viernes, 21 de octubre de 2011

La implacable desfachatez de la victoria.

La guerra es la continuación de la política por otros medios.
La política es la continuación de la economía por otros medios.
Así, la guerra es la continuación de la economía por otros medios.

Todo parece indicar que los Estados no se gastan cientos de millones durante una recesión profunda por una necesidad moral. Ni tan siquiera el 0,7% del PIB con el que se eliminaría el hambre en el mundo. Pero están dispuestos a todo por el petróleo. Incluso a disfrazar el colonialismo haciendo marketing con la defensa de los derechos humanos. Alcanzamos así las mas altas cotas de bajeza moral en el ejercicio de la hipocresía. La guerra es hija de nuestro modelo económico. Donde se confunde autoregulación con voracidad y crecimiento infinito, volar con caer, progreso con autodestrucción, enriquecimiento con saqueo cada vez peor maquillado.
Ningún crimen, ninguna complicidad, nos librará de nuestra propia insensatez. Quizá ahora sea Venezuela el próximo pais a "democratizar", sus reservas de petróleo son demasiado suculentas, aunque jamás sean suficientes.
Lo que permite distinguir la excusa de una razón sincera es la coherencia en las actuaciones. ¿Qué ocurre con Siria, con las tremendas violaciones de los derechos humanos?
Detrás de los mercados existen personas poderosas, que se escudan en un eufemismo para evitar dar cuenta de la responsabilidad de sus actos. No nos engañemos, estamos disfrazando las revueltas asociadas a la desesperación de millones de personas de "primavera árabe", pero cuando nos indignamos, aquí en occidente, vamos mas allá de nuestras atribuciones como ciudadanos y personas, porque aquí los mercados ya tienen democracia absoluta.
Porque aquí el dinero tiene ya, libertad sin responsabilidad.

8 comentarios:

  1. La información viene sesgada por los grandes medios de comunicación. Por eso, más que nunca, debemos ejercer como ciudadanos y como personas, como dices.

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  2. Desde, quizás la época de la descolonización, Occidente se ha comportado siempre con una gran hipocresía. Como ciudadanos y personas estamos obligados a corregir esa tendencia. No se debe apoyar a un dictador porque en su país hay petróleo, por ejemplo. Por encima debe estar la Diclaración Universal de las Derechos Humanos.

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  3. @ Pedro Ojeda Escudero
    Estamos en la era del comercio total, los grandes medios de comunicación son empresas cuya finalidad fundamental es ganar dinero. Pueden leerse sin embargo artículos como el enlazado a El País. Los titulares son otros.

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  4. @ Juliana Luisa
    Quizá lo que ocurre es que se ha sustituido un tipo de colonización brutal y evidente, por otra mas sutil y sofisticada. Hoy son los mercados los que ejercen la dictadura, los que realmente gobiernan las que hemos creído democracias.
    Tras la especulación con las hipotecas, ahora llega la especulación con los alimentos. El nuevo genocidio es matar de hambre.

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  5. @ Alejandro Kreiner
    Hay algo que el dinero no puede comprar. No puede comprar la verdad. Aunque pueda comprar todas las mentiras, no puede transformarlas en lo que no son.
    El dinero es el gran mentiroso: no refleja la riqueza del mundo sino avaricia del ser humano.

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  6. Hola Camino a Gaia, suscribo tu artículo, saludos para vos

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  7. Hola:

    Tenemos una enfermedad, ya diagnosticada en la antigua Grecia, es la hybris (la desmesura), y la manera de volver a encontrar la senda será buscando nuestro lugar en el Universo: Némesis nos espera.

    salud y alegría

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