que se ignorase la temprana lucidez de una invetigacion como la de Karl Polanyi, quien en la temprana fecha de 1944 ya decia en su gran obra titulada "La gran transformacion", cosas como estas:
===
Los mercados son instituciones que funcionan principalmente en el exterior y no en el interior de una economía. Son lugares de encuentro del comercio a larga distancia. Los mercados locales propiamente dichos tienen una repercusión limitada.
[...]
La enseñanza ortodoxa partía de la propensión del individuo al trueque, de donde se deducía la necesidad de mercados locales, así como la división del trabajo. De todo ello se concluía la necesidad del comercio, hasta llegar al comercio exterior del que forma parte el comercio a larga distancia. Pero si tenemos en cuenta las investigaciones actuales nos veremos obligados a invertir el orden del razonamiento: el verdadero punto de partida es el comercio a larga distancia, resultado de la localización geográfica de los bienes y de la «división del trabajo» nacida de esta localización.
[...]
En sus orígenes, el comercio exterior está más próximo a la aventura, a la exploración, la caza, la piratería y la guerra, que al trueque.
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Asi pues, originariamente el famoso mercado en el que se llevan a cabo trueques y gestiones dinerarias era el que tenia efecto con extraños y estaba regido por el ingenio y crudo interes competitivos, esto es por la tendencia al fraude y el chantaje, en definitiva actitudes propias de una mentalidad de guerra.
La sociedad de mercado, el sistema capitalista, puede decirse que es la instauracion y generalizacion en el ambito interno de lo que originariamente era una relacion con extraños... y asi nos va, extrañandonos entre nosotros, o sea explotandonos competitivamente, nos perdemos de vista, desaparecemos, y con ello tambien nos volvemos ciegos respecto al medio entorno, respecto a la naturaleza, con el cual establecemos igualmente una actitud depredadora, explotadora, una mentalidad de guerra, con objetivos de sometimiento y dominio.
En cuanto a la ciencia, puedo decir que el logro que mas aprecio es que personas de diferentes idiomas, diferentes culturas y diferentes países, puedan dialogar y discrepar sin necesidad sin recurrir a la represión o el asesinato. Puedes discrepar con tu mejor amigo porque hay una distancia entre los objetos de estudio y las personas. También puedes estar de acuerdo con tu mayor enemigo porque resultaría estúpido empeñarse en el error solo por llevar la contraria. El método es bien sencillo, cuando publicas una idea o estudio, son los otros quienes confirman que estás en lo cierto o lo refutan. Lo peor que puede pasarte es precisamente que nadie te critique.
EliminarLa relación entre comercio y energía es bastante evidente.
EliminarEl transporte consume a día de hoy mas del 80% del petróleo y por tanto es en la misma medida dependiente de él. A su vez, depende de la distancia por lo que a mayor distancia, mayor consumo de energía. Si transportamos alimentos perecederos también resulta muy importante el tiempo invertido, las cadenas de conservación y procesamiento, etc Por eso mientras menor sea la distancia, menor el consumo de energía y la dependencia.
Asi es, la distancia.
EliminarKarl Polanyi ("La gran transformacion") tiene atinadas reflexiones respecto a lo que significó y continua significando a el transporte para el capitalismo.
El capitalismo se fraguó en y por el mercadeo con y desde el exterior, un mercadeo totalmente libre, el propiamente liberal, en tanto que no interferido por los condicionantes culturales y legales de la sociedad, lo cual otorga una ventaja competitiva sobre los mercados locales y posibilita dominarlos.
El oro de las Indias dio un siglo de dominio imperial a la monarquia española, pero fueron los britanicos los que perfeccionaron y maximizaron la explotacion colonial, disputando exitosamente el dominio europeo contra Francia y Alemania. El transporte por mar les dio ese dominio, al punto de que "...de los actuales 200 países que hay en el mundo, sólo hay 22 que nunca hayan sido invadidos por tropas británicas, bucaneros o piratas enviados o comisionados por ellos o comandos enviados desde Gran Bretaña." ( http://www.rebelion.org/noticia.php?id=162151 )
La mundializacion significa que el planeta entero pasa a ser territorio pirateable por hordas de capitales que viajan con total libertad, como la del bajel pirata de Espronceda.
Decir que "no hay otros principios que los historicos, sociologicos y morales" parece mas bien la reducción a un antropocentrismo que niega el sustrato físico y ecológico en que se desarrolla la existencia humana. En realidad son las leyes de la Naturaleza y los recursos que dispensa quienes establecen los marcos de lo posible sobre cualquier constructo humano. Que la ignorancia de tales hechos lleve, una vez y otra, como la mosca que golpea contra el cristal, al mismo resultado, no habla tanto de la maldad del cristal como de la estupidez de la mosca.
ResponderEliminarQue los constructos ideológícos del neoliberlismo y antropocentrismo pretendan inferir que la estupidez de la mosca y no la impenetrabilidad del cristal es la verdadera ley Natural no ayuda mucho. Quizá por eso insistamos en la idea de que es siempre el otro la causa de nuestros males. Desde las mujeres que se quemaban en la hoguera por el crimen de haber agriado el vino del estúpido de turno, a las legislaciones que aún en la actualidad mantienen el delito de brujería.
Bueno :-) puse un emoticono para matizar con ironia la rotundidad del aserto.
EliminarCuando los principios "historicos, sociologicos y morales" se pretenden basar en la ciencia, con la ciencia se pueden discutir sus fundamentos. Asi, el principio moral de la igualdad no admite el arbitraje cientifico librado a la interminable deconstruccion de los argumentos cientificos esgrimidos a favor y en contra. Es un asunto que se ha de decidir "por principio".
Cada vez que se habla de ciencia se suele pasar por alto cuales son sus límites. Dado que mas que de método científico se podría hablar de métodos, en su diferente adecuación a disciplinas diferentes, puede resultar mas práctico definir qué NO es ciencia. De nuestras partículas interrogativas hay una a la que no puede responder la ciencia: ¿Para qué? La teleología, o determinación de objetivos, no forma parte de la ciencia. Deviene de una incompatibilidad lógica. La ciencia ya tiene un objetivo: buscar la verdad y el conocimiento. Para qué usamos ese conocimiento es la parte de la que debe ocuparse la ética. Uno de nuestros problemas es que ese papel se ha sido asignado a la teoría económica unilateralmente. La ciencia es un vehículo que nos ha llevado a lugares a los que la humanidad apenas ha logrado soñar. Pero decidir el destino, el puerto al que nuestra sociedad pone rumbo es parte de la filosofía o de la ética. La ciencia sin embargo, puede responder a otras preguntas, como si llegar a un determinado puerto es viable o los escollos que hay que evitar. Decir, por ejemplo, que es imposible crecer de forma infinita en un sistema finito, es una respuesta que da la ciencia. También puede avisarnos de las consecuencias de permanecer en ese rumbo. Pero un antropocentrismo arrogante, que niegue nuestros límites. Un análisis histórico que concluya que puesto nunca antes se han superado los límites planetarios, dichos límites no existen, permite anticipar desde la ciencia la llegada del desastre.
EliminarEs curioso que sea precisamente la religión la que invoque constantemente a lo natural para exigir legislaciones contra el aborto o contra la homosexualidad. El prestigio de la ciencia se intenta vampirizar para justificar preceptos y conductas, religiosas, políticas, militares o económicas. A falta de ciencia, esas mismas conductas se han justificado tradicionalmente usando principios históricos, sociológicos y morales. Que los manipuladores se sitúen fuera del foco de crítica habla mas del principio "tirar la piedra y esconder la mano" que de una supuesta imparcialidad.
ResponderEliminarBuenas noches! Muy interesante tu visión, y a mi parecer muy acertada. Estoy de acuerdo, la agricultura ha dejado de ser una cultura agrícola, para ser una industria.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias por tu comentario. Pensamos demasiado en el coche eléctrico. El modelo agroindustrial es insostenible. Basado en los combustibles fósiles, sin ellos nos lleva a un colapso alimentario global.
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